miércoles, 29 de septiembre de 2010

Presentación




Una hoja en blanco, una forma de vivir y sentir, y ese impulso que brota de lo profundo del corazón, conmueven el alma humana y hacen surgir incontenibles las emociones, como aflora la tierna sonrisa o se desliza furtiva una lágrima. 
Es por esa sensación, propia del artista que anida en el interior de cada uno, que no resisto el impulso de contar, que más que un deseo de simplemente decir cosas, es como una huella, que en medio de la nada indica que allí , si se sabe buscar, hay una senda, y a través de ella, un escenario de hechos que se exponen para ser observados y evaluados según el propio sentir de quien es invitado a transitarlos

El Enigma de la Existencia


Resulta interesante, el poder observar las diferentes reacciones, que un mismo hecho puede generar, en la capacidad de respuesta de las personas involucradas.

La vida que construimos condiciona nuestra relación con los demás, las experiencias vividas, es decir, el acumulado de situaciones de las cuales hemos sido actores, ya sea en forma voluntaria – cuando hemos sido autores o coautores de los mismos – o involuntariamente – cuando los acontecimientos generados por terceras personas nos involucran ya sea para nuestro bien o para soportar sus consecuencias.
Lo que llamamos nuestra vida, aún cuando la vivamos en estrecha relación con las personas que comprenden nuestro entorno, las cuales son parte del entramado social de nuestras relaciones cotidianas, no puede ser vista como la consecuencia de un comportamiento padrón, modelado por las circunstancias comunes que supuestamente nos hemos visto obligados a aceptar, ya sea por sometimiento o sujeción voluntaria.
Cuando nos damos cuenta que nuestra existencia se relaciona en el devenir de los acontecimientos con la existencia de otros seres, otros “yo soy”, formando una constelación de entidades unipersonales que no siempre lograr dominar  el rumbo de sus orbitas, colisionándose, las unas contra las otras, cuando el efecto de este encuentro es armónico, solemos decir que se ha provocado el desprendimiento de alguna misteriosa substancia, que hemos captado cierta “química”  que nos atrae al uno hacia el otro.
Estas atracciones, pueden llegar a mantenerse por largos períodos, incluso  toda una vida.
Cuando este encuentro se produce en circunstancias adversas, conflictivas, inmediatamente activamos nuestros mecanismos de defensa, nos ponemos en guardia, desconfiados, agresivos  y/o temerosos, intentando justificar tal proceder, con el argumento de que tal persona tiene muy “mala onda”.
Tales momentos de percepción de nuestra condición humana, la cual, como lo  hemos expresado tantas veces, es esencialmente social, y, por esta circunstancia, extremadamente permeable a los acontecimientos que se desarrollan, ininterrumpidamente, en este gran escenario donde se exhibe el drama del diario vivir, en el cual, todos, interpretamos nuestro  propio papel siguiendo un libreto improvisado por las circunstancias compartidas.
Quizás, en situaciones como las descriptas, nos preguntemos, por las razones, si es que hay alguna, de que pertenezcamos a una especie, que según nos han dicho, es la única sobre la faz de este planeta que tiene conciencia de ser, es decir, que estamos condenados a saber de nuestra existencia, desde su principio al de su inevitable fin, la certeza del nacimiento y la acechanza constante de la muerte, constituyen elementos centrales del drama humano.

