sábado, 24 de julio de 2010

El Vuelo de la Mariposa

Para ayudarnos a comprender mejor como es el estado de los hijos de Dios antes de la creación de la tierra, es necesario de que nos despojemos de toda tendencia que nos lleve, siquiera a intentar, al uso de una imaginación, condicionada o manipulada por divagues especulativos, que nos quieran convencer, de que la vida en los cielos puede ser una réplica mejorada de nuestra vida terrenal.

 Para los que nos encontramos en este estado, es decir, viviendo esta etapa terrenal de nuestra existencia, lo primero que debemos saber, es que el viaje que hemos emprendido, no tiene retorno, jamás podremos volver a experimentar las mismas sensaciones, aquello ya fue, por más trascendente que haya sido, nos es vedado el regreso, la ley de progreso eterno nos ha cerrado esa puerta definitivamente.

 Todos conocemos lo que la madre naturaleza nos enseña al respecto, el estado previo de la hermosa mariposa pasa por el gusano que se arrastra , alimenta, y a su debido tiempo, construye la crisálida, donde pacientemente, prepara la transformación que le permita, en el instante preciso, lucir las galas de su incomparable belleza y volar libremente por la floresta. El gusano no es un estado inferior de la bella mariposa, el gusano es la mariposa, tal como los hijos espirituales de Dios, lo son, con relación a quien les ha creado. No podremos volver jamás como gusanos, sólo podremos volver a encontrarnos en el vuelo victorioso de las hermosas mariposas, que simbolizan, este caso, la Gloría de Dios. “Esta es mi Obra y mi Gloria, llevar a cabo la inmortalidad y vida eterna del hombre” Moisés 1: 39

 De la misma manera, que la etapa del gusano, no es comparable a la majestuosidad del estado de la mariposa, ocurre lo mismo con las condiciones en que se desarrollaba nuestra vida pre mortal. Esa etapa no es, en absoluto comparable, con la que vivimos ahora, o la que podamos alcanzar, de acuerdo al grado de gloria que nos pueda corresponder.

Tenemos la tendencia a comparar nuestro estado actual con el anterior y es por eso que pensamos en términos de hogar celestial, imaginando: tiempos, contactos, y tipos de relaciones, con un grado de intimidad y cercanía que nos lleva a pensar en un Dios, esencialmente padre, rodeado de sus hijos y hasta es posible que nos veamos sentados en sus rodillas.  

Sin duda, es un sentimiento noble y dotado de una carga emotiva sencillamente conmovedora, pero es bueno que entendamos, que el lirismo de nuestras emociones humanas, no necesariamente concuerda, con los dictados de la realidad expresada en las escrituras.

Nuestros cuerpos espirituales fueron creados en la plenitud de nuestra vida adulta, como inteligencias, fuimos organizados en esas condiciones, la gran obra de Dios ya estaba en proceso, y una vez iniciada, nada la detiene, el gusano y la mariposa (en sentido figurado) están comprendidos en forma simultánea, no existe el tiempo, por la sencilla razón, de que estamos hablando, en términos de Eternidad. Ahora bien, hablando precisamente del concepto tiempo, ¿que es el tiempo? una respuesta válida y lógica, es de que es una unidad de medida, pero, para que nos pueda resultar de utilidad, es imprescindible contar con la referencia correcta.

Los astrónomos del antiguo Egipto, - Shulem, era uno de ellos ,- le enseñaron al patriarca Abraham, que el tiempo era regido por una estrella llamada, Kolob, la cual es la estrella mas cercana al Trono de Dios.

Para que Abraham pudiese tener una noción más o menos aproximada de esta unidad de medida llamada, Kolob, le explicaron, que un día, en la órbita de Kolob, equivalía a mil años para un planeta como la tierra, que pertenece al sistema Solar.

Contando con este conocimiento, es posible entonces, comprender mejor, el sentido de la emergencia, con referencia al devenir de los hechos relacionados con la creación y sus consecuencias, la vida en sí misma no se detiene, cuando un óvulo es inseminado, la cuenta regresiva ya está en andamiento. Los aproximadamente, seis mil años, en la historia de los hijos de Adán, registrados hasta el presente, no son más que un lunes a sábado en la órbita de Kolob.

Siguiendo esta línea de razonamiento, las matemáticas nos estarían indicando, que un año en la órbita de Kolob, correspondería a 365.000,00 años de tiempo terrestre. Si la vida promedio de un ser humano en la tierra, la situáramos en 75 años, que en la época actual parece bastante razonable, todo este tiempo significaría apenas 1 hora y 48 minutos en la órbita de Kolob.

