sábado, 3 de diciembre de 2016

Interesémonos


Cuando mostramos nuestro interés estamos demostrando cuánto nos interesan las personas con las cuales nos relacionamos en el día a día, una personalísima forma de decirles cuán importantes nos resultan y , sobre todo, que estamos atentos y dispuestos para hacer todo aquello se requiera de nuestra parte.

“La palabra interesante es un término que empleamos regularmente para expresar aquello que interesa, es decir, que por determinada causa, razón, despierta interés en un individuo o en varios. 

El interés implica la puesta total de la atención a favor de algo o de alguien, o la inclinación del ánimo hacia una cosa o individuo. La propuesta educativa de la institución que visité hoy me pareció muy interesante.

Y la otra referencia que presenta la palabra que nos ocupa nos permite la expresión de aquello o aquel que resulta ser importante, encantador, seductor; en el caso de los individuos esa atracción normalmente está dada por las cualidades físicas o espirituales que presenta el individuo, que lo convierten en un personaje sumamente fascinante.

En tanto, cuando una situación, acontecimiento, despiertan un destacado interés y tienen una notable repercusión en un grupo social o en la comunidad en pleno, se suele hablar en términos de evento interesante, de tema interesante, entre otras alternativas.

Cabe destacar, que lo que en definitivas cuentas termina por determinar lo interesante o no que puede resultar alguna cuestión es la comparación con otras cuestiones con las que lo interesante comparte similitudes.

También merece mencionarse que aquello que interesa está en estrecha vinculación con la subjetividad, porque por ejemplo puede suceder que lo que para alguien resulta ser interesante para otro pueda no serlo para nada.

Así, para quien aprecia la música clásica, recibir una invitación para asistir a una función de gala de una reconocida ópera termina siendo un programa súper interesante, en cambio, para quien no gusta para nada de la música clásica, tal programa no implicará una propuesta interesante.”
Así las cosas, interesante ¿no?


Hugo W Arostegui


viernes, 2 de diciembre de 2016

El Ser Generoso


Quien se siente agradecido por todas las oportunidades que la vida le brinda, o simplemente agradece por el hecho de estar vivo, encuentra que este agradecimiento que manifiesta le resulta absolutamente insuficiente, que debe hacer mucho más, es por esta causa que toma sobre sí la responsabilidad de practicar la generosidad en el servicio específico de procurar extender su solidaridad a todo aquel necesitado que necesite ayuda.

Filantropía significa humanitarismo o altruismo, es un sentimiento (empatía) que hace que los individuos ayuden a otras personas de forma desinteresada, es amor incondicional, es decir, sin intereses, sin fines de lucro y sin requerir nada a cambio, hacia el ser humano.

Es un término de origen griego, proviene de dos vocablos, φίλος (philos o filos), que significa amor, amante de, amigo de, y άνθρωπος (anthropos), que significa hombre, por tanto, filantropía significa amor a la humanidad o al género humano.

La filantropía es la actitud de ayudar al prójimo, a los otros, el voluntariado o la acción social, dar caridad, ya sea a través de donaciones o donativos, como ropa, comida, dinero, etc. para solucionar los problemas de las personas. El concepto contrario a la filantropía es la misantropía (antipatía).


El término filantropía fue creado por un emperador del imperio romano (Flavio Claudio Juliano) en el año 363, porque pensaba que la filantropía era una característica de una de sus actividades, como sinónimo de la caridad cristiana, con el objetivo de ayudar a la gente, aunque no era cristiano. La filantropía sucede de varias maneras, a través de las donaciones a las ONGs (Organizaciones No Gubernamentales), a comunidades, a personas, o simplemente el hecho de trabajar para ayudar a otros, directa o indirectamente.
El concepto de la filantropía está muy extendido hoy en día, y por error está asociado a las acciones de responsabilidad social de las empresas (filantropía empresarial). La filantropía está mucho más relacionada con el Tercer Sector, donde se hace algo por la gente donde el gobierno no consigue llegar, más que a las empresas que hacen acciones para contribuir a una sociedad mejor, más equitativa y justa, porque también se puede interpretar solamente como un medio para hacer marketing.

La filantropía está más relacionada con ser capaz de dar algo, incluso sólo tiempo y atención, a otras personas o para causas importantes, proyectos solidarios, solamente con el objetivo de sentirse bien, y puede ser practicada en las iglesias, hospitales, escuelas, etc. Por supuesto, es importante que la persona que va a ayudar tenga las herramientas necesarias para ayudar positivamente a la otra persona, no basta sólo con buenas intenciones, hace falta una buena preparación y a veces un buen equipo de personas especialistas para conseguir ayudar a otros.”

Hugo W Arostegui

La Mano Amiga



“La amistad es una relación afectiva que se puede establecer entre dos o más individuos, a la cual están asociados valores como la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, el amor, la sinceridad, el compromiso, entre otros, y que se cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo Proviene del latín amicĭtas, amicitātis, que se deriva de amicitĭa, que significa ‘amistad’. Esta, a su vez, viene de amīcus, que traduce ‘amigo’, mientras que este último procede de amāre, que significa ‘amar’.

