jueves, 13 de abril de 2017

Aspiraciones


La aspiración es una palabra que tiene varias acepciones, una de ellas es la que se encuentra relacionada con la de idea personal, las personas tienen metas y objetivos que quieren cumplir, que se encuentra muy ligado a la idea de los deseos que tiene una persona para si misma. 

En este sentido las aspiraciones pueden ser de diferentes temas, como por ejemplo en las salariales, que tal vez es en la que más se escucha al momento de ir a una entrevista de trabaja, que la persona que está pensando en contratar suele preguntar cuáles son las aspiraciones salariales que tiene el postulante; y es allí donde la persona tiene la responsabilidad de ser sincero consigo mismo y decidir si sus aspiraciones salariales se encuentran realmente relacionadas con lo que la empresa se encuentra proponiendo.

Pero las aspiraciones también pueden ser de otra índole, como cuando una persona tiene ganas de mejor su trabajo, su lugar de vivienda, o cualquier tema en su vida personal, y es allí donde las personas deben decidir y plantearse metas y tiempos reales para poder cumplirlas en un plazo determinado. Las personas irán evolucionando en su vida y cada vez irán encontrando nuevas aspiraciones.

El progreso científico y tecnológico característico de la sociedad postmoderna ha hecho posible la producción a gran escala de cualquier tipo de satisfactores de necesidades.

Este fenómeno ha influido para que, en todos los estratos socioeconómicos, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, se incrementen de manera sustancial las aspiraciones de consumo en comparación con otros momentos de la historia de la civilización humana
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Otro elemento, éste de orden subjetivo, que contribuye al incremento de las aspiraciones de consumo es la creencia, muy común en la cultura postmoderna, de que obtener el mayor ingreso monetario posible contribuye a la felicidad ya que permite alcanzar las aspiraciones de consumo. No obstante, la abundante investigación científica sobre el tema de la relación entre ingreso y felicidad no permite aceptar o rechazar de manera definitiva esta creencia popular.

Pero en última instancia, la televisión no hace más que retratar el estilo de vida de la sociedad postmoderna, en la que el acto de consumo ya no tiene por finalidad única ni inmediata la satisfacción de necesidades físicas de supervivencia de la especie; ahora el consumo se presenta como una experiencia placentera que contribuye a la felicidad de las personas.

Esta idea es muy fuerte y predomina en todos los estratos socioeconómicos no obstante que algunos estudios, como los de O'Guinn y Shrum (1997) y Belk y Pollay (1985), han demostrado que el bienestar derivado de un mayor consumo es, en el mejor de los casos, pasajero.

Schopenhauer (2003: 176–177 y 312), dice que la voluntad:


“En sí, implica la ausencia de todo fin, de todo límite, porque es una aspiración sin término. Cada fin realizado es el punto de partida de un nuevo deseo, y así indefinidamente. La manifestación de la Voluntad es un perpetuo fluir de deseos. La Voluntad, en todos los grados de su manifestación, desde el más bajo hasta el más alto, carece de objetivo final, porque su esencia es querer, sin que este querer tenga nunca un fin, y que, por lo tanto, no alcanza una satisfacción definitiva. El querer va hasta lo infinito”

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