Conste, que este no es un simple juego de principios matemáticos, es solamente una proyección a escala de lo que significa en términos de tiempo, el pasaje terrenal de un hijo de Dios por el planeta tierra.  

Este capítulo, intenta ofrecer una perspectiva adecuada, para quién pretenda internarse, en los instantes previos a la realización del Gran Concilio de los Cielos.

Hoy en día, todos podemos tener acceso al conocimiento, de cómo han sido nuestros días, en la etapa de gestación dentro del vientre materno, a pesar de que cada uno de nosotros ha estado allí, seguramente no lo recuerda, la información científica que nos la cuenta, nadie la pone en duda y la acepta como correcta, es por eso que alardeamos de que hemos vencido a la ignorancia que teníamos al respecto, ¿no es así?

Nosotros también hemos sido partícipes de los hechos que Shulem nos está relatando, Hemos estado allí, aunque no lo recordemos.

La ciencia conocida, lamentablemente, esta vez, no nos puede ayudar como tan convincentemente lo ha hecho, en nuestra etapa en el vientre materno. ¿Estamos dispuestos a recurrir a otras fuentes? ¿Estamos dispuestos a pagar este precio, y alardear después que hemos vencido a la ignorancia? 

Recuerda, que las escrituras nos advierten, con palabras sencillas pero contundentes: “Es imposible que el hombre se salve en la ignorancia” D y C 131: 6


Hugo W Arostegui

jueves, 22 de julio de 2010

Hablemos de: El Valor Agregado

Hablemos de: El Valor Agregado Cuando dedicamos algunas líneas para hablar sobre El Valor Agregado, el pensamiento y la intención nos lleva a relacionar este término, con factores relacionados con la incorporación de valor a los productos primarios a través de la transformación de los mismos en producción final de bienes y o servicios que generen una mayor participación de recursos humanos y horas hombre calificada. También se menciona este término cuando hablamos de política fiscal, de la necesidad de las economías nacionales de una mayor y mejor redistribución de la riqueza, mediante la aplicación de tributos que graven la cadena productiva con un impuesto al consumo, el cual es conocido internacionalmente como: Impuesto al Valor Agregado. Un tema importante y recurrente que no se agota, que seguramente su vigencia se mantendrá latente, a medida en que las economías crecen en complejidad y los efectos de la llamada globalización, la cual nos amplia mercados pero también nos torna cada vez más vulnerables a lo que pueda suceder en cada rincón remoto del planeta. Pero esta vez quiero poner un dique en la corriente del pensamiento tratando de evitar que el mismo se precipite en los profundos surcos ya mencionados e intentar un ligero desvío que nos permita incursionar por algunas sendas menos transitadas pero igualmente interesantes de incursionar. De manera que, en lugar de recurrir a alguno de los tantos tomos sobre economía que felizmente dispongo, decidí sentarme en el ambiente acogedor de mi hogar, cercano a los leños encendidos, y tomar entre mis manos un libro de consultas excepcional, donde son vertidas opiniones provenientes de lo más profundo del alma humana, pronunciadas por seres que han sabido cultivar, aún en medio de la mayor adversidad, los valores agregados que dan sentido a nuestra esencia humana. Este libro al que he recurrido es conocido de sabios y humildes, aunque no todo aquel que posa sus ojos sobre las letras, que van formando palabras y frases, una tras otra, puedan decir que han comprendido a cabalidad la cuota parte requerida, de cada lector, a fin de poder recoger las respuestas que están allí, esperando a quién esté dispuesto al esfuerzo de extraer de sus entrañas, tal como un labrador en medio de su huerto, el fruto tan anhelado como requerido. Este libro, tiene un nombre, y su nombre es: La Santa Biblia. El Valor Agregado de los Talentos individuales: En el Libro de Mateo, en el capítulo 25, hay un valioso recurso que puede ayudarnos a comprender lo que se espera de nosotros, porque me imagino que alguna vez nos habremos formulado alguna de estas interrogantes, ¿Qué hago aquí? ¿A qué he venido? ¿Cuál es mi posición actual y hasta dónde me es posible llegar? Todo parece indicar que nuestro trabajo primordial es el trabajo de vivir nuestra propia vida, somos operarios en esta empresa y en ella ocupamos todos los puestos de trabajo, nadie puede sustituirnos, a lo sumo, alguien podrá darnos algunas sugerencias, pero quién marca su tarjeta día a día, las 24 horas, sin días de asueto, ni feriados especiales, somos cada uno de nosotros, desde nuestro primer llanto hasta el último suspiro. De este capítulo de Mateo del cual hago referencia he sentido la necesidad de citar el siguiente pasaje: “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste, aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su Señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo que tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; y aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.” Mateo: 25: 14 – 30 No voy a cometer la torpeza de pretender manipular la intencionalidad que motivaba al disertante de estos pasajes citados, pero quienes hemos siquiera oído de la magnitud de su obra, no podemos quedar indiferentes ante tan magistral demostración de lo que nos va en cada ocasión perdida, en la importancia de cultivar y multiplicar los talentos con los cuales hemos sido beneficiados, valores que han sido depositados en nuestra cuenta corriente y de los cuales deberemos rendir cuenta cuando se nos sea requerido. Una lectura superficial, a la cita bíblica que hemos expuesto, nos podría dar diferentes conclusiones, hubo alguien que mencionó la dureza y crueldad del señor, para con el atemorizado siervo, que ante el miedo al riesgo de perderlo todo enterró el talento recibido con la esperanza de mostrarlo y devolverlo tal cual lo recibió de manos de su señor. Ahora bien, reflexionemos, ¿qué significa para nosotros nuestra propia vida? Hemos dicho que la existencia es un desafío individual indelegable, sin duda no existe un desafío más importante, una empresa de mayor trascendencia, que la de construir con los elementos que estén a nuestro alcance, una vida digna que nos identifique con los valores inherentes a nuestra condición de pertenencia a la raza humana. Sin duda alguna, la vida es un desafío, y un desafío significa enfrentar la adversidad, correr riesgos, esforzarse por vencer y luchar hasta alcanzar la victoria, esto es la vida. Si alguien puede creer que esto que digo es fácil de realizar, entonces nunca se ha tenido que enfrentar seriamente con la adversidad, y si nunca se ha tenido que enfrentar seriamente con la adversidad, no conoce nada de los valores humanos, porque los valores humanos sólo crecen en medio de la adversidad. A lo que hayamos recibido, además de ser gratos por quién nos lo haya proporcionado, debemos agregarle más valor, multiplicar lo que se nos ha dado y que aún no estamos en condiciones de devolver, para que podamos ser merecedores de ser llamados dignos de recibir la gloria del triunfo, esto es El Valor Agregado al que hago referencia en este artículo. Podría hablar horas y horas sobre este tema, pero dejémoslo aquí, les he sembrado unas cuantas semillas de inquietud, el resto es tarea individual de cada uno. Hugo W. Arostegui

