miércoles, 27 de febrero de 2019

Patriarcado: Una Cuestión De Género


Los tentáculos del patriarcado no sólo succionan e inmovilizan a la mujer en una posición determinada del organigrama vertical de género, sino que encasillan, como consecuencia, también al hombre. Quizá puede pensarse, y se tendrán grandes dosis de razón superficial, que su situación es de privilegio, si consideramos el ejercicio de dominio como una circunstancia positiva. No obstante, la dominación, aunque a corto plazo pueda resultar beneficiosa para el poderoso y dañina para el desposeído, es un fenómeno maligno bidireccional.

Los imaginarios creados por el patriarcado vinculan tanto a la mujer como al hombre, aunque en graduaciones diferentes. A la simplificación y asignación de roles (que afectan por igual), las mujeres han de sufrir la estigmatización, circunstancia de la que los hombres tienen la lógica oportunidad de librarse por situarse en el pedestal jerárquico. No obstante, como digo, los roles impuestos afectan a ambos sexos, y no precisamente de forma emancipadora. Si bien la mujer ha de ser sumisa y débil, el hombre ha de ser dominante y fuerte. A priori, los hombres pueden pensarse beneficiados por este reparto cultural de papeles. Sin embargo, la dominación y la fortaleza son armas de doble filo que empobrecen su capacidad de relación social.

Los hombres, desde su infancia, crecen en la creencia de que mostrar algún signo de empatía o sentimentalismo supone ausencia de virilidad. Llorar en público, abrazar o besar a un amigo, no poseer destrezas deportivas, jugar con muñecas, vestir alguna prenda color rosa, no tener una complexión atlética o mostrar simpatía hacia los animales o hacia canciones románticas, por citar algunos comportamientos o aficiones, es sancionado en base a una supuesta pérdida de la masculinidad (cuyo germen es la penalización de la homosexualidad y la atribución de fragilidad femenina), eliminando o alterando la identidad del niño. 

Estos imaginarios sociales se perpetúan durante gran parte de la vida del hombre -si no toda-, afectando a su capacidad de amar y a su creatividad. Generan tabúes, limitaciones a la libertad. Las representaciones que difunde el patriarcado -y que soportan tanto mujeres como hombres- empobrecen las interacciones entre ambos sexos y entre iguales. Si el sistema concibe una dicotomía entre el Bien (el hombre) y el Mal (la mujer), todo aquel comportamiento asociado a la mujer alejará al hombre de sí mismo, es decir, del Bien.

Además, el Estado posee los mecanismos necesarios para beneficiarse de los roles de género masculinos en su autodefensa. La propaganda militar o policial se nutre de valores ya existentes en la sociedad -la virilidad como sinónimo de gallardía y como antónimo de feminidad- para cumplir el primero de sus propósitos: persuadir al hombre común de que debe ir a/apoyar la guerra. 

Los diez mandamientos de la propaganda de guerra de Lord Ponsonby, que pueden resumirse en todo lo que haga yo está bien y todo lo que haga el enemigo está mal, finalizaba con un recurrente “los que ponen en duda la propaganda de guerra son unos traidores”. Es decir, quien contravenga las leyes de la masculinidad será una mujer y, por tanto, será una traidora. El honor, la valentía, el patriotismo, el orgullo, etcétera, son valores que pueden practicar tanto hombres como mujeres, pero serán los primeros quienes lo adopten como característica innata, y aquellas mujeres honorables o valientes habrán adoptado roles viriles -y tendrán que comportarse como tal, reprimiendo sus sentimientos y su identidad-.


Así, se repite necesario hacer pedagogía feminista para evitar caer en la maniquea percepción de la guerra entre sexos (concepción habitualmente compartida entre los hombres y comprender que el enemigo a batir es un fenómeno cultural, no biológico, y que la lucha en defensa de la igualdad de género no es un acto solidario del hombre hacia la mujer, sino un frente común de afectación general.

Libertad Sin Restricciones

Existen dos tipos de libertades:

• Las libertades individuales: Las libertades individuales fundamentales son la libertad de opinión, de expresión, de circulación, de pensamiento, de consciencia, de religión y el derecho a la vida privada.

