viernes, 15 de abril de 2016

El Pensamiento Crítico

Diariamente solemos encontrar en nuestros muros ideas y opiniones provenientes de sectores de la llamada “opinión pública” que nos llegan impregnados por cierto “condicionamiento social” fruto de la enorme influencia que ejercen “los comunicadores” que responden a los intereses de determinados grupos de poder y que han demostrado en los hechos que han logrado tal alto grado de “profesionalismo” que les ha convertido en muy influyentes “formadores de Opinión”.
Existe una marcada tendencia, consecuencia del aceleramiento de “nuestros ritmos de vida” a la búsqueda de caminos alternativos, como bien pueden ser los opinólogos de turno, que puedan, con sus sesudos comentarios, darnos una acabada información acerca de asuntos que por su “resonancia mediática” conmueven a la opinión pública y son objeto de un “acaparamiento” de la atención general de todos aquellos que de una manera u otra participan del día a día de las denominadas “redes sociales”.
Desarrollar lo que se denomina “un pensamiento crítico” requiere mucho trabajo e interés en buscar la mejor información posible, claro, esto conlleva un gran esfuerzo investigativo y la dedicación de algo que para todos nos resulta “imprescindible” vale decir: disponer de tiempo, cosa, que por su escasa disponibilidad, hace necesario que “alguien o algunos” se tomen este trabajo a su cargo y nos brinden la información requerida en tiempo y forma y, sobre todo, digerible a las apetencias de nuestra postura social.
Lo ideal sería que entendiéramos que nuestra opinión es indelegable,  dejar esta tarea en manos de terceros sería más comprometedor que la emisión de “cheques en blanco” seguramente, antes de que lo podamos advertir, estaremos en la mayor bancarrota intelectual.
Bueno es que tengamos en cuenta la opinión de “otras voces” acerca de lo que exponemos en este artículo como un medio de ayuda en situaciones similares.
El pensamiento crítico es un proceso que se propone analizar, entender o evaluar la manera en la que se organizan los conocimientos que pretenden interpretar y representar el mundo, en particular las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas.
Se define, desde un punto de vista práctico, como el proceso mediante el cual se usa el conocimiento y la inteligencia para llegar de forma efectiva, a la postura más razonable y justificada sobre un tema.
El desarrollo del pensamiento crítico, estrechamente ligado a la expansión de conocimiento, requiere de los siguientes tres factores:
·        Tendencia a los pensamientos críticos.
·        Acceso a contenidos críticos.
·        Entornos para practicar el conocimiento crítico (en sus dos tipos, conocimiento en sí y conocimiento como instrumento para contribuir a la mejora de la vida).
Ser capaz de utilizar un pensamiento crítico significa que no se acepte la opinión de la sociedad, teniendo así ideas individuales, se conocen los argumentos a favor y en contra y se toma una decisión propia respecto a lo que se considere verdadero o falso, aceptable o inaceptable, deseable o indeseable.
Este pensamiento también es un pensamiento objetivo, basado en el compromiso de las propias ideas según su entorno como creencias individuales. Lo crítico enfrenta y evalúa los prejuicios sociales constantemente.
Tener un pensamiento crítico no significa llevar la contraria a todo el mundo o no estar de acuerdo con nadie, pues eso tampoco sería un pensamiento crítico, sino sólo un modo simple de pensar que se limita a contrariar lo que piensen los demás. Por lo tanto un pensador crítico es capaz, humilde, tenaz, precavido, exigente. Además de tener una postura libre y abierta, por ello un pensador crítico comienza a destacarse en su medio y a ser reconocido por sus aportaciones, pero todo se conforma a lo largo del tiempo con una debida experiencia.
El pensamiento crítico es una habilidad que todo ser humano debe desarrollar ya que tiene cualidades muy específicas y que nos ayudan a resolver problemas de una mejor manera, nos hace más analíticos, nos ayuda a saber clasificar la información en viable y no viable, nos hace más curiosos, querer saber e investigar más acerca de temas de interés. Cuando se desarrollan este tipo de habilidades, también se desarrollan muchas otras capacidades del cerebro como la creatividad, la intuición, la razón y la lógica, entre otras.
Pensar críticamente implica dominar dichos estándares. De acuerdo a esto, la meta final de todo pensamiento crítico es que éste pueda ser lo suficientemente sólido como para sostenerse por sí mismo en cualquier contexto, siempre y cuando mantenga su relación con el fenómeno implicado.

Hugo W. Arostegui



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