domingo, 4 de julio de 2010

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Hugo W Arostegui Nacido el 20 de abril de 1943, en Cerro Largo - Uruguay formado en Administración de Empresas, Dirección de Hospitales, Consultor en Recursos de Empleo, Economía, Autoridad Religiosa, Teólogo. Autor de artículos sobre Economía, Religión, Literatura, Empleos, humanidades. Sexo: Masculino Signo: astrológico: Áries Actividad: Analista en Gestión Empresarial Profesión: Asesor de Empresas Local: Ciudad: Rivera: Uruguay Una hoja en blanco, una forma de vivir y sentir, y ese impulso que brota de lo profundo del corazón, conmueven el alma humana y hacen surgir incontenibles las emociones, como aflora la tierna sonrisa o se desliza furtiva una lágrima. Es por esa sensación, propia del artista que anida en el interior de cada uno, que no resisto el impulso de contar, que más que un deseo de simplemente decir cosas, es como una huella, que en medio de la nada indica que allí , si se sabe buscar, hay una senda, y a través de ella, un escenario de hechos que se exponen para ser observados y evaluados según el propio sentir de quien es invitado a transitarlos Cuando escribo, generalmente relato situaciones vividas muy intensamente, los elementos que aparecen en mi escenario descriptivo, no siempre tienen la calidad expresiva que el asunto a narrar merece, es ahí entonces que aparecen a los ojos del lector, mis garabatos, con los cuales pretendo trazar las líneas que den forma y figura a la experiencia que pretendo plasmar en relato. Un escritor es un profeta en el mundo que describe, sin duda el contenido de su relato es fruto de la inspiración, y ese estado especial de percepción sólo puede ser alcanzado por medio de la intervención divina, existe una zarza ardiente en lo alto de nuestro camino, allí nos conducimos despojados de nuestros zapatos terrenales, para asistir a la presencia de lo excelso, rodeado de las musas que nos susurran al oído. Jamás recurriría en mi relato a la improvisación, porque ese es el atajo engañoso por el que transitan los vanidosos, los que recogen las semillas que han caído en los bordes del camino, las que germinan en la superficie su fruto efímero y mezquino. La semilla cuyo fruto permanece, germina en lo profundo de la tierra fértil, cuyas entrañas hay que escarbar con amor y tesón, esa es la semilla que produce la inspiración, el alimento que nutre el alma de todo creador, sea éste un artista, un músico, un pintor, un poeta, o un simple garabateador de papeles como yo.

