No es maravilloso soñar cuando aún todo es posible, cuando
todo está al alcance de la mano, de las ganas y el esfuerzo, cuando acabas de
empezar un proyecto y la ilusión te embarga dándote un empuje que te hace
luchar contra viento y marea sin que
nada te importe?
Entonces, paso a paso comienzas a hacer todo lo necesario
para acercarte al objetivo, no importa lo lejos que esté, tienes fuerzas de
sobra para luchar por
ello. Es cuando ves que los imposibles son posibles si luchas por ellos con
todo tu empeño.
Pero resulta que no todo es tan bonito, resulta que fallas
en el primer intento, en el segundo, e incluso, puede que falles en más
ocasiones, y entonces, aquello que era posible se vuelve imposible. Pero, si antes era posible, ¿por qué va a dejar
de serlo?
La diferencia entre QUERER y PODER es CREER
El objetivo es el mismo pero tú no, y es ahí donde nacen las
dudas, donde los monstruos de tu interior se abren paso para que las dudas
sobre ti, y tus capacidades, superen a la ilusión y las esperanzas que tenías
cuando empezaste persiguiendo tu sueño.
Y es cuando con el tiempo comienzas a ser tu mayor enemigo, cuando dejas de
darte esperanzas y comienzas a hundirte en el desánimo. Cuando en lugar de
soñar construyes obstáculos en tu camino.
Cuando dejas de tenderte puentes para
ponerte trampas en el camino.
Cuando dejas de saber que la única diferencia entre querer y
poder es creer, porque si crees que puedes lucharás por ello, y si luchas
por ello sin rendirte en algún momento, tarde o temprano, lo lograrás. Porque
si luchas por ello y pones todo de tu parte para conseguirlo, hasta la
escurridiza suerte tiene que cumplir las leyes de la probabilidad.
Pero soñar, luchar, no es dejar de tener los pies en el
suelo. Luchar no es dejar de ser realista,
porque sigues sabiendo que tu objetivo es complicado, pero también sigues
creyendo en ello, creyendo en ti, dándole una oportunidad a la fe para que
mueva montañas.
La fe en ti no implica intentar atrapar un arcoíris con las
manos o meter toda el agua del mar en una botella. Tus sueños no son demasiado grandes si
tú no te vuelves demasiado pequeño para ir tras ellos. El momento de luchar es ahora, porque
es ahora cuando sabes que es lo que quieres y hay personas que tardan una vida
en saber sólo eso.
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