martes, 28 de marzo de 2017

Sin Fecha De Desalojo


El miedo a la muerte es un temor universal, en mayor o menor medida, todos nos vemos sometidos a pasar por un episodio obligatorio, del que además no tenemos mayor información. Sabemos que es un acontecimiento inevitable, que nos toca vivir a todos por igual y ni siquiera tenemos el control (en condiciones naturales), de decidir el momento en el cual preferimos que ocurra.

Nos sentimos muchas veces como si tuviésemos el tiempo contado, que la vida es muy corta, que quisiéramos multiplicarnos para poder hacer todo lo que queremos a lo largo de ella.

Si pudiésemos estar conscientes de que la muerte no existe como tal y que estamos en una larga cadena evolutiva a través de muchísimas experiencias similares a esta, estaríamos un tanto más relajados en lo que se asocia a la muerte en este plano.

Recientemente leí una analogía que me pareció muy válida y me gustaría compartir:
Imaginemos que nos vamos a vacaciones por un tiempo y rentamos una casa en donde nos hospedaremos, por algún motivo, hacemos de esa casa nuestra, se nos olvida que debemos salir de ella más pronto que tarde y nos dedicamos a tomar esa casa vacacional como la nuestra, le ponemos un nombre en la entrada, compramos cosas a nuestro gusto, la acondicionamos, invitamos a algunas personas a tomar té, en fin… es ahora nuestra casa.

Pero un día llega el dueño y nos solicita que dejemos esa casa y en ese momento sentimos el mundo caer, que es el fin, nos preguntamos qué pasará luego… Y algo así es lo que nos ocurre cuando encarnamos para vivir esta experiencia, se nos olvida que esta vida no es más que una herramienta para aprender y evolucionar, para amar y ser amados, esto no es todo, venimos de algo superior que nunca muere. Solo dejamos acá nuestro medio de transporte, pero nuestra esencia que no tiene nada que ver con algo tangible, nos lo llevamos, nos acompaña en ese viaje eterno, junto a nuestro respectivo historial de amores, que hará nuestra alma cada vez más sabia.

Cuando entendemos que la muerte no es más que una ilusión, se hace más sencillo llegar a ese momento sin generarnos un drama, viviendo esta vida de la mejor manera posible, amando y cultivando, amando y cosechando, amando y siendo amados.

“¿Dónde está la utilidad
de nuestras utilidades?
Volvamos a la verdad:
vanidad de vanidades”

Hugo W Arostegui



lunes, 27 de marzo de 2017

Aquellos Que Nos Dejan Sus Huellas


Hay personas que entran en tu vida y lo cambian todo, personas por las que vale la pena parar, respirar y valorar. Valorar lo que realmente importa. Los detalles, las pequeñas cosas, cosas como el agua del mar, las nubes, una mirada de esas que lo dicen todo, unos ojos como los suyos, el modo en el que sonríen, un abrazo infinito mezclado de sal, sus manos, despertar a su lado…

Hay personas que están hechas de acero inolvidable, personas que hacen que todo tenga sentido, incluso lo que no importaba hasta que las conocimos. Son personas auténticas que marcan un antes y un después en nuestra vida, que llegan como un soplo de aire fresco y que, si se van, permanecen como huella indeleble en nuestros recuerdos.

Hay una diferencia enorme entre dejar huella o dejar cicatrices. Las cicatrices son señales de daño, de dolor, de heridas abiertas, de emociones que necesitamos limpiar y tratar. Las cicatrices son marcas que no elegimos tener y que nos recuerdan un dolor que se podía haber evitado.

Sin embargo, las huellas son marcas imborrables en la piel y en la memoria que nos hacen rememorar momentos de amor, de aprendizaje y de crecimiento.

Por lo tanto, no importa tanto la cantidad como la calidad de la gente que nos rodea. Si alguien nos hiere de manera sistemática, deberíamos plantearnos limpiar nuestro entorno, enfocar mejor y dejar que permanezcan relaciones que resulten en aportes y crecimientos mutuos.

Los pequeños detalles otorgan significado al sentido de la vida, lo cambian todo, hacen de lo diario lo importante. Así, no se hace tan necesario lo que nos dan como la forma de darlo.

Digamos que, si te abrazan, logran recomponer tus partes rotas, te enseñan a vivir y a revivir tu interior. Las personas especiales no esperan a que las cosas sucedan, hacen lo que desean y persigue lo que quieren hasta que lo consiguen.