domingo, 6 de junio de 2010

La Flotilla de la Libertad

La Flotilla De La Libertad
Cuando hablamos de “Los Derechos Humanos” ya no alcanza con mencionar que nos estamos refiriendo a una frase que simboliza y define toda una gama de adjetivos que intentan identificar el alto grado de conciencia que la raza humana ha alcanzado en su constante evolución.
Conceptos amparados por el Derecho Universal, que intentan expresar y preservar, el valor de la criatura humana, su dignidad individual, y el derecho natural que ésta tiene, de poder desarrollar todo el potencial inherente a su condición, sin importar su origen, raza, posición social, etc.etc.
Decimos que no alcanza con la simple mención de estos derechos, porque la humanidad desde que ha podido registrar los acontecimientos que han marcado su peregrinar a través de los siglos, no ha logrado desprenderse del preconcepto, de pretender clasificar en castas, de separar a los fuertes de los débiles, de subyugar mediante el poder, de explotar al vencido, de esclavizar y masacrar a naciones enteras, en una lucha irracional, que ha contado, en la mayoría de las veces, con la complicidad de sus propios dioses.
Aunque no nos guste mencionarlo, aunque nos avergüence reconocerlo, aunque transitemos orgullosos por el siglo XXI de la era cristiana, aunque hayamos alcanzado niveles que superan nuestra capacidad de asombro en cuánto a ciencia y tecnología, subsiste entre nosotros la ignominiosa clasificación de “tipos de humanos” los humanos de aquí, los humanos de allá, los que viven en el primer mundo, los que habitan el tercer mundo, los desarrollados y los subdesarrollados, los que saben todo lo que pasa y los que viven y mueren ignorados en medio de la miseria.
Es por eso, que cuando nos enteramos de acciones bélicas, como la ocurrida en las aguas internacionales cercanas a la Franja de Gaza, donde las tropas de elite de Israel, abordaron y masacraron a los activistas que viajaban a bordo de la llamada Flotilla de la Libertad, aduciendo de que estaban ejerciendo “su derecho de defensa” frente a la potencial agresión, por la sospecha de que podrían transportar, un supuesto cargamento de armamento para los “terroristas” palestinos.
Quienes tuvimos la posibilidad de ver las imágenes difundidas por las agencias informativas, sabíamos, que una vez más, la arrogancia israelí, ignoraría las indignadas protestas, de la opinión pública internacional, en una clara demostración de indiferencia, la impunidad de sus actos está garantizada por sus aliados incondicionales, esta vez, El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas condenó el ataque, pero no prosperó ninguna sanción, Estados Unidos, Holanda e Italia, lo impidieron.






Entiendo que no debería existir Xenofobia grande como tampoco Xenofobia chica, todo hecho que se practica a seres indefensos, por causa de su raza o su religión, o por cualquier tipo de razón que podamos esgrimir, es condenable e indigno, ha sido tan tremendo el holocausto del pueblo judío durante la segunda guerra mundial, como el que se practica diariamente a los sufridos habitantes de la Franja de Gaza, por parte del ejército israelí.
Cuando la xenofobia y la exclusión, cuando los actos de violencia genocida, forman parte de las Sagradas Escrituras, cuando los profetas reveladores de la palabra de dios, alientan el odio y el desprecio a otras naciones, entonces, los derechos humanos se parcializan a favor de unos y desmedro de otros.
Antes, la excusa esgrimida consistía en que habían caído en condenación por adorar a otros dioses y, en consecuencia, haber caído en las garras del pecado.
Hoy, en pleno siglo XXI, la justificación para arrasar a las naciones, es que pueden tener armas de destrucción masiva, que son parte de algún eje del mal, o que son terroristas, si los modernos inquisidores juzgan y condenan, serán invadidas, ocupadas, y puestas en un largo proceso de purgatorio bajo la tutela de las naciones dominantes.
Alguien me ha preguntado una vez, si yo sabía cuáles eran las oraciones, que los devotos de la religión judía decían delante del Muro de los lamentos, las sagradas ruinas del antiguo templo de Jerusalén, pues bien, una de las plegarias recitadas se encuentra en el Talmud, la Ley de Moisés, los primeros cinco libros de la Biblia, parte del texto dice lo siguiente:
“Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo,al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.
Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.
Más así debéis hacer con ellos; sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.
Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.”
Deuteronomio 7: versículos del 1 al 6
Una nación, con semejante aval, difícilmente pueda ejercer la tolerancia y la compasión, con aquellas naciones que considere sus enemigas, hace falta dar vuelta unas cuantas páginas del texto sagrado, para aprender el mensaje del verdadero Rey de los Judíos, el llamado Príncipe de Paz, seguramente que si hoy estuviese nuevamente entre nosotros, no faltarían maderos ni clavos, para volverle a inmolar en la cruz.
Hugo W. Arostegui

