domingo, 31 de mayo de 2020

Arquitectura Del Lenguaje


“El lenguaje es un sistema combinatorio de señales, caracteres, signos y sonidos que permite comunicarnos de diversas formas  a partir de elementos finitos. 

En otras palabras, las distintas formas de unir estos elementos, conforman mensajes e ideas que establecen comunicación entre personas.

Éste está compuesto por la lengua y el habla, la primera es la serie de convenciones adoptadas por el cuerpo social que son exteriores al individuo quien por sí sólo no puede alterarlas, pues es un sistema general. 

A diferencia, la segunda es la manifestación individual de la lengua, ya que comprende las combinaciones que libremente escoge el individuo por lo que no es homogénea, sino cambiante y momentánea.

Adicionalmente, el habla está determinada por la cultura de la comunidad a la que pertenece el individuo y es por esto que el lenguaje varía según las características culturales de una sociedad. 

Como afirma Kramsch: actitudes comunes, creencias y valores están reflejados en la forma en que los miembros de un grupo usan el lenguaje.

Así como el lenguaje, la arquitectura se presenta como un sistema combinatorio que comunica “El arquitecto piensa, pero no producirá una obra hecha de palabras, sino un objeto hecho de formas y de materiales. Este objeto transmite su propio y particular mensaje que en buena parte no admite ser traducido a palabras.

La existencia del objeto arquitectónico como producto perteneciente al campo de la figuración, depende esencialmente del manejo de elementos y relaciones exclusivas de ese campo, en cuanto con lenguaje es un modo de conocimiento y expresión de calidades- no expresables en otras disciplinas o lenguajes- de necesidades y deseos del ser humano.”

Héctor Oddone”

sábado, 30 de mayo de 2020

Influenciables


Se cuenta que una vez, hubo alguien, que se sintió muy mal, porque todas las personas con las cuales se relacionaba, le llamaban Pato.

En todo lugar, sin importar lo que estuviese haciendo, en cualquier circunstancia, al dirigirse a él, todos le decían; Pato.

Era Pato para aquí, Pato para allá, situación ésta, que se le fue tornando insoportable, al punto de llevarle a pensar, seriamente, en la necesidad de consultar con un profesional en la materia, a fin de dilucidar, el por qué, todos cuántos trataban con él, le llamaban Pato.

Así las cosas, un día, marcó una consulta con un prestigioso profesional, y allí marchó dispuesto a develar los motivos que llevaban a todas las personas a llamarle, en todas las ocasiones, Pato.

Luego de un minucioso estudio del caso, el profesional consultado, le dice , veamos : por lo que he podido escuchar y observar durante esta consulta ; Usted, amigo mío , tiene cabeza de pato, pico de pato, cuerpo de pato, tiene plumas de pato, camina y se comporta como un pato, por lo tanto , usted ;  ¡ ES UN PATO ! .

Conflictos de identidad como el descrito nos dan una pauta de la forma tan peculiar que tenemos los “homo sapiens”  de disfrazar o esconder, ciertos aspectos, de nuestro comportamiento social, que pudiesen ser, sujetos de censura, por parte de aquellos que observan nuestra conducta.

Es como si dijésemos todo el tiempo: Aunque les parezca que hago cosas de pato, soy un miembro distinguido de la Sociedad de los Cisnes, y puedo mostrar mis credenciales que avalan lo que digo, están equivocados conmigo,    ¡Ignorantes!

Algo semejante pasa con el concepto que tenemos de la aplicación de la justicia.

Se dice que cuando Dios dicto la Ley, surgieron como hongos los abogados, para maniatarla por medio del derecho.

El inolvidable Alfredo Zitarroza nos canta en una estrofa de “La Ley es Tela de Araña”:

 “Siempre había oído mentar, que ante la ley era yo, igual a todo mortal... pero hay su dificultad en cuánto a su ejecución... Si esto se llama igualdad, ¡la perra que los tiró!”.

Siempre pensamos que existe una línea imaginaria que separa claramente lo correcto de lo incorrecto, lo moralmente aceptable, de lo moralmente inaceptable, damos por sentado que existen límites bien definidos entre lo que se considera bueno y lo que rechazamos como malo.

Sin embargo, cuando observamos con atención esa línea imaginaria que mencionamos, veremos que en lugar de separar, esa línea une los opuestos, es una “línea de costura”    que con un hilo muy sutil, “remienda el comportamiento” conformando un entramado de acciones, las cuales no nos parecen tan malas, sobre todo cuando vemos los puntos de costura que se afirman en su lado bueno.

Por eso, cuando alguien en su comportamiento malo, se va acercando en sus acciones, a los límites de lo que es considerado bueno, la línea le atrapa y lo convierte en bueno, si por el contrario, aquel que tiene un comportamiento considerado bueno, se va acercando peligrosamente a los límites de lo considerado malo, también a él la línea le atrapa y le convierte en malo.





jueves, 28 de mayo de 2020

El Mundo De Los Mediocres


El mediocre siente la necesidad de ajustarse a los demás. Renuncia a su individualidad, a los más distintivo y precioso que tiene el ser humano: su unicidad en toda la historia de la humanidad. Se amputa de su tesoro más valioso. Deja de ser para ser los demás. Hay inseguridad y debilidad interior. La responsabilidad lo abruma, prefiere endosar las decisiones al grupo. Abdica de su persona y se incorpora a la manada. No tiene voz sino que es eco. Para él resulta inconcebible ir contra la corriente. Se masifica. Tiene que ser parte del coro. Es un masoquismo moral. Se entrega a la nada.
En debates abiertos se avanza o retrocede según sea la calidad y la solidez de los argumentos, pero cuando irrumpe el envidioso no hay razonamiento posible puesto que no surgen ideas sino que se destila veneno. Este fenómeno constituye una desgracia superlativa ya que se odia el éxito ajeno y cuanto más cercana la persona exitosa mayor es la fobia y el espíritu de destrucción.
La manía de la guillotina horizontal básicamente procede de la envidia.
Hoy en día la mayor parte de los discursos políticos están inflamados de odio y resentimiento a quienes han construido sus fortunas lícitamente en los mercados abiertos, mientras que esos mismos políticos generalmente se apoderan de dineros públicos y les cubren las espaldas a mafiosos amigos del poder, mal llamados empresarios, que asaltan a la comunidad con sus privilegios inauditos.
El igualitarismo de resultados no solo contradice la asignación eficiente de recursos sino que, estrictamente, es un imposible conceptual puesto que las valorizaciones son subjetivas y, por ende, no habría una redistribución que equipare a todos por igual (además, medir comparaciones intersubjetivas no es posible) y, para peor, aun desestimando lo dicho, en cualquier caso debe instaurarse un sistema de fuerza permanente para redistribuir cada vez que la gente se salga de la marca igualitaria.
En segundo lugar, el mediocre se burla de la teoría. Constituye una aseveración groseramente vulgar sostener que lo importante es el hombre práctico y que la teoría es algo etéreo, más o menos inútil, reservado para quienes sueñan con irrealidades.
Esta concepción revela una estrechez mental digna de mejor causa. Todo lo que hoy disponemos y usamos es fruto de una teoría previa ya sea en cuanto a medicinas, alimentos, tecnologías o lo que fuera. Los llamados prácticos no son más que aquellos que se suben a la cresta de la ola ya formada por quienes previa y trabajosamente la concibieron. En todos los órdenes de la vida.
Esta afirmación en absoluto debe tomarse peyorativamente puesto que todos usufructuamos de la creación de los teóricos. La inmensa mayoría de las cosas que usamos las debemos al ingenio de otros, incluso prácticamente nada de lo que usufructuamos lo entendemos ni lo podemos explicar.
Desde luego que hay teorías efectivas y teorías equivocadas. Las teorías deficientes no dan resultado, las buenas logran el objetivo. En última instancia, como se ha dicho "nada hay más práctico que una buena teoría". En resumen, el mediocre contribuye grandemente al retraso y al anacronismo.

miércoles, 27 de mayo de 2020

El Ser Optimista

El sentido común y la mayoría de la gente, siempre nos ha dicho que ser optimistas nos ayuda a ser más exitosos en nuestra vida. Sin embargo, es posible que no tengamos muchas respuestas lógicas al por qué debe ser así, o no tengamos claro exactamente cómo podemos ser optimistas para experimentar sus ventajas.

En los últimos años, la investigación en psicología, se ha esforzado por conocer mejor cuáles fortalezas y competencias pueden favorecer a una mayor satisfacción personal que nos ayude a tener una vida plena

Aparentemente, esta cualidad ayuda a protegernos de la visión desesperanzada que caracteriza a este problema y “amortigua” el impacto de las dificultades. A su vez, ayuda a vernos con más capacidad para enfrentar los conflictos y sobrellevar mejor el sufrimiento.

Además, se ha demostrado que el optimismo, también parece ayudar a presentar menos enfermedades físicas. Aparentemente, éste es un ingrediente fabuloso a la hora de enfrentar situaciones estresantes, lo que nos ayuda a compensar sus efectos nocivos sobre la salud.

Asimismo, el optimismo puede favorecer un mejor rendimiento académico, deportivo y una mejor adaptación profesional. Su presencia, nos ayuda a superar las dificultades, a la vez que nos permite construir metas y sueños ambiciosos, que nos mantienen motivados y orientados hacia su logro.

¿Cómo actúa el Optimismo?

El secreto parece estar en que las personas pesimistas y optimistas utilizan estrategias diferentes a la hora de afrontar situaciones estresantes

En el caso del optimismo, favorece que se empleen mecanismos mucho más eficientes y constructivos al enfrentarnos a los conflictos.

Esta potente herramienta promueve que se activen respuestas orientadas directamente a resolver el problema, lo que impide, por ejemplo, caer en el típico error de tratar de “olvidar” o de “huir” de ese elemento doloroso o angustiante, lo cual definitivamente no nos ayuda a buscarle una solución al conflicto.

Los optimistas, parecen moverse más fácilmente a resolver lo que les preocupa, se sienten más capaces, con más control y probabilidad de éxito. Por lo cual, hacen más para mejorar y piensan menos en su malestar, buscan más y mejores soluciones, y lo intentan muchas más veces. Por el contrario, los pesimistas tienden a enfocarse en las emociones negativas que les suscita el problema, quedan “encerrados” en un bucle del que es difícil salir y no les conduce a la solución.

Pero… ¿Cómo ser realmente optimista?

Parece tener mucho que ver con las expectativas. Los optimistas, tienen una predisposición a esperar resultados positivos en sus vidas, con una creencia general de que “las cosas van a salir bien” aunque pasen por momentos difíciles. Esta virtud parece desarrollarse en función de la explicación que hemos dado a los eventos en el pasado, es decir, cómo interpretamos nuestras experiencias.

Según se ha encontrado, las personas con un estilo optimista, suelen atribuir los acontecimientos positivos, a causas permanentes, globales y que tienden a deberse a sí mismos.

Por ejemplo, cuando son ascendidos en el trabajo, lo atribuyen a que la vida es justa y que ellos son realmente competentes. Esto ayuda a tener creencias positivas que invitan a aproximarnos al mundo, a la gente, a experimentar sin miedo, y a confiar en nuestras capacidades, sobre las que tenemos control y son estables en el tiempo.

A su vez, los eventos negativos suelen atribuirlos a factores externos, temporales y específicos.

Por ejemplo, una actitud hostil de su pareja o un amigo, la atribuyen a que posiblemente ha tenido un mal día y lo ha hecho sin pensar.

Este tipo de explicación nos invita a darle una segunda oportunidad, protege la relación con el otro y a nosotros mismos.

Esto es mucho menos doloroso y más fácil de manejar, que pensar que todas las personas son crueles y que hay algo malo en nosotros que no nos permite tener buenas relaciones. Por lo tanto, el optimista, pone la causa de este evento negativo en algo pasajero y puntual, ¡mañana será otro día!

Aunque el éxito de las cosas que hacemos depende de muchos factores, parece que puede resultarnos mucho más útil aprender a cambiar las explicaciones que damos a nuestras experiencias.

