jueves, 18 de enero de 2018

Poesías



LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

(De "Cantos iberos", 1955)

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque a penas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.

Vanidades


Todos saben que la vida es breve como un soplo, pero muchas personas viven como si la vejez y la muerte no fuesen a llegar.

Corren desesperadamente en busca de la felicidad y procuran la satisfacción de sus deseos a cualquier precio.

Pienso que cuando nuestros ojos se ponen borrosos debido a la miopía de las futilidades y no consiguen ver muy bien cómo son las cosas, podemos ver el mundo a través de los ojos de alguien que ve y discierne más allá de nosotros.

Además, tenemos muchísimas historias de vida que nos enseñan lo que no debemos hacer y lo que no debemos hablar jamás, y sabios son los que logran asimilar y cambiar sus pensamientos y perspectivas.

Todos los hombres son iguales, y basta tener éxito en algo para sentirse mejor que los demás y con la sensación de que durará para siempre. Si el ser humano no está atento a su corazón, rápidamente se convierte en un vano delante de las conquistas. Y vivir ante esa vanidad es vivir en el “espacio vacío, más vacío todavía”. Esa fue la conclusión del rey Salomón, que vivió en el apogeo de la gloria humana, del lujo, de los placeres y hasta de la cúspide de la sabiduría.

Luego al tratar dar sentido a esas cosas, él termina su vida con la conclusión de que todo es vanidad. Su aprendizaje fue tan grande que él repite varias veces en el libro de Eclesiastés que todas las cosas “bajo el sol” son distracciones inútiles y temporales. Todo es ventajoso por un tiempo, pero luego pierde la gracia y cae en la monotonía.

Estamos frente a un nuevo año, y muchos planifican, sueñan, y para realizarlos trabajan exhaustivamente, pero se olvidan de que cualquier emprendimiento humano sin Dios, está destinado al fracasado.

El real valor de la vida está en vivir la fe, y la solución para que jamás alguien se sienta más de lo que realmente es, es mantener la concentración en la Palabra de Dios.

Todos siguen el mismo rumbo: envejecer y morir. Y nuestro propio cuerpo nos enseña. Cada año disminuyen las fuerzas, las canas se instalan peleando con la juventud, la memoria y la voz empiezan a cambiar…

Para no frustrase, comprenda el propósito de su vida en este mundo y ponga toda su fuerza en la búsqueda de la eternidad con Dios. ¡La satisfacción de tener paz con Él es incomparable! La belleza y la fuerza que vienen de Él, el tiempo no roba. Y ser elegido en Su corazón nos hace el más feliz de los hombres.


¡Esa es la única gloria que vale la pena buscar!

Sapos de Otro Pozo


Muchas veces me siento un sapo de otro pozo.

En especial cuando estoy en situaciones que me son ajenas, generadas por gente con la que no tengo mayor afinidad pero con la que por algún motivo tengo contacto.

Parecería que como alguien allegado tiene una persona que es amiga, vecina o familiar, ese tercero también debería comenzar a formar parte de nuestro círculo, o tendríamos que sentirnos muy bien en su presencia.

Pero esto no siempre es así.

Es que cada uno de nosotros tiene la capacidad de ver y de sentir cosas diferentes a las de los demás.

Y si alguien no nos cae del todo bien, no hay por qué esforzarse: así como no todos nos quieren, no podemos elegir a todo el mundo por el simple hecho de que vengan “recomendados”.

Quizá esa persona no termina de cerrarte (o ni empieza a hacerlo) porque se trata de alguien a quien le gustan los juegos de poder, o manipular. Hay quienes disfrutan de intentar sacarles la energía a los demás y así sienten que reinan.

Tal vez es alguien que no saca lo mejor de nosotros o, simplemente, no nos da gusto tenerlo cerca.

No hay por qué aceptar a toda la gente que se nos acerca y quiere ser parte de nuestro círculo de amistades, aunque se traten de conocidos de larga data.

Y así uno comienza a sentirse un sapo de otro pozo. A no pertenecer a ese sitio, a esa compañía o a ese entorno.

A veces el motivo es bastante aparente (una persona gritona o de malos modos, actitudes que nos son extrañas o nos molestan) y otras no lo es tanto. ¡Pero es muy bueno que esto suceda! Solo nosotros sabemos qué nos hace felices y quiénes nos potencian positivamente. Esto varía en cada uno, por lo que no se puede generalizar. Que alguien cercano disfrute de ciertos seres o situaciones no implica que a nosotros también nos haga bien o nos guste.


Siempre tenemos la posibilidad de decidir las compañías con las que deseamos estar. No elegir estar con alguien no implica necesariamente la soledad, sino hacer una elección saludable, para nuestro bienestar.

Lo Que Perturba La Conciencia



La conciencia perturba, yo creo que en Occidente ha de haber una conciencia que molesta y perturba, una especie de mala conciencia. Digo esto porque creo que no en vano, el siglo XX es el siglo del totalitarismo, del estalinismo, del nazismo; del fascismo, el siglo de la miseria del "tercer mundo", el siglo del hambre del "tercer mundo". Es el siglo donde la muerte por el hambre ha azotado a muchos países pobres y Occidente contempla todo ello, Europa contempla todo esto y por su puesto sin hacer nada.


¿No habrá en Occidente, en Europa una conciencia que perturba?, ¿una conciencia que grita diciendo que la historia de occidente es una historia sacrificial, una historia construida con sacrificios humanos, una conciencia de que la paz del occidente se ha construido sobre víctimas?

Todo lo que pasa en Occidente, no es un accidente, sino que pertenece a la lógica del desarrollo, a la lógica interna del despliegue de occidente. Porque Occidente se ha autopercibido a sí mismo como el territorio del intelecto y, por ende, tiene la autoimagen de ser el continente de la razón, donde la razón se expresa, donde la razón ha madurado, donde la razón dice lo mejor de lo que el hombre es.

Occidente es el continente de la razón y del saber, de un saber universal y necesario y porque es un continente de la razón, del saber, de la verdad, del conocimiento, del intelecto, de la universalidad y de la necesidad; el continente de la ciencia y de la técnica, es un continente entonces, que rompe lo antiguo, que forja la verdad y, por ende, este continente se concibe a sí mismo como portadora de una misión. ¿Qué misión?

Occidente es el continente que cree que en él ha acontecido la objetividad y por eso mismo piensa que tiene la misión de expandirse, de colonizar, de dominar y enseñar. 

Occidente por siglos ha asumido la tarea, gracias a la autoimagen que tiene de sí mismo, de realizar la cruzada cultural; desde allí dicen que hay que leer el proceso de civilización; la idea de civilización es europea y cuando digo europea digo euro-céntrica. Civilización significa Europa auto designándose, autonombrándose, el proceso civilizatorio es expansión del occidente. El proceso de civilización se formula como colonialismo y se formula como imperialismo. 

Nos decía claramente Levinas: "Uno puede extinguir lo mismo del otro". La historia de civilización es la historia del occidente expandiéndose por el mundo negando la diferencia y la alteridad. De otra manera, lo mismo anulando lo otro, absorbiendo lo otro; civilización es igual a la negación y reducción de la alteridad, es decir, significa lo otro asimilado en uno mismo. Proceso de expansión, de progreso, de civilización es Occidente absorbiendo y convirtiendo lo otro en lo mismo. En ese proceso de voluntad de poder, de dominación violento, de anulación de la diferencia se fue gestando lo que luego será la mala conciencia del Occidente. 

América es un continente descubierto, no importa que haya tenido una población extensa habitándolo. Occidente piensa que ella descubrió América, porque solo existe lo que ella conoce, ya que Occidente es la medida y el parámetro. Por eso el descubrimiento de América no es un descubrimiento sino un encubrimiento, no es un encuentro sino un desencuentro, en otras palabras es lo mismo anulando lo otro, es la alteridad siendo sometida. 

La lógica del desarrollo occidental es la lógica de integrar a la historia a los que no son parte. Historia por siglos se escribió con mayúsculas. Había que integrar a la historia a aquellas personas quienes han nacido en la parte equivocada del mundo y, por lo tanto, Occidente durante siglos sintió que tiene la misión de la ética, porque civilización tiene un correlato epistemológico y la civilización se expande por que Occidente es el continente de la verdad y porque fuera de la verdad no hay nada, por lo tanto hay que reducir, conquistar y dominar.

No entiendo por qué hay una conciencia que perturba en Occidente; en otras palabras, no entiendo por qué justamente allí se desarrolló el nazismo y el fascismo. ¿Pura casualidad o pura causalidad?

Mentira: Recurso Con Fecha De Vencimiento


No me gustan las mentiras que consuelan, ni las medias verdades ni aún menos las falsedades enteras. Prefiero la verdad, aunque duela. Aunque me parta el alma, porque al menos seré libre de tomar el camino que desee y sanar mis heridas con el tiempo.

De niños, lo habitual es que nos eduquen para decir siempre la verdad. Ahora bien, al final, siempre llega un momento en que hacemos un primer uso de la mentira: por evitar un castigo, para conseguir un objetivo, para adaptarnos a una situación…

En ocasiones, basta una sola mentira para poner en duda todas las verdades. Es ahí cuando lo perdemos todo, ahí cuando se desvanece nuestra integridad, nuestra valía…

Queda claro que todos nosotros hemos hecho uso de esas “medias verdades” en alguna ocasión. No obstante, si hay algo que tenemos claro es que existen distintos grados de mentiras y que la naturaleza de muchas depende de la situación en la que nos encontremos. No pasa nada si cuando nos preguntan “cómo estamos” respondemos con un “estupendamente”. Aunque sea mentira y estemos pasando una mala época, comprendemos que es un simple formalismo sin mayor relevancia.

La falsedad adquiere su matiz más negativo, si con ella dañamos a quienes nos rodean. Hay quien hace uso de la mentira porque teme que la verdad cause demasiado dolor o que las consecuencias le afecten de un modo no deseado.
La mentira hace prisioneros y nos condena a mantener vidas vacías, falsas y carentes de autenticidad. A todos nosotros, sin duda, nos duelen esos comportamientos, esas actitudes de quienes dicen querernos pero nos ponen un velo en los ojos mientras nos repiten que todo está bien. Que no pasa nada…

Una mentira piadosa o una mentira que busca ofrecer consuelo, jamás será tolerable. Ninguno de nosotros tenemos derecho a actuar de un modo tan paternalista como para pensar que la otra persona no es “válida” o no es merecedora de conocer la verdad.

Lo que duele no son las mentiras o las falsedades pronunciadas con admirable entereza. Lo que hiere, lo que sangra en nuestra alma, son las verdades que se callan y las palabras que se guardan.

Dicen que la verdad duele, que la mentira mata y que la duda desespera. Todas son pulsiones, emociones humanas que hemos vivido en carne propia. Nadie es inmune a ellas.

No te preocupes si me haces llorar con la verdad, lo prefiero a que me destruyas con la mentira y que sigas disimulando como si no pasara nada, como si todo fuera bien.


La mentira y la falsedad tienen siempre fecha de vencimiento, pues necesitan de muchas circunstancias para sostenerse. Esto acaba convirtiéndose en una espiral de enormes dimensiones que el mentiroso no puede manejar.

La Fuerza Que Dan Los Años


“Para cambiar de verdad, hay que cambiar de conducta y no solo la actitud”, es uno de los principios que conforman “El método” (Grijalbo) de estos dos psicoanalistas norteamericanos. Phil Stutz es psiquiatra y Barry Michels es licenciado en derecho y master en sociología. Se conocieron en Los Ángeles, donde llevan años practicando su metodología, que aseguran, ha servido a muchas personas, donde incluyen al mundo del espectáculo hollywoodiense.

Entre ambos acumulan 60 años de experiencias terapéuticas y es justamente, ese carrete el que les han permitido discernir cinco problemas esenciales, que afirman, son los que impiden a la gente vivir como desea. “La felicidad y la satisfacción que obtengas en la vida dependerán de hasta qué punto logres liberarte de esos problemas”, dicen. Lo que entregan en este libro es una guía de herramientas que funcionan en la acción y cuando se unen a ciertas fuerzas superiores, las que explican, provienen del “mundo superior” o espiritual, y son la base para resolver los problemas, pero sin caer en dogmas asfixiantes. “El primer paso es aprender a tener miedo sin la imagen mental del temido acontecimiento futuro”. Y más que centrarse en un problema, la atención debe estar puesta en la solución. “Es tomar a los problemas no como obstáculos sino como oportunidades para entrar en aquel mundo de posibilidades sin explotar”, expresan.

