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miércoles, 23 de enero de 2019

Deambular Por La Vida


Caminar es una de las 4 dignidades del ser humano y aunque habitualmente lo hagamos con el fin de llegar de un lado a otro, sin realmente disfrutar del camino y de cada paso, andar puede volver a ser una forma de conectar con el mundo. 

Deambular sin un fin, permitiéndonos ser sorprendidos por el entorno, es una actividad que nos invita a estar  presentes de nuevo y conectar con la vida tal cual está sucediendo. Con cada pisada, con cada encuentro con el suelo.

En palabras de Henry David Thoreau:

¿Por qué resulta a veces tan arduo decidir hacia dónde caminar? Creo que existe en la naturaleza un sutil magnetismo y que, si cedemos inconscientemente a él, nos dirigirá correctamente. No da igual qué senda tomemos. 

Hay un camino adecuado, pero somos muy propensos, por descuido y estupidez, a elegir el erróneo.

Nos gustaría tomar ese buen camino, que nunca hemos emprendido en este mundo real y que es símbolo perfecto del que desearíamos recorrer en el mundo ideal e interior; y si a veces hallamos difícil elegir su dirección, es-con toda seguridad- porque aún no tiene existencia clara en nuestra mente.


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