La amistad puede surgir entre hombres y mujeres, novios, esposos, familiares con cualquier clase de vínculo, personas de distintas edades, religiones, ideologías, culturas, extracción social, etc. Incluso, una amistad se puede establecer entre un ser humano y un animal; no por nada el perro es el mejor amigo del hombre.

Relaciones de amistad pueden nacer en los más diversos contextos y situaciones: el lugar donde vivimos, el sitio donde trabajamos, la escuela, la universidad, fiestas, reuniones, el café que frecuentamos, a través de otros amigos, redes sociales, etc.

Las amistades, no obstante, tienen diferentes grados de compenetración. Desde los amigos con quienes sentimos relaciones más lejanas, hasta aquellos con quienes el trato es tan estrecho que los consideramos “mejores amigos”, otorgándole a la amistad un grado de superioridad sobre las otras.

La amistad no solamente surge con quienes tenemos más afinidades en cuanto a gustos e intereses, o con quienes tenemos más parecido, sino que puede aparecer entre personas muy dispares. De hecho, a veces ese es un factor que fortalece la amistad, pues una buena amistad complementa y enriquece a la persona, no solo en el intercambio de ideas, información y sentimientos, sino también en el hecho de compartir los buenos y malos momentos de la vida.”

Hugo W Arostegui



Autoestima: La Llama Que Permanece


Cuando nos referimos a tener autoestima no queremos decir que uno padece de algún “síndrome de exceso de narcicismo” que lo haga amarse por encima de cualquier autocrítica, nos estamos enfocando en aquellas personas que han alcanzado ciertos niveles de aceptación que les permite sentirse cómodos y estimulados por su propia forma de comportarse ante sí mismo y para con las demás personas con las cuales se relaciona.  

“La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción evaluativa de nosotros mismos.

La importancia de la autoestima estriba en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, puede afectar a nuestra manera de estar, de actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima.

Abraham Maslow, en su jerarquía de las necesidades humanas, describe la necesidad de aprecio, que se divide en dos aspectos, el aprecio que se tiene uno mismo (amor propio, confianza, pericia, suficiencia, etc.), y el respeto y estimación que se recibe de otras personas (reconocimiento, aceptación, etc.). 

La expresión de aprecio más sana según Maslow es la que se manifiesta «en el respeto que le merecemos a otros, más que el renombre, la celebridad y la adulación».

Carl Rogers, máximo exponente de la psicología humanista, expuso que la raíz de los problemas de muchas personas es que se desprecian y se consideran seres sin valor e indignos de ser amados; de ahí la importancia que le concedía a la aceptación incondicional del cliente. En efecto, el concepto de autoestima se aborda desde entonces en la escuela humanista como un derecho inalienable de toda persona, sintetizado en el siguiente «axioma»: Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime.

Todos tenemos una imagen mental de quiénes somos, qué aspecto tenemos, en qué somos buenos y cuáles son nuestros puntos débiles. Nos formamos esa imagen a lo largo del tiempo, empezando en nuestra infancia. 

El término autoimagen se utiliza para referirse a la imagen mental que una persona tiene de sí misma. Gran parte de nuestra autoimagen se basa en nuestras interacciones con otras personas y nuestras experiencias vitales. 

Esta imagen mental (nuestra autoimagen) contribuye a nuestra autoestima.

En virtud de este razonamiento, incluso los seres humanos más viles merecen un trato humano y considerado. Esta actitud, no obstante, no busca entrar en conflicto con los mecanismos que la sociedad tenga a su disposición para evitar que unos individuos causen daño a otros (sea del tipo que sea)”


Hugo W Arostegui

jueves, 1 de diciembre de 2016

Satisfacción

“La satisfacción es un estado de la mente, generado por una mayor o menor, según corresponda, optimización de la retroalimentación cerebral, por la cual las diferentes zonas cerebrales compensan el potencial energético dando una sensación de plenitud, en tanto, la menor o mayor sensación de satisfacción que alguien presente dependerá de la optimización del consumo energético que lleve a cabo el cerebro, es decir, cuanto mayor sea la capacidad de neurotransmitir mayor será la posibilidad de satisfacción.

Si no se consigue la optimización mencionada devendrá la insatisfacción y el individuo de inmediato empezará a sentir inquietud e insatisfacción como consecuencia de ello.

Si la satisfacción es acompañada por la seguridad racional de haber hecho lo que se encontraba a nuestro alcance, y encima con un grado de éxito, tal situación contribuirá a sostener el estado armonioso en lo que a funcionamiento mental respecta.

Por otra parte, debemos decir que la satisfacción dispone de una gran cuota de subjetividad porque básicamente las personas somos todas diferentes y no sentiremos la misma satisfacción ante la obtención de los mismos resultados.

Hay personas que por sus características personales se acomodan y aceptan quedarse con lo que tienen y con ello son felices, en tanto, hay otros que son más exigentes o menos conformistas y entonces siempre quieren más y más, y muchas veces sucede que jamás terminan satisfechos.