“La manera de dar vale más que lo que se da.”
-Pierre Corneille-

Hay personas que dejan una huella imborrable en tu corazón, porque ha habido un tiempo que has seguido un mismo camino con ellos. Y, aunque ya no estén contigo, nunca podrás olvidarlos.

No se esfuerzan por dejar esa marca, sino que aparece sin que te des cuenta. Son esas personas que te ofrecen otra visión de tu mundo, que te ayudan a cuestionarte tu pasado, tu presente y tu futuro.

“Cada persona que pasa por nuestra vida es única.
Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada
Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.”
-Jorge Luis Borges-

Hugo W Arostegui

En El Recuerdo


Un año pasó desde la muerte del filósofo, escritor, profesor y semiólogo italiano Umberto Eco.

No era partidario de las adulaciones ni elogios, y muy por el contrario y como última petición, solicitó que no sean organizados homenajes académicos ni congresos en recuerdo de su persona. 

Su familia, siempre cercana y afectuosa, hizo circular desde Italia el pedido de guardar silencio.

Recuerdo lo huidizo que estuvo cuando, en junio de 2015 y luego de dos jornadas de repaso intenso por su Tratado de semiótica general —obra que cumplía 40 años—, estudiantes y profesores intentaron retratarlo y él escapaba por las calles de Bolonia lejos de los flashes.

Difícil tarea, porque de sombrero y bastón, grandes anteojos, cigarro (ya no fumaba, pero lo mascaba para sentir el sabor), de camisa, chaleco y saco impecables, era imposible no sentir la presencia de Eco, aun a sala llena y él sentado entre el público.

Pero por sobre todas las cosas, lo que nunca pasó desapercibido fueron sus comentarios sobre los medios, internet, las redes sociales, Berlusconi y la política italiana, Dios y las religiones, el fútbol y hasta Borges. Con lucidez, inteligencia e ironía, los últimos años de su vida —murió a los 84 años, el 19 de febrero de 2016— Eco se dedicó a escribir columnas para distintos medios y sobre temáticas propias del siglo XXI. Es que fue un estudioso infinito, brillante:

comenzó de joven con la Edad Media, continuó con sus ensayos sobre lingüística y filosofía que lo llevaron a ser uno de los fundadores de la semiótica en los años sesenta y nunca dejó de ser un curioso académico analista del cambiante mundo que lo rodeaba. De eso se trata su último libro, 

De la estupidez a la locura (Lumen, 2016), que reúne esos valiosos y aggiornadísimos artículos con impronta periodística sobre temas de actualidad. Eco reflexiona con la misma sagacidad sobre Twitter y Facebook, sobre la "sociedad líquida", el individualismo imperante, la política y los políticos y demás problemáticas del presente.

Difícil resulta entonces la tarea de guardar silencio y dejar pasar esta fecha como si fuera una más. Se suman a esta tarea de homenajearlo Lucrecia Escudero Castagnino, licenciada en letras de la UNR que actualmente reside en París, donde es directora de la Licenciatura Profesional de Comunicación en la Universidad de Lille y dirige la revista latinoamericana de semiótica DeSignis; Carlos Scolari, licenciado en comunicación de la UNR y profesor en la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona, 

además de un referente en comunicación, medios y nuevas tecnologías, y Daniel Briguet, licenciado en comunicación social de la UNR, periodista, escritor y profesor titular de Utopías Tecnológicas en la Facultad de Comunicación Social de Rosario.

Edición general: Sebastián Riestra.
Editora Ciencia y Salud: Florencia O'Keeffe. Sociedad: María Laura Favarel. foto DE TAPA: Marcelo Bustamante.

Edición fotográfica: Ángel Amaya. Diseño y diagramación: Esteban Figna, Enrique Figna y Fabiana Colovini.

Reconocimiento


Jorge Luis Borges: Aprendiendo

"Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una
mano y encadenar un alma.

Y uno aprende que el AMOR no significa acostarse.

Y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender ....

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza
a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende
a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es
demasiado inseguro para planes ... y los futuros tienen su forma de caerse
por la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que, si es demasiado, hasta el calor del
Sol puede quemar.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de
esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno es realmente fuerte, que
uno realmente vale, y uno aprende y aprende ... y así cada día.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien, porque te ofrece un buen
futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos
sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás con una persona sólo por
acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo aprendes que los verdaderos amigos son contados y que quien no
lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de falsas amistades.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en momentos de ira siguen
hiriendo durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es
atributo sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, es muy
probable que la amistad jamás sea igual.

Con el tiempo te das cuenta que aun siendo feliz con tus amigos, lloras por
aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona
es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser
humano, tarde o temprano sufrirá multiplicadas las mismas humillaciones o
desprecios.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el
sendero del mañana no existe.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas y forzarlas a que pasen,
ocasiona que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
añorarás a los que se marcharon.

Con el tiempo aprenderás a perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir
que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, pues ante
una tumba ya no tiene sentido.

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo..."



domingo, 26 de marzo de 2017

Sinceridad

La sinceridad implica el respeto por la verdad (aquello que se dice en conformidad con lo que se piensa y se siente). Quien es sincero, dice la verdad. Sin embargo, la práctica hace de este concepto un objetivo difícil de alcanzar, dadas las numerosas estructuras a las cuales nos sometemos

Por lamentables cuestiones de la vida en sociedad, no siempre es fácil ser sinceros con nuestros seres queridos, con las personas que nos han criado, con nuestros amigos más cercanos; cuando trasladamos la necesidad de compartir nuestras verdaderas ideas con empleadores y gobernantes, las posibilidades decrecen considerablemente.

Si observamos el comportamiento del resto de los animales, tanto en sus hábitats naturales como en convivencia con individuos de nuestra especie, notamos que la sinceridad es una de sus virtudes más sobresalientes, al punto en que no parece tan importante, dado que es la base de su accionar. 

Si bien en la selva y en el bosque también existen estructuras, costumbres y jerarquías, no parece haber lugar para las trabas que a muchos seres humanos nos impiden desarrollarnos libremente.
¿Por qué a veces sentimos que no podemos ser sinceros con quienes nos rodean? La raíz del problema, quizás, es que siempre encontramos respuestas a esta pregunta; “porque mi puesto de trabajo corre peligro”, “porque no tenemos una relación tan cercana”, “porque nadie me ha pedido mi verdadera opinión“. 

Al imaginar una vida en la cual pudiésemos decir siempre todo lo que pensamos, cuesta creer que fuera necesaria la existencia del estrés, de la angustia, de la frustración; ya que todos estos males, tan comunes en las sociedades modernas, surgen de la falta de libertad con la que nos movemos.
La cualidad que consiste en expresarse con sinceridad se conoce como honestidad. 

La persona honesta respeta la verdad y establece sus relaciones bajo este parámetro moral. Sin embargo, es posible engañarse a uno mismo, hacernos creer que somos seres honrados y sinceros, a pesar de estar muy lejos de lucir estas virtudes.

Por lo general, se entiende por honestidad una forma de ser pura, directa, sin dobles intenciones ni secretos retorcidos. Se suele calificar a una persona de honesta cuando su manera de interactuar con los demás es muy clara, cuando cumple con sus promesas y no parece tener sentimientos negativos hacia quienes lo rodean. En este sentido, el concepto recibe ciertas connotaciones de bondad y generosidad.

Hay situaciones que pueden llevar a una persona a dejar de lado la sinceridad, aunque sin tener la intención de mentir. Las denominadas “mentiras piadosas” son un ejemplo de esta circunstancia.

 Claro que siempre puede cuestionarse la integridad o la efectividad de una mentira de este tipo, también llamada blanca; por mucho que intentemos cubrir la esencia de este tipo de afirmaciones, no dejan de faltar a la verdad y, por ende, nos muestran frente a otros de una manera poco precisa.

Las mentiras piadosas están íntimamente ligadas a la concepción que generalmente se tiene de amistad; no hace falta analizarlo muy detenidamente para advertir la grave contradicción que tiene lugar al unir el tipo de relación más puro y más intenso con una supuesta necesidad de no ser sinceros. ¿Cuán lejos puede llegar una mentira piadosa? ¿Cómo confiar en un recurso de esta naturaleza para alimentar un lazo sentimental entre dos seres vivos? 

La verdad duele; pero, ¿no duele más descubrir que nos han engañado?


El Arte De Escribir


Escribir es la acción de representar palabras o ideas con letras o signos en papel o cualquier otra superficie.

Se le llama escribir al ejercicio de la escritura con el propósito de transmitir ideas, redactar un tratado, documento o texto de ficción, trazar notas y signos musicales, inscribir datos o cualquier otra acción de transposición de letras y símbolos en una superficie dada.

La historia de la escritura como sistema de representación gráfica de una lengua se remonta al 4000 a.C. Es la composición de un código de comunicación verbal a través de signos grabados o dibujados sobre un soporte que puede ser un papel, un muro, una tabla y hasta un dispositivo digital como una computadora. Así, la escritura debe corresponderse con una lengua o idioma dados, compartido por una o más personas que puedan interpretar las ideas y conceptos plasmados en el acto de escribir.

Escribir es una acción que tiene lugar en todo tipo de ámbitos y con diversos propósitos. Un individuo puede escribir una nota, un poema o cualquier serie de letras con el mero propósito de expresarlos y conservarlos para sí mismo, como ocurre con un diario íntimo. También, la escritura puede emplearse como medio de canalización de historias, cuentos, novelas y otro tipo de textos poéticos o literarios. Este objetivo es estético, creativo, cultural y es quizás el que más enriquecimiento de la lengua ha ejercido a través de la historia.

La escritura se utiliza de manera informal para comunicar informaciones más o menos relevantes, como una conversación a través de un programa de mensajería instantánea entre dos amigos. Por otro lado, también se emplea con un propósito formal en los negocios, en ámbitos legales e institucionales, en escenarios laborales y otros. Incluso, también es largamente utilizada como medio de comunicación entre dos individuos con fines emotivos, como una carta o un poema de amor.

Los fines de la escritura son evidentemente infinitos y, más allá del lenguaje oral, constituyen el más relevante medio de comunicación humana.


La Vida Es Como La Vivimos


Frases:

“Mi vida dista mucho de ser perfecta, y sé muy bien que jamás lo será, pero he aprendido a disfrutar las pequeñas cosas….desde un vaso de agua fría cuando más lo deseo, hasta una puesta de sol que tenga el honor de observar.

En este momento de mi vida emociono con detalles que a otras personas les parecería insignificantes, y celebro cada minuto de mi existencia, agradecida de vivir, porque como siempre digo, hay muchos que no tienen ese privilegio, no solamente a los que parten de este mundo, sino a los que aún están aquí, pero no se dan cuenta”

“Leí por ahí en algún momento de mi vida, una frase escrita por Gabriel García Márquez, que dice que  “la vida no es cómo uno la vivió, sino cómo la recuerda para contarla”, y me remonté a mis primeros años de vida, continuando con un análisis de esa época (hasta donde puedo recordar) a la fecha.  Conclusiones? No tuve una niñez perfecta, ni una adolescencia perfecta, y de adulta,

francamente, mi vida dista mucho de serlo.  Si el Facebook hubiese existido en ese entonces, no habría habido nada digno de publicar……..Pero, tenemos opciones, y echamos mano de ellas, de manera consciente o no!!! Nuestro cerebro tiene la capacidad (y la utiliza), de grabar los recuerdos de forma diferente a la que hemos vivido, y nos permite “grabar” una versión o dos, del evento en cuestión.  Y sucede que nos repetimos tanto una cosa, que llega el momento en que la creemos.  En otros casos, llega incluso a bloquear momentos dolorosos, de los cuales aparentemente no recordamos nada…He vivido cosas junto a otros, en las que cada uno tiene su versión.  El asunto es en verdad subjetivo!! “

“Cada instante que respiro, cada momento que vivo, no sirve sino para reafirmar que somos nada…Que la vida pasa sin que nos demos cuenta, y que nos detenemos poco en disfrutar los pequeños detalles”

“Sonreír es un ejercicio tan saludable y que genera tanto bienestar en nuestro cuerpo, sin embargo algunos días cuesta muchísimo hacerlo.  Después de vivir un montón de experiencias, he llegado a la conclusión de que sonreír, además de que me resulta más fácil, me arruga menos”

“Ser mujer no es una cosa simple,  nunca lo ha sido. Desde que el mundo es mundo, hemos tenido que ser fuertes, pues no nos ha tocado la parte más fácil.  Nos toca trabajar en la casa, en la calle, ser madres, esposas, novias, amigas y cómplices, etc., sin embargo el rol más difícil de todos, sin duda, es el de ser madres”

“En estos días hice mi mudanza número 415, desde que ando dando tumbos por este mundo, y la verdad, aunque ya me sorprendo poco, casi con nada, me sorprendí al ver la cantidad de cachivaches que se fueron acumulando en mi humilde residencia sin que me diera cuenta”

“En estos días he estado pensando mucho, en cómo he cambiado… Y he pensado sobre todo en ese viejo refrán que dice, “más sabe el diablo por viejo que por diablo”  y entro en un mar de interrogantes.
Con los años he aprendido a no dar importancia a lo que no lo tiene…a ver las cosas y hechos de una manera más sabia.  A entender lo que no entendía hace 10 años” 


Hugo W Arostegui