De esta manera, proponen sacar partido a cada problemática que se enfrenta en la vida diaria, mediante sus técnicas que describen como poderosas pero simples y las que cualquier persona, que quiera ser protagonista activo de su vida, puede echar mano. La idea es salir del dogma asfixiante de la psiquiatría tradicional y aprender a manejar el dolor, los miedos, superar fracasos y volver a hacer aquellas cosas que nos benefician en vez de abandonarlas.

Combatir el miedo “La inversión del deseo” es la que encabeza las enseñanzas y va acompañada de la fuerza superior, “La progresión”. En esta, abordan los excesos de comodidad en que se cae por el temor al sufrimiento y por lo que la capacidad de movimiento e interacción se restringen. “Elige algo que odies: viajar, conocer gente nueva, las reuniones familiares….¿cómo organizas tu vida para poder evitarlo? Imagínate que esas pautas son un lugar donde te escondes: es tu Zona de comodidad. ¿Qué sensación te produce?”, cuestionan. Los analistas describen que tener este tipo de conductas coartan las posibilidades de experimentar y además, cierran las motivaciones y lo que es peor, dicen, “no podrás estar del todo vivo”. Para salir de estos cuadros proponen la progresión y el negarse a vivir una vida limitada, superando el dolor, rechazo, el fracaso y hasta momentos breves de vergüenza y ansiedad.

Esta conducta que ejemplifican de no evitar nada e ir en pos de aspiraciones más altas, afirman, estaría bajo el alero de una fuerza superior de progresión, que daría paso para ir superándose en cada momento de la vida. La herramienta, entonces, que presentan es en otras palabras, la “búsqueda del dolor” o desear el dolor. “Has escogido tu deseo normal de evitar el dolor y le has dado la vuelta: lo has convertido en deseo de enfrentarte a él”, enfatizan. No es masoquismo sino armarse de coraje para enfrentar los dolores que sean necesarios. “¿Qué más puede suceder? Y si ocurre algo peor, también pasará y lo que es mejor, te liberará y éste empequeñecerá.” Para recordar qué hacer, describen los siguientes pasos: “Venga”, “Me encanta el dolor”, “El dolor me libera” y cuando se adquiere la seguridad en su manejo se habrá dominado el miedo al dolor. Aparecerá, señalan, la fortaleza, la valentía, la fuerza interior. “El miedo casi siempre está ligado a la imagen de algo horrible que sucede en el futuro. ¡Cómo diga lo que pienso, me despedirán’. ‘Si monto mi propia empresa, lo perderé todo’… cuanto más se convierta esta imagen futura en una fijación más nos paralizará y no podremos actuar hasta tener a certeza de que sí se producirá; pero esa certeza es imposible”, advierten.

