Como sabemos la mente siempre nos está mostrando imágenes y creando películas de cómo sería nuestra vida perfecta y llena de felicidad. Un mundo mental donde todo es felicidad va en contra de la realidad de la vida donde el dolor, el sufrimiento, las desgracias naturales y personales son parte de la naturaleza humana.
Este choque entre el mundo real (Injusto), donde nacemos, envejecemos, enfermamos, sufrimos en el amor, trabajamos duro y muchas veces no alcanzamos a obtener las cosas materiales que queríamos y aun así, finalmente moriros y el mundo imaginario de nuestra mente (Justo), donde nos trata de convencer que la vida no debería ser así y nos muestra su “versión” de cómo debería realmente la vida, y le creemos a la mente y empezamos a creernos que deberíamos tener todas las cosas materiales que queremos, el amor, el reconocimiento de los demás, la salud, la fuente de la eterna juventud y la vida eterna.
Esto es la fuente del sufrimiento humano que se deja llevar de la “insaciabilidad de su mente”. Si tú observas tu mente te darás cuenta que siempre está “hambrienta” por algo más, nunca está satisfecha. Por ejemplo, si te compras un carro del año, la mente te dirá que ya están promocionando el nuevo modelo del año próximo. Si compras una casa creyendo que finalmente serás feliz, tu mente te empezara a recordar que tus amigos tienen una finca y tú no.
En pocas palabras si tú escuchas a tu mente y no te das cuenta de que ella siempre está anhelando algo más, vas a terminar viviendo una vida donde estuviste persiguiendo una fantasía de un mundo creado por tu mente y al final no pudiste vivir tu vida plenamente.
El ejemplo más claro no lo da los titulares de los medios de comunicación cada día cuando nos informan que un actor, una actriz, un cantante, una cantante se suicidan o son internados en un programa de rehabilitación de drogas. Estas personas que supuestamente tienen lo que nosotros quisiéramos en la vida, status, fama, admiración y dinero y aun así terminan quitándose sus vidas o refugiándose en las drogas.
La razón es que estas personas le han hecho caso a sus mente y buscaron la felicidad en lo que las mente les mostro. Cuando finalmente “descubren” que estaban viviendo un engaño y nunca encontraron la “felicidad” que las mente les prometió. Deciden suicidarse o refugiasen en las drogas para poner fin a su dolor emocional.
No le hagas caso a la mente, no te dejes llevar de su insaciable deseo de querer algo más a cada instante.
Recuerda que una de las características de la mente es siempre estar insatisfecha y desear algo más. No le sigas su juego.
Valora lo que tienes y disfrútalo al máximo, aprecia a las personas que están cerca de ti y dales el valor que se merecen.
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