miércoles, 13 de mayo de 2020

Heridas Del Alma


En todo el tiempo que ha pasado desde que llegamos al mundo, han ocurrido un sinfín de cosas. Unas buenas y otras, las heridas del alma, no tanto. Llevamos una mochila de experiencias que, por mucho que intentemos obviarla, está ahí.

Echamos “mano de ella” cuando queremos volver a recordar las cosas que nos hicieron felices. Para otras no olvidamos, pero a veces intentamos tener una “amnesia selectiva” por el dolor que nos causan. Hay que estar orgulloso de la mochila de cada uno, aunque jamás pensásemos cargar con ella con determinados hechos que quizás a veces nos generen sufrimiento…

Esa mochila tiene más sabiduría sobre ti que cualquier libro y que cualquier opinión. Conoce los demonios que arrastras desde la infancia y las veces que te han hecho daño. Las veces que te has sentido en tu lugar y las veces que has sentido que un lugar era de todo menos el tuyo… Es la mochila de tus vivencias, de tus experiencias más íntimas…

Todas las experiencias conforman lo que eres ahora, y algunas veces te sentirás feliz y en otras profundamente desdichado. En esos momentos de desdicha nuestras heridas del alma se abren, causadas por un daño hacia nuestra persona…

Quizás creíamos que ya solo eran cicatrices, pero en algunas ocasiones vuelven a escocer porque su naturaleza es la de hacernos una llamada de atención, porque quizás ese daño se está reproduciendo otra vez en tu vida.

Por ello, existen numerosas heridas del alma que vamos curando, pero que nunca terminan de cicatrizar, para recordarnos que alguien o algo nos las lastiman de nuevo y sentimos ese malestar. 

En un mundo en el que a veces es complicado encontrar personas honestas y dispuestas a amar y ser amadas de verdad, cualquier pérdida de una persona con estas características, que además ha compartido gran parte de su vida con nosotros, con el cariño y los recuerdos que eso implica, puede ser devastadora.

Aunque lo superemos, hay heridas del alma que vuelven a doler cuando somos más vulnerables. 

En cualquier momento de nuestra vida en el que nos sintamos perdidos o tristes, que no sepamos encajar ciertos aspectos… el hecho desgarrador de ser conscientes de que nuestro consuelo en esa situación ya no está con nosotros siempre va a resultar duro, por mucho tiempo que haya pasado



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