Las preguntas que nos formulamos, requieren alguna respuesta, y esta, la respuesta que afanosamente buscamos, en muy contadas ocasiones surge de nuestro fuero interior, lo más probable es que en el afán de satisfacer la ansiedad que nos embarga en cuánto a los motivos de nuestra condición actual en esta vida, de donde surgen los atributos de nuestra especie, y, sobre todo, hacia dónde nos dirigimos, recurramos a la búsqueda de las distintas posturas que sobre este trascendental tema se nos exhiben por parte de aquellos que se autoproclaman como guías, orientadores autorizados, poseedores de la mística y única llave capaz de abrirnos las puertas del infinito.
El mercado del conocimiento ilustrado que pretende darnos una respuesta a nuestras interrogantes, está atiborrado de ofertas, si pudiésemos recorrerlo, como quién recorre una feria, oiríamos a sus mercaderes corear a viva voz las ventajas de sus enunciados, llamando nuestra atención  a través de la piadosa agresividad de sus argumentos.
En cada rincón de esta imaginaria feria se nos dirá que ese lugar específico, y ninguno de los otros lugares que les circunda, es el que tiene el único conocimiento verdadero, que es a ellos, y solamente a ellos, que se les ha conferido el poder de llevarnos a la salvación , al encuentro del paraíso perdido.
Al transitar por ese mundo, el llamado mundo de los “ismos”  veremos que el simple hecho de estar vivos, nos convierte en una valiosa mercancía, una presa apetecible para ofrendar a sus dioses, ya sean éstos dioses, canonizados, idealizados,  o deambulen perdidos  por las sendas del nihilismo.
Encontraremos allí, capitalismo, fascismo,  comunismo, cristianismo, islamismo, judaísmo, existencialismo, materialismo, ateísmo, etc. etc. todos con su dogma debidamente estructurado, férreo, inconmovible, plantado con todas sus huestes en el campo de batalla, con la finalidad de luchar hasta el fin contra todos los demás, porque,  para el ismo, los demás están en el error, sumidos en la ignorancia y deben ser destruidos , humillados ,para que de esta forma acepten “nuestra verdad”  la única, la verdadera.
Es que parece que para asegurarnos el porvenir, debemos estar protegidos por la coraza de nuestro credo, el dogma nos exige no salir de sus bien delimitados confines, fuera de sus fronteras está la perdición, lo expresamente prohibido.
Para los ismos, la tierra aún es como un plato, afuera seremos atrapados por las tinieblas y caeremos inexorablemente al abismo.
En una oportunidad los discípulos le preguntaron a Jesús, que se debería hacer para lograr la salvación, El, sabiamente, les respondió: “Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará Libres”.
Los grandes pensadores de la humanidad, no han sido los creadores de los ismos, ellos , los ismos, han surgido como hongos, mucho después, cuando sus ideas fueron patentadas, cuando los unos buscaron prevalecer sobre los otros, cuando la intolerancia nos privó de la libertad y por ende nos limitó el acceso a la verdad.

La chispa divina está latente en cada criatura humana, sin importar en que rincón del planeta haya nacido, la idea, la imaginación, la capacidad  creativa, no tienen un molde previo, pretender hacernos creer que estamos sujetos a un dios que todo lo determina, es pretender negarle a ese mismo Dios la capacidad de dotar a sus hijos de libertad irrestricta, el libre albedrio, la condición esencial de nuestra existencia.
                                                                      
  Hugo W. Arostegui
    

sábado, 24 de julio de 2010

El Vuelo de la Mariposa

Para ayudarnos a comprender mejor como es el estado de los hijos de Dios antes de la creación de la tierra, es necesario de que nos despojemos de toda tendencia que nos lleve, siquiera a intentar, al uso de una imaginación, condicionada o manipulada por divagues especulativos, que nos quieran convencer, de que la vida en los cielos puede ser una réplica mejorada de nuestra vida terrenal.

 Para los que nos encontramos en este estado, es decir, viviendo esta etapa terrenal de nuestra existencia, lo primero que debemos saber, es que el viaje que hemos emprendido, no tiene retorno, jamás podremos volver a experimentar las mismas sensaciones, aquello ya fue, por más trascendente que haya sido, nos es vedado el regreso, la ley de progreso eterno nos ha cerrado esa puerta definitivamente.

 Todos conocemos lo que la madre naturaleza nos enseña al respecto, el estado previo de la hermosa mariposa pasa por el gusano que se arrastra , alimenta, y a su debido tiempo, construye la crisálida, donde pacientemente, prepara la transformación que le permita, en el instante preciso, lucir las galas de su incomparable belleza y volar libremente por la floresta. El gusano no es un estado inferior de la bella mariposa, el gusano es la mariposa, tal como los hijos espirituales de Dios, lo son, con relación a quien les ha creado. No podremos volver jamás como gusanos, sólo podremos volver a encontrarnos en el vuelo victorioso de las hermosas mariposas, que simbolizan, este caso, la Gloría de Dios. “Esta es mi Obra y mi Gloria, llevar a cabo la inmortalidad y vida eterna del hombre” Moisés 1: 39

 De la misma manera, que la etapa del gusano, no es comparable a la majestuosidad del estado de la mariposa, ocurre lo mismo con las condiciones en que se desarrollaba nuestra vida pre mortal. Esa etapa no es, en absoluto comparable, con la que vivimos ahora, o la que podamos alcanzar, de acuerdo al grado de gloria que nos pueda corresponder.