Mantener la esperanza de que las cosas vayan a mejorar definitivamente nos puede hacer la vida un poco más fácil y ¡más exitosa!


martes, 26 de mayo de 2020

Virtudes Humanas

La gran virtud que el mundo necesita es una mente positiva, de fuerza y valor para poder enfrentar todo aquello que obstaculiza a los seres humanos para obrar con integridad y ánimo. Las adversidades golpean a los seres humanos. La pobreza, el hambre, la desigualdad son embates que hacen creer que un hombre moderno no puede ser virtuoso; sin embargo, hoy presentamos tres formas de poder serlo:

Nada preocupa más a los seres humanos que la búsqueda de la felicidad. Para ello, la principal receta es ser un hombre de virtudes intelectuales y morales, llenar nuestros actos con inteligencia y hacer el bien a los demás. ¿Cómo empezar? Integrando hábitos de ayuda a los demás, de amor hacia uno mismo, de fortaleza para resistir a las tentaciones.
El mundo actual requiere de nuevas virtudes como la prudencia y la paciencia humana; con ellas el mundo se tornará más humano, menos violento y, por lo tanto, más feliz. Se busca la felicidad y no se encuentra porque no se ha alimentado el espíritu de la humanidad; para ello es necesario integrar virtudes como la fe, la esperanza y la caridad. El hombre actual, sobre todo a causa de la ira, la envidia y la pereza, no confía en las virtudes. El miedo al futuro y la incertidumbre del existir han robado la paz y la tranquilidad para ser felices. Cuando se integran las virtudes de la felicidad se deja a un lado la existencia de uno mismo para poner atención al prójimo, justo donde se encuentra el secreto para ser plenos.
Las virtudes humanas han existido durante la historia de la humanidad. En el mundo de hoy no pueden dejar de existir porque entonces se produciría un vacío en el hombre. Lo material y la superficialidad no tienen nada que ver con la felicidad. Se requiere de justicia Se buscan respuestas en el mundo exterior. Se sufre de males que parecen irremediables. Pareciera que la vida es una batalla donde el hombre no ha encontrado su sitio. Es urgente que nos demos cuenta que somos personas únicas y completas. No obstante, para ello es necesario integrar los nuevos dones de la modernidad, virtudes humanas que se requieren para reencontrarnos como seres humanos hechos a la imagen de Dios. ¿Cuáles son esas virtudes modernas?
La empatía, la resiliencia, el sacrificio, la conciencia humana, que buscan sacarnos de nosotros mismos y escuchar a los demás. Es muy común que el hombre actual muera espiritualmente a causa de la decepción o los problemas. Muere porque no ha encontrado las fortalezas necesarias para entender las maravillas de la vida, el buen humor, la paz social, la confianza y el perdón. La realidad está llena de excesos y pasiones que enredan a los seres humanos. La lucha está en encontrar que, ante los embates del mundo, se puede uno recuperar con fuerza y dignidad. Para ser pleno, único y completo se tiene que ver el futuro como una oportunidad. El tiempo enseña a cada uno a sacudirse el estrés, la desesperación y el olvido.
Nada preocupa más a los seres humanos que la búsqueda de la felicidad. Para ello, la principal receta es ser un hombre de virtudes intelectuales y morales, llenar nuestros actos con inteligencia y hacer el bien a los demás. ¿Cómo empezar? Integrando hábitos de ayuda a los demás, de amor hacia uno mismo, de fortaleza para resistir a las tentaciones.
El mundo actual requiere de nuevas virtudes como la prudencia y la paciencia humana; con ellas el mundo se tornará más humano, menos violento y, por lo tanto, más feliz. Se busca la felicidad y no se encuentra porque no se ha alimentado el espíritu de la humanidad; para ello es necesario integrar virtudes como la fe, la esperanza y la caridad. El hombre actual, sobre todo a causa de la ira, la envidia y la pereza, no confía en las virtudes. El miedo al futuro y la incertidumbre del existir han robado la paz y la tranquilidad para ser felices. Cuando se integran las virtudes de la felicidad se deja a un lado la existencia de uno mismo para poner atención al prójimo, justo donde se encuentra el secreto para ser plenos.
Las virtudes humanas han existido durante la historia de la humanidad. En el mundo de hoy no pueden dejar de existir porque entonces se produciría un vacío en el hombre. Lo material y la superficialidad no tienen nada que ver con la felicidad. Se requiere de justicia y equidad para combatir la negatividad y el desánimo. No se requiere ser perfecto para alcanzar a ser un hombre virtuoso.

lunes, 25 de mayo de 2020

La Necesaria Adversidad

Todos atravesamos momentos difíciles a lo largo de nuestras vidas. Afrontar la adversidad es algo más que un deseo o un propósito, es una necesidad, una obligación que integrar en la mente y el corazón. Ahora bien, si hay algo que todos sabemos es que aplicar este enfoque y desplegar adecuados recursos del cambio no siempre es fácil.

Las dificultades que nos encontramos en uno u otros momentos de nuestras vidas como la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o la mala noticia de un despido pueden ahogarnos en un océano de malestar. Tanto si lo queremos como si no, nadie es inmune a la adversidad. Ninguno nos encontramos a salvo de los vaivenes del destino, buenos y malos.

Es en estos momentos de adversidad cuando atravesamos emociones muy poderosas como la tristeza, la impotencia, la frustración, etc… Ahora bien, hay un dato interesante que vale la pena tener en cuenta.

En un estudio llevado a cabo por los psicólogos Linley, PA, y Joseph, S. de la Universidad de Warwick, Reino Unido se demostró que las personas capaces de afrontar los momentos difíciles, adquieren valiosos aprendizajes para encarar el futuro con mejores recursos.

«Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos»
-Viktor Frankl-

Cuando la adversidad decide golpearnos y experimentamos esas emociones tan poderosas, resulta beneficioso expresar aquello que sentimos. Podemos hacerlo con un familiar o amigo, o a través de la escritura, para llegar a hacerlo cada vez más consciente y poder desahogar esos nudos emocionales.


· Si ponemos palabras a cómo nos sentimos, nos será más fácil ir canalizando presiones, miedos, angustias. De ese modo, podremos asociar nuestros pensamientos con los sentimientos de forma rápida y casi simultánea.

· Por eso, cuando nuestras emociones sean demasiado negativas, podemos emplear la escritura como medio para expresarlas, librándonos de ellas sin tener repercusiones exteriores.

La creatividad como canal para liberar emociones

Expertos en el tema como Scott Barry Kaufman, autor del libro Conectado para Crear, nos explica que hacer uso de la creatividad, es un mecanismo idóneo para liberar emociones.

Cualquier situación adversa puede ser vista como una interrupción de nuestra trayectoria vital, pero si la relatamos y la expresamos, estaremos más cerca de la posibilidad de aceptarlo y seguir avanzando.

