jueves, 17 de noviembre de 2016

El Libre Albedrío



Todos los actos presuponen a la libertad para poder ser moralmente imputables (libre albedrío).

La libertad se sitúa en la interioridad de la persona y siguiendo esa línea de pensamiento:

“Es una de las notas definitorias de la persona.

Permite al hombre alcanzar su máxima grandeza pero también su mayor degradación. Es quizás su don más valioso porque empapa y define todo su actuar.

El hombre es libre desde lo más profundo de su ser. Por eso los hombres modernos han identificado el ejercicio de la libertad con la realización de la persona: se trata de un derecho y de un ideal al que no podemos ni queremos renunciar.

No se concibe que se pueda ser verdaderamente humano sin ser libre de verdad.”  
Ricardo Yepes Stork

El ser humano tiene libre albedrío, es decir, libertad de elección en la toma de decisiones.

De tal forma que un ser humano maduro es aquel que se hace responsable de sus aciertos y errores ya que la responsabilidad en la toma de muchas decisiones decisivas en el destino personal son totalmente propias e intransferibles.

La libertad es una facultad que está muy vinculada a otro don tan humano como el conocimiento. La inteligencia es la luz de la voluntad sobre la que se sustenta la libertad.

El conocimiento es la luz de la voluntad

Gracias al conocimiento, una persona puede reflexionar, recopilar información sobre un asunto determinado o pedir opinión a un amigo antes de tomar una decisión concreta. A través del libre albedrío el ser humano puede realizar el bien, en cuyo caso conviene puntualizar que la bondad perfecciona de forma notable el corazón humano. Pero la persona también, puede realizar una mala acción.

La elección del bien muestra la responsabilidad ética de aquel ser humano que motivado por su fuerza de voluntad y capacidad de superación desea crecer como persona.

La cuestión reside en la conciencia humana, en definir con total honestidad hasta dónde se está dispuesto a permitir el acceso a la información que todos necesitamos,  sin la tutoría o intervención directa en muchos casos, que puedan limitar, dosificar o filtrar, tanto lo que recibimos como lo que estemos dispuestos a permitir su difusión.

La ignorancia es una limitante que vanamente intenta “encepar” a la inteligencia humana.

El miedo a que una “mayor exposición a la iluminación” nos pueda “perjudicar  o condenar” con seguridad nos conducirá, tanto a nosotros como a quienes pretendamos preservar, a estar inmersos en una cada vez más profunda oscuridad.


Hugo W Arostegui

miércoles, 16 de noviembre de 2016

El Proceso De Aprender

“El aprendizaje es el proceso a través del cual se adquieren o modifican habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación. Este proceso puede ser analizado desde distintas perspectivas, por lo que existen distintas teorías del aprendizaje.
El aprendizaje es una de las funciones mentales más importantes en humanos, animales y sistemas artificiales. En el aprendizaje intervienen diversos factores que van desde el medio en el que el ser humano se desenvuelve así como los valores y principios que se aprenden en la familia. En ella se establecen los principios del aprendizaje de todo individuo y se afianza el conocimiento recibido que llega a formar después la base para aprendizajes posteriores.
El aprendizaje humano está relacionado con la educación y el desarrollo personal. Debe estar orientado adecuadamente y es favorecido cuando el individuo está motivado. El estudio acerca de cómo aprender interesa a la neuropsicología, la psicología educacional y la antropología, la que recoge las peculiaridades propias de cada etapa del desarrollo humano, y concibe sus planteamientos teóricos, metodológicos y didácticos para cada una de ellas. En ella se enmarcan, por ejemplo: la pedagogía, la educación de niños; y la andragogía, la educación de adultos.
El aprendizaje es concebido como el cambio de la conducta debido a la experiencia, es decir, no debido a factores madurativos, ritmos biológicos, enfermedad u otros que no correspondan a la interacción del organismo con su medio.
El aprendizaje es el proceso mediante el cual se adquiere una determinada habilidad, se asimila una información o se adopta una nueva estrategia de conocimiento y acción.
El aprendizaje como establecimiento de nuevas relaciones temporales entre un ser y su medio ambiental ha sido objeto de numerosos estudios empíricos, realizados tanto en animales como en el hombre. Midiendo los progresos conseguidos en cierto tiempo se obtienen las curvas de aprendizaje, que muestran la importancia de la repetición de algunas predisposiciones fisiológicas, de «los ensayos y errores», de los períodos de reposo tras los cuales se aceleran los progresos, etc. Muestran también la última relación del aprendizaje con los reflejos condicionados.
El aprendizaje es un proceso a través del cual la persona se apropia del conocimiento, en sus distintas dimensiones: conceptos, procedimientos, actitudes y valores.
El aprendizaje es la habilidad mental por medio de la cual conocemos, adquirimos hábitos, desarrollamos habilidades, forjamos actitudes e ideales. Es vital para los seres humanos, puesto que nos permite adaptarnos motora e intelectualmente al medio en el que vivimos por medio de una modificación de la conducta.”
Para nuestra mente siempre se puede, el vivir y el aprender caminan de la mano, crecen en la experiencia de cada paso y se fortalecen al levantarse cada vez que soportan alguna caída, caminan sin detenerse y cuando parece que  les sorprende la noche se iluminan con el resplandor de un nuevo día, caminan para tropezar y volverse a levantar, siempre  adelante viviendo y aprendiendo.

Hugo W Arostegui

El Estar En Contacto


Otra vez estamos en contacto y pienso en la medida en que voy avanzando en el desarrollo de este tema en  la importancia que reviste para mí el hecho de estar dispuesto y poder hacerlo sin impedimentos, a no ser los habituales, claro, como lo pueden ser la indisponibilidad de tiempo por acumulación de tareas pendientes, visitas muy gratas pero inesperadas, o como en esta ocasión, dificultades con el sistema informático por no tener acceso a internet.

La sensación que nos invade es de que “algo está pendiente” de que necesitamos transmitir nuestras impresiones, las que han acudido a nuestra mente al comienzo de cada nuevo día, aquellas que surgen a través de nuestro mate amargo, el que participamos en solitario antes de que salga el sol.

Nuestra intención es de transmitir para quien pueda recepcionarlo el claro mensaje “de que estamos aquí” en contacto, de que sentimos que “todos nos importan” y aunque lo que tengamos para decir no tenga los contenidos trascendentes de  otras oportunidades, el mero hecho “de decir a los cuatro vientos” de que cuánto suceda o pueda suceder nos importa en  función solidaria para con todos quienes integran “nuestras redes sociales” nos hace sentir que continuamos atentos y vigilantes.

Hugo W Arostegui


martes, 15 de noviembre de 2016

Describiendo


Digamos de que lo que hacemos esta mañana es intentar dar alguna explicación sobre lo que entendemos que significa el concepto de describir desde el punto de vista de quien se toma la tarea de comentar un acontecimiento dado.

Cada vez que realizamos una descripción de algo que percibimos lo hacemos partiendo de la base  de lo que a nuestro entender son los elementos que de alguna forma nos han llamado más la atención y que por tales causas entendemos que contienen en sí mismas ciertas características que ameritan que se les realice una descripción al respecto.

“Puede decirse que la descripción es una representación de algo o alguien a través de la palabra y que incluye una explicación ordenada y detallada de distintas cualidades y circunstancias.

Es importante tener en cuenta que toda descripción resulta inevitablemente subjetiva ya que se encarga de representar mediante el lenguaje (escrito u oral) aspectos parciales de cómo una persona observa e interpreta la realidad.

El punto de vista de quien describe, sus necesidades y sus conocimientos previos acerca de la materia en cuestión son algunos de los muchos factores que influyen en el resultado.

Si dos periodistas asisten a una celebración y luego describen su experiencia, es posible que cada texto cuente una historia diversa, opuesta quizás; el mismo evento que para uno puede parecer pintoresco y animado, puede resultar caótico y escandaloso para el otro.

Cabe aclarar que esto no es producto de una manipulación de la verdad, sino que deja en evidencia las diferencias entre ambas personas.”

Pensamos que es importante que tengamos en cuenta estas consideraciones para que podamos asociar la descripción con la persona que realiza tal comentario y de esta manera podamos comprender mejor esta premisa la cual es inherente a todo comentario que se analice:

Así como no hay dos personas iguales ni que piensen exactamente lo mismo, lo mismo ha de ocurrir con la descripción de sus impresiones.

Hugo W Arostegui



lunes, 14 de noviembre de 2016

El Pan Nuestro De Cada Día


Al escribir este artículo soy plenamente consciente de que es muy probable que incurra en su desarrollo en la aplicación de conceptos fuertemente adheridos a mi tan particular forma de entender y de aplicar algunos principios básicos de nuestra condición humana.

Génesis 3:19
“Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra
de la cual fuiste sacado.
Porque polvo eres, y al polvo volverás.»

Cuando escucho el contenido de algunas oraciones que la gente suele elevar a los cielos me rechina en mis oídos el pedido diario que se realiza con relación al clamor de que se nos pueda suministrar el pan nuestro de cada día, partiendo en esa súplica de lo que entiendo es un error conceptual básico en la comprensión del grado de relación que siempre ha existido entre el Creador, nuestro Padre y sus hijos, los creados a “su imagen y semejanza” vale decir: “la criatura humana”.

Cuando se nos ha enseñado a orar, cuando en nuestras oraciones nos dirigimos al “Padre nuestro que está en los cielos” y le suplicamos por “el pan nuestro de cada día” no nos deberíamos referir a la provisión de un determinado alimento, porque el pan nuestro de cada día nos lo debemos ganar con “el sudor de nuestra frente” sin concesiones.

Hay cosas en nuestra vida que dependen de nosotros y otras que por más que nos afanemos en lograr, no dependen ni dependerán, de acuerdo con  el plan divino, de nosotros de ninguna manera, una de esas necesidades vitales es nuestra propia vida, representada en cada mañana en que el sol resplandece en los cielos, ese nuevo amanecer es el “pan nuestro de cada día” que se nos es dado hoy para poder desarrollar en él todos los atributos que se nos han confiado mediante los cuales podremos transformar nuestro presente y así como seamos capaces de perdonar a nuestros potenciales deudores nos sintamos en condiciones de agradecer por la “gracia divina” de cada nuevo día de vida en esta tierra que nos cobija.

