jueves, 7 de marzo de 2019

Empatía

La empatía nos ayuda a reconocer las emociones que puede sentir la otra persona, así como nos permite ponernos en su lugar para saber qué está pensando.

Últimamente escuchamos hablar sobre la importancia de que las personas tengamos empatía, de educar a los niños para que sean empáticos e incluso, se habla de que las marcas también deben tener empatía, pero ¿sabemos realmente lo que es?

La empatía es un sentimiento que nos permite percibir y comprender lo que otras personas pueden estar sintiendo y por lo tanto, una cualidad esencial para ver el mundo con más amor y compasión.
Partamos de la definición más sencilla de qué es empatía, que es la que nos da la RAE: ‘sentimiento de identificación con algo o alguien’, ‘capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos’.

Cuando hablamos de empatía, nos referimos justamente a la capacidad de una persona para percibir y entender lo que otra persona está sintiendo en un momento determinado, o como diríamos coloquialmente, la capacidad que tenemos de ponernos en los zapatos del otro.

Esto no quiere decir que tengamos las mismas opiniones, que estemos de acuerdo con sus emociones o que sintamos lo mismo y por eso lo comprendamos. En realidad, la empatía tiene que ver con la capacidad de ponernos en la piel de la otra persona y entender aquello que siente y que pasa por su mente, desde su perspectiva y no desde la nuestra.

Es por esto que para poder sentir empatía partimos de la validación de los sentimientos y motivaciones que tiene la otra persona, sin tener en cuenta si estos tienen la misma importancia si lo viéramos desde nuestra propia escala de valores.

Absolutamente todas las personas venimos al mundo con los componentes neurológicos apropiados para sentir empatía. Si lo piensas con detenimiento, la empatía es también un mecanismo de supervivencia que se activa para comprender mejor nuestro entorno, a la persona que tenemos frente a nosotros y ser capaces de generar vínculos y relaciones más profundas con ella.

Así como tenemos personas a nuestro alrededor que son capaces de comprenderlo todo, también hay personas que consideramos cero empáticas, egoístas y que no son capaces de ver más allá las situaciones de los demás; estas son personas que no han desarrollado empatía.

Pero lo cierto es que nuestro cerebro tiene unas neuronas encargadas de permitirnos establecer esta conexión con otras personas, poner a un lado nuestro mundo emocional para que seamos más receptivas hacia las personas o circunstancias en un momento dado.

Entonces, si todas las personas podemos sentir empatía, ¿por qué hay personas que muestran una ausencia total de esta? La realidad es que todas nuestras emociones y sentimientos se van moldeando según las experiencias que tengamos en nuestra infancia, por lo que el contexto social en el que crezcamos, nuestra familia, la educación y los estímulos que recibimos, son responsables de que seamos personas con una empatía desarrollada o no.

Afortunadamente la empatía es un sentimiento que podemos cultivar y ejercitar día a día, siendo más conscientes de ciertos aspectos para mejorar y activando los tres factores esenciales que definen lo que es empatía: la escucha activa, la comprensión y la ayuda emocional, empezando por interesarte un poco más por las personas que te rodean e involucrarte con ellas y con las situaciones.


Lo cierto es que la empatía mejora significativamente tus vínculos emocionales con otras personas, cambia tu perspectiva y tu visión de las cosas, te ayuda a resolver mejor los conflictos, te convierte en una persona más respetuosa, mejora tu inteligencia emocional y te ayuda a desarrollar capacidades de liderazgo, colaboración y negociación. 

Pero lo mejor de todo, es que te hace sentir mejor contigo mismo.

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