Incluso si tenemos dificultades a la hora de la escritura, también podemos utilizar otro tipo de actividades como la pintura, el baile, el deporte o el teatro… Todos estos tipos de arte son canales para poder llegar a controlar y elaborar lo que sentimos.

Tras esto, podemos poner en marcha todo nuestro propio mecanismo de resolución de problemas, ahí donde utilizar nuestros propios recursos para avanzar y hacernos paso ante la dificultad que se nos presenta.

Ante una situación difícil hay veces que nos cuesta aceptar que nos está afectando. Todo ello pone murallas a la hora de afrontar la adversidad. Si nos negamos a reconocer lo que duele no avanzamos. De algún modo, estamos obligados a entender que el dolor, es parte del proceso de recuperación. Aceptarlo, integrarlo, desmenuzarlo y canalizarlo es parte de todo proceso terapéutico.

A la hora de afrontar la adversidad las personas solemos arrastrar cierta sensación de culpabilidad y eso, es algo de lo que debemos liberarnos.

· Todos necesitamos nuestro tiempo de asimilación y elaboración, unos más extensos que otros, lo importante es respetarlo, y no acelerarlo o posponerlo, sino manteniendo un cierto equilibrio.

· Es como atravesar por un proceso de duelo o pérdida, ya que se necesita un período de adaptación emocional necesario, pasando por una serie de etapas.

· Hay que clarificar propósitos, darle un sentido a la vida. Cada prueba superada nos irá fortaleciendo. Y aunque las dificultades o adversidades nos muestren nuestras partes más vulnerables, el hecho de superarlas nos ayudará a avanzar con más seguridad y confianza.

· Pensemos en ello. Aprendamos a ser resilientes, encendamos esa fuerza interna para afrontar la adversidad con éxito y sabiduría.

sábado, 23 de mayo de 2020

Enfrentar Nuestros Miedos

Solemos permitir que el miedo, las preocupaciones y la inseguridad dominen y definan nuestras vidas. Les permitimos robarnos la diversión, el sueño y nuestras ilusiones más preciadas. Si quieres alcanzar la felicidad y llevar a cabo todos tus sueños debes estar preparado para dar un salto de fe y enfrentar tus miedos.

Las causas por las que preferimos seguir jugando con lo seguro y evitamos el éxito es el temor al ridículo, a parecer tontos, salir heridos, enfrentar el rechazo o fallar. Aprendemos a vivir con miedo desde nuestra infancia y a causa de experiencias traumáticas o de los mensajes negativos que vemos en todos lados. A pesar de que los miedos no son nuestra responsabilidad, solo nosotros podemos enfrentarlos y eliminarlos de nuestra vida.

“El miedo es ese pequeño cuarto oscuro donde los negativos son revelados”
-Michael Pritchard-

Enfrentar tus miedos no es una tarea fácil, pero tampoco imposible. Por eso, hoy te daremos algunas claves sencillas para que puedas hacerles frente sin añadir más dosis de ansiedad y estrés a tu vida. Ponlas en práctica y verás cómo enfrentar tus miedos es algo que dejará de preocuparte. ¡Vamos allá!

Tienes que hacerte amigo de tus miedos. Ya sabes cuáles son tus miedos, ahora invítalos a entrar a tu vida. Atrévete a ponerte en las situaciones que te dan miedo, respira profundo y da el salto. Solo de esta forma aprenderás a romper tus límites, aunque te parezca algo totalmente descabellado.


Para enfrentar tus miedos tienes que hacer que tus pensamientos positivos sean los que te dominen. Los pensamientos que se relacionan con el miedo solo te atraerán más miedo, así que déjalos atrás. En lugar de esperar siempre lo peor, entrena a tu mente para ver y esperar lo mejor. Dale cabida a las mejores ideas sobre el futuro.

«Y fue cuando estaba cayendo que abrí mis alas y aprendí a volar»
-Anónimo-

Quítale tiempo, energía y atención al miedo. Vuélvete consciente de la forma en que gastas estos tres elementos. Es importante estar consciente, preparado y enfocado en encontrar las soluciones que reduzcan las situaciones que te generan miedo. No intentes huir. Empieza a contraatacar.

El miedo se alimenta de los fracasos y de las ideas negativas que surgen de los eventos negativos de nuestras vidas. Por ello, para enfrentarlo es importante que recuerdes y conozcas cada victoria que has tenido. Solemos restarle importancia a nuestros triunfos, cuando deberían ser nuestra herramienta para imponernos nuevos retos y persistir.


«La verdadera fuerza viene no de aparentar fortaleza todo el tiempo, sino de reconocer las propias debilidades y saber pedir ayuda»
-Melody Beattie-

Pide apoyo a tu familia y amigos. La familia y los amigos son una de las fuentes que más confianza nos generan. Cuando sientas que estás a punto de ser vencido por tus miedos pídeles ayuda. Seguramente te ayudarán a ver las alternativas y a tomar los riesgos necesarios. Así podrás ver desde diferentes perspectivas tu situación y abrir los ojos ante una realidad diferente.

Nuestros miedos, reales o imaginarios, se alimentan de nuestra inseguridad. Pero cuando nos reímos de ellos y los minimizamos los podemos ver con la perspectiva adecuada. Al hacerlos el objeto de nuestra risa, les quitamos poder y lo tomamos nosotros, esto nos facilitará tomar el reto y enfrentarlos.


Lleva una lista de los miedos vencidos. Cada vez que logres el punto 1 y hayas vencido un miedo, anótalo en una lista. Esto será un recordatorio de tu capacidad para salir adelante y la próxima vez que te enfrentes a un miedo, revisa esa lista y ármate de valor para aumentarla. Además, así también podrás ver tus avances y analizar todo desde una perspectiva diferente.

«Atrévete a enfrentar tus miedos: si algo temes hacerlo, el miedo se desvanecerá cuando lo hagas»
-Desafiando imposibles (libro)-

Detrás De La Apariencia

Si un hombre o una mujer hace una pregunta clamando por la verdad pero a su vez pide que la respuesta sea amable respetando la sensibilidad de quien pregunta es porque el que pregunta quiere seguir siendo infantil. Está mostrando la dualidad enfermiza en la que vive. Afirmando: “quiero pero no quiero” es una persona que se reconoce como es pero además reconoce que no puede ser así hacia fuera, que está obligada a mentir, pero esa idea es mentira.

