lunes, 24 de julio de 2017

Unidad En La Diversidad


Todo parte de un Dios Creador, sin embargo cuando se trata de entenderlo, explicarlo o adorarlo, los seres humanos formamos miles de religiones. Todos somos semillas de luz en esencia, todos nos entendemos como hermanos y nos sabemos hijos de la misma luz, pero cuando se trata de ponerlo en práctica, formamos religiones, países, etnias, sociedades y destacamos lo que nos distingue de los demás en lugar de buscar lo que nos asemeja. Es fácil entender la armonía, es fácil filosofar sobre lo relativo de los juicios, sobre el espejismo de la imperfección, sobre el camino glorioso de la humanidad, sobre la edad dorada, pero en el aquí y el ahora, al parecer impera la confusión, el deseo por hacer las cosas “como yo las entiendo”, “a mí manera”, “como mis Maestros me han dicho”, etc. 

Y todo esto es entre aquellos que estamos en el camino llamado vida. El Gran espejismo empieza cuando operamos desde el nivel de conciencia tridimensional. Cuando la Tierra inició su enfriamiento sólo unas cuantas semillas diferentes poblaban la Tierra; hoy, mucho tiempo después son millones los seres diferentes que habitan la Tierra. La Unidad se volvió Diversidad.

Cuando nacemos como niños, estamos en unidad unos con otros, no hay diferencias, tenemos los mismos intereses y las mismas formas de pensar, no hay colores de piel, no hay distintas religiones, ni lenguajes, no hay ni siquiera diferencias sexuales… sólo un mismo y gran deseo de ser felices. 

Pero cuando crecemos, las diferencias han aflorado. Empezamos a ver diferencias en todas partes y no sólo eso… disfrutamos estas diferencias. Deseamos ser diferentes, distinguirnos de los demás… hemos empezado a manifestar la Diversidad. Cuando hemos crecido, nos unimos a algún movimiento espiritual. Buscamos la unidad. Buscamos acuerdos, buscamos unir nuestras manos en torno a un mismo esfuerzo, pero las diferencias de pensamientos, los egos, las creencias de ser los llamados a la Gran Misión, nos dificultan el trabajo colectivo. La Unidad se encuentra solamente dentro de nosotros mismos. Somos UNO en esencia, somos UNO en la conciencia espiritual del Ser pero no en la fisicalidad. Hemos avanzado hacia la Diversidad

No habrá una sola religión en el mundo. Habrá muchas que entenderán de la misma manera a Dios aunque lo adoren de distintas formas. Unidad en el centro, diversidad en la periferia. No habrá una sola nación en el mundo. Habrá muchas aunque unidas por intereses comunes. 

Prevalecerán los valores espirituales del hombre por encima de los materiales, aunque habrá muchas maneras diferentes de practicarlos. Los hombres estarán unidos por lo importante pero conviviendo con sus diferencias. No se hablará en un solo lenguaje, se hablará en muchos, aunque todos entenderán el lenguaje del amor y del espíritu. 

Se entenderá el mensaje del corazón aunque sea dicho con palabras diferentes. Las organizaciones no forzarán sus miembros a pensar de la misma manera, se privilegiará la democracia, la voluntad de las mayorías y de ninguna forma será doloroso el que una organización se divida, pues esto será una señal más de que la diversidad está avanzando. No se buscarán organizaciones grandes en el número de miembros, sino organizaciones firmes en el ideal que persiguen. Nuevamente… Unidas por lo esencial pero respetuosas de las diferentes formas de lograrlo.


Seremos guiados por intereses que surgen del interior de nuestra conciencia ya hechas unidad con la Humanidad despierta, y no como ocurre frecuentemente ahora, donde nuestros intereses difícilmente se pueden despegar de las emociones asociadas a nuestras personalidades llenas de necesidades de reconocimientos públicos. No nos engañemos buscando una unidad que quedó atrás en la evolución de nuestra humanidad, aprendamos a vivir de manera armónica en la diversidad que hemos logrado como una conquista de un largo aprendizaje. Es el momento de trabajar en mecanismos que nos enseñen y permitan avanzar con nuestras diferencias. Aprendamos a comunicarnos, aprendamos a ceder en nuestros puntos de vista, en nuestras opiniones, en aras de alcanzar una unidad mayor dentro del grupo donde trabajamos.


domingo, 23 de julio de 2017

Propiedades De Nuestra Mente


El ser humano puede realizar todo cuanto su mente pueda imaginar. Pero de su capacidad mental, actualmente el ser humano apenas si utiliza un 1%. ¿Qué hay del resto de la mente dormida? El ser humano puede realizar todo cuanto su mente pueda imaginar. Pero de su capacidad mental, actualmente el ser humano apenas si utiliza un 1%. ¿Qué hay del resto de la mente dormida?

