viernes, 22 de abril de 2016

La Soberbia


"La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder." José de San Martín

Lamentablemente abundan los casos en los cuales las actitudes que observamos se asemejan en demasía a aquellas conductas reprobables que solemos apreciar entre quienes comparten espacios catalogados como copartícipes de una supuesta “red de amigos”

Suele ocurrir que un exceso de autoestima o la simple sobrevaloración de nuestras pretendidas condiciones – sean éstas de carácter socioeconómico, familiares, académicas o laborales, que “circunstancialmente” puedan dar la apariencia de que “estamos situados por encima de” para que nos consideremos con el derecho natural de subestimar las expresiones de aquellos que valoramos como “inferiores”

"El oro hace soberbios, y la soberbia, necios." Proverbio

La palabra soberbia proviene del latín superbĭa y es un sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás, sobrevaloración del yo respecto de otros, es un sentimiento de superioridad que lleva a presumir de las cualidades o de las ideas propias y menospreciar las ajenas.

La soberbia se diferencia del orgullo en que éste último es disimulable, apreciado cuando surge de virtudes o de causas nobles, y la soberbia manifiesta el deseo de ser preferido por otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, del yo, del ego. Se puede decir que el orgullo puede derivar para la soberbia. La soberbia es una actitud orgullosa consistente en la perspicacia de aquella persona que se envanece a sí misma.
Popularmente, se llama también soberbia a la rabia o al enfado que muestra una persona de manera exagerada ante una contrariedad. Y es considerado por la teología como uno de los pecados capitales.
Algunos sinónimos de soberbia son, altanería, altivez, arrogancia, vanidad, etc. Lo contrario de soberbia es la humildad, la sencillez, la modestia, etc.
Manifestaciones del orgullo en grado de soberbia
Si una persona es autoritaria al mandar, tiene envidia de los valores de los demás, critica a los envidiados, es una persona con soberbia.
La mayoría de los momentos con malhumor en la convivencia familiar y la mayoría de enfados derivan de un orgullo individual que se ha transformado en soberbia.
Las personas con soberbia nunca tienen dignidad y mucho menos aceptan sus errores.
Un antiguo verso gauchesco nos dice lo siguiente:
“La vanidad es un yuyo malo que envenena toda huerta, es preciso estar alerta manejando el azadón, pero no falta el varón que lo riegue hasta en su puerta”
Hugo W Arostegui




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