El que escribe la carta asume el engaño y se hace cargo del motivo por el que miente. Esto es muestra de que es una persona que es consciente de sí misma.

Por otro lado reconoce su mentira, su autoengaño y sus estrategias para ocultar lo profundo y esconderse. Esto prueba que es una persona que ya ha iniciado y avanzado mucho en el camino de Evolución Interior.

Y además se hace cargo de haber creado su propia cárcel en donde vive, y revela la auténtica valoración que se tiene a sí misma. Por tanto sabe lo que no es y lo que es, pero está tan atrapada en el confort de la mentira -que le asegura la falsa aceptación de los otros- que pide a gritos que alguien desde fuera de su cárcel le pueda demoler el muro de la cárcel de autoengaño en la que se encuentra. Esto demuestra que está lista para ser confrontada.

Por eso puedo decirte directamente: «No puedo hacer nada para que ese muro se derrumbe», “Eliges no vivir” “Has decidido no madurar” “Tienes miedo a cambiar” “Te has acostumbrado a sentirte sola e infeliz” “Eres capaz de sacrificar tu floreciendo para respetar la mentira de otros” “Todavía no has podido sanar la herida del rechazo” y podría decirte muchas cosas más que se resumen en una sola pregunta ¿Te vas a perder esta oportunidad que te da la vida de romper con todas las mentiras de un solo golpe?

Con un golpe de consciencia te liberas para siempre.

La libertad está en tus manos no en las mías, el muro es tuyo e interno, los otros no tienen nada que ver con tu cárcel, es tuya, allí vives; y la mala noticia es que es una cárcel sin rejas, sin cadenas ni candados y sin muros, por tanto puedes salir cuando quieras sencillamente porque ya eres libre pero te has creído ser una esclava. Ahora tú decides si seguir tu camino creyéndote la mentira de que no puedes y que tú misma has credo, o respetando la verdad que ahora conoces, y que tu misma has buscado.

Dando el salto de tu vida hacia la comprensión del valor de una decisión, ocurre el milagro de la propia liberación.

En el fondo de esta situación se debate la autoridad interna, el sentido de la vida y la posibilidad de vivirla desde el poder interior que fluye desde el día que decidimos ponernos a nosotros mismos en primer lugar, y a partir de ahí no permitir que los otros nos aleje de lo que sentimos ni nos hagan responsable de ellos y sus asuntos.

En la manera que tenemos de comunicarnos con los otros están los secretos del nivel de madurez que tengamos y del nivel de madurez que creamos que los otros tienen. Cuando nos tratamos desde lo profundo con madurez evolucionamos, tanto el emisor como el receptor dan un giro hacia la madures. Pero cuando nos tratamos desde la mentira o el miedo a ser rechazados estamos siendo conniventes con el engaño y la desgracia de no poder ser nosotros mismos.

Es cierto que el amor es más fuerte que cualquier barrera; cuando abrimos el corazón, se expande el amor propio, y se derrumban todos los límites.

viernes, 22 de mayo de 2020

El Valor De Una Vida


Nada debe valorarse más que la vida humana, de la misma manera que no hay justificación para que un ser humano se considere superior a otro. Sin embargo, nos encontramos inmersos en un sistema deshumanizante que otorga valor a las personas por el dinero, posesiones o logros. Esto nos crea la necesidad de redescubrir el valor del ser humano.

Tenemos un valor incalculable; no somos el resultado de la evolución, de un accidente cósmico o una forma de vida biológica elevada que por casualidad adquirió conciencia. Fuimos creados como seres racionales, con moralidad, voluntad y discernimiento, únicos sobre la tierra con cuerpo, alma y espíritu, capaces de obrar para bien. Somos obra de un creador que con sabiduría e inteligencia nos hizo con un propósito, que no consiste en acumular posesiones o riqueza, sino en que tengamos como prioridad el cuidado y desarrollo integral de todo ser humano desde el momento de su concepción, utilizando para ello todos los recursos disponibles.

La racionalidad y moralidad nos da la capacidad de obrar para el bien, no solo para sí mismo, sino también para los demás. ¿Qué ha ocurrido entonces que hemos desvalorizado la vida, perdiendo la sensibilidad ante la necesidad y el dolor ajeno? Los grandes desafíos que tenemos en nuestro país, como la desnutrición infantil, carencia de atención en salud primaria y preventiva, el hambre y la miseria, el analfabetismo, la violencia que produce muerte y dolor a millares de familias o la desintegración familiar, exigen de cada uno de nosotros una respuesta concreta, comenzando con los gobernantes, puesto que han sido puestos en autoridad para servir, para buscar el bien común, no el beneficio propio.

Con frecuencia argumentamos que somos un país pobre, dependiente y limitado para enfrentar estos desafíos. Sin embargo, somos un país rico en recursos y potencial humano, con capacidad de generar oportunidades para el desarrollo integral de todos sus habitantes. El verdadero problema radica en que no estamos valorando la vida en la dimensión correcta, nos hemos vuelto indiferentes ante el drama de nuestros semejantes. Esto se evidencia, por un lado, en la forma como se administran y distribuyen los recursos públicos (actos de corrupción o en la priorización de cosas que no buscan satisfacer las necesidades primarias de la población) y por el otro, en la negativa o evasiva de cumplir a cabalidad la responsabilidad de pagar impuestos. Tanto lo uno como lo otro es inmoral y condenable.

La valoración del ser humano es un desafío ético para todos los que formamos parte de la sociedad. La riqueza y las posesiones son instrumentos que deben servir para el beneficio de los demás, no para fines egoístas.

Evaluemos nuestro actuar, cumpliendo de manera justa y honesta con el rol que nos corresponda y en cuanto tengamos la oportunidad y la posibilidad ayudemos al necesitado, recordando que aquel que sabe hacer el bien y no lo hace, le cuenta como pecado, porque pudiendo hacer algo por sus semejantes y no lo hizo, se hace parte del problema, no de la solución. Solo con Dios es posible construir una sociedad distinta.


Las Convicciones



 “Lo que creemos tiene el poder para crear y para destruir”

Lo malo es que la mayoría de nosotros no decidimos conscientemente en qué vamos a creer y, además, nuestras creencias se basan a menudo en una mala interpretación de experiencias pasadas. Solemos desarrollar con frecuencia creencias limitantes acerca de quiénes somos y de lo que somos capaces. Como no hemos alcanzado el éxito en el pasado creemos que ya no lo podremos alcanzar en el futuro.