viernes, 28 de mayo de 2010

Esculpidoras de Piedras

Esculpidoras de Piedras
Los Servicios de Atención al Público de ANTEL – ANCEL en la ciudad de Rivera – Uruguay
Quién haya tenido que realizar algún tipo de trámite en las oficinas de ANTEL – ANCEL, en la ciudad de Rivera – Uruguay, seguramente concordará conmigo en cuanto a que no debe haber una muestra más acabada de ineptitud y displicencia, que las que realizan a diario las funcionarias asignadas a la atención de los usuarios de los servicios de telecomunicaciones, ya sean éstos tanto de telefonía fija, celulares, conexiones de internet, etc. etc.
Como es un espectáculo público, el que realizan las consabidas funcionarias, el mismo puede ser observado y/o padecido, por todo aquel que, por esas cosas del destino, deba realizar cualquier tipo gestión que tenga como objetivo, el adquirir alguno de los servicios que hemos mencionado anteriormente.
Estamos hablando de un servicio que bien puede considerarse entre los llamados esenciales, quién no ha tenido que registrar un humilde medio de comunicación como lo puede ser un teléfono, pues bien, aunque este aparato sea algo extremadamente sencillo y modesto, como la compra de un celular para un niño escolar, o un teléfono fijo de uso familiar, o se trate de todo un equipo de telecomunicaciones de uso empresarial, sea usted un ama de casa, un empresario, un profesional, un productor rural, en fin, sea quien sea quien lo necesite, la adquisición de este bien deberá pasar indefectiblemente por la sala de espera.
Entonces, mi amigo, tendrá que esperar… y esperar…, mientras presencia el accionar de las damas del misterio, las cuales le harán participar de una sesión de telecomunicación con el más allá, esculpirán su nombre en la piedra de sus rostros maquillados, luego se levantarán, para deambular entre los demás escritorios, conversar entre ellas, leer juntas el prospecto de un nuevo producto, o las ofertas del supermercado, recibir alguna llamadita por el celular, y claro, luego de tanto trabajo de comunicación entre ellas, deberán ir al baño para retocar el maquillaje o darse otro tiempito para saborear un té o un café.
Mientras tanto, por supuesto, usted está mirando el papelito con su número de consulta impreso, el cual mira y remira entre sus manos, eleva su vista al cielo y espera… y espera… y espera.
Como digo, esto parece una sátira de mal gusto, dirigida a un grupo de funcionarias que realizan una encomiable labor, en nada menos que en “La Puerta de Entrada” a los servicios de un ente moderno, que luce orgulloso una imponente “Torre de las Comunicaciones” cual si fuese un icono de eficiencia, símbolo de un patrimonio que se supone nos pertenece a todos los uruguayos.
Pero, sabe una cosa, amigo lector, lo que estoy manifestando en este artículo, es lamentablemente una cruda realidad, es lo que ocurre diariamente, de lunes a viernes, menos los días feriados, por supuesto, y los famosos días de indisposición femenina, que sumados al stress, las obligan a tomar un descanso y no asistir a trabajar.


Los servicios de atención a los usuarios, que se realizan conjuntamente, tanto para ANTEL como para ANCEL, son verdaderamente, una puesta en escena de todo lo que no debe hacerse, aquí el ciudadano es tratado con la mayor indiferencia, a menos que sea amigo/a de alguna de las encargadas de la atención, en ese caso, cuando las luces del firmamento le indiquen que pueden pasar a sus escritorios, y sentarse enfrente de ellas, entonces usted podrá entretenerse, mientras sigue esperando, escuchando sus comentarios sobre una variada gama de asuntos particulares, que nada tendrán que ver, claro está, con el motivo central de su visita.
Resulta evidente que todavía existen resabios de antiguas prácticas, aún en esta época, e n que apretando una tecla, en cuestión de segundos, nos conectamos con el más apartado rincón del planeta, nos encontramos con personas que piensan que han nacido para ser el ombligo del universo, que los demás solo están para dar un marco adecuado a sus propias extravagancias.
Es posible que al enterarse de las opiniones vertidas por quien suscribe este artículo, las damas en cuestión, me demanden por injurias, de ser así, elevaré a quién corresponda las excusas del caso, no me anima en absoluto la voluntad de ofender, simplemente relato lo que sucede a mi alrededor y lo pongo a consideración de aquellos conciudadanos, a quienes la necesidad, les haya obligado a pasar por la misma situación que hoy describo.
En última instancia, me queda el mismo recurso que utilizó una vez, Galileo Galilei, quién ante los apremios de la Inquisición, no pudo afirmar la teoría copernicana del movimiento de la tierra, sin embargo, en la intimidad, suavemente expresó “todavía se mueve”
Hugo W. Arostegui