Tenemos la tendencia a comparar nuestro estado actual con el anterior y es por eso que pensamos en términos de hogar celestial, imaginando: tiempos, contactos, y tipos de relaciones, con un grado de intimidad y cercanía que nos lleva a pensar en un Dios, esencialmente padre, rodeado de sus hijos y hasta es posible que nos veamos sentados en sus rodillas.  

Sin duda, es un sentimiento noble y dotado de una carga emotiva sencillamente conmovedora, pero es bueno que entendamos, que el lirismo de nuestras emociones humanas, no necesariamente concuerda, con los dictados de la realidad expresada en las escrituras.

Nuestros cuerpos espirituales fueron creados en la plenitud de nuestra vida adulta, como inteligencias, fuimos organizados en esas condiciones, la gran obra de Dios ya estaba en proceso, y una vez iniciada, nada la detiene, el gusano y la mariposa (en sentido figurado) están comprendidos en forma simultánea, no existe el tiempo, por la sencilla razón, de que estamos hablando, en términos de Eternidad. Ahora bien, hablando precisamente del concepto tiempo, ¿que es el tiempo? una respuesta válida y lógica, es de que es una unidad de medida, pero, para que nos pueda resultar de utilidad, es imprescindible contar con la referencia correcta.

Los astrónomos del antiguo Egipto, - Shulem, era uno de ellos ,- le enseñaron al patriarca Abraham, que el tiempo era regido por una estrella llamada, Kolob, la cual es la estrella mas cercana al Trono de Dios.

Para que Abraham pudiese tener una noción más o menos aproximada de esta unidad de medida llamada, Kolob, le explicaron, que un día, en la órbita de Kolob, equivalía a mil años para un planeta como la tierra, que pertenece al sistema Solar.

Contando con este conocimiento, es posible entonces, comprender mejor, el sentido de la emergencia, con referencia al devenir de los hechos relacionados con la creación y sus consecuencias, la vida en sí misma no se detiene, cuando un óvulo es inseminado, la cuenta regresiva ya está en andamiento. Los aproximadamente, seis mil años, en la historia de los hijos de Adán, registrados hasta el presente, no son más que un lunes a sábado en la órbita de Kolob.

Siguiendo esta línea de razonamiento, las matemáticas nos estarían indicando, que un año en la órbita de Kolob, correspondería a 365.000,00 años de tiempo terrestre. Si la vida promedio de un ser humano en la tierra, la situáramos en 75 años, que en la época actual parece bastante razonable, todo este tiempo significaría apenas 1 hora y 48 minutos en la órbita de Kolob.

Conste, que este no es un simple juego de principios matemáticos, es solamente una proyección a escala de lo que significa en términos de tiempo, el pasaje terrenal de un hijo de Dios por el planeta tierra.  

Este capítulo, intenta ofrecer una perspectiva adecuada, para quién pretenda internarse, en los instantes previos a la realización del Gran Concilio de los Cielos.

Hoy en día, todos podemos tener acceso al conocimiento, de cómo han sido nuestros días, en la etapa de gestación dentro del vientre materno, a pesar de que cada uno de nosotros ha estado allí, seguramente no lo recuerda, la información científica que nos la cuenta, nadie la pone en duda y la acepta como correcta, es por eso que alardeamos de que hemos vencido a la ignorancia que teníamos al respecto, ¿no es así?

Nosotros también hemos sido partícipes de los hechos que Shulem nos está relatando, Hemos estado allí, aunque no lo recordemos.

La ciencia conocida, lamentablemente, esta vez, no nos puede ayudar como tan convincentemente lo ha hecho, en nuestra etapa en el vientre materno. ¿Estamos dispuestos a recurrir a otras fuentes? ¿Estamos dispuestos a pagar este precio, y alardear después que hemos vencido a la ignorancia? 