La mayoría de quienes dicen ser realistas están viviendo en el temor, asustados ante la posibilidad de verse defraudados de nuevo. A partir de ese temor desarrollan creencias que les hacen vacilar y esconderse. No están dispuestos a arriesgarse. Son los pesimistas. Manejan expresiones como “es lo que hay” “las cosas son así” o “no hay nada que hacer”. Estas creencias destruyen su capacidad para actuar y enfrentarse a los retos que se les presentan.

En psicología este estado mental destructivo se denomina incapacidad adquirida. Se presenta en las personas que suponen que tienen información completa de una situación por sus experiencias. Esto es debido a una aceptación rígida de algo que funcionó en el pasado y una negativa a considerar otras alternativas y perspectivas. Estas experiencias pueden ser tanto personales como provenientes de situaciones que han observado en otros. También por aprendizajes familiares
.
Los optimistas son aquellos que, a pesar de no disponer de referencias para el éxito, o incluso de tener referencias de fracaso, se las arreglan para ignorarlas. Se imaginan a sí mismos haciendo algo diferente cada vez y teniendo éxito con creencias como “el pasado nunca equivale al futuro” o “si persisto lo conseguiré”. 

Su confianza les hace tenaces y perseverantes y esto les aporta certidumbre lo que contribuye a que desarrollen convicciones poderosas que les ayudan a alcanzar sus objetivos.



jueves, 21 de mayo de 2020

Ser Incongruentes


Diversos autores claves de la psicología humanista -Sidney Jourard, Fritz Perls, Carl Rogers- coinciden en describir en forma similar el modo como los individuos se conducen en términos de la postura en que se muestran frente a la otra persona. 

Frecuentemente, se ha utilizado una analogía de “capas” en cada persona, en donde las que se ubican más externamente y que corresponden a sus datos más superficiales se hallan más accesibles a los otros. En esta analogía -que también puede describirse como las capas de una cebolla-, las capas externas se refieren a datos biográficos generales, percepciones generales acerca del mundo, estudios y gustos. Las capas más internas corresponderían a lo que la persona considera más íntimo y, por algún motivo, “secreto”.

Resultado de esto es que las relaciones interpersonales comunes, donde existe una prescripción de “lo socialmente adecuado” son, por lo general, formales, más bien frías y distantes, centradas en la apariencia y en la tarea -cuando son de tipo laboral-, o bien de aparente cordialidad pero superficiales -cuando son relaciones sociales-. 

Esto es, naturalmente, producto de un condicionamiento social en donde introyectamos los valores y preferencias del entorno donde nos toca vivir y que, lamentablemente, tiende a alejarnos del contacto con nuestro sentir más íntimo (Rogers 1964). Según Sidney Jourard (1980), “La sociedad busca entrenar en vez de educar. En el entrenamiento se estimula más la conformidad que la originalidad. Al buscar continuamente la conformidad, nos perdemos a nosotros mismos. Para ingresar a la sociedad debemos conformarnos, y cuando nos hacemos adultos nos volvemos parte de un sistema en que generamos la conformidad en otros. En nuestra sociedad hemos desarrollado una habilidad excepcional para entrenar, engañar y volver cada vez más estúpidas a grandes cantidades de personas.

Y así, al estar enajenados de nuestras claves internas más confiables para guiar nuestra vida de un modo íntegro, ésta se caracteriza por un sentimiento continuo de inseguridad y la búsqueda de la aprobación y la valoración en los demás.

Quisiera examinar a continuación el fenómeno de la congruencia e incongruencia a nivel de la sociedad entera, discutiendo ejemplos e implicancias. A mi modo de ver, los grandes ideales políticos, sociales y religiosos a los que solía dedicarse la vida en los años sesenta han sido sofocados por un ambiente de cinismo y escepticismo. 

En estos días abundan los ejemplos de deshonestidad, oportunismo, egoísmo, superficialidad y simple desprecio por cualquier cosa que no sean los propios y mezquinos intereses. 

Es muchísimo lo que durante la niñez aprendemos del ejemplo de los otros: muy pronto nos damos cuenta que los discursos de los adultos no necesariamente tienen que ver con la realidad, así que aprendemos observando e imitando lo que los adultos hacen. Y, ¿qué es lo que vemos? Que la verdad se idolatra en el discurso pero no se respeta en los hechos, que los adultos se traicionan a sí mismos y a su verdad, a los que quieren, a los principios que dicen tener, a sus propios sueños; que nos piden que cuidemos nuestra salud mientras se intoxican con todo tipo de sustancias extrañas, que critican a sus propios amigos a sus espaldas, etcétera.

Concluimos entonces que la forma reina, pero no el fondo: lo que importa es parecer honesto y decente, no serlo. El dinero y el poder lo permiten todo, y son los nuevos fundamentos de la sociedad en que vivimos; la codicia ciega y criminal está destruyendo al planeta, la naturaleza es arrasada sin freno, poniendo al planeta en una situación extremadamente peligrosa. 

Comenzamos entonces a desconfiar -muchas veces, en forma totalmente justificada-, de las autoridades políticas, gubernamentales, económicas, eclesiásticas y, en general, de todo aquel que detente poder. La mayoría de las figuras públicas tiene doble discurso: no practican lo que predican, y a veces hacen todo lo contrario

Quisiera examinar a continuación el fenómeno de la congruencia e incongruencia a nivel de la sociedad entera, discutiendo ejemplos e implicancias. 

A mi modo de ver, los grandes ideales políticos, sociales y religiosos a los que solía dedicarse la vida en los años sesenta han sido sofocados por un ambiente de cinismo y escepticismo. 

En estos días abundan los ejemplos de deshonestidad, oportunismo, egoísmo, superficialidad y simple desprecio por cualquier cosa que no sean los propios y mezquinos intereses. Es muchísimo lo que durante la niñez aprendemos del ejemplo de los otros: muy pronto nos damos cuenta que los discursos de los adultos no necesariamente tienen que ver con la realidad, así que aprendemos observando e imitando lo que los adultos hacen. 

Y, ¿qué es lo que vemos? Que la verdad se idolatra en el discurso pero no se respeta en los hechos, que los adultos se traicionan a sí mismos y a su verdad, a los que quieren, a los principios que dicen tener, a sus propios sueños; que nos piden que cuidemos nuestra salud mientras se intoxican con todo tipo de sustancias extrañas, que critican a sus propios amigos a sus espaldas, etc., etc.


