Algunas personas piensan que “estar solo” es algo malo.
Sin embargo, existen muchos beneficios que surgen una vez que aprendes a
aceptar la soledad.
No estoy diciendo que te transformes en Tom Hanks en el Náufrago, ya que
nadie puede discutir contra los beneficios y alegrías que hay al tener una
relación gratificante con otras personas. Lo que sí estoy diciendo, es que una
vez que aprendes a disfrutar estar solo, vas a crecer como persona.
A continuación hay diez cosas increíbles que te pasarán una vez que
comiences a divertirte estando solo:
A menudo cuando estamos rodeados de personas gastamos mucha energía.
Tratamos de mantener al resto feliz, de hacerlos reír, apaciguar sus
egos, leer sus emociones y todas esas otras cosas de rigor que vienen con
cualquier interacción. Un poco de tiempo en solitario permite que te
recargues, por lo que es bueno tomar un descanso, tanto emocional como
mental, de la interacción constante.
Tu vida siempre se mueve a un ritmo increíblemente rápido. Tan rápido de
hecho, que probablemente sea raro que tengas un momento para sentarte y
reflexionar sobre tu vida. Estar solo te da la oportunidad perfecta para
realizar un poco de auto reflexión.
Cuando comiences a disfrutar estar solo, ganarás una mayor perspectiva
sobre tus propias emociones. Crearás un entendimiento más profundo acerca de lo
que te hace feliz, lo que te molesta y lo que te entristece.
Con ese conocimiento es más fácil regular tus emociones. Pero todo
comienza con el entendimiento sobre cómo te sientes, y eso sólo llega con un
poco de soledad
.
Cuando estás permanentemente acompañado por otras personas, siempre
estás cediendo para encontrar soluciones que el grupo completo pueda disfrutar.
Y desafortunadamente, las cosas que más quieres, podrían no siempre estar
dentro de lo que el grupo quiere.
Así que es fácil divertirse estando sólo, una vez que te das cuenta
que al hacerlo, tienes más libertad para realizar las cosas que realmente
quieres hacer.
Estar en compañía de otros puede ser entretenido, pero también puede
afectar seriamente tu productividad. Hay momentos en que la compañía
de otras personas resulta ser nada más que una distracción que impide que
hagas tu trabajo.
Cuando pasas tiempo solo de forma constante, y eventualmente comienzas a
disfrutarlo, echas de menos a tus amigos. Por ello, cuando estés con ellos te
darás cuenta de que también disfrutas de esas relaciones incluso más.
Esto se debe a que el tiempo que pasas solo te da a una mayor
apreciación de ti mismo. Pero también te permite apreciar todas las cosas
geniales que hay en las relaciones con otras personas, muchas de las cuales no
podías percibir antes.
Una vez que empieces a considerar que estar solo es agradable, vas
a sentir más confianza en tu habilidad de estar sin nadie. Y eso naturalmente
lleva a que te sientas más independiente.
Ya no vas a experimentar más la ansiedad o ese deseo ardiente de
compañía, una vez que aprendas lo encantador que es estar solo.
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