sábado, 15 de abril de 2017

Trasplantar Inquietudes


La inquietud o desasosiego es, según una teoría postulada por Liebert y Morris en 1967, uno de los componentes principales de la ansiedad. El otro componente sería la emocionalidad. Esta última se refiere a los síntomas fisiológicos tales como sudar, sufrir palpitaciones o tener alta la presión arterial.

Inquietudes al azar:

"Aburrirse es siempre responsabilidad de uno mismo, basta con un buen libro para matar el aburrimiento y alimentar el espíritu"

"Hay que ponerse grandes objetivos, pues con esfuerzo y constancia, podemos llegar a conseguir aún más de lo que nos propongamos"

"Hasta lo más aburrido se puede llegar a aprender casi sin esfuerzo de forma creativa y divertida"
"Nunca debemos dejar de aprender ni pensar que ya lo sabemos todo"

Sin Embargo…

Es habitual ver a personas que basan su día a día en perder el tiempo en nimiedades. Aburridos, sin curiosidades, algunos hasta se encierran en una relación de pareja y se aíslan del mundo, a dar sueño a las paredes mientras que, más que refugiarse en esa persona, se apoyan entre sí sin interés de crecer, de conocer, sencillamente conformándose con no caer.

Enganchados al wassap, escuchando todo el día música de discoteca, reuniéndose a tomar el sol, jugar a las cartas, fumar, salir "de fiesta"... Pero sin inquietudes. De hecho, creo que es eso lo que me ha llevado a esta reflexión. Las palabras "falta de inquietudes" son exactamente las que encajan con lo que necesitaba para definir a la inmensa mayoría de personas que conozco. Escuchar los cuatro grupos de música del momento, comprarse un móvil potente cuando no vas ir más allá del Twitter, hacerse con el último iPhone, sumarse a todas las modas absurdas que se expanden viralmente por internet... 

Compran camisetas de grupos que apenas han escuchado, porque así te las puedes dar de "rockero", de "diferente", porque inconscientemente saben que ahí están las inquietudes que te llevan a expandir tus horizontes y poder tener una charla interesante sobre estos temas con otras personas. Pero no lo comprenden. Se limitan a comprarse las camisetas y dárselas de algo que no alcanzan a comprender, a sabiendas de que "por ahí van los tiros", pero que precisamente, por falta de inquietudes, no profundizan. Pasan los años para ellos, entierran las camisetas, las pulseras, las pulseras de cuero, y a vivir una vida insulsa, con medio cerebro secándose irremediablemente sin encontrar nada que les satisfaga.

En mi opinión, son personas sencillas de manipular, que claramente, en algún momento cayeron en la masificación, y que no supieron darse cuenta, y ahora no saben como salir, porque realmente no han aprendido nada en los años más activos de nuestras vidas, y se quedan como zombies. 

Con esto de "la sociedad de la comunicación", se ha acelerado aún más esto de "madurar antes", o mejor dicho, hacer "cosas de mayores" antes de lo que deberían, ¿por qué? Por pura imitación de los mayores, como ha sido siempre.

Sencillamente en algún punto de nuestra historia, la sociedad de consumo hizo "crack", se descontroló y se llevó de un plumazo a los mayores, y poco a poco, los menores empezaron a "imitar", a aprender de sus mayores, a aprender... ¿Qué? 


Hugo W Arostegui

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