martes, 19 de mayo de 2020

Desde El Más Allá


Estuviste en coma. Tal vez tu corazón se detuvo por un instante, tal vez no. Pero ni siquiera eso es necesario para tener una experiencia extracorpórea.

“Muchos individuos que han tenido ECM no estaban físicamente en peligro de muerte, lo que indica que la percepción del riesgo de muerte en sí misma es importante para provocar las ECM”, señaló el estudio.

Es suficiente que pienses que estás muriendo para que tengas una.
La Asociación de Psicología de Estados Unidos está de acuerdo. Define las ECM como “eventos psicológicos profundos que tienen elementos trascendentales y místicos y que ocurren típicamente a los individuos que están cerca de la muerte o en situaciones de peligro físico o emocional intenso”.

En el caso de los pacientes de coma, el cerebro que produce las ECM puede estar funcionando al mínimo, pero sigue vivo, según la hipótesis de Laureys. Y en teoría se trata de una alucinación intensa. “La actividad normal del cerebro produjo sus percepciones extraordinarias”, indica el estudio.

Se necesitan más investigaciones
El equipo belga de investigación sólo ha estudiado a unos cuantos pacientes hasta ahora y no ha podido obtener imágenes cerebrales de los pacientes que tienen ECM para obtener datos sólidos que respalden la hipótesis de la naturaleza fisiológica de la experiencia.

Como médico, Laureys siente que se debe investigar más, ya que muchas personas temen que su consciencia permanezca mucho tiempo después de su muerte, y de atestiguar lo que ocurra con su cuerpo. “Históricamente, las personas tienen miedo de que las entierren vivas (...) La gente teme donar sus órganos”, dijo Laureys.

Hay bastantes modelos espirituales que explican las ECM, dijo, además de los supersticiosos. “Hay muchas explicaciones locas por allí”. Es momento de aplicar más ciencia dura, agregó.

Laureys no quiere especular acerca de la existencia del cielo o el infierno, pero dice que sólo una mínima parte de las experiencias cercanas a la muerte son aterradoras. La mayoría son placenteras y edificantes.

Con base en sus relatos, parece que más personas van al “cielo” que al “infierno”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario