miércoles, 21 de diciembre de 2016

Nuestro Temperamento


Cada uno de nosotros reacciona en forma muy particular, tan particular que no habemos dos que lo hagamos de la misma manera, se dice que así lo hacemos porque cada uno manifiesta su propio temperamento, vale decir, que de alguna manera recurrimos a todo lo que nos identifica, lo que constituye nuestra forma de ser y de reaccionar ante una situación dada.

“El temperamento es la manera de ser única y particular de cada persona. No hay nadie en nuestro planeta que tenga una forma de ser exactamente igual a otra. Por caso, al temperamento se lo considerará una característica estrictamente singular. La historia y la identidad son las que básicamente delinean ese temperamento y que hará que ante determinadas circunstancias actuemos de tal o cual modo.

Persona con constantes cambios en el humor

Por otro lado el concepto se usa para referirse a aquella persona que presenta recurrentes cambios de humor, y que dispone de un temperamento fuerte.

Se aplica el término temperamental especialmente a personas que actúan de acuerdo a su temperamento natural, es decir, sin filtro o sin medir las consecuencias.

El ser humano es un individuo social que vive siempre dentro de una comunidad de pares y como tal, respeta en mayor o menor medida reglas y pautas que tienen que ver con la convivencia. Esas pautas muchas veces suponen el aplacar el temperamento o la personalidad verdadera que cada persona tiene en pos de evitar conflictos, litigios y peleas con los demás.

Un individuo temperamental es una persona que se deja llevar por su temperamento, que no pone filtros a sus acciones y que, como se guía por una profunda emocionalidad (que puede ser tanto positiva como negativa), por lo general no otorga demasiado espacio a conductas racionales o racionalizadas de manera consciente. Una persona temperamental es entonces alguien que actúa de acuerdo a sus impulsos sin medir las consecuencias, que puede mostrar mucha ira o mucha alegría sin encontrar un punto medio.

En el lenguaje común, el concepto de temperamental (que es un adjetivo de tipo calificativo) se relaciona más que nada con conductas un tanto negativas, es decir, abruptamente violentas, agresivas o conflictivas.
Si bien todos los sentimientos en exceso pueden ser característicos de una persona temperamental, aquella que se enoja en demasía, que demuestra agresividad o violencia es usualmente caracterizada como tal.

Las personas temperamentales suelen tener problemas para convivir pacíficamente con otros y esto tiene que ver directamente con el hecho de no actuar racionalmente y dejarse llevar por las emociones.
Alguien temperamental puede ser excesivamente sincero, agresivo y violento y eso hace que en su convivencia con otros individuos, las relaciones a establecer sean poco duraderas o muy conflictivas. Además, un individuo temperamental suele mostrar poca paciencia y tolerancia a los intereses o gustos de los demás si esos intereses no son compartidos.”

Cuando logramos ser identificados por nuestro temperamento y la resultante del “concepto colectivo” nos identifica por “el buen” o “mal” temperamento que nos caracteriza lo que es puesto  “en evidencia” son los atributos sobresalientes de nuestra personalidad, situación que deberemos considerar a la hora de “definir valores” en nuestras reacciones públicas.


Hugo W Arostegui


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