martes, 1 de marzo de 2011

Un Recurso Que No Puedes Ignorar: El Entusiasmo



“La palabra entusiasmo proviene del griego y significa tener un Dios dentro de sí.

La persona entusiasta o entusiasmada era aquella que era tomada por uno de los dioses, guiada por su fuerza y sabiduría, y por ese motivo podría transformar la naturaleza que lo rodea y hacer que ocurrieran cosas.

Sólo las personas entusiastas eran capaces de vencer los desafíos de lo cotidiano.  Era necesario por lo tanto entusiasmarse para resolver los problemas que se presentaban y pasar a una nueva y mejor situación.

El entusiasmo no es una cualidad que se construye o que se desarrolla. 

Es un estado de fe, de afirmación de sí mismo.”       MetododeEstudio.com

Nos hemos referido en entregas anteriores, a las dificultades de entendimiento, que suelen tener las nuevas generaciones, en todo lo relacionado con las afirmaciones literales, que las distintas religiones que las sostienen, le han dado, a ciertos pasajes de la Biblia.

Pensamos, que el mayor obstáculo a superar, se debe a que el lector percibe, que antes de siquiera intentar abordar el contenido de este libro, se le conmina a no incursionar sólo en el análisis, que si no cuenta con el asesoramiento adecuado de instructores autorizados, la lectura le resultará no solamente de difícil incursión, sino, que además, podrá quedar expuesto a que las “sutilezas del maligno” le confundan a tal punto de que pueda quedar “sumido en las tinieblas”

Si a esta sensación que le invade, se le agrega la infaltable recomendación, de que debe consultar con “ellos” nos referimos a los asesores de turno, porque “ellos”  y  “sólo ellos” son los “únicos poseedores de la verdad absoluta”, de que las demás religiones, sectas, o grupos, a los que haya recurrido anteriormente, o pretenda recurrir en lo futuro, podrán tener las mejores intenciones pero que por tal o cual razón, están en el error, la verdad es una sola y les pertenece a “ellos”  el argumento esgrimido es irrefutable: “ellos” son los poseedores en exclusividad de “La Revelación Divina.”

Ante esta situación, uno se pregunta, ¿Qué es lo que pasa conmigo? ¿Por qué debo recurrir a intermediarios?  ¿Es posible, que yo haya nacido con alguna anomalía heredada de mis antepasados? Existe alguna deuda que deba pagar? ¿Los poseedores de la verdad, pueden cobrarme su intermediación? ¿Por qué me citan ejemplos de que cuánto mayor sea mi aporte,  mayor será la recompensa que reciba, ¿Existe una cuenta corriente en los cielos, cuyo saldo en rojo me es requerido saldar? Etc etc.

Lo que ha pasado con las revelaciones recibidas desde los cielos, es que los receptores de esas revelaciones, los profetas y videntes, lamentablemente no se encuentran entre nosotros, y si por alguna razón, nos visitaran, seguramente tendrían que hacerlo de incognito, pues en el momento que fuesen identificados, toda la infraestructura montada por las iglesias, muchas de ellas, convertidas en gigantescas corporaciones, se estremecería de tal forma, que caería por tierra todo su andamiaje teológico.




Lo más probable, es que tal  inoportuna  presencia sería seriamente reprimida, apresados, juzgados como usurpadores, o, en el mejor de los casos, denunciados como dementes peligrosos de doble personalidad y les internarían para siempre en un hospital psiquiátrico.

¿Y sus apresores? Seguramente estos tendrían la honra de ser considerados como “guardianes de la fe”  salvadores de la doctrina, la verdadera, la construida y sostenida por la corporación.

Es la Corporación , la organización constituida, la que mueve las cuentas bancarias de un imperio basado en la vida y acciones de sus venerados santos y  profetas, pero interpretada  y escrita por manos anónimas, contratadas para tal fin,  siguiendo un libreto considerado, en lenguaje actual: “política y socialmente correcto” como alimento espiritual liviano y fácilmente digerible por los millares de “pecadores” quienes sólo pueden purgar sus culpas a través de las donaciones “voluntarias” a  los representantes de la única fuente de salvación posible, La corporación de las iglesias.

 los tesoros blanqueados en los bancos, en los bienes nobiliarios, en las acciones de grandes compañías, “ son tesoros que ni el moho ni el orín corrompe” con su producido, con el poder de compra acumulado, evangelizamos el mundo, “ les compramos terrenos en los cielos” y todavía nos sobran bienes para que, de vez en cuando, hagamos generosas donaciones a los pobres acosados por la miseria y las hambrunas en el mundo.

Lo sorprendente es que no obstante ser la Biblia, un libro como ya hemos expresado, traducido infinidad de veces a través de los siglos, todavía podemos extraer de sus escritos, si prestamos atención al espíritu de la letra y le agregamos “entusiasmo” al contenido visual de la escritura, señales muy claras para orientarnos en su contenido.

Un claro ejemplo de estas afirmaciones, podemos encontrarlo en los escritos atribuidos al Apóstol Santiago, hermano de Jesús e hijo de José y de María, figura prominente entre los primeros judeo cristianos que vivían en Jerusalén , la simple mención del parentesco con Jesús, despierta controversias entre los propios cristianos, mientras unos lo admiten y lo toman con naturalidad, corroborando las distintas aseveraciones de que Jesús tuvo hermanas y hermanos, otros, como los católicos romanos, que defienden la tesis de que Jesús fue hijo único de una siempre inmaculada virgen María, a quienes admiten cierto parentesco aduciendo que serían medio hermanos, hijos de un matrimonio anterior de José o hijos de una hermana de María, por lo que estos supuestos hermanos serían en realidad, primos.


Como puede apreciarse, la verdad revelada, es una fuente de inspiración, que puede observarse como a través de un caleidoscopio, el cual modifica las imágenes de acuerdo al buen entender de quién ponga su ojo en la mira, no obstante y pese a quién pese, la verdad puede resplandecer ante los ojos de los considerados puros de corazón.

Volviendo al Apóstol Santiago, en el capítulo uno de su epístola nos dice:
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”     Santiago 1: 5

En otras palabras, la comunicación es algo entre Tú y tu Hacedor, y como bien me recordaba mi querida amiga Lucía: En el año 1950, en el atiborrado estadio de Maracaná, nada menos que en la final de un Mundial de Futbol , once bravos orientales, ante el clamor de la hinchada brasileña, que llenaban el estadio y aturdían con sus vítores, su capitán, El Negro Jefe, les dice la hoy célebre frase: “ Los de Afuera son de Palo”

 Hugo W. Arostegui

1 comentario:

  1. El entusiasmo el bichito esquivo. Es que depende de tantas cosas. Pobre! Pero como esquiva. Yo no sé nada ni me interesa profundizar, en el vínculo entre uno y el Creador, creo que podría ser para general y mantener un entusiasmo. Si, porque si no se mantiene no es entusiasmo. Es una inclinación a algo que perece enseguida. El entusiasmo para mí es algo fuerte, impulsador, da ánimo, de continuidad a las propuestas, relaciona seres, genera proyectos...El problema que algunos tenemos es cómo entusiasmarnos por algo...

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