domingo, 3 de julio de 2016

Lágrimas De Cocodrilo

No tengo la menor idea de lo que puede ser una lágrima de cocodrilo pero desde que me tengo por gente, como se suele decir, siempre he escuchado esta expresión al referirse a la forma de comportarse ciertas personas, cuando aparentaban gran dolor ante circunstancias de angustia de alguien de su conocimiento, al punto de derramar sus lágrimas públicamente, cuando en su fuero íntimo se las consideraba de ser capaces, ellas mismas, de ser las causantes de tales males.
Este dicho del acervo popular ha mantenido su vigencia en el tiempo y hemos de concordar de que nos revela y denuncia a la vez, un tipo de comportamiento que bien puede considerarse que integra parte del “patrimonio cultural” de muchos o de muchas, no pretendemos crear ninguna polémica de género en este tema que exponemos.
Basta con observar la conducta de algunos de nuestros congéneres, gobernantes, políticos, comerciantes, financistas, etc. etc. para estar preparados para extraer nuestras propias conclusiones.
Ya que estamos interesados en el tema agregamos algo que hemos extraído de internet que nos ilustra algo al respecto:
“Cuando alguien demuestra mediante el llanto un falso arrepentimiento o una tristeza simulada por algún acto negativo que ha hecho, decimos que son “lágrimas de cocodrilo”.
Esta expresión tiene su origen en la antigua creencia de que estos animales emitían unos falsos alaridos o llantos con el que atraían a sus presas, a las que devoraban sin compasión acto seguido... aunque también se decía que cuando se las comían lloraban, siendo en ambos casos lágrimas falsas, pues no estaba para nada triste el cocodrilo, sino engañando a sus víctimas para darse un festín.
Con el paso de los años y el estudio de los cocodrilos se ha llegado a la conclusión de que este llanto sólo se produce para mantener húmedos los ojos, ya sea en condiciones de sequedad por estar fuera del medio acuático, bien por estar en un lugar donde el agua tiene una concentración de sal superior a la habitual.
También segregan estas lágrimas cuando comen, pues al parecer las glándulas segregadoras de saliva y lágrimas se encuentran muy cerca unas de otras, por lo que al segregar saliva se activa el lagrimeo.” www.curiosidades.com
Observemos nuestras lágrimas
Hugo W Arostegui


La Luz Que Nos Ilumina






“Cuando tu opacas tu luz para que otro pueda brillar, todo el mundo se oscurece”
                                                                                               Autor desconocido

En épocas pasadas, hace ya unos cuántos años, la mayoría de las tareas se realizaban con la utilización de caballos o asnos como medio de transporte de manera que nos resultaba algo muy común, incorporado a nuestro entorno, el observar el paso de estos animales de tiro tirando de sus carros, con la particularidad, que todos ellos llevaban como una parte indispensable de sus arreos, una especie  pantallas de cuero de cada lado, a la altura de sus ojos, con la intención de limitar su campo de visión y mantener centrada su atención en la tarea que realizaban.

Pasado el tiempo esa imagen aún permanece en nuestras retinas y no podemos evitar que la asociemos a lo que acontece con nosotros mismos cuando apreciamos “las campañas agresivas que realiza el mercado de consumo” quienes limitan nuestra capacidad de observación, sobre todo en lo referente a nuestra “condición económica financiera” con el claro objetivo de continuar poniendo por delante de “nuestro campo de visión” la venta de ilusiones, augurándonos un pseudo bienestar que como sucede con nuestro horizonte, avanza siempre delante de nosotros, alejándose cada vez más.

La comparación de lo que vemos que nos sucede ahora con lo que observamos con los animales de tiro de antaño, esperamos que se entienda que no tiene la mínima intención de proferir una ofensa, por favor que no se malentienda lo que decimos, pero, (otra vez aparece nuestro pero,) tendremos que concordar que para nosotros los humanos no siempre nos resulta fácil el armonizar el uso de nuestra capacidad de raciocinio con esa “tendencia natural” de propender a tropezar dos veces con la misma piedra.

Mantengamos encendida la luz que ilumina nuestro camino

Hugo W Arostegui



sábado, 2 de julio de 2016

Lo Que Nos Queda


Lo que nos queda, si pretendemos que algo permanezca en nosotros, es lo que entiendo es lo más valioso que podamos obtener, me refiero a la satisfacción que nos invade cuando logramos comprender que hemos tenido la oportunidad de dar, y no simplemente ofrecer, a quien ni siquiera hemos visto jamás,

La oportunidad de compartir el fruto de nuestra creación, lo que no permitiríamos que fuese catalogado como una simple cosa cualquiera, pues en nuestro fuero íntimo, es como dar parte de nuestro propio ser, algo maravilloso, que ha visto la luz, surgiendo de nuestras entrañas, como si fuese un parto de lo que hemos engendrado en esa relación donde la inquietud de nuestra mente se encuentra con la genialidad de nuestro intelecto, eso, amigo/a lector/a, eso es lo que nos queda.

