martes, 13 de diciembre de 2016

En Algún Lugar…


No voy a preguntarte de dónde vienes ni te pondré en el apuro de que no me sepas responder algo tan simple como esta pregunta: ¿hacia dónde te diriges?

Estas simples preguntas no tienen respuesta entre los humanos, con toda nuestra capacidad y elocuencia, con todos los siglos de notoria sapiencia que heredamos y acrecentamos de generación en generación, carecemos de una información veraz y documentada de nuestros orígenes, somos una creatividad que deambula huérfana por los confines del universo con el incentivo de encontrarse a sí mismo y develar por sí y para sí todas las respuestas que atesora en sus memorias tras descorrer los velos que delante de sus ojos le oculta su ignorancia.

Por eso digo no voy a cometer la torpeza de preguntarte de dónde vienes  porque esa respuesta que desconocemos  aunque sentimos el susurro de la intuición que allá, bien en el fondo de nuestra consciencia nos habla de una grandeza que nos es innata , que existe dentro de nosotros desde mucho antes de que nos reconociéramos como criaturas humanas.

Sólo compartiré contigo, como al pasar algunas reflexiones:

¿Cómo será este día? ¿Previsible? ¿Tedioso? Si no ves un panorama muy alentador, siempre puedes darle uso a una de tus capacidades humanas más fascinantes: la creatividad.
La creatividad no es un don exclusivo de los artistas. O, si lo consideras así, también puedes ver la vida misma como una sucesión de oportunidades para hacer arte. ¿Cómo qué no?

Piensa en tus variadas facetas y en todas esas actividades que realizas a diario. Verás que las oportunidades para ser creativo son abundantes. Y, si lo miras más de cerca, te darás cuenta de que tú usas esa capacidad, aunque no le hayas puesto el nombre.
Tu creatividad crece cada día con tus conocimientos y con tus experiencias, y con el uso que haces de ese lote que, a estas alturas, ya tiene su enjundia.
Cada día, combinas lo que sabes para producir respuestas; te apoyas en ese conocimiento para adquirir nuevos saberes y expresas quién eres en cada cosa que haces.
Cada día, si tú decides que así sea, ganas en versatilidad y te sacas de la manga ideas y soluciones que se salen de lo predeterminado o de lo habitual.
Si ya lo estás haciendo, disfruta de esa capacidad. Alégrate de la riqueza que te aporta. Valora el arte que tienes para resolver lo que se presenta y para trazar el camino que estás recorriendo.

Puede que tu obra no se exponga en un museo, pero va sobrada de arte. A ver quién puede negar que seas creativo. Que lo haga otro. Tú, no”
Hugo W Arostegui

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