Lo Que Seamos Somos Mucho Más


El hombre es un pequeño universo: este es uno de los principios fundamentales del hermetismo. Ernest Haeckel ensayó algo relativamente similar desde la biología: “la ontogenia recapitula la filogenia”, en el nacimiento de cada ser se observan rasgos de todas las especies que ha atravesado en su evolución. Somos hombre pero también somos una extensa línea de animales, vegetales y microorganismos que devienen en este instante. 

Empédocles, el filósofo mago presocrático, creía que el desarrollo individual era un espejo de la formación del universo. “Si quieres hacer un pay de manzana de la nada, primero tienes que inventar todo el universo”, decía Carl Sagan, el gran inhalador gnoseológico del polvo de estrellas. Y también su famosa aseveración que llevó la literalidad a lo maravilloso: “El cosmos también está dentro de nosotros, estamos hechos de la misma sustancia que las estrellas. 

Somos una forma en la que el cosmos se conoce a sí mismo”. James Gleick escribe: “A la larga, la historia es la narrativa de la información volviéndose consciente de sí misma”. David Bohm ideó el concepto de “totalidad implicada”, en el que postula que la naturaleza del universo es holográfica y que la realidad primordial, a la manera del Mundo de la Voluntad de Schopenhauer, es la conciencia. 

Una reciente teoría científica sugiere que existe una protoconciencia diseminada en todo el universo que logra estados de coherencia y autorreflexión en organismos complejos como puede ser el hombre y el cerebro humano. 

Que la conciencia ha existido desde siempre y se torna a ver a sí misma en nosotros.

“Cuál es la diferencia esencial entre el mundo del hombre y el mundo de la naturaleza? Yo soy parte de esto. Soy, de alguna forma, una de las células en este cerebro inmenso. Que no puedo entender, como la parte no puede entender al todo. Y al mismo tiempo no me siento, como muchas personas sienten, un extraño en ese mundo, sus formas estéticas de alguna manera me llaman más que las formas estéticas que producen los hombres…

“De igual forma que una flor es una florescencia de todo el campo, me siento como una humanización de todo el universo. En otras palabras, parezco ser, como todo lo demás, un centro —un tipo de vórtice— en el que toda la energía del universo se realiza, toma vida. 

Una especie de diafragma a través del cual todo el universo se vuelve consciente de sí mismo”. -Alan Watts

El místico indio Sri Aurobindo, lo resume así:
"Preguntas cuál es el principio de todo esto:
Y es esto…
La existencia que se multiplicó por sí misma
Por el puro deleite de ser
Y se proyectó en trillones de seres
Para que pudiera encontrarse a sí misma
Innumerablemente"

Los Muchos Hoy Serán Mi Mañana


No me convence el consejo tan popular del “vivir el momento, porque te vas a morir”. Demasiadas veces se utiliza para justificar decisiones que perjudican tu mañana. Si el placer del momento es más importante que la planificación a largo plazo, el mañana se podrá convertir en algo indeseado.

Vuelvo a lo mismo: para poder aprovechar el hoy tienes que tener una idea remota de dónde quieres estar mañana. Si no sabes cuál es tu misión de vida, cómo vas a poder tomar decisiones en el hoy.

Ojo, misiones de vida hay muchas. Visitar todos los países del mundo, erradicar el cáncer, crear una vida profesional que me permita educar mis hijos en casa, convertirme en el mejor músico del país, dedicar más tiempo libre a la asociación x,… todo el mundo es libre de crear su norte.

Es posible que no consigas llegar al destino final, o quizás ni siquiera existe este destino de forma fija. Aun así, un norte te ayuda a aprovechar el hoy sabiendo que seguirás aprovechando también el mañana.

Saliendo del camino de rosas
No te voy a engañar: tener una misión no siempre es un camino de rosas. 

De hecho hay trechos (y puede ser largas) en las que tienes la impresión de que no estás avanzando nada de nada. Es fácil abandonar tus intentos y volver al dulce y exclusivo “vivir el hoy”. Quién sabe, a lo mejor te mueres mañana y no tienes que vivir con las consecuencias.

La otra opción es aceptar que para ser feliz es necesario conocer el aburrimiento, el dolor y la frustración. Las emociones positivas dependen de la contraposición de las emociones negativas. Y curiosamente, la felicidad y esta sensación maravillosa de haber triunfado dependen de que hayas conquistado alguna dificultad. 

Si todos tus antojos se satisfacen al momento, tu vida pronto te parecerá demasiado monótono: es esperar a morir en una jaula dorada sin poder desplegar las alas jamás.

La vida no siempre es fácil. Te tropezarás con obstáculos. Conocerás el dolor. Te traicionarán. Te frustrarás. Y habrá días en las que te gustaría rellenar una hoja de reclamación para el universo para que te haga caso aunque sea un poquito.

Estas son tus oportunidades de crecimiento: aceptando lo que no puedes cambiar puedes volcar tu energía en las cosas que están a tu alcance. Puedes decidir de dejar las quejas y los rencores atrás, perdonar, pasar página y seguir tu camino sin rencores.

La vida no es un camino de rosas. Pero los cactus también tienen su encanto.
Como si muero mañana como si muero dentro de 70 años


No quiero vivir el hoy como si no hubiera mañana. Quiero vivir el día de hoy de forma que no importa si me muero mañana o dentro de 70 años.


Desafíos Mentales


Wikipedia la define como “un acontecimiento futuro en el que se predice que el progreso tecnológico y el cambio social se acelerarán debido al desarrollo de inteligencia sobrehumana, cambiando nuestro entorno de manera tal, que cualquier ser humano anterior a la singularidad sería incapaz de comprender o predecir”.

Los partidarios de esta filosofía argumentan que los avances en los campos de inteligencia artificial, nanotecnología, robótica, neurología, computación cognoscitiva y genética posibilitarán en un futuro cercano un desarrollo exponencial del ser humano hasta convertirlo en un superhombre (en eso coinciden con el transhumanismo) que podría incluso llegar a ser inmortal. 

Esto último de la inmortalidad podría sonar a broma pero lo afirman científicos tan prestigiosos como Stephen Hawking o Marvin Minsk.

