domingo, 4 de febrero de 2018

Entre Extraños


“Viajar es fatal para el prejuicio, la intolerancia y la estrechez de mente.  Una visión más amplia de las cosas no puede ser adquirida vegetando en una pequeña esquina del mundo durante toda la vida”

Teniendo la suerte de poder estar en constante movimiento, me doy cuenta que, debido a nuestra cultura, religión, sociedad, familia, amigos, medios, crecemos inmersos en una serie de ideas o prejuicios del que muchas veces no somos conscientes. Esto conlleva limitaciones en un montón de situaciones y nos estrecha la manera de percibir y vivir la vida. ¿Cuantas veces estamos en desacuerdo con algo simplemente porque así debe ser, porque nos dicen que así tiene que ser, porque todos los piensan o hacen, sin siquiera tomarnos un momento para buscar razones de peso que lo justifiquen?

Viajar nos enseña a abrirnos de corazón y mente si estamos dispuestos a ello. El llevar tanto tiempo fuera de casa me enseña todos los días cosas nuevas, sobre todo cosas sobre otras culturas, países y grupos de personas.

La vida nos va poniendo donde debemos estar, sobre todo cuando quiere que aprendamos cosas. Y así fue conmigo.

Desde que empecé mis viajes empecé a cruzarme con gente que viene de todas partes del mundo. También así empecé a crear ciertos prejuicios para con algunos grupos en particular. Muchas veces esta opinión estaba influenciada por quienes me rodeaban.

La vida me puso una y otra vez enfrente de estos seres y siempre tuve una idea negativa de ellos
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Sí, también me puso enfrente de otros que hacían honor a mi prejuicio, pero de esos hay en todos lados y no tiene nada que ver con un solo país o cultura. 

Aprendí a primero acercarme, intentar conocer y luego opinar. Aprendí que es importante entender por qué esa persona es cómo es, por qué llegó a lo que llegó, por qué actúa de esa manera frente a la vida, por qué reacciona de cierta manera ante ciertas cosas para ya sea vernos reflejados o adquirir una nueva consciencia.

Sí, me tuve que tragar ese prejuicio y estoy feliz de haberlo hecho. Hoy puedo verlos con otros ojos. Puedo decir que el estar predispuesto a aceptar, conocer y entender nuevas culturas, a salir de la burbuja o de la caja en la que nos encerramos gracias la sociedad en la que vivimos, me dio la ventaja y el regalo de conocer grandes personas.

Como siempre, estoy agradecido a la vida y al universo y toda esa energía positiva que siempre me rodea y me permite crecer y mejorar. Gracias por brindarme la posibilidad de seguir conociendo hermosas personas y de seguir cosechando grandes amistades más allá de las fronteras.


Abramos la mente, terminemos con los prejuicios, conozcamos el mundo y sus diversas culturas, y tal vez podamos llegar a vivir mucho mejor, todos.

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