Si comenzáramos a desarrollar un poco más el poder de la mente, podríamos comenzar a actuar con una capacidad extraordinaria sobre la realidad y sobre nuestro cuerpo, podremos tener dominio de facultades como la telepatía (transmisión del pensamiento de mente a mente) , la psicocinesis (capacidad de mover objetos con la fuerza mental),la percepción sensible para predecir sucesos, la clarividencia, una creatividad aguda, y, entre muchas otras cosas, la capacidad de poder sanar el cuerpo en un instante.

Todos estos fenómenos antes mencionados superan a la física moderna, la ciencia aún no ha podido demostrar dichos fenómenos, no los puede interpretar ni comprender, incluso hay algunos científicos que los rechazan y no los aceptan, mientras por otro lado existen aquellas mentes de la ciencia que los investigan cuidadosamente, y ya se comienza a hablar y a reconocer de una energía mental, de un poder extraordinario proveniente de la mente.

En el caso de la capacidad de curar el cuerpo, hay muchas pruebas que cada vez son más evidentes. 

En el caso de Edgar Cayce, un gran paranormal, la experiencia de la curación ha sido una experiencia personal que ha transmitido así: “… Para curar hay que permitir que la fuerza vital fluya, de forma que su acción estimule y despierte cada célula del cuerpo incitándola a cumplir su cometido”.

Por otro lado, la sanadora Olga Worrell se sometió a una prueba moderna y científica, un aparato creado por los físicos nucleares para hacer visible el desplazamiento de las partículas de alto nivel energético. La sanadora energética colocó sus manos sobre el aparato, de la misma forma que si estuviera sanando a una persona, y el resultado fue una visible, significativa y sorprendente alteración en el uniforme ambiente del vapor de la cámara. Al mover sus manos, las ondas aparecidas por la emisión de energía seguían el desplazamiento de las manos. Cuando los científicos intentaron hacer lo mismo, no sucedió nada sino un gran desconcierto.

Poco a poco la ciencia comprueba cada vez más que la mente, efectivamente, puede recuperar el equilibrio celular y sanar el cuerpo. Pero no se necesita ser científico ni un especialista en alta tecnología para comenzar a comprobar este poder extraordinario de la mente. Podemos comprobar de una forma muy sencilla esto que a decir verdad, es una facultad evidente.

Si fueras un poco observador podrías darte cuenta como alguien que está enfermo puede recuperarse más rápido si tiene un actitud ante su enfermedad de aprendizaje. Si aprendemos de la enfermedad, entonces podremos aprender a enfocarnos en lo que sigue.

En realidad, tú puedes comprobarlo por ti mismo si comienzas a enfocar un pensamiento positivo sobre alguna área de tu cuerpo que te moleste. Ni la ciencia podrá convencerte del poder sanador que posees si tú no comienzas a experimentarlo y lo pones en práctica por ti mismo.

Por lo pronto, puedes comenzar por saber que normalmente se entiende que un pensamiento negativo es aquel que genera duda, temor, culpa, remordimiento, etcétera, mientras que uno positivo es aquel que genera lo contrario, digamos, un sentimiento de confianza, del bienestar, de entendimiento, de curiosidad, etcétera. 

Pero ciertamente ningún pensamiento es ni positivo ni negativo, son sólo información en nuestra cabeza la cual puede modificarse, pero si la juzgamos como negativa, entonces no podremos tener mucho domino sobre ella.


Puedes comenzar con la tarea de enfocar un pensamiento positivo en cualquier área de tu cuerpo que desees sanar, enviar gratitud, amor, aprecio, etcétera, insistir en esto hasta que empieces a ver como se recupera el cuerpo sorprendentemente.

Fraternidad:


Fraternidad es un término derivado del latín frater, que significa hermano. Por esta razón, fraternidad significa parentesco entre hermanos o hermandad. La fraternidad universal designa la buena relación entre los hombres, en donde se desarrollan los sentimientos de afecto propios de los hermanos de sangre, unión y buena correspondencia.

La fraternidad es el lazo de unión entre los hombres basada en el respeto a la dignidad de la persona humana, en la igualdad de derechos de todos los seres humanos y en la solidaridad por de unos por los otros.

