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viernes, 4 de mayo de 2018

Entrometidos


En estos días estuve leyendo una fábula que me enviaron por correo y la verdad para reenviárselas es como demasiado larga, pero luego de leer y leer y leer lo que más  me gustó fue la moraleja del cuento.  

¿Qué cuál fue la moraleja? Pues ahí les va:

Cada quien mete y saca de su saco lo que quiere.

Claro, para entender esto debería reenviar la fábula, pero es muy larga así que yo solo la traduzco más criollamente de la siguiente manera:  

No te metas con mis temas porque son míos y no son problemas tuyos.  

 Yo siempre digo que la gente es tan cómoda, tan fresca, tan metida, tan metiche,  tan CHISMOSA (porque si fuera de buena intención no lo harían a escondidas, ¿no?) que le encanta meterse en la vida de los demás sin ver que su propia vida da más tela para cortar que la que están criticando o chismoseando.  

Yo por eso VIVO Y DEJO VIVIR.

No me meto en la vida de nadie para que NO SE METAN EN LA MÍA.  

Hago mi vida como mejor me place porque estoy consciente y feliz de saber que no le hago daño a nadie y sobre todo NO ME METO EN LA VIDA DE LOS DEMÁS.  

Pero, como en esta vida todo no es perfecto, siempre hay quien se mete donde no le importa, pregunta lo que no es asunto suyo y chismosea como si la vida que llevara no diera ya bastante pena.  

En fin, me gustó mucho esa fábula y quise traducir la moraleja porque nunca esta demás, ¿verdad ?

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