miércoles, 26 de mayo de 2010

Construyendo Ciudadanía....¿Construyendo?

Construyendo Ciudadanía:… ¿Construyendo?
En estos días pasados, en la Plaza Internacional, que une a las ciudades de Santana Do Livramento, Brasil y Rivera, Uruguay, más conocida como “La Frontera de la Paz”, se ha puesto en práctica un programa que tiene como muy loable objetivo, la búsqueda de una mayor conciencia de lo que significa el “ser ciudadano” una forma de mostrar lo que es posible realizar cuando la sociedad en su conjunto, vuelca su potencial en la acción solidaria hacia los sectores menos favorecidos.
En el transcurso de estas jornadas, los ciudadanos pueden, entre otras tantas actividades, regularizar su documentación, hacer chequeos de su salud, como: presión arterial, diabetes, clínica odontológica, vacunación, etc. como también realizar diferentes actividades, todas ellas relacionadas con su bienestar y recreación.
Es posible observar intentos de educación ciudadana a través de actividades dirigidas a los niños pequeños: como ser, respeto a las señales de tránsito, allí los niños disponen de vehículos acordes a su edad, donde se desplazan en circuitos donde pueden poner a prueba los conocimientos teóricos recibidos.
Como es comprensible, en estos días de intensa actividad, reina un clima festivo, de jolgorio colectivo, con mucha música y diversión al alcance de todos, con puestos de comida abarrotados, mucha cerveza para los jóvenes y adultos, refrescos y golosinas para los más pequeños, en una palabra, la plaza se llena de gente dispuesta a disfrutar al máximo de este encuentro al cual las autoridades han denominado con el sugestivo nombre de “Construyendo ciudadanía”.
En esos días la plaza luce sus mejores galas, iluminación a pleno, vigilancia policial, inspectores de tránsito, servicios de limpieza, gabinetes higiénicos, en fin, toda una infraestructura que permita una atención adecuada a un público que acude en familia y permanece largas horas durante prácticamente todo el día.
Durante el transcurso de esta actividad, los ciudadanos que han venido con la consigna de “construir soberanía” se comportan de un modo muy particular, en una demostración flagrante de que para ellos el concepto de ciudadanía no es otra cosa que una referencia abstracta, algo que se menciona en los discursos, algo que no les incumbe, y sobre todo, que en nada les obliga con el entorno, a lo sumo les interesa su propio clan, el pasarla bien junto a los suyos, el aprovechar al máximo lo que se les ofrece sin pensar en absoluto en los demás.
Lo que observamos, conspira contra todo lo que entendemos como cultura cívica, lo que allí ocurre es una postal que ilustra el grado que hemos alcanzado de conducta antisocial, conducta que es aplicada por todos, por los adultos, que son los paradigmas de todo lo que no debe hacerse, como los más jóvenes y niños, que crecen adoptando estas actitudes con total naturalidad.