La fraternidad es un valor que no se resume solo a los hombres sino un valor universal y transversal a todos los seres humanos de considerarnos todos hermanos. De esta manera el valor de la fraternidad nos lleva a ser solidarios, respetuosos y empáticos unos con los otros. 

Como concepto filosófico, la fraternidad está vinculada a los ideales promovidos por la Revolución Francesa en 1789, basada en la búsqueda de la libertad, igualdad y fraternidad.

La fraternidad está muy desarrollada entre los estudiantes de las universidades americanas. Es similar a una asociación en la que los miembros se reúnen para organizar fiestas y otros eventos que permiten la socialización de los estudiantes. La amistad, el compañerismo, la camaradería y otros principios se practican entre los miembros.

El movimiento Scout es también un movimiento que promueve la fraternidad. A través de la práctica del trabajo en equipo, del respeto al ser humano, del amor por los animales y la naturaleza, los jóvenes participantes se convierten en ejemplo de liderazgo, responsabilidad, generosidad, altruismo y fraternidad.

En el libro gauchesco “Martín Fierro” de José Hernández, el protagonista expresa: “Los hermanos sean unidos” calificando el vínculo como de ley primera.

Ciertas logias u organizaciones secretas, entre las cuales se destaca la masónica, se denominan fraternidades, lo mismo que ciertos grupos universitarios unidos por prácticas y costumbres comunes.
En muchas partes del mundo, continuamente se lesionan gravemente los derechos humanos fundamentales, sobre todo el derecho a la vida y a la libertad religiosa. 

El trágico fenómeno de la trata de seres humanos, con cuya vida y desesperación especulan personas sin escrúpulos, representa un ejemplo inquietante. A las guerras hechas de enfrentamientos armados se suman otras guerras menos visibles, pero no menos crueles, que se combaten en el campo económico y financiero con medios igualmente destructivos de vidas, de familias, de empresas
.
Decía Edgar Morin: la libertad se puede instituir. La igualdad se puede imponer. La fraternidad, en cambio, no se establece con una ley, ni se impone desde el Estado. Viene de una experiencia personal de solidaridad y de responsabilidad. 

Por sí sola, la libertad liquida la igualdad y la igualdad impuesta como único principio destruye la libertad. Solamente la fraternidad permite mantener la libertad, pero sin abandonar la lucha por suprimir las desigualdades.


Hugo W Arostegui

Ser Agradecido


La gratitud es una de las actitudes más importantes que puedes adquirir, y una de las que más cambiará tu vida con diferencia.
Alguien agradecido está mucho más cerca de lo que significa ser feliz, y de llevar una vida más plena de lo que lo está una persona crítica y malhumorada.

La gratitud cambiará tu perspectiva de la vida.
Las personas agradecidas ponen su foco en dar y en los demás, las personas desagradecidas se fijan más en sí mismos, y se revuelcan en autocompadecerse, en su inseguridad y en sus dudas.

La gente agradecida es también mucho más optimista y siempre ve las circunstancias en las que se encuentran como una oportunidad para aprender lecciones y sacar algo bueno, lo cual no implica que no pase por momentos bajos, pero son los menos.

Ten además en cuenta que, cuando practicas la gratitud, no solo tú te sientes bien, sino que contribuyes a mejorar la vida de los demás incrementando su bienestar.

Y te darás cuenta de que cuanto más das más recibes, porque cualquier acto que realices encaminado a mejorar la vida de otra persona redundará en un beneficio para ti mismo.

Practicar la gratitud aumenta nuestra calidad de vida y además fomenta la reciprocidad, siendo en este punto cuando el siguiente mensaje cobra sentido:

Resumiendo, estos son algunos de los beneficios que yo veo en practicar la gratitud:
Nos conecta con la vida.
Contribuye a la felicidad y al optimismo.
Reduce la insatisfacción.
Nos ayuda a adaptarnos a las circunstancias.
Mejora la salud mental y física.
Eleva la autoestima, la confianza y la seguridad.
Nos hace más conscientes y nos permite vivir en el presente.
Mejora nuestras relaciones haciéndolas más sanas.
Nos enfoca en lo positivo y en sus valores.

¿No te parecen razones suficientes como para ponerte a agradecer ya mismo?

Y por si todavía no lo ves claro, y para complementar toda esta verborrea, te dejo con una pequeña historia que a mí me resulta especialmente reveladora.

“A una estación de trenes llega una tarde una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren se retrasará y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.