Recuerda, que las escrituras nos advierten, con palabras sencillas pero contundentes: “Es imposible que el hombre se salve en la ignorancia” D y C 131: 6


Hugo W Arostegui

jueves, 22 de julio de 2010

Hablemos de: El Valor Agregado

Hablemos de: El Valor Agregado Cuando dedicamos algunas líneas para hablar sobre El Valor Agregado, el pensamiento y la intención nos lleva a relacionar este término, con factores relacionados con la incorporación de valor a los productos primarios a través de la transformación de los mismos en producción final de bienes y o servicios que generen una mayor participación de recursos humanos y horas hombre calificada. También se menciona este término cuando hablamos de política fiscal, de la necesidad de las economías nacionales de una mayor y mejor redistribución de la riqueza, mediante la aplicación de tributos que graven la cadena productiva con un impuesto al consumo, el cual es conocido internacionalmente como: Impuesto al Valor Agregado. Un tema importante y recurrente que no se agota, que seguramente su vigencia se mantendrá latente, a medida en que las economías crecen en complejidad y los efectos de la llamada globalización, la cual nos amplia mercados pero también nos torna cada vez más vulnerables a lo que pueda suceder en cada rincón remoto del planeta. Pero esta vez quiero poner un dique en la corriente del pensamiento tratando de evitar que el mismo se precipite en los profundos surcos ya mencionados e intentar un ligero desvío que nos permita incursionar por algunas sendas menos transitadas pero igualmente interesantes de incursionar. De manera que, en lugar de recurrir a alguno de los tantos tomos sobre economía que felizmente dispongo, decidí sentarme en el ambiente acogedor de mi hogar, cercano a los leños encendidos, y tomar entre mis manos un libro de consultas excepcional, donde son vertidas opiniones provenientes de lo más profundo del alma humana, pronunciadas por seres que han sabido cultivar, aún en medio de la mayor adversidad, los valores agregados que dan sentido a nuestra esencia humana. Este libro al que he recurrido es conocido de sabios y humildes, aunque no todo aquel que posa sus ojos sobre las letras, que van formando palabras y frases, una tras otra, puedan decir que han comprendido a cabalidad la cuota parte requerida, de cada lector, a fin de poder recoger las respuestas que están allí, esperando a quién esté dispuesto al esfuerzo de extraer de sus entrañas, tal como un labrador en medio de su huerto, el fruto tan anhelado como requerido. Este libro, tiene un nombre, y su nombre es: La Santa Biblia. El Valor Agregado de los Talentos individuales: En el Libro de Mateo, en el capítulo 25, hay un valioso recurso que puede ayudarnos a comprender lo que se espera de nosotros, porque me imagino que alguna vez nos habremos formulado alguna de estas interrogantes, ¿Qué hago aquí? ¿A qué he venido? ¿Cuál es mi posición actual y hasta dónde me es posible llegar? Todo parece indicar que nuestro trabajo primordial es el trabajo de vivir nuestra propia vida, somos operarios en esta empresa y en ella ocupamos todos los puestos de trabajo, nadie puede sustituirnos, a lo sumo, alguien podrá darnos algunas sugerencias, pero quién marca su tarjeta día a día, las 24 horas, sin días de asueto, ni feriados especiales, somos cada uno de nosotros, desde nuestro primer llanto hasta el último suspiro. De este capítulo de Mateo del cual hago referencia he sentido la necesidad de citar el siguiente pasaje: “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste, aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su Señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo que tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; y aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.” Mateo: 25: 14 – 30 No voy a cometer la torpeza de pretender manipular la intencionalidad que motivaba al disertante de estos pasajes citados, pero quienes hemos siquiera oído de la magnitud de su obra, no podemos quedar indiferentes ante tan magistral demostración de lo que nos va en cada ocasión perdida, en la importancia de cultivar y multiplicar los talentos con los cuales hemos sido beneficiados, valores que han sido depositados en nuestra cuenta corriente y de los cuales deberemos rendir cuenta cuando se nos sea requerido. Una lectura superficial, a la cita bíblica que hemos expuesto, nos podría dar diferentes conclusiones, hubo alguien que mencionó la dureza y crueldad del señor, para con el atemorizado siervo, que ante el miedo al riesgo de perderlo todo enterró el talento recibido con la esperanza de mostrarlo y devolverlo tal cual lo recibió de manos de su señor. Ahora bien, reflexionemos, ¿qué significa para nosotros nuestra propia vida? Hemos dicho que la existencia es un desafío individual indelegable, sin duda no existe un desafío más importante, una empresa de mayor trascendencia, que la de construir con los elementos que estén a nuestro alcance, una vida digna que nos identifique con los valores inherentes a nuestra condición de pertenencia a la raza humana. Sin duda alguna, la vida es un desafío, y un desafío significa enfrentar la adversidad, correr riesgos, esforzarse por vencer y luchar hasta alcanzar la victoria, esto es la vida. Si alguien puede creer que esto que digo es fácil de realizar, entonces nunca se ha tenido que enfrentar seriamente con la adversidad, y si nunca se ha tenido que enfrentar seriamente con la adversidad, no conoce nada de los valores humanos, porque los valores humanos sólo crecen en medio de la adversidad. A lo que hayamos recibido, además de ser gratos por quién nos lo haya proporcionado, debemos agregarle más valor, multiplicar lo que se nos ha dado y que aún no estamos en condiciones de devolver, para que podamos ser merecedores de ser llamados dignos de recibir la gloria del triunfo, esto es El Valor Agregado al que hago referencia en este artículo. Podría hablar horas y horas sobre este tema, pero dejémoslo aquí, les he sembrado unas cuantas semillas de inquietud, el resto es tarea individual de cada uno. Hugo W. Arostegui