Hugo W Arostegui


domingo, 13 de noviembre de 2016

La Creatividad Insustituible

Insustituible:

“Irreemplazable, necesario, fundamental, indispensable, imprescindible, esencial, obligatorio, forzoso, vital, primordial”


Este segundo domingo de noviembre tengo en mente un tema que seguramente debe ser muy recurrente en mis intervenciones anteriores.

El tema en cuestión está relacionado a una pregunta que me formulara un jovencito muy inteligente e inquieto que en medio de una multiplicidad de interrogantes sobre sus posibilidades futuras en su orientación profesional, se refirió concretamente a la siguiente pregunta: dígame una cosa, ¿dónde debo continuar mis estudios una vez que termine la secundaria?  Lo que ha motivado, no sin cierto estupor de mi parte, de que me declarara absolutamente incompetente para formular una respuesta, le explique, o intenté explicarle, que entre él y quien suscribe, existía un enorme abismo generacional, que las circunstancias obviamente no podrían ni deberían ser las mismas y que el mejor de los aportes que podría otorgarle, es la certeza absoluta, que la decisión que adopte siempre deberá estar ligada al grado de compromiso consigo mismo que esté dispuesto a asumir.

Una interrogante extra, que seguramente dejó para el final, no era precisamente lo que pueda considerarse una pregunta, digamos que se parecía más a querer satisfacer una curiosidad sobre si pudiese haber,  considerando los avances de la tecnología, algún programa disponible por el cual uno pudiese seleccionar un tema y obtener el desarrollo del mismo sin necesidad de tener que recurrir tanto al intelecto humano.

La respuesta a esta interrogante o curiosidad, vaya uno a saber, es la que intento esbozar en las próximas líneas, si algo merece una respuesta contundente es todo lo relacionado con la capacidad creativa de la inteligencia humana la cual es “insustituible” no existiendo elemento alguno que pueda suplantarlo y menos sustituirlo, nada puede siquiera compararse con lo que pueda surgir de nuestra mente.

Hugo W Arostegui



sábado, 12 de noviembre de 2016

El Abrazo Virtual


Existe una regla inversamente proporcional que es aplicable a cada uno de nosotros que se demuestra en la imposibilidad de compatibilizar el tiempo que nos insume el uso de nuestros medios de comunicación electrónicos y el consecuente e inevitable distanciamiento físico con quienes mantenemos esos, cada vez más frecuentes, encuentros virtuales.

Nuestros seres queridos, aún aquellos aparentemente más cercanos como lo pueden ser quienes viven bajo un mismo techo o a distancias muy cercanas, viven sus vidas sumidos en sus medios de comunicación absortos, pendientes del sonido electrónico o al brillo de sus pantallas, todo lo que ocurre en este “nuevo mundo” es lo que puede de alguna forma interesarles, este comportamiento, cada vez más usual, nos ha convertido en “zombis virtuales” incapaces de integrarse con “el estar”  “el aquí” “el ahora” o “el conmigo” vale decir, ese intercambio tan natural como observar la naturaleza y el escenario de la vida misma.
   
“Creo, sinceramente, que el abrazo es para nosotros esa  conciencia de que hay otros seres que se alegran de que compartamos con ellos nuestra vida, nuestros momentos de trabajo, de ocio o nuestros problemas y de que ellos confíen en que el sentimiento es recíproco.

Estamos siendo muy poco generosos con nosotros mismos al permitirnos tan escasos abrazos físicos y limitarnos a los virtuales, pues la satisfacción que producen  los primeros jamás podrá ser igualada por la automática y  escasamente afectiva de los segundos. 

Además, aquéllos suponen una atención, una sincronización de cuerpos, y una predisposición a mostrar nuestro cariño que hacen  difícil que puedan ser falsos o hipócritas sin que este disimulo no lo perciba el abrazado; por el contrario, los virtuales, los enviados desde el móvil o la Tablet mientras nos tomamos unas cervezas o mientras ponen los anuncios de la peli no suelen ser, en muchas ocasiones, sino meras fórmulas rituales para cerrar un mensaje que no sabemos cómo acabar.

Abracémonos, de verdad; acercándonos a nuestros seres queridos, a nuestros amigos, y digamosles que sus dificultades, sus dolores físicos o del alma, por un instante, por ese eterno instante que dura nuestro abrazo, desaparecerán y sentirán que, cuando se separen nuestros cuerpos, las penas seguirán allí, pero ellos quedarán ( y nosotros) reconfortados por nuestro abrazo y amistad.

El abrazo, en definitiva, no es sino la constancia de que no estamos solos.”

Que podamos comprender que nos necesitamos los unos a los otros, que nada podrá jamás reemplazar la carencia de esos encuentros los cuales nos hacen convivientes en una vida compartida, en un tiempo cronológico que transcurre y carece “de marcha atrás” .

Hugo W Arostegui