No me convence el consejo tan popular del “vivir el momento, porque te
vas a morir”. Demasiadas veces se utiliza para justificar decisiones que
perjudican tu mañana. Si el placer del momento es más importante que la
planificación a largo plazo, el mañana se podrá convertir en algo indeseado.
Vuelvo a lo mismo: para poder aprovechar el hoy tienes que tener
una idea remota de dónde quieres estar mañana. Si no sabes cuál es tu
misión de vida, cómo vas a poder tomar decisiones en el hoy.
Ojo, misiones de vida hay muchas. Visitar todos los países del mundo,
erradicar el cáncer, crear una vida profesional que me permita educar mis hijos
en casa, convertirme en el mejor músico del país, dedicar más tiempo libre a la
asociación x,… todo el mundo es libre de crear su norte.
Es posible que no consigas llegar al destino final, o quizás ni siquiera
existe este destino de forma fija. Aun así, un norte te ayuda a aprovechar
el hoy sabiendo que seguirás aprovechando también el mañana.
Saliendo del camino de rosas
No te voy a engañar: tener una misión no siempre es un camino de
rosas.
De hecho hay trechos (y puede ser largas) en las que tienes la impresión
de que no estás avanzando nada de nada. Es fácil abandonar tus intentos y
volver al dulce y exclusivo “vivir el hoy”. Quién sabe, a lo mejor te mueres
mañana y no tienes que vivir con las consecuencias.
La otra opción es aceptar que para ser feliz es necesario conocer
el aburrimiento, el dolor y la frustración. Las emociones positivas dependen de
la contraposición de las emociones negativas. Y curiosamente, la felicidad y
esta sensación maravillosa de haber triunfado dependen de que hayas conquistado
alguna dificultad.
Si todos tus antojos se satisfacen al momento, tu vida pronto te
parecerá demasiado monótono: es esperar a morir en una jaula dorada sin
poder desplegar las alas jamás.
La vida no siempre es fácil. Te tropezarás con obstáculos. Conocerás el
dolor. Te traicionarán. Te frustrarás. Y habrá días en las que te gustaría
rellenar una hoja de reclamación para el universo para que te haga caso aunque
sea un poquito.
Estas son tus oportunidades de crecimiento: aceptando lo que no puedes
cambiar puedes volcar tu energía en las cosas que están a tu alcance. Puedes
decidir de dejar las quejas y los rencores atrás, perdonar, pasar página y
seguir tu camino sin rencores.
La vida no es un camino de rosas. Pero los cactus también tienen su
encanto.
Como si muero mañana como si muero dentro de 70 años
No quiero vivir el hoy como si no hubiera mañana. Quiero vivir el
día de hoy de forma que no importa si me muero mañana o dentro de 70 años.
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