domingo, 4 de julio de 2010

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Hugo W Arostegui Nacido el 20 de abril de 1943, en Cerro Largo - Uruguay formado en Administración de Empresas, Dirección de Hospitales, Consultor en Recursos de Empleo, Economía, Autoridad Religiosa, Teólogo. Autor de artículos sobre Economía, Religión, Literatura, Empleos, humanidades. Sexo: Masculino Signo: astrológico: Áries Actividad: Analista en Gestión Empresarial Profesión: Asesor de Empresas Local: Ciudad: Rivera: Uruguay Una hoja en blanco, una forma de vivir y sentir, y ese impulso que brota de lo profundo del corazón, conmueven el alma humana y hacen surgir incontenibles las emociones, como aflora la tierna sonrisa o se desliza furtiva una lágrima. Es por esa sensación, propia del artista que anida en el interior de cada uno, que no resisto el impulso de contar, que más que un deseo de simplemente decir cosas, es como una huella, que en medio de la nada indica que allí , si se sabe buscar, hay una senda, y a través de ella, un escenario de hechos que se exponen para ser observados y evaluados según el propio sentir de quien es invitado a transitarlos Cuando escribo, generalmente relato situaciones vividas muy intensamente, los elementos que aparecen en mi escenario descriptivo, no siempre tienen la calidad expresiva que el asunto a narrar merece, es ahí entonces que aparecen a los ojos del lector, mis garabatos, con los cuales pretendo trazar las líneas que den forma y figura a la experiencia que pretendo plasmar en relato. Un escritor es un profeta en el mundo que describe, sin duda el contenido de su relato es fruto de la inspiración, y ese estado especial de percepción sólo puede ser alcanzado por medio de la intervención divina, existe una zarza ardiente en lo alto de nuestro camino, allí nos conducimos despojados de nuestros zapatos terrenales, para asistir a la presencia de lo excelso, rodeado de las musas que nos susurran al oído. Jamás recurriría en mi relato a la improvisación, porque ese es el atajo engañoso por el que transitan los vanidosos, los que recogen las semillas que han caído en los bordes del camino, las que germinan en la superficie su fruto efímero y mezquino. La semilla cuyo fruto permanece, germina en lo profundo de la tierra fértil, cuyas entrañas hay que escarbar con amor y tesón, esa es la semilla que produce la inspiración, el alimento que nutre el alma de todo creador, sea éste un artista, un músico, un pintor, un poeta, o un simple garabateador de papeles como yo.

domingo, 6 de junio de 2010

La Flotilla de la Libertad

La Flotilla De La Libertad
Cuando hablamos de “Los Derechos Humanos” ya no alcanza con mencionar que nos estamos refiriendo a una frase que simboliza y define toda una gama de adjetivos que intentan identificar el alto grado de conciencia que la raza humana ha alcanzado en su constante evolución.
Conceptos amparados por el Derecho Universal, que intentan expresar y preservar, el valor de la criatura humana, su dignidad individual, y el derecho natural que ésta tiene, de poder desarrollar todo el potencial inherente a su condición, sin importar su origen, raza, posición social, etc.etc.
Decimos que no alcanza con la simple mención de estos derechos, porque la humanidad desde que ha podido registrar los acontecimientos que han marcado su peregrinar a través de los siglos, no ha logrado desprenderse del preconcepto, de pretender clasificar en castas, de separar a los fuertes de los débiles, de subyugar mediante el poder, de explotar al vencido, de esclavizar y masacrar a naciones enteras, en una lucha irracional, que ha contado, en la mayoría de las veces, con la complicidad de sus propios dioses.
Aunque no nos guste mencionarlo, aunque nos avergüence reconocerlo, aunque transitemos orgullosos por el siglo XXI de la era cristiana, aunque hayamos alcanzado niveles que superan nuestra capacidad de asombro en cuánto a ciencia y tecnología, subsiste entre nosotros la ignominiosa clasificación de “tipos de humanos” los humanos de aquí, los humanos de allá, los que viven en el primer mundo, los que habitan el tercer mundo, los desarrollados y los subdesarrollados, los que saben todo lo que pasa y los que viven y mueren ignorados en medio de la miseria.
Es por eso, que cuando nos enteramos de acciones bélicas, como la ocurrida en las aguas internacionales cercanas a la Franja de Gaza, donde las tropas de elite de Israel, abordaron y masacraron a los activistas que viajaban a bordo de la llamada Flotilla de la Libertad, aduciendo de que estaban ejerciendo “su derecho de defensa” frente a la potencial agresión, por la sospecha de que podrían transportar, un supuesto cargamento de armamento para los “terroristas” palestinos.
Quienes tuvimos la posibilidad de ver las imágenes difundidas por las agencias informativas, sabíamos, que una vez más, la arrogancia israelí, ignoraría las indignadas protestas, de la opinión pública internacional, en una clara demostración de indiferencia, la impunidad de sus actos está garantizada por sus aliados incondicionales, esta vez, El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas condenó el ataque, pero no prosperó ninguna sanción, Estados Unidos, Holanda e Italia, lo impidieron.






Entiendo que no debería existir Xenofobia grande como tampoco Xenofobia chica, todo hecho que se practica a seres indefensos, por causa de su raza o su religión, o por cualquier tipo de razón que podamos esgrimir, es condenable e indigno, ha sido tan tremendo el holocausto del pueblo judío durante la segunda guerra mundial, como el que se practica diariamente a los sufridos habitantes de la Franja de Gaza, por parte del ejército israelí.
Cuando la xenofobia y la exclusión, cuando los actos de violencia genocida, forman parte de las Sagradas Escrituras, cuando los profetas reveladores de la palabra de dios, alientan el odio y el desprecio a otras naciones, entonces, los derechos humanos se parcializan a favor de unos y desmedro de otros.
Antes, la excusa esgrimida consistía en que habían caído en condenación por adorar a otros dioses y, en consecuencia, haber caído en las garras del pecado.
Hoy, en pleno siglo XXI, la justificación para arrasar a las naciones, es que pueden tener armas de destrucción masiva, que son parte de algún eje del mal, o que son terroristas, si los modernos inquisidores juzgan y condenan, serán invadidas, ocupadas, y puestas en un largo proceso de purgatorio bajo la tutela de las naciones dominantes.
Alguien me ha preguntado una vez, si yo sabía cuáles eran las oraciones, que los devotos de la religión judía decían delante del Muro de los lamentos, las sagradas ruinas del antiguo templo de Jerusalén, pues bien, una de las plegarias recitadas se encuentra en el Talmud, la Ley de Moisés, los primeros cinco libros de la Biblia, parte del texto dice lo siguiente:
“Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo,al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.
Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.
Más así debéis hacer con ellos; sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.
Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.”
Deuteronomio 7: versículos del 1 al 6
Una nación, con semejante aval, difícilmente pueda ejercer la tolerancia y la compasión, con aquellas naciones que considere sus enemigas, hace falta dar vuelta unas cuantas páginas del texto sagrado, para aprender el mensaje del verdadero Rey de los Judíos, el llamado Príncipe de Paz, seguramente que si hoy estuviese nuevamente entre nosotros, no faltarían maderos ni clavos, para volverle a inmolar en la cruz.
Hugo W. Arostegui

