jueves, 4 de abril de 2019

Asumir El Compromiso


“Vivimos en un mundo que nos ofrece muchas opciones. Es bueno tener por lo menos cierto número de opciones, por ejemplo, entre diferentes productos que se adaptan a diferentes gustos personales.”

Como no todos quieren el mismo automóvil, los fabricantes nos dan a escoger entre el Audi, el Toyota, el Kia, el Ford y el Citroën; y muchos más. Unas personas se apresuran a comprar el último iPhone y otras esperan el próximo Android o Windows Phone. Unos desean un cereal crujiente para el desayuno, otros prefieren avena. En casi todos los aspectos de la vida moderna estamos acostumbrados a contar con una amplia serie de opciones.

À veces, esta misma abundancia de opciones hace difícil elegir. Hace cuarenta años, el investigador Alvin Toffler publicó un libro titulado: El shock del futuro, en el cual describe el "exceso de opciones", conocido también como "sobrecarga de opciones". Por ejemplo, ciertos estudios encontraron que cuando los compradores ven 30 marcas de detergente para la ropa en el supermercado, no solo tardan más en elegir, sino que hay mayor probabilidad de que no elijan ninguno.

El problema es trivial cuando se trata de jabones, pero cuando se trata de comprometerse con una carrera, un matrimonio o incluso una religión; las consecuencias pueden ser mucho más graves.


¿QUIÉNES TEMEN COMPROMETERSE?
Entre muchos jóvenes de edad universitaria se ha puesto de moda una especie de "cohabitación parcial", en la cual una pareja pasa tres o más noches junta cada semana, pero conservando la opción de regresar a su propia casa. La profesora Tyler Jamison, investigadora en relaciones de familia, recientemente comentó: “La cohabitación es demasiado compromiso para las parejas de hoy. Estas parejas pretenden mantener abiertas sus opciones a la vez que disfrutan los beneficios de una relación. 

Muchos adultos de edad universitaria son estudiantes que pronto se hallarán en un punto de transición en la vida. La mayoría de los estudiantes no tienen un plan definitivo con respecto a dónde vivirán o trabajarán después de graduarse, y la cohabitación parcial es un modo de tener comodidad y facilidades sin el compromiso de vivir juntos ni de hacer planes a largo plazo".

Hace una generación muchos jóvenes no cristianos veían en la cohabitación un modo de evadir el compromiso matrimonial. Hoy, la cohabitación parcial les permite evadir incluso el compromiso mínimo de vivir juntos. La práctica no solamente es contraria a la Biblia, sino que es típica de una tendencia en la cual la búsqueda de "comodidad y facilidad" activamente impide que las personas asuman compromisos importantes.

¿Qué hay detrás de esta tendencia? Un documental transmitido por PBS en el año 2006, sugiere varios factores: "Afán de aventura, deseo de avanzar en la carrera, y adolescencia prolongada. La falta de compromiso también está llegando con fuerza al campo de la religión. Algunos estudios sugieren que los jóvenes de la generación del iPod están eligiendo qué aspectos de la fe adoptarán para formar su propia "’lista de reproducción’ espiritual".


Y tú, ¿qué piensas? ¿Quieres llegar a los 30 años en soltería y viviendo aún con tus padres? ¿Te da miedo "lanzarte" a la edad adulta? Si por el contrario, quieres comenzar bien tus años de adulto, es importante que aprendas a asumir compromisos con sabiduría, ¡y a cumplirlos!

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