Aunque resulte difícil admitirlo, sentencian Phil Stutz y Barry Michels, toda nuestra cultura se basa en la mentira de que se puede estar seguro del futuro. El adquirir y practicar esta herramienta servirá para ampliar el círculo profesional y social, ejercer la autoridad, superar fobias, desarrollar capacidades para las que es necesaria una implicación disciplinada a largo plazo y abrir nuevas perspectivas sobre la dinámica familiar. Las otras cuatro claves “El amor activo” está pensado cuando una persona nos enfurece y uno no se la puede quitar de la cabeza, se repite mentalmente lo que te hizo y se pasan fantasías de la venganza, todo eso es lo que los autores llaman el “laberinto que deja tu vida en suspenso mientras el mundo sigue adelante sin ti”. A su juicio el origen de este comportamiento se debe a una idea infantil de que la gente “te trate justamente y te niegas a seguir viviendo hasta que se haya hecho justicia, y como esto último rara vez ocurre, no sales de la trampa”, anotan. La herramienta, por tanto, está pensada en abrir el corazón hasta tal punto que permita abrazar sutilmente a la otra persona y enviarle todo el amor posible sin guardarse nada. La fuerza superior que está detrás de esta herramienta es la “efusión, que es la fuerza que lo acepta todo como es”. A esta, le sigue la tercera herramienta: “La autoridad interior” y que está pensada para enfrentar situaciones en las que cueste la expresión y la relación con los demás, “para esos momentos en que te bloqueas y te quedas rígido, incapaz de expresarte con naturalidad y espontaneidad”, explican. La herramienta permitiría vencer la inseguridad y ser tú mismo. Para ella, la fuerza interior que usa es la “Expresión personal”. Esta, dicen, nos permite revelarnos de forma veraz y auténtica, sin que nos importe la aprobación ajena. “En los adultos, esta fuerza queda sepultada en la Sombra. Conectándote con esta última, la herramienta te permite resucitar la fuerza y hacer que fluya a través de ti. Trabajo personal “El flujo de la gratitud” es la cuarta técnica para salir de las preocupaciones, desprecio hacia uno mismo o cualquier otra forma de pensamiento negativo. “Si es ocurre es que se ha apoderado de ti la Nube Negra, que limita lo que puedes hacer con tu vida y priva a tus seres queridos de lo mejor de ti”. La herramienta propone enumerar en silencio las cosas concretas que puedes agradecer, sobre todo las que normalmente se dan por sentadas. Se pueden incluir las “malas” y hay que hacerlo despacio para sentir la gratitud y dejar de pensar. La fuerza superior que jala es la “Fuente”. “Hay en el universo una fuerza superior a la que no solo no somos indiferentes, sino que nos creó y sigue estrechamente vinculada a nuestro bienestar. La experiencia de su poder avasallador disuelve cualquier negatividad, pero sin la gratitud no podemos percibir la Fuente”, anotan. Como sello de oro y para usar en caso de emergencia está la quinta herramienta “El Riesgo”, pues se deberá usar cuando ninguna de las anteriores se ha tomado en serio. Es la alarma que hace poner freno a la tontera humana, por llamarlo de alguna forma. Se usa contra la ilusión de poder conseguir por magia la solución a todos los problemas. Es decir, sin esfuerzo, trabajo ni dedicación. La herramienta es en pocas palabras: “Te ves a ti mismo en tu lecho de muerte. Este yo más viejo, al que ya se le ha acabado el tiempo, te grita que no desperdicies el presente”. La fuerza superior que llama es la “Fuerza de Voluntad”, 

miércoles, 17 de enero de 2018

Compañerismo


Nos pasamos intentando definir el amor. Lo desmenuzamos según categorías o tipos para intentar entenderlo mejor. Dividimos lo indivisible. Leemos sobre la pareja, la amistad, los vínculos de familia. Nos preguntamos, ¿qué es el amor? ¿Qué es la amistad? Nos guía el anhelo de develar misterios para lograr mayor bienestar. Intuimos que en algún lugar de esas definiciones se encuentra la llave para sentirnos más felices. Sabemos que es ahí, en el encuentro con el otro, en la manera de vincularnos, donde podemos aprender a vivir una vida más plena.

Tal vez sea ese afán de definirlo lo que nos sigue limitando a la hora de expandirlo: nos mordemos la cola como los perros pretendiendo explicaciones teóricas y nos distraemos demasiado explorando definiciones sobre el amor. 

Después de todo, cada uno se ha forjado su propio diccionario a partir de los primeros vínculos. Aprendimos a "amar" -por llamarlo de algún modo- de acuerdo a aquellas primeras pautas y modelos de nuestra niñez. 

Cada uno, desde su historia y sus condicionamientos, podría armar su propio tratado del amor y de los vínculos y su manual de necesidades e instrucciones para "buscarlo" eternamente. Pero, como dijo alguna vez el psiquiatra chileno Claudio Naranjo: "Puede ser una trampa buscar el amor. Porque cuando uno más intensamente lo busca, más se distrae de la posibilidad de ejercerlo". Entonces: ni buscarlo, ni definirlo: practicarlo.

Para ejercerlo hay una palabra clave, cotidiana, que se da en todas nuestras relaciones y en la comunidad a la que pertenezcamos: familiares, laborales, deportivas, etc. La palabra es compañerismo. Al definir compañerismo no hay manera de caer en abstracciones. No hay forma de distraernos.

El término compañero tiene sus raíces en el latín, en la palabra "cumpanis" que significa compartir el pan. Lo mismo que la palabra compañía y acompañar. No hay comida más básica y universal que el pan. Desde el principio de los tiempos.

Llevado el compañerismo al amor de pareja, hasta en la pobreza la frase considera suficiente el "contigo pan y cebolla".