Algunos pueden llegar a pensar que no deberíamos permitir que nuestra mente tomara cuenta de nuestros actos, que quizás fuese bueno someterla a algún  tratamiento que nos garantice su cordura, pero tales sugerencias, a las cuales agradezco y valoro muchísimo, cuando intentamos lograr cierto consenso en cuanto al mejor procedimiento a realizar, nuestra mente nos recuerda una frase que nos deja sin argumentos “de poetas y de locos todos tenemos un poco”

De manera que continuamos en nuestra senda de repiquetear las teclas de nuestro ordenador y confiamos que “el disco duro” que custodia nuestro intelecto no nos falle y que no nos vaya a pasar como suele pasar con los vehículos usados  ,(hablamos de un modelo 43) que deje de funcionar el pedal de embrague y no podamos imprimirle la marcha a nuestro motor.

Confiemos

Hugo W Arostegui



No Dar La Talla


Recientemente la Sra. Ministra de Educación y Cultura del Uruguay, al referirse a algunos relevos, es decir, cambio de asesores en la educación pública, al ser consultada por el periodismo sobre las aptitudes de ciertos docentes que la opinión pública, el propio gremio de docentes y aunque parezca paradójico mencionarlo, las propias autoridades responsables de la conducción política de la enseñanza, les profesaban un singular respeto.

La Sra. Ministra haciendo gala de su natural altanería y suficiencia despectiva, les respondió:
“Los Señores asesores, tales y cuales, han dejado sus cargos en la conducción de la enseñanza
Por la sencilla razón  de que no han dado la talla

Tal respuesta, repetida cuántas veces las consideró necesarias, diría que hasta el hartazgo,  puso un especial énfasis en uno de ellos, agregando: “fulano de tal ha sido maestro de primaria, concretamente de sexto año y no será tomado en cuenta porque no ha dado la talla para desempeñar las funciones que se requerían que realizase.

Demás está decir que tal actitud, impropia de su investidura, ha colocado a la Sra. Ministra en una situación muy comprometida con los gremios de la enseñanza y ha demostrado en sus expresiones su total desprecio para con quienes presupone provienen de estratos inferiores a los requeridos para el correcto desempeño de la tarea a desarrollar, debe ser que como la Sra. Ministra es doctora en medicina, quienes solamente han dedicado sus vida al ejercicio de la tarea docente, su insuficiente formación académica no les permite dar la talla.

Sinceramente lamentable.

 “¿Quién no ha sentido miedo alguna vez? Todos, y digo todos, sentimos miedos en ciertos momentos de nuestra vida.
Éstos pueden ser de varios tipos: miedo a lo desconocido, miedo a equivocarnos, miedo a hacer el ridículo, miedo al cambio, miedo al fracaso, miedo a no dar la talla, etcétera, etcétera…

Hoy me gustaría hablar sobre el miedo que nos invade, cuando nos enfrentamos a nuevos retos. Enfrentarte a nuevos retos en la vida, siempre conlleva una sensación de miedo. Es algo normal, es una reacción a lo desconocido, ya que para conseguirlos tenemos que salir de nuestra famosa “zona de confort”, esa zona donde nos sentimos protegidos y controlamos; ahí, fuera de esta zona, es donde aparecen esos pensamientos negativos “me falta experiencia”, “no voy a dar la talla”……

Entonces, lo primero que tenemos que pensar es que el salirnos de la zona de confort y enfrentarnos a cosas nuevas, , adquirimos un aprendizaje. Por lo tanto, no siempre lleva consigo un crecimiento en nosotros, ya que aunque las cosas no salgan como queríamos perdemos nada, por intentarlo, al contrario ¡ganamos!
El problema aparece cuando ese miedo nos invade de tal manera que nos controla, no nos deja avanzar ni enfrentarnos a nuevos retos.” por covabertrand | Mar 25, 2015

Hugo W Arostegui


Los Puntos Sobre Las Íes


Es bueno mencionar que hemos encontrado en el complejo entramado de las llamadas “redes sociales” algunos espacios que nos demuestran el enorme valor de la solidaridad que se manifiesta entre aquellos a quienes las circunstancias de la vida les ha puesto a prueba su capacidad para soportar las situaciones adversas que el  “aquí y el ahora” les impone transitar.

Existen un gran número de personas a quienes la adversidad les ha llevado a la búsqueda, en algunos casos un tanto desesperada, de contar desde sus espacios a quién pudiera escucharles la difícil situación que atravesaban, tales personas al expresar a quién pueda oírles su historia de vida, han encontrado como respuesta, como quién recibe un sorbo de agua fresca en medio de la soledad de un desierto árido, la solidaridad, a veces de fuetes inesperadas, que les han dicho: “ustedes no están solos, les comprendemos y les ofrecemos nuestra ayuda voluntaria sin otro interés que  ser un medio de contención y de ser posible orientación para intentar salir juntos del tan angustioso túnel por el cual atraviesan.”

