sábado, 11 de mayo de 2019

Cansancio Mental

El cansancio mental o fatiga mental es un concepto que puede confundirse con la fatiga física, aunque son diferentes. El cansancio mental está relacionado con los síntomas prolongados de estrés (sea o no laboral), ansiedad, depresión o el exceso de tareas y la falta de recursos.

Este tipo de fatiga es diferente a la somnolencia (necesidad de dormir), aunque la persona siente una pérdida de energía, desmotivación y apatía. Aparece, por ejemplo, cuando una persona sufre burnout y llega el momento en que se siente que no puede más, que sus recursos no son suficientes para hacer frente a la situación y llega a su tope mental.

La fatiga mental suele asociarse al trabajo, puesto que muchos fenómenos relacionado con este campo pueden provocarlo. Las causas más habituales de cansancio mental son:
Exceso de carga mental: las tareas excesivas requieren que el nivel de atención y concentración sea demasiado alto pueden causar la aparición de este fenómeno. El problema principal se encuentra en la duración de esta situación, que acaba por agotar los recursos de la persona.
Factores de la organización: el clima y la cultura empresarial, los compañeros de trabajo o los estilos de liderazgo de los superiores también pueden provocar cansancio mental.
Los recursos de cada persona: algunos individuos toleran mejor las situaciones estresantes que otras.

Estrés y ansiedad: el cansancio mental también puede aparecer en situaciones de estrés (por ejemplo, estrés post traumático o estrés laboral) o ansiedad prolongada.
Trabajos muy mentales: aquellos trabajos con poca implicación física son más propensos a provocar fatiga mental.
Depresión: los síntomas de este trastorno incluyen esta forma de fatiga.


El cansancio mental, esa sensación de que se ha llegado al límite y en la que se siente mental y emocionalmente agotado, puede evitarse y superarse. 

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