viernes, 28 de mayo de 2010

Esculpidoras de Piedras

Esculpidoras de Piedras
Los Servicios de Atención al Público de ANTEL – ANCEL en la ciudad de Rivera – Uruguay
Quién haya tenido que realizar algún tipo de trámite en las oficinas de ANTEL – ANCEL, en la ciudad de Rivera – Uruguay, seguramente concordará conmigo en cuanto a que no debe haber una muestra más acabada de ineptitud y displicencia, que las que realizan a diario las funcionarias asignadas a la atención de los usuarios de los servicios de telecomunicaciones, ya sean éstos tanto de telefonía fija, celulares, conexiones de internet, etc. etc.
Como es un espectáculo público, el que realizan las consabidas funcionarias, el mismo puede ser observado y/o padecido, por todo aquel que, por esas cosas del destino, deba realizar cualquier tipo gestión que tenga como objetivo, el adquirir alguno de los servicios que hemos mencionado anteriormente.
Estamos hablando de un servicio que bien puede considerarse entre los llamados esenciales, quién no ha tenido que registrar un humilde medio de comunicación como lo puede ser un teléfono, pues bien, aunque este aparato sea algo extremadamente sencillo y modesto, como la compra de un celular para un niño escolar, o un teléfono fijo de uso familiar, o se trate de todo un equipo de telecomunicaciones de uso empresarial, sea usted un ama de casa, un empresario, un profesional, un productor rural, en fin, sea quien sea quien lo necesite, la adquisición de este bien deberá pasar indefectiblemente por la sala de espera.
Entonces, mi amigo, tendrá que esperar… y esperar…, mientras presencia el accionar de las damas del misterio, las cuales le harán participar de una sesión de telecomunicación con el más allá, esculpirán su nombre en la piedra de sus rostros maquillados, luego se levantarán, para deambular entre los demás escritorios, conversar entre ellas, leer juntas el prospecto de un nuevo producto, o las ofertas del supermercado, recibir alguna llamadita por el celular, y claro, luego de tanto trabajo de comunicación entre ellas, deberán ir al baño para retocar el maquillaje o darse otro tiempito para saborear un té o un café.
Mientras tanto, por supuesto, usted está mirando el papelito con su número de consulta impreso, el cual mira y remira entre sus manos, eleva su vista al cielo y espera… y espera… y espera.
Como digo, esto parece una sátira de mal gusto, dirigida a un grupo de funcionarias que realizan una encomiable labor, en nada menos que en “La Puerta de Entrada” a los servicios de un ente moderno, que luce orgulloso una imponente “Torre de las Comunicaciones” cual si fuese un icono de eficiencia, símbolo de un patrimonio que se supone nos pertenece a todos los uruguayos.
Pero, sabe una cosa, amigo lector, lo que estoy manifestando en este artículo, es lamentablemente una cruda realidad, es lo que ocurre diariamente, de lunes a viernes, menos los días feriados, por supuesto, y los famosos días de indisposición femenina, que sumados al stress, las obligan a tomar un descanso y no asistir a trabajar.


Los servicios de atención a los usuarios, que se realizan conjuntamente, tanto para ANTEL como para ANCEL, son verdaderamente, una puesta en escena de todo lo que no debe hacerse, aquí el ciudadano es tratado con la mayor indiferencia, a menos que sea amigo/a de alguna de las encargadas de la atención, en ese caso, cuando las luces del firmamento le indiquen que pueden pasar a sus escritorios, y sentarse enfrente de ellas, entonces usted podrá entretenerse, mientras sigue esperando, escuchando sus comentarios sobre una variada gama de asuntos particulares, que nada tendrán que ver, claro está, con el motivo central de su visita.
Resulta evidente que todavía existen resabios de antiguas prácticas, aún en esta época, e n que apretando una tecla, en cuestión de segundos, nos conectamos con el más apartado rincón del planeta, nos encontramos con personas que piensan que han nacido para ser el ombligo del universo, que los demás solo están para dar un marco adecuado a sus propias extravagancias.
Es posible que al enterarse de las opiniones vertidas por quien suscribe este artículo, las damas en cuestión, me demanden por injurias, de ser así, elevaré a quién corresponda las excusas del caso, no me anima en absoluto la voluntad de ofender, simplemente relato lo que sucede a mi alrededor y lo pongo a consideración de aquellos conciudadanos, a quienes la necesidad, les haya obligado a pasar por la misma situación que hoy describo.
En última instancia, me queda el mismo recurso que utilizó una vez, Galileo Galilei, quién ante los apremios de la Inquisición, no pudo afirmar la teoría copernicana del movimiento de la tierra, sin embargo, en la intimidad, suavemente expresó “todavía se mueve”
Hugo W. Arostegui