Raymond Kurzweil, ha sugerido patrones exponenciales de progreso tecnológico y ha comenzado a desarrollar proyectos para educar a especialistas que pudieran entender y facilitar el avance tecnológico y ayudar a enfrentar los grandes desafíos que dicha transición supondrá para la humanidad.

Incluso se ha creado una universidad en California (Singularity University) cuya misión es “educar, inspirar y dar empoderamiento a los líderes para aplicar tecnologías exponenciales que solucionen los grandes desafíos a los que se enfrenta la humanidad actualmente”

En los ochenta, mientras yo veía Falcon Crest, un matemático y escritor de ciencia ficción de nombre Vernor Vinge, comienza a desarrollar la idea de que el ser humano crearía inteligencias superiores a las humanas.

En los 90 Vinge lanza un artículo en Internet que plantea la aparición futura de una inteligencia súper humana que acabará con la era de los hombres. Las vías para ellos serían:

1. Desarrollo de ordenadores súper inteligentes que superen nuestra capacidad intelectual.
2. Surgimiento de grandes redes computacionales que funcionen como redes neuronales de un gran cerebro rector supra inteligente.
3. Interacción tan estrecha entre seres humanos y ordenadores de modo que los primeros podrían llegar a tener capacidades computacionales elevadas, por encima de las humanas.
4. Manipulación genética tan avanzada que se podría hacer seres humanos con capacidades cualitativamente superiores.

Las teorías futuristas como la singularidad tecnológica son defendidas por muchos partidarios, pero también tienen sus detractores. Muchos científicos, como Roger Penrose, consideran que ninguna máquina o inteligencia artificial que se cree podrá jamás superar el intelecto humano.

Kurzweil, actualmente es director de ingeniería en Google, prevé que en el 2045 la inteligencia artificial consiga una potencia de cálculo 1.000 millones de veces superior a la humana. Podremos también subir toda la información de nuestro cerebro a la nube y añade: “Nuestros recuerdos, nuestras habilidades y nuestros conocimientos estarán almacenados en la nube a salvo de cualquier enfermedad o cualquier accidente.”

¿Tendremos un chip implantado en nuestro cerebro?
Kurzweill nos explica que no será necesario. Habrá transmisores minúsculos del tamaño de nuestros leucocitos que podremos introducir sin cirugía en nuestro cerebro. De esta forma, el objetivo que deberíamos plantearnos no es crear cerebros que se asemejen al ser humano sino encontrar la forma de extender nuestra inteligencia. Ése ha sido siempre el objetivo del ser humano y ya ha empezado a ocurrir. 

Apenas recordamos los números, ni las direcciones de correo electrónico de nuestros amigos. Están todas en nuestros teléfonos personales. Nuestras escuelas responden a un modelo obsoleto porque ponen el énfasis en la memorización de unos datos que están al alcance en nuestro bolsillo. A nuestros hijos habría que enseñarles cómo resolver problemas que aún no se han resuelto y cómo acceder a la nueva información. Lo mejor sería ayudar a cualquier alumno a llevar a cabo un proyecto por el que sienta una pasión especial. Sólo así aprenderán cosas importantes. Aún necesitamos maestros, pero deben ser sobre todo guías y mentores capaces de estimular a sus alumnos.

He leído que Kurzweill lo único que quiere es vivir hasta el 2045, ya que para entonces se habrá desarrollado toda la tecnología necesaria. Es por eso que sigue una dieta estricta y toma 150 suplementos nutricionales todos los días para “reprogramar” la bioquímica de su organismo. Hoy, Kurzweil tiene muy buena salud. En 2045, tendría 97 años. En otras palabras, no es imposible.

¿150 suplementos nutricionales? Que poco eficiente… Farmacéuticos, podríamos evolucionar estos suplementos ¡hasta la súper pastilla!


Superar Obstáculos



 El concepto de superación personal se fundamenta básicamente en la conquista de nosotros mismo para lograr nuestras aspiraciones y sueños, reconociendo nuestras más profundas carencia y superando todos nuestros miedos, limitaciones y vacíos interiores.

Podríamos decir que concepto de superación personal incluye el logro de aquello que es fundamental para la vida de cada ser humano, por encima de todas las limitantes que el mismo puede tener. No obstante muchas personas en la actualidad han perdido el verdadero enfoque de su vida y le han brindado más importancia a factores externos, creyéndolos fundamentales para su vida.

Tales son el dinero, el poder, la fama, la belleza, el lujo y en general, las comodidades materiales, las personas se sienten tristes cuando no poseen este tipo de elementos y creen que la posesión de estos se encuentra el secreto de la verdadera felicidad, no obstante nada se aleja más de la realidad, ni el dinero, ni la fama otorgan la felicidad, mientras que una persona sin objetos materiales puede llegar a ser verdaderamente feliz.

Descubramos, de manera aproximada, el concepto de superación personal.
Literalmente es superar nuestras propias barreras y temores, estas bien pueden ser físicas, mentales, espirituales y emocionales; sin embargo, dentro de el concepto de superación personal podríamos incluir el capacidad de mantener el equilibrio en todas las áreas antes mencionadas.

Si bien mantener el equilibrio en este mundo resulta muy complejo debido a la posibilidad permanente de la alteración, mantener el equilibrio y la armonía en los momentos más cruciales de nuestra vida, sin lugar a dudas nos ayuda siempre a tomar nuestras mejores decisiones.

La superación personal es todo un aprendizaje sincero y constante de nosotros mismos, podemos lograr la superación personal a través de diferentes métodos, las lecturas sin lugar a dudas son el método más reconocido puesto que ellas nos explican, nos enseñan y nos permiten comprender muchos aspectos de nuestra vida que en ocasiones nos resultan incomprensibles.

¿Para qué sirve la superación personal?
Fundamentalmente la superación personal nos permite mantenernos tranquilos, armónicos, constantemente positivos en nuestra vida, enfocados en aquello que queremos y nos permite también proporcionar a los demás, verdadera compañía, profundos consejos y ánimo y apoyo constante.


Sin embargo nuestro primer deber es con nosotros mismos, con nuestro crecimiento con nuestra paz y armonía; que tomemos el control de nuestro ser y nuestra vida y tomemos las decisiones más indicadas para alcanzar el éxito, es decir, para lograr hacer en nuestra vida aquello que nos apasiona y nos hace vivir la vida con ánimo y coraje.