• Las libertades colectivas: Las libertades colectivas son aquellas que corresponden a un grupo de personas. Se trata particularmente de la libertad de asociación, de reunión pacífica, la libertad sindical y el derecho a la manifestación.

Del mismo modo que los adultos, los niños tienen derechos y libertades. Sin embargo, los niños son seres en crecimiento y, por ende, son más frágiles y vulnerables que los adultos. Además, con el fin de asegurar su protección y su bienestar, los niños tienen libertades más restringidas que los adultos.

Sin embargo, se benefician de libertades importantes de respetar. Estas son las llamadas libertades “de ciudadanía”: la libertad de opinión, de expresión y de asociación; y de las llamadas libertades “espirituales” o “religiosas”: la libertad de pensamiento, de consciencia y de religión.

Los niños tienen, como los adultos, el derecho de tener una opinión, expresarla y reunirse para compartir su punto de vista.

La libertad de opinión significa que cada uno es libre de tener una opinión o un juicio, de acuerdo a sus emociones, capacidades reflexivas y conocimientos.

Los niños tienen el derecho a tener una opinión diferente a la de sus padres. Tomando en cuenta su edad, así como su grado de madurez y discernimiento, los niños tienen derecho a que su opinión sea tomada en cuenta. Los Estados, las comunidades y los padres tienen el deber de escuchar a los niños y acordar una consideración particular a sus opiniones cuando las decisiones que van a tomar les incumben.

La libertad de opinión significa que cada uno es libre de tener una opinión o un juicio, de acuerdo a sus emociones, capacidades reflexivas y conocimientos.

Los niños tienen el derecho a tener una opinión diferente a la de sus padres. Tomando en cuenta su edad, así como su grado de madurez y discernimiento, los niños tienen derecho a que su opinión sea tomada en cuenta. Los Estados, las comunidades y los padres tienen el deber de escuchar a los niños y acordar una consideración particular a sus opiniones cuando las decisiones que van a tomar les incumben.

La libertad de expresión permite a todo persona expresar libremente sus ideas por todos los medios que juzgue apropiados.

Cada niño tiene derecho a expresar libremente sus opiniones sobre los asuntos que tengan que ver con su vida. Además, un niño no debe ser víctima de ninguna presión que trate de obligarlo o influenciarlo en su opinión y que le impida expresarse libremente.

La libertad de expresión de los niños implica igualmente su derecho a la información. Los niños tienen derecho a saber lo que sucede y a acceder a la información que les interese. Los niños pueden así conocer los problemas más actuales, informarse y crear su propia opinión sobre temas de actualidad.

La libertad de asociación y de reunión permite a todas las personas reunirse para compartir idea y defender una opinión, una causa.

Así como los adultos, los niños tienen derecho a reunirse para ponerse de acuerdo y participar en temas que tienen que ver directamente con sus derechos y su bienestar, pero también sobre asuntos de actualidad que les interesen.

Debido a su edad, los niños no pueden votar ni ser elegidos. Sin embargo, dado que son ciudadanos en crecimiento y que serán los actores de las sociedades del mañana, es fundamental informarlos sobre sus derechos y sobre las problemáticas y los retos actuales. Esto permite formar a los futuros ciudadanos e instaurar un diálogo entre las diferentes generaciones para contribuir así a la preservación de los principios democráticos de las sociedades.


Así pues, los Estados tienen el deber de escuchar a los niños y a integrarlos en sus procesos de decisión: por una parte, alentarlos a desempeñar un papel activo desde niños; y por otra parte, formarlos para que puedan tomar las riendas de la sociedad cuando sean adultos.

Anhelos Y Coraje

A menudo escuchamos que los valientes, los que se arriesgan, los que se la juegan y apuestan por una vida distinta, por crear nuevas circunstancias cuya construcción se prevé difícil, incluso imposible, son unos locos. Pero quizás el coraje no tenga nada que ver con la locura. Probablemente el coraje más que la ausencia de miedo es la consciencia de que hay algo por lo que merece la pena que nos arriesguemos.

El coraje es fuerza al servicio del amor y de la consciencia. El coraje nos mueve porque creemos que aquello que queremos crear, cambiar, construir, tiene sentido. Tiene tanto sentido que nos puede llevar a arrostrar nuestros miedos, a enfrentar dragones internos y externos y partir en un viaje del cuál regresaremos completamente transformados, bien porque hayamos logrado encarnar el anhelo que nos llevó a partir, bien porque tras la aparente derrota habremos aprendido algo nuevo que nos llevará a ver con ojos distintos a la vida, a los demás y a nosotros mismos. Sea como sea, habremos crecido en el viaje interior, si somos capaces de hacer alquimia del dolor y de no dejarnos enloquecer por el éxito o la realización si hemos sido bendecidos por éstos.

Nuestros anhelos y nuestro coraje van a ir siempre de la mano. El anhelo nos invita a crecer y el coraje nos hace crecer. El primero es semilla, es potencia, es idea; el segundo es acción, transformación, realidad. Y en ese baile, el desarrollo en lo espiritual y en lo real que nos proporciona el coraje, alimenta nuevos anhelos en una espiral cada vez menos densa y más sutil. 

La danza de nuestros anhelos y nuestro coraje es la que transforma nuestra vida y la de los que nos rodean. Es esa extraordinaria danza la que hace que las utopías del pasado sean realidades hoy, y que nuestras utopías de hoy, quizás, sean las realidades de mañana. Porque la vida se construye en un diálogo entre el azar y nuestra responsabilidad. Decir que todo depende del azar es resignarse, rendirse, dejar a cero nuestra capacidad para redirigir o redefinir la vida. Decir que somos nosotros los que podemos hacer todo cuanto queramos, que tenemos todo el poder para crear la realidad a nuestra medida, no tan sólo es una fantasía muy peligrosa para nuestro entorno sino más bien un oscuro delirio narcisista.

El veneno está en la dosis. Si nos resignamos porque creemos que no podemos hacer nada y que el destino está escrito, entonces la partida de la vida será dolorosa y seguro que muy aburrida. En el otro extremo, si caemos en un delirio de omnipotencia, las bofetadas que recibiremos serán de tal calibre y tan necesarias que o enloqueceremos o caeremos en una depresión que nos devuelva el sentido de realidad.

Entre lo uno y lo otro existe la capacidad de ir desarrollando la lucidez necesaria para saber a dónde podemos llegar, paso a paso, trabajando y esforzándonos en aprender y hacer crecer nuestras capacidades de comprender, amar y actuar. Quizás lo importante es no dejar de hacerse preguntas y de sembrar, cada día, semillas de posibilidades, crear nuevas circunstancias, prepararnos para cuando florezca la oportunidad que nos abra las puertas hacia una nueva realidad deseada y esperada durante mucho tiempo por la que nos hemos estado preparando. La buena suerte quizás es, simplemente, la combinación de la preparación y la oportunidad. La primera depende de nosotros, la segunda, no tanto, aunque con la práctica, quién sabe.


Y en esa necesaria preparación para el juego de la vida, el propósito entendido como voluntad y entrega para que un anhelo se haga realidad, tiene un papel esencial. Woody Allen dijo “Sólo me ha llevado cuarenta años tener un éxito de la noche a la mañana”. Pues eso. A remar.

martes, 26 de febrero de 2019

Aceptar Lo Que Somos


Ser nosotros mismos es mucho más difícil de lo que pueda parecer. Continuamente, nos vemos condicionados por factores externos y personas a nuestro alrededor que evitan que podamos ser uno mismo y mostrar nuestro lado auténtico.

Desde pequeños nos enseñan ciertas normas para convivir en sociedad que, en ocasiones, restringen cómo de verdad somos. Esto no es necesariamente negativo. Es normal que necesitamos unas normas, pero a veces las transportamos demasiado lejos, hasta nuestro propio yo. Es aquí cuando dejamos de ser auténticos.

“Tenemos que atrevernos a ser nosotros mismos, por más aterrador y extraño que este ‘yo’ pueda llegar a ser”
-May Sarton-

Pero, ¿por qué nos resulta tan difícil ser nosotros mismos? La respuesta en sencilla: miedo. Resulta irónico, pero tenemos miedo de descubrirnos, de ver cómo realmente somos

En realidad nos conocemos más bien poco. Nuestro ‘yo’ fingido es el que creemos que realmente somos, mientras mantenemos bajo capas a nuestro verdadero ‘yo’. ¡Claro que da miedo descubrir cómo eres realmente! Has vivido siendo como los demás han querido que seas. Aunque no lo percibas, ellos te han hecho así y cambiar es algo que da miedo, ¡es normal!

Son muchas las personas que siguen viviendo en una mentira de su propio ‘yo’, mientras que las que son auténticas son verdaderamente felices. Conocer, descubrir y sacar a tu ‘yo’ auténtico te hará sentir en armonía contigo mismo. Por primera vez, notarás el equilibrio de tu propio ser, todo estará bien. ¿Sabes por qué aún no has descubierto a tu auténtico ‘yo’?

Tienes miedo de reconocer que no eres perfecto.
Intentas camuflar tus defectos y tus debilidades.
Ser vulnerable no es algo agradable para ti.
Los errores son algo que te cuesta asumir su responsabilidad.
Quieres agradar siempre a los demás.
Ser tú mismo implicará que muchos te miren mal.

Estos son solo algunos de los motivos por los que te niegas y te esfuerzas a no sacar a la luz a tu verdadero ‘yo’. El miedo a que no empieces a agradar a todo el mundo, el miedo a sentirte débil ante los demás, el miedo a cometer errores.

Es normal que sientas estos miedos, pero ¿sabes lo que te estás perdiendo? Nunca serás plenamente feliz ni estarás a gusto contigo mismo si sigues manteniendo tu autenticidad camuflada.
“Ser uno mismo en un mundo que constantemente intenta transformarte en algo diferente es el mayor logro”
-Ralph Waldo Emerson-

Será un camino difícil, pero cuando logres hacer caer la máscara de tu ‘yo’ fingido verás que es muy difícil que vuelvas atrás. Debes aprender que nunca le caerás bien a todo el mundo y fingir ser alguien que no eres te provocará un desgaste de energía que te agotará constantemente.

Surgirán problemas, frustraciones… todo ello porque intentas caerle a todo el mundo bien, pero créeme eso es imposible. Es algo normal, algo que debes aceptar. No le vas a caer bien a todo el mundo, igual que no todos te caen bien. ¿Te da miedo cometer errores? ¿Y qué? Los errores son algo que nos permite avanzar, que nos permite mejorar y lograr aprender cada día algo nuevo.

Elimina la idea de que los errores y las equivocaciones son algo de lo que debiéramos avergonzarnos, pues no hay nada más lejos de la realidad. ¿Y qué decir de tus fortalezas y tus debilidades? No te tienes que avergonzar por aquellas cosas que no son lo tuyo, en las que por ser como eres, eres débil.
Lo que debes hacer es potenciar todo aquello que sea tu fortaleza, mientras asumes tus debilidades como circunstancias que son y serán así siempre. ¡Qué le voy a hacer! No hay nadie perfecto.
“Nadie debería creerse perfecto, ni preocuparse demasiado por el hecho de no serlo”
-Bertrand Russell-


La perfección no se encuentra en la propia perfección, sino en la imperfección. Somos diferentes y únicos, y así debemos aceptarnos. No te permitas ser alguien que no eres, pues cuando seas tú mismo el mundo será muy diferente.

lunes, 25 de febrero de 2019

El Pensamiento De Heráclito

Filosofía
El Pensamiento De Heráclito
Heráclito estableció que el mundo estaba en cambio constante y perenne, y que en medio de este proceso de transformación cada elemento se convierte en su ente contrario.

Además, el hecho del constante cambio y, por ende, la renovación periódica, implica que no se pueden experimentar los mismos escenarios varias veces. Es decir, jamás será posible que un lugar siga siendo el mismo, porque de forma constante las cosas propias de ese lugar están transformándose.

En cuanto al ser humano, Heráclito estipuló que el hombre está en constante lucha dados estos cambios y transformaciones que todo el tiempo están generándose.

Como consecuencia de esta alternancia perenne entre caracteres opuestos, el concepto de cualidad asociado a una característica humana se vuelve algo relativo.

Al mismo tiempo, en medio de esta lucha el ser humano tiene el escenario perfecto para descubrir su propia identidad, dado que va transformándose una y otra vez en cosas opuestas.

Según Heráclito, este proceso tiene importancia en cuanto a que constituye el motor a través del cual el mundo y las cosas evolucionan y se transforman. Esta visión era considerada contraria a lo que se daba por hecho en aquella época.

Como se mencionó anteriormente, uno de los puntos más relevantes de la filosofía de Heráclito es que llegó a considerar al fuego como el elemento principal y esencial de todas las cosas.

El arjé, también conocido como arché o arqué, es el concepto que se tenía en épocas de la antigua Grecia para referirse al inicio del universo conocido; se trataba de la explicación dada sobre el origen de todas las cosas
.
Heráclito consideraba que todos los cambios que se generan en la naturaleza tenían como elemento desencadenante al fuego.

Según Heráclito, todas las cosas que existen nacen a través del fuego, siguiendo el orden fuego, aire, agua y tierra. Asímismo, indicaba que las cosas perecían de igual forma, pero en un sentido inverso; es decir: tierra, agua, aire y fuego.

En definitiva, para Heráclito el fuego era el comienzo y el fin de todas las cosas que formaban parte de la naturaleza, incluso era considerado también el origen del alma. Según este filósofo, dicho fuego nace como consecuencia de una necesidad determinada.

Según los registros obtenidos, Heráclito escribió una sola obra llamada De la naturaleza. Vale acotar que ese mismo título solían tener las obras que versaban sobre temas filosóficos en la Antigua Grecia.

Como se mencionó anteriormente, no hay seguridad en cuanto a si el libro de Heráclito realmente fue concebido por él como tal o si se trató de una recopilación que posteriormente hicieron sus discípulos, compilación que incluyó las nociones y descripciones de Heráclito sobre diversos temas.

En cualquier caso, Diógenes Laercio fue el escritor griego que atribuyó el libro De la naturaleza a Heráclito. Este libro se divide en tres capítulos: el primero de estos habla sobre la cosmología, el segundo se enfoca en el ámbito político, y el tercer capítulo se refiere al tema teológico.

La estructura de su única obra está conformada por más de cien sentencias, sin conexión directa entre sí. Heráclito se caracterizó por utilizar los aforismos como forma de expresar su pensamiento.

Los aforismos son aquellas sentencias que tienen como característica ser tajantes y cortas, y que se utilizan para describir conceptos que se consideran verdades en un ámbito específico.

Se dice que el hecho de que utilizara aforismos para dar a conocer sus ideas va en consonancia con las características que se han podido conocer de este personaje, pues Heráclito se caracterizaba por ser un tanto enigmático, así como introspectivo y muy severo.


Todas estas peculiaridades le hicieron ganar el sobrenombre de “el oscuro”, y tienen coherencia con el sentido de los fragmentos suyos que se han encontrado.

Objetivos Y Resultados


Luego de haber estudiado desde dentro la gran empresa, incluidos varios años de trabajo investigativo en General Motors, IBM y Sears, Drucker llegó a la conclusión de que la corporación es, ante todo, un ente social, y la clasificó como una organización humana, concepto este que va más allá de la simple consideración de institución económica y herramienta para la rentabilidad, prevalecientes entonces. En consecuencia, Drucker consideró a la DPO como una filosofía de dirección basada en gran parte y firmemente en el comportamiento y la motivación del individuo.

Esta evolución conceptual, que le permitió superar la teoría de la administración científica de Taylor, fue muy bien enfocada por Enebral  Fernández, quien consideró que "…el individuo que se conduce por objetivos —sabiendo qué debe conseguir y cómo debe hacerlo— se siente motivado y comprometido con el futuro dibujado para su empresa; siente que sus propios objetivos contribuyen claramente a la consecución de los de la colectividad; se siente igualmente alineado con la cultura (valores, estilos de actuación, etc.) de la organización".

Este vínculo entre valores y cultura organizacional, por un lado, y objetivos y resultados, por otro, resulta crucial. Es en la trama de acontecimientos que tiene lugar cuando la organización concibe sus objetivos y se mueve luego hacia la consecución de sus resultados, en la que los valores cobran verdadero sentido y pueden expresarse y desarrollarse de forma concreta. Por eso es indispensable la participación de los miembros del equipo en todas las etapas, sea generando ideas, proponiendo metas o asumiendo la condición de responsables de acciones específicas durante la ejecución.

Sobre este particular, Drucker afirma: "…ninguna institución puede sobrevivir si necesita genios o superhombres para dirigirla, por el contrario, la longevidad provendrá de desarrollar el máximo de dirección independiente y llevarlo al más bajo nivel posible de la jerarquía empresarial". 

Valores como: compromiso con las metas, sentido de responsabilidad al intentar lograrlas, trabajo en equipo, sentido de pertenencia, cultura de la excelencia, deseo-necesidad de superación profesional, entre otros muchos, encontrarán cabida en estos procesos. Es el ambiente propicio, además, para la identificación y posterior desarrollo de líderes emergentes. 

Un segundo problema conceptual que nos golpea es la falta de claridad acerca de qué son las áreas de resultados clave (ARC) y cómo deben interrelacionarse con las áreas funcionales tradicionales. Una muy sencilla y esclarecedora definición es la que considera a las ARC como aquellos ámbitos de la acción que, de ser exitosos,  conducen al éxito de la organización en su conjunto y, de fracasar, pueden llevarla al fracaso. 

Es por eso que resulta extremadamente importante identificarlas correctamente, porque ellas serán objeto de las principales prioridades y la alta dirección deberá enfocar el 80 % de su tiempo a su seguimiento y apoyo.

A diferencia de las ARC, que se definen según los principales componentes de la misión y la visión (el futuro) de la organización y son, por tanto, células de base actualizadas y alineadas con estos propósitos, las áreas funcionales o tradicionales son una herencia estructural y legal impuesta por la historia (el pasado) de la organización, que garantiza una parte de su funcionamiento pero que no tienen porqué estar en correspondencia con su mirada estratégica.

La convivencia armónica de estos dos componentes básicos se alcanza sólo si se entiende la necesidad de integrar el trabajo de las áreas funcionales en las ARC, de manera que los objetivos asociados con estas últimas se convierten en grandes proyectos alrededor de los cuales se muevan todos los miembros de la organización que hagan falta, independientemente de su área funcional de origen.


Podría decirse que la principal misión de un jefe de área funcional —entiéndase viceministro, vicedirector, jefe de departamento u otro— es garantizar la eficiente y eficaz participación de sus subordinados en las acciones asociadas con la consecución de objetivos priorizados, sean de un ARC o de otra. Deberíamos evaluar, en primer lugar, a nuestros directivos por su capacidad (conocimiento, habilidad y actitud) para garantizar esta importante función de la gerencia. 

Un desempeño de este tipo estaría alineado con el camino hacia la visión, o sea, hacia el futuro, y rompería con esquemas de pensamiento más cercanos a lo feudal.  La sensación de poder asociada al dominio y control sobre "la finca propia", es sustituida por la sensación de responsabilidad al participar en algo mucho más trascendente: el éxito de la organización.

Lo Crítico De La Crítica

Imagine lo que sucedería en su organización si las personas se criticaran a sí mismas con la misma severidad con que critican a los demás.  Es ingenuo pretender que los equipos mejoren su desempeño sin propiciar el análisis estricto y objetivo de las situaciones que les suceden, especialmente de las negativas.

“La crítica puede no ser agradable, pero es necesaria. Cumple la misma función que el dolor en el cuerpo humano. Llama la atención sobre un estado poco saludable de las cosas“, decía acertadamente Winston Churchill. En un equipo, los miembros con pensamiento crítico son catalizadores de avances significativos, porque reaccionan de inmediato ante los síntomas del conformismo y de la resignación, que tanto estancan la evolución hacia el alto rendimiento.

Las organizaciones prosperan sosteniblemente cuando su aprendizaje es acelerado y profundo. Para ello, es preciso que sus miembros  vean más allá de lo visible, que sean más profundos a la hora de indagar y de evaluar hechos. Son personas que desafían las perspectivas y contribuyen con una visión fresca o diferente, la cual, en todo caso, sirve para movilizar a la organización. Según Montesquieu, 

“El hombre de talento es naturalmente inclinado a la crítica, porque ve más cosas que las otras personas y las ve mejor”.

¿Qué sucede cuando ese espíritu crítico es mínimo o nulo? Todos saben que algo está mal, pero callan, por las razones que sean. Hay molestias ocultas y asomos de desinterés, que se convierten en resistencia pasiva, en un tenso ambiente de trabajo, caracterizado por la autoprotección. Para evitar ser criticados o criticar, los miembros no actúan, escuchan lo mínimo y, si es posible, pasan desapercibidos.

No se debe confundir la expresión honesta, directa y oportuna de criterios con la de comentarios destructivos. La diferencia la marca  la intención de quien habla: cooperar, hacer catarsis y desahogarse o simplemente afectar las relaciones o el prestigio de otras personas. “Tiene derecho a criticar, quien tiene un corazón dispuesto a ayudar”, advierte Abraham Lincoln.

Los líderes de un equipo hacen bien al fomentar debates, poner a prueba sus propias ideas y dar ejemplo de escucha activa. Pero si reaccionan a la defensiva ante cualquier comentario, entonces, tendrán que acostumbrarse a vivir en  la soledad de sus perspectivas, a equivocarse por no combinar ideas y asumir todos los riesgos. ¿Para qué caer en eso cuando el equipo tiene miembros pensantes y de buena fe?

Las buenas relaciones son esenciales, pero no deben confundirse con la excesiva diplomacia ni con esconder realidades: ¿de qué sirve callar  las discrepancias si luego se disparan los señalamientos por las fallas?  La respuesta la encontramos en el viejo adagio popular: “El pensamiento crítico resuelve los problemas. Criticar sin pensar, los crea”.


Cuando Prevalece El Ego

El ego necesita continuamente dar buena imagen ante la sociedad, carece de humildad y cae muy a menudo en el ejercicio de la soberbia. Ahora bien, también conviene diferenciarlo de ese sentido del yo más defensivo, una instancia psíquica donde uno se reconoce y define su propia identidad.

Dejar por tanto que nuestro ego afile su reverso más negativo puede sin duda suponer un problema.

Pocos conceptos resultan tan complejos de definir como el ego. Inmanuel Kant entendió esta dimensión como una entidad donde se incluía cada representación mental que la persona lleva a cabo. 
Para Sartre era una parte más de la conciencia. Sin embargo, la definición más interesante y conocida es la que nos aportó el psicoanálisis.

Para Sigmund Freud el ego es la representación de la realidad y la razón. Es quien controla las pulsiones del “ello”, y quien intenta de algún modo, satisfacer los deseos de este último de un modo socialmente apropiado. Ahora bien, cabe decir que la visión más popular y asociada quizá a esa vertiente algo más negativa y compleja del ego, nos la aporta las filosofías místicas y orientales como el budismo.

Según estas perspectivas, el ego es la fuente del sufrimiento. Tal y como nos explica Eckhart Tolle, a menudo vivimos apegados en exceso a nuestros pensamientos, a nuestras necesidades, y los códigos heredados de nuestra familia y sociedad dando forma a una dimensión falsa y alineada como es el ego.

En este último caso, dicho concepto es como una ilusión, una fantasía que pretende situarse por encima de los demás. Cuando nos encontramos dominados por nuestro ego, la opinión que se tiene de uno mismo está distorsionada, el verdadero “yo” se aleja y conocerse a uno mismo se complica.

El ego necesita creerse superior para disimular su