domingo, 11 de marzo de 2018

Convicciones



“Lo que creemos tiene el poder para crear y para destruir”

Lo malo es que la mayoría de nosotros no decidimos conscientemente en qué vamos a creer y, además, nuestras creencias se basan a menudo en una mala interpretación de experiencias pasadas. Solemos desarrollar con frecuencia creencias limitantes acerca de quiénes somos y de lo que somos capaces. Como no hemos alcanzado el éxito en el pasado creemos que ya no lo podremos alcanzar en el futuro.

La mayoría de quienes dicen ser realistas están viviendo en el temor, asustados ante la posibilidad de verse defraudados de nuevo. A partir de ese temor desarrollan creencias que les hacen vacilar y esconderse. No están dispuestos a arriesgarse. Son los pesimistas. Manejan expresiones como “es lo que hay” “las cosas son así” o “no hay nada que hacer”. Estas creencias destruyen su capacidad para actuar y enfrentarse a los retos que se les presentan.

En psicología este estado mental destructivo se denomina incapacidad adquirida. Se presenta en las personas que suponen que tienen información completa de una situación por sus experiencias. Esto es debido a una aceptación rígida de algo que funcionó en el pasado y una negativa a considerar otras alternativas y perspectivas. Estas experiencias pueden ser tanto personales como provenientes de situaciones que han observado en otros. También por aprendizajes familiares
.
Los optimistas son aquellos que, a pesar de no disponer de referencias para el éxito, o incluso de tener referencias de fracaso, se las arreglan para ignorarlas. Se imaginan a sí mismos haciendo algo diferente cada vez y teniendo éxito con creencias como “el pasado nunca equivale al futuro” o “si persisto lo conseguiré”. 

Su confianza les hace tenaces y perseverantes y esto les aporta certidumbre lo que contribuye a que desarrollen convicciones poderosas que les ayudan a alcanzar sus objetivos.


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