Muchas veces el dolor compartido parece que duele menos y esto es lo que observamos en este tránsito solidario y humano que bien merece que destaquemos y puntualicemos-

Utilizamos la expresión «poner los puntos sobre las íes» cuando nuestro propósito es concretar algo clara y nítidamente, sin dejar lugar a dudas sobre la intención de nuestras palabras y con el deseo de puntualizar nuestra opinión minuciosamente (muy frecuentemente cuando ha habido algún conflicto o confusión con otra parte).

El origen de poner sobre la letra i su característico punto se produjo en el siglo XVI. Por aquel entonces en la antigua caligrafía de caracteres góticos era habitual que dos letras i pudieran escribirse seguidas en una misma palabra y, para que se pudieran diferenciar de la letra u y así evitar confusiones, se introdujo la costumbre de poner encima una tilde que, con los años y la escritura rápida, acabó derivando en punto.” blogs.20minutos.es


Hugo W Arostegui

viernes, 1 de julio de 2016

La Horma Del Zapato


Entre las idas y venidas de los encuentros “online” que suelen producirse asiduamente a través de las llamadas “redes sociales” resulta algo cotidiano que se produzcan algunas diferencias conceptuales sobre ciertos aspectos que hacen a la convivencia como pueden ser la valoración que cada interlocutor realice sobre puntos un tanto urticantes tales como: relaciones de género, diversidad sexual, educación, orientación política e incluso el trato que cada uno suele darle a sus mascotas, etc. una variedad de temas donde no resulta viable el intentar describirlos adecuadamente para no cometer la imprudencia de que alguien pueda pensar de que se destacan unos temas en perjuicio o intento de discriminación de otros.

Lo cierto es que por más que tanto la moda como el mercado, han “disimulado” bastante el tamaño de los zapatos y que en muchos casos, algunas medidas se han estandarizado y  ya no necesitamos conocer al detalle las verdaderas dimensiones de nuestra horma en particular, no menos cierto resulta, de que obviamente nuestros piececitos no son iguales y que cada uno tiene sus propias particularidades, que algunos nos resultan grandes y otros nos aprietan tanto que nos llegan a martirizar,( sino que lo digan los cientos de jovencitas que al salir de los salones de baile realizan todo el periplo de regreso a casa descalzas y con sus tacones en la mano).

Resumiendo: no sabemos la medida cierta de nuestro calzado y mucho menos sabemos cuánto calzan las extremidades por más bonitas y elegantes que las veamos de aquellos con los cuales nos relacionamos periódicamente.

Ahora bien, se preguntarán a que viene todo esto, ¿qué tienen que ver nuestros zapatos con este tema en cuestión? 

Lo que pasa es que algo similar ocurre con quienes nos relacionamos en las “redes sociales” no sabemos mucho de su personalidad ni de su carácter, entones ocurre lo que mencionamos al comienzo, muchos se encuentran que en ese intercambio con “nuestros amigos virtuales” han encontrado la verdadera horma de sus zapatos teniendo que admitir que aunque no todos calcemos igual recibimos en sus respuestas una forma de decirnos “yo sé cuál es la horma de tu zapato”

… ¿o no?...


Hugo W Arostegui 

Raspando El Tarro


Cuando fuimos niños, se dice que la necesidad acentúa nuestro ingenio, recurrimos muchas veces al que quizás entendíamos era el último recurso que nos quedaba y este, el recurso, era más que evidente para nosotros, “debíamos raspar el tarro”

Esto sucedía y por supuesto aún sucede cuando lo que requeríamos no solamente era escaso por causa de la excesiva demanda, como lo puede ser un pote de “dulce de leche” por ejemplo en este caso el producto en cuestión, el dulce de leche era un elemento además de delicioso a nuestro paladar y por supuesto, muy disputado por los pequeños y no tan pequeños a un punto tal de que a medida de que iba bajando el contenido del recipiente proporcionalmente se agudizaba nuestro ingenio para poder saborearlo, de ahí el considerado, recurso extremo, de ponernos a raspar el tarro hasta sacarle brillo con nuestra cuchara.

Pienso que en los días actuales se ha descontinuado la costumbre de utilizar al máximo los recursos disponibles, ahora constituimos la tan mentada “sociedad de consumo” lo que significa que hemos logrado en este supuesto avance de nuestra civilización tener a nuestro alcance el acceso mucho más liberal a los bienes de consumo utilizando la modalidad del crédito y al uso abusivo de sus posibilidades de endeudamiento, 

Ahora lo que raspamos son muestras tarjetas de crédito y a lo que le sacamos el mayor brillo posible es al pago de intereses por tal concepto

Así las cosas


Hugo W Arostegui