El universo tiene una característica muy importante, que
además es muy útil a la hora de comprender mejor nuestra vida: nada es como es
por casualidad, todo
lo que existe tiene una forma asociada a su función.
Así pues, no eres como eres por casualidad. Tienes una función dentro del universo,
y tu forma es perfecta para llevarla a cabo.
Tu Lugar en el Mundo: Puedes Descubrirlo a Través de tu
Forma
Cuando no sabemos cuál es la función de una cosa, podemos
intentar descubrirla a través de su forma. Es decir, si miramos un objeto
desconocido, podemos intentar descubrir para qué sirve analizando cómo es.
¿Tiene ruedas? ¿Es grande o pequeño? ¿Tiene algún mecanismo? A través de estas
y otras preguntas, podemos ir deduciendo cuál es su función.
Esto mismo lo puedes hacer contigo mismo. Puedes analizar tu
forma como persona: ¿cómo eres? ¿Qué habilidades tienes? ¿Qué te gusta? ¿Qué
sabes hacer mejor? Todas estas cuestiones hacen referencia a tu manera de ser,
y apuntan en una dirección: tu lugar en el mundo.
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