miércoles, 26 de abril de 2017

Sostener


Tener encima o sujeta una cosa de manera que no se caiga o se tambalee.
Mantener o defender una idea, teoría, opinión, o una actitud, sin variarla.

La mejor forma de darle apoyo emocional a alguien durante una conversación es escuchar atentamente lo que dice sin interrumpirle. 

Escuchar, sin ofrecer soluciones, consejos no solicitados ni contarle tus propias historias relacionadas con lo que está diciendo. Ser paciente, no proyectar tus miedos personales sobre la otra persona: esa persona no eres tú. 

Abrir el corazón. Darle tiempo al otro o a la otra para que a medida que vaya hablando esa persona pueda encontrar lo que de verdad le pasa y sus propias soluciones y a su tiempo.

Quizás no en esa conversación, pero puede ser que en alguna otra, más adelante. Las soluciones siempre llegan. Cuando te toque hablar a ti, sé compasiva/o. No te dejes arrastrar ciegamente ni por la tristeza ni por la euforia de la otra persona.

Equilibrio sabio y muy cálido. La mejor forma de apoyar y de acompañar es no juzgar (no hacer juicios ni buenos ni malos). Un buen abrazo ayuda mucho. Esto vale también para los hijos y las hijas, a quienes a menudo apabullamos con nuestros discursos sin haberlos escuchado, realmente escuchado.

Con el apoyo emocional me refiero a la capacidad de hacerle sentir al usuario querido, escuchado, útil y poder proporcionarle cierto “bienestar”.

A veces no tenemos las técnicas o habilidades que deberíamos como profesionales que tratan con personas. Existen diferentes tipos de apoyo social; el emocional se compone de la empatía, el cuidado, la confianza…  a veces es el más importante, y el que más necesita una persona.

No somos Psicólogos, pero debemos saber manejarnos ante ciertas situaciones y si no sabemos, debemos trabajarlo y desarrollar esas herramientas. La mejor ayuda que podemos dar es escuchar su dolor: emociones como la tristeza, 

la soledad o la culpa por sentir están muy presentes en los usuarios a los que atendemos. Lo importante es que puedan descargar su dolor.

Hugo W Arostegui


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