Un poco fastidiada, la señora va al kiosko y compra una revista, y en otra tienda compra también un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un periódico. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una, comienza a comérsela despreocupadamente.
La mujer se siente indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a ignorarlo haciendo como que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita, la exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.
Como única respuesta, el joven sonríe… y se sirve otra galletita.
La señora gruñe un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo una última galletita. ‘No podrá ser tan caradura’, piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Y con una sonrisa amorosa le ofrece media a la señora.
– ¡Gracias! – dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
– De nada – contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: ‘Insolente’.
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas… !Intacto!.”

Y ahora dime:

¿Tú como prefieres ser?

Convivencia Humana


Convivencia: Acción de convivir, relación entre los que conviven”.  
Convivir: Vivir en compañía de otro u otros

“Los estudiosos e investigadores han comprobado desde la psicología a la fisiología, desde la sociología a la medicina, que la convivencia es uno de los factores más trascendentes no sólo para el bienestar y la felicidad, sino para el sostenimiento de la salud total.

 La convivencia es una forma de relacionarnos que debemos escoger desde muy jóvenes. Para la convivencia positiva es necesario el respeto, el amor, el perdón, entre otros, debemos tolerar costumbres de otras personas.

El ser humano tiene dos necesidades sociales básicas: la necesidad de una relación íntima y estrecha con un padre o un cónyuge y la necesidad de sentirse parte de una comunidad cercana e interesada por él. Los seres humanos son fundamentalmente animales grupales y su bienestar es mucho mayor cuando éste se encuentra en un ambiente armónico, en el cual se vive en estrecha comunión.

Para la supervivencia es indispensable la independencia y la autoconfianza, pero en el discurrir de la vida no puede prescindirse del apoyo y de la compañía de los otros.

Como señalan ciertos exponentes del existencialismo no puede haber un "yo", sin un "tú". Esta interdependencia social es mucho más que un abstracto concepto filosófico, constituye una necesidad humana fundamental”
Publicado por Abril Mariana

Los seres humanos tenemos necesidades básicas para poder sobrevivir. Una de estas necesidades es relacionarnos con otra persona desde el momento mismo de la concepción, hasta poder valernos por nosotros mismos y, en la mayoría de los casos, hasta en la fase final de nuestra existencia.
La Convivencia Humana es una forma de relacionarnos que debemos escoger desde muy pequeños, para poder convivir armoniosamente.

No puede haber solo un “yo” o un “otra” persona, para que una convivencia sea efectiva y positiva, es necesario el amor, el respeto, el perdón y, sobre todo, la tolerancia de aceptar la otra persona tal cual es y si Dios nos acepta como somos, Porque nosotros no podemos.

“Quien es capaz de vivir en sociedad y no tiene necesidad de ella, porque se basta así mismo, tiene que ser un animal o un dios”.Aristóteles
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El hombre no solo vive, sino que convive, el hombre no puede vivir como hombre sin convivir, sin inter relacionarse con otros hombres.

Los valores nos proporcionan pautas para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Los Valores son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar de una convivencia humana armoniosa.

Podemos concluir diciendo que, para que haya una buena convivencia humana, tiene, necesariamente, que haber un mutuo respeto. 

Como decía Benito Juárez “El respeto al derecho humano es la paz” y así vivir una armoniosa relación, aceptando y respetando el individuo, con sus creencias, culturas y credo.-


Hugo W Arostegui

sábado, 22 de julio de 2017

Cuando Pospones Para Mañana


 “Un día de estos lo dejo todo y me voy”
“A ver si un día me animo y doy el salto”

Son sólo algunas de las frases con las que te autoconvences de que con visualizar un cambio y desearlo es suficiente para conseguirlo. La realidad es que estos mensajecitos son un freno a tu presente, una prórroga que renuevas para seguir estancado sin el menor esfuerzo.

“A veces la diferencia entre querer ser feliz y serlo estriba en pasar de tener deseos a formularse objetivos”

Mientras “deseas” vives consolado con la fantasía de los sueños, con el alivio inmediato que otorga el pensar “¡cómo de diferentes podrían ser las cosas!” Por breves instantes, te metes de lleno en el cuento de la lechera, creyendo que desear es cambiar.

Luego aterrizas en la cruda realidad y es tan distante tú “yo presente” de tu “yo futuro” que te vienes abajo, posponiendo de forma condescendiente tu viaje al cambio
.
Cada vez que simplemente deseas y postergas la acción, aumentas la probabilidad de quedarte en la zona de confort, o lo que es peor involucionar. Así que a partir de ahora, cuando te escuches eso de “ya si eso empiezo mañana”, “el mes que viene me pongo con ello sin falta”, “no veo el momento de comenzar con eso”, etc.; reconoce abiertamente que estás procrastinando.