Este tipo de persona suele mostrarse más apesadumbrada y quejándose, mientras que los que se alegran con la consecución de pequeñas cosas suelen ser más optimistas y felices.

La contracara de este sentido del concepto es el desagrado que implicará el descontento o disgusto que algo o alguien le provoca.”

www.definicionabc.com

Hugo W Arostegui

Hagámonos Cargo


“Por lo tanto, una persona responsable es aquella que desarrolla una acción en forma consciente y que puede ser imputada por las derivaciones que dicho comportamiento posea. De este modo, la responsabilidad es una virtud presente en todo hombre que goce de su libertad.”

La definición de esta locución es encargarse de algo.

“Es en este sentido que se utiliza para referirse a alguna tarea o acción que hay que realizar. 

De este modo se puede considerar que una persona se hace cargo de un empleo específico, de una tarea que le han pedido, de un puesto en el que se desempeña. Pero en esta acepción no solamente se tiene en cuenta la ejecución, sino la manera en que se realiza. Ya que cuando se dice que alguien se hace cargo de su trabajo, por ejemplo, es que lo realiza con responsabilidad, dedicación y a conciencia.

También significa ser consciente de alguna cosa o comprenderla y considerar sus circunstancias y de este modo asumir la responsabilidad al respecto.”

“Tienes tanto derecho a molestarte por algo que haya ocurrido como cualquier otra persona, no pasa nada. Pero si te haces cargo de ello, todo será más satisfactorio, porque te encontrarás en un proceso de descubrimiento y crecimiento personal, en el que cada malestar originado ya sea en relación con los demás o con el contexto, será una oportunidad para seguir conociéndote.

De lo contrario, siempre estaremos a expensas de los demás y de las circunstancias, de todo, menos de nosotros mismos.

Y esto, también sucede cuando hablamos de los que están a nuestro alrededor. Te invito a que cuando estés opinando o criticando a alguien, intentes ser un poquito más consciente sobre lo que estás diciendo, la mayoría de las veces, eso que estás diciendo tú también lo contienes, lo has contenido o te has sentido identificado.”

“Yo me hago responsable de cómo me siento”
¿Y qué hacer ante todo esto?
“Primero, aceptar que existe la posibilidad de proyectarnos en el otro. Que no es tarea fácil, si tenemos en cuenta que si lo hacemos, es porque de momento no somos capaces de asumirlo y lo trasladamos fuera. Por ello, tendemos a resistirnos a asumir la responsabilidad de nuestras reacciones. Y segundo, darse cuenta.
“Tú no me enfadas, me enfado yo ante lo que has hecho o ha sucedido”, 

“Yo soy quien, siente ira, tristeza o rabia, ante las distintas circunstancias que se presentan en la vida y no las rechazo o las evito, sino que voy a quedarme en ellas, aceptándolas para después ver qué puedo hacer con ellas. Pero ante todo, yo soy responsable de mí mismo”


Hugo W Arostegui

Recorramos El Trecho


“Porque del dicho al hecho, 
hay un largo trecho, hay un largo trecho, 
no malgastes palabras, que barra el agua, qe lleva el viento, 
porque del dicho al hecho, 
hay un largo trecho, hay un largo trecho, “


“Este refrán refleja que en ocasiones las palabras o promesas del individuo no son reflejadas en sus acciones, y es por ello que el hombre no debe confiar en las promesas que no pueden cumplirse. Por ejemplo: en las campañas políticas, que los políticos aprovechan para dar su mejor discurso prometiendo y ofreciendo cientos de beneficios al pueblo para captar las atenciones de los ciudadanos y asegurar su voto, pero que al pasar el tiempo las propuestas ofrecidas son diferentes a la realidad de los hechos.   

En este sentido, dicho refrán refleja la discordancia entre las palabras y los hechos, y es por ello que es usado como advertencia para desconfiar de las palabras del otro, ya que es fácil hablar y prometer pero lo difícil es cumplir, y de ahí se observa la sinceridad y el compromiso del individuo en realizar o concluir lo propuesto.”

Los dictados que nos llegan desde el concepto egoísta, ese tan particular que de alguna manera  nos intentan convencer de que es una “pérdida de tiempo” el preocuparnos por los demás, que a nadie le importa si no damos cumplimiento con nuestras promesas ya olvidadas, ese concepto tan individualista como evasivo, intenta vanamente poner una distancia de falsas excusas entre lo que “pensamos hacer” y aquello que en realidad realizamos.

Muchos opinan, generalmente desde el anonimato, que “la solidaridad no paga” que es mejor no meterse y dejar que “se arreglen como puedan” pero yo me pregunto: ¿alguien puede estimar el valor de una buena acción? ¿cuánto vale el servicio que brindamos?  Las respuestas a estas interrogantes se responden solas, el valor de aquellos que cumplen con lo que prometen es tan grande que no tiene precio ni existe otro lugar donde puedan comprarlo.


Hugo W Arostegui