Entiendo que esta forma de exponer lo que observamos, puede causar en los lectores, la sensación de que nos anima una intención de realizar una crítica destructiva, de menoscabar todo el esfuerzo que se realiza con la sana intención de crear conciencia de pertenencia a un entramado social, al cual denominamos, ciudadanía.
Aceptamos este riesgo, lo que mencionamos puede molestar e incluso irritar a más de uno, pero, aunque pueda dar el efecto de un supositorio de pimienta, creo que bien vale la pena explicar, los acontecimientos que han motivado nuestra exposición.
Acontecimientos tales como: Si estamos comiendo, dejamos caer los restos en el mismo lugar donde los consumimos, a lo sumo los corremos con la punta del pie para que no moleste, a nosotros, claro está, lo mismo ocurre con la bebida, dejamos caer el vaso, una vez vacío, de nuestra mano y a otra cosa, y conste que esto se realiza tanto en la calle o en el medio de una sala de baile, ni hablar de los gabinetes higiénicos, ni menos de caballeros o de damas, estas denominaciones sólo se utilizan en el juego de ajedrez.
No resulta un comportamiento propio de alguien que tenga un grado mínimo de conciencia social, los actos realizados en plena plaza pública, por aquellos que han sido convocados para nada menos que “construir ciudadanía” actos que no se limitan a un evento en particular, como el que mencionamos ahora, sino que son repetitivos en todo lugar público, a cada día y a toda hora, dando una clara demostración del grado de depredación que el mal llamado ciudadano, hace de los espacios que debería preservar, por ser un bien común que nos pertenece a todos, y por lo tanto, ser una responsabilidad indelegable de cada uno.
Nos referimos a actitudes comunes, que por lo tanto nadie reprime, acciones que molestan a muchos, pero que nadie denuncia ni reclama, simplemente dejamos “que la vida nos lleve”, como se expresa en una canción muy popular, aunque, en el fuero íntimo, todos seamos conscientes del grado de deterioro que, como sociedad, nos va deslizando, para algunos inadvertidamente, a otras épocas, las de barbarie, que lamentablemente no hemos podido superar.
Hugo W, Arostegui

lunes, 17 de mayo de 2010

Economía: Versión Juan Pueblo

Economía: Versión Juan Pueblo
Cada vez que hemos tenido la oportunidad de abordar temas relacionados con la actividad económica, nuestra principal preocupación ha sido la de poner en evidencia el rostro humano que motiva, hace posible, que incide y sobre todo, que sufre, las repercusiones que el devenir de la economía, en su metamorfosis de lo macro a lo micro, decanta e influye en el poder adquisitivo de aquellos que viven e interactúan en la base plana de la pirámide social.
Esta vez, narraremos una historia cuyos protagonistas han sido extraídos de la vida cotidiana, personajes de carne y hueso, como usted y yo, amigo lector, con la salvedad de que hemos preferido preservar su identidad, utilizando la famosa frase de las películas de ficción: “Los personajes de esta historia son ficticios, cualquier semejanza con la realidad, es mera coincidencia”.
Una vez dijimos, que el Derecho y la Justicia, no siempre recorren orbitas similares, por la sencilla razón, de que por más que la justicia determine que todos somos iguales ante la ley, la realidad nos demuestra de que no todos somos iguales y que un tratamiento igualitario, sólo logrará, incrementar aún más, la enorme brecha que separa a aquellos que logran satisfacer sus necesidades básicas, de quienes a duras penas subsisten, ahogados por el entorno y la marginalización.
Es bajo esta óptica que pretendemos situar a los personajes de nuestra historia, con el agregado que la misma salvedad que hemos hecho con relación al derecho y la justicia, corresponde la hagamos a los conceptos que cada uno de nosotros tiene sobre ética y moral, seríamos muy ingenuos, si pensáramos que ética y moral son sinónimos.
El pensamiento filosófico considera la ética como un conjunto de valores, de ahí surge que cuando decimos que una persona es ética, es porque la misma, se orienta por principios y convicciones. Decimos entonces que tiene carácter y buena índole.
En cuanto a la moral, esta forma parte de la vida concreta de cada uno. Trata de la práctica real de las personas que se expresan por costumbres, hábitos y valores aceptados. Una persona es moral cuando obra conforme a las costumbres y valores establecidos que, eventualmente, pueden ser cuestionados por la ética. Una persona puede ser moral (sigue las costumbres) pero no necesariamente ética (obedece a principios).
Una vez realizadas estas consideraciones, podemos comenzar el desarrollo de estas historias de vida, vidas que actúan bajo la influencia de su entorno, mimetizando valores y costumbres, adoptando actitudes que , como apreciaremos, no siempre son coincidentes con lo que la sociedad en su conjunto, entiende y valora como : comportamiento éticamente correcto.
Veamos:



Cuando el Estado, desde su cúpula económica, dicta las normativas que regulan las actividades empresariales, impone como condicionante ineludible, el registro del empresario en los organismos de fiscalización, donde se le expide la habilitación correspondiente, previa declaración jurada, donde conste: Identificación de los Titulares, Fecha de Inicio, Ramo de Actividad, Ubicación del local de ventas, impuestos a los que está obligado tributar y las Cargas Sociales por concepto de la Seguridad Social, de Dueños y Personal Dependiente, si los hubiera.
Esto que mencionamos, es para que sepamos cuales son los requisitos previstos en la ley y son para ser cumplidos, claro, por todos aquellos que pretenden incursionar en el mundo empresarial, se determinan derechos y obligaciones dentro de una regulación que pretende garantizar en su aplicación un justo control tanto para el empresario, que es quién realiza la actividad, como para el Estado, el cual prevé la cuota parte de ingresos que le corresponde a la sociedad por tal habilitación.
Demás está decir, que todo aquel que se constituya en empresario, por sí y para sí, eludiendo estas normativas, actuará al margen de la ley, es un marginal que desarrolla una actividad clandestina en el marco de la informalidad, cabe mencionar que en nuestro medio, el mercado informal, llega a cifras superiores al 40% (cuarenta por ciento) un numero verdaderamente preocupante para cualquier economía medianamente organizada.
Los personajes que forman parte de esta historia son extraídos precisamente de este sub mundo que se desarrolla en forma paralela al mundo formal de los reglamentos y para el cual se aplica lo que hemos descrito referente a: El Derecho y La Justicia, La Ética y la Moral.
Haremos de este relato un cuento corto, una simple reseña de acontecimientos lo suficientemente explícitos como para ayudarnos a entender un poco mejor, los cómo y los porqué, ocurren las cosas que ocurren, acciones que se desarrollan en nuestro entorno y que sin embargo, no obstante ser obvias, escapan al registro crítico de quienes las compartimos.
Una constatación flagrante de que la ética de los principios enunciados, se diluye en las acciones reales de la convivencia, moral es esencialmente, costumbre, la forma de hacer y entender lo correcto, como una respuesta práctica a la realidad posible.
Comenzaremos con Silvia, una mujer de mediana edad, que un día decidió hacer lo que muchas de sus conocidas, incluida su propia hermana, habían hecho, independizarse montando su propio negocio, de manera que buscó un local acorde a sus necesidades locativas, se proveyó de mercadería viajando con sus colegas a Buenos Aires , siguiendo una ruta segura, con los pasajes de frontera asegurados a un precio razonable, y como alternativa de aprovisionamiento viajaba cada dos semanas a Uruguayana, frontera entre Brasil y Argentina o a Ciudad del Este en Paraguay .



De esta manera se constituyó en empresaria de hecho, los trámites formales de inscripción quedarían para más adelante, cuando las circunstancias se lo permitieran, cuando sus costos operativos le dejasen un margen suficiente como para poder absorberlos.
Cuando las cosas mejoraron, buscó a alguien para que la ayudase y así, de un plumazo, sintió que además de empresaria era una patrona, tenía a alguien bajo su autoridad, alguien a quién tratar como había sido tratada ella en el pasado, había llegado el momento de mandar a otra persona, a quién la dependencia del salario obligaba a obedecer, a limpiar el local si había que limpiar, a hacer los mandados, cualesquiera que fuesen, y obligarla a estar a su orden todo el tiempo que entendiera necesario, ¿Cuántas horas? Todas las posibles, y si a la empleada no le gustaba, que se fuese nomás, no iba a faltar otra candidata que necesitara trabajar, así había sido con ella y así actuaba, no encontraba en su proceder nada anormal o censurable, otra vez, moral es fruto de la costumbre.
De esta forma, Silvia se vinculó con Mabel, su empleada para todo servicio, ambas decían que eran amigas, no obstante , cuando una se refería a la otra, en los círculos sociales que frecuentaban, los epítetos utilizados, dejaban entrever el descontento a duras penas contenido, es que hablar mal de un empleado y quejarse de lo que hace, es considerado natural entre los patrones, como así mismo , decir que un patrón, es un desconsiderado y explotador, es una reacción lógica de quienes desarrollan tareas en relación de dependencia.
Ahora, pensar en agremiarse Silvia, a la asociación que agrupa a los comerciantes, ni hablar, eso es también parte de la marginalidad, al igual de Mabel, ella reclama sus derechos, pero no es capaz de recurrir al sindicato que la defienda y represente
Tanto los unos como los otros, esgrimen sus razones, se quejan y reclaman del sistema, se sienten parte de la sociedad, son parte de la economía informal, sus ingresos se integran al gran caudal que mueve los mercados, son como pequeños diques de contención que provocan la sangría constante de los recursos previstos por la política fiscal de los gobiernos de turno, los atajos que han tomado les provee en lo mediato, pero sin que lo hayan premeditado, sin que tengan la intención de provocarlo, son parte de la gran hipoteca que les condiciona el futuro.
Es que historias de vida como las descriptas en este artículo, son aspectos de un mismo entramado social, una demostración de que informalidad y subdesarrollo, son hermanas gemelas, hijas de la improvisación del gobernante, que, dicta las normas con una mano, y las borra con el codo de la indiferencia a la realidad social que les circunda.
Hugo W. Arostegui