El hombre es un pequeño universo: este es uno de los principios
fundamentales del hermetismo. Ernest Haeckel ensayó algo relativamente similar
desde la biología: “la ontogenia recapitula la filogenia”, en el nacimiento de
cada ser se observan rasgos de todas las especies que ha atravesado en su
evolución. Somos hombre pero también somos una extensa línea de animales,
vegetales y microorganismos que devienen en este instante.
Empédocles, el filósofo mago presocrático, creía que el desarrollo
individual era un espejo de la formación del universo. “Si quieres hacer un pay
de manzana de la nada, primero tienes que inventar todo el universo”, decía
Carl Sagan, el gran inhalador gnoseológico del polvo de estrellas. Y también su
famosa aseveración que llevó la literalidad a lo maravilloso: “El cosmos
también está dentro de nosotros, estamos hechos de la misma sustancia que las
estrellas.
Somos una forma en la que el cosmos se conoce a sí mismo”. James Gleick
escribe: “A la larga, la historia es la narrativa de la información volviéndose
consciente de sí misma”. David Bohm ideó el concepto de “totalidad implicada”,
en el que postula que la naturaleza del universo es holográfica y que la
realidad primordial, a la manera del Mundo de la Voluntad de Schopenhauer, es
la conciencia.
Una reciente teoría científica sugiere que existe una protoconciencia
diseminada en todo el universo que logra estados de coherencia y autorreflexión
en organismos complejos como puede ser el hombre y el cerebro humano.
Que la conciencia ha existido desde siempre y se torna a ver a sí misma
en nosotros.
“Cuál es la diferencia esencial entre el mundo del hombre y el mundo de
la naturaleza? Yo soy parte de esto. Soy, de alguna forma, una de las células
en este cerebro inmenso. Que no puedo entender, como la parte no puede entender
al todo. Y al mismo tiempo no me siento, como muchas personas sienten, un
extraño en ese mundo, sus formas estéticas de alguna manera me llaman más que
las formas estéticas que producen los hombres…
“De igual forma que una flor es una florescencia de todo el campo, me siento como una humanización de todo el
universo. En otras palabras, parezco ser, como todo lo demás, un centro —un
tipo de vórtice— en el que toda la energía del universo se realiza, toma vida.
Una
especie de diafragma a través del cual todo el universo se vuelve consciente de
sí mismo”. -Alan Watts
El místico indio Sri Aurobindo, lo resume así:
"Preguntas cuál es el principio de todo esto:
Y es esto…
La existencia que se multiplicó por sí misma
Por el puro deleite de ser
Y se proyectó en trillones de seres
Para que pudiera encontrarse a sí misma
Innumerablemente"
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