Por el contrario, proponerte un objetivo es trazar un puente entre el deseo y la acción. Cuando te marcas una meta, no esperas a que la suerte, las circunstancias u otros te den el pistoletazo de salida, sencillamente te comprometes contigo mismo a emprender a través de acciones concretas.

Ponte un brazo en cabestrillo durante un par de semanas. Aunque no tengas lesión alguna, deja de utilizarlo. En poco tiempo notarás cómo verdaderamente te cuesta ejecutar hasta los más sencillos movimientos.

Todas las habilidades que tienes, pero que no pones en marcha desde hace tiempo por pereza, estrés o desmotivación, van perdiendo espacio, fuerza, funcionalidad y eficacia en tu vida. Si pospones el cambio, tus destrezas dejan de actualizarse y se oxidan.

¿Conoces esa sensación incómoda, que puede tornarse en angustiante, cuando vas aplazando una y mil veces algo que te demanda un esfuerzo y una determinación que en ese momento no tienes?

Sí, pues entonces sabrás que las asignaturas pendientes se convierten en poderosas acosadoras: se presentan continuamente para hacerte sentir culpable por lo que hoy ya “deberías” tener, ser o hacer.

Dilatar en el tiempo una acción puede evitarte la confrontación a corto plazo, sin embargo a medio plazo la ansiedad llamará a tu puerta para restregarte los motivos por los que no te sientes orgulloso de ti mismo.

¿Quieres decidir por ti mismo, sentirte agente activo de tu vida y tener cierto control sobre los acontecimientos? Entonces apostarás, sin duda, por encargarte hoy de afrontar el aquí y el ahora.
Cualquier pequeña acción propia presente, por difícil que te resulte, te hará sentir infinitamente más satisfecho que miles de deseos glamurosos lanzados cual monedas a la fuente del mañana.

Si decides cambiar mañana, tal vez no estés decidiendo plenamente, pues el día X podrás encontrarte reaccionando a duras penas a las decisiones que otros o el destino tomaron por ti.




Insolentes


Aunque durante muchos años había relegado los principios bíblicos a un segundo plano, parece que William Wilberforce, el genial político y filántropo inglés, nunca llegó al punto de ser un “insolente”. ¿Por qué digo esto? Porque en 1784 William decidió ir a vacacionar a Francia e Italia. 

Tal desplazamiento implicaba un recorrido de mil novecientos kilómetros por las serpentinas sendas de los Alpes, en un carruaje tirado por caballos. Cuando ya tenía todo arreglado le sobrecogió una gran preocupación: ¿Quién lo acompañaría durante ese trayecto? Equivocarse en ese punto podría dar al traste con el descanso que tanto anhelaba.

Un día Wilberforce se encontró con un antiguo amigo: Isaac Milner. Aunque hacía  mucho que no se veían, Milner estaba al tanto de los éxitos políticos de Wilberforce; y Wilberforce conocía muy bien el prestigio académico de Milner. Así que, contrario a lo que hace el “insolente”, Wilberforce creyó que el “sabio” Milner habría de ser un excelente compañero para su viaje, y lo invitó. ¿Quién era Isaac Milner? Era el inventor y matemático inglés que servía como profesor lucasiano en la Universidad de Cambrigde.

Quizá te preguntes: ¿Y qué es eso de “profesor lucasiano”? Es uno de los títulos  académicos más prestigiosos del mundo. La Cátedra Lucasiana fue fundada en 1663 por el reverendo Henry Lucas, del cual deriva el término “lucasiano”. Los que han ocupado esa posición se cuentan entre las personas más destacadas de la historia. Para que tengas una idea: Isaac Barrow, Isaac Newton, Paul Dirac y Stephen Hawkins han sido profesores lucasianos. 

Actualmente, el profesor Lucasiano de Cambrigde es el físico británico Michael Boris Green.

Lo que quiero que fijes en tu mente es que William Wilberforce supo elegir a su compañero de viaje. Tan acertada fue su decisión, que las conversaciones sostenidas durante aquellas vacaciones produjeron un cambio perdurable en su vida.

¿Quiénes son tus compañeros en este viaje que se llama “vida”? ¿Cuáles son las personas con las que pasas tu día a día? ¿Te rodeas de gente prudente, que hace grandes aportes a tu crecimiento personal? ¿O eres un “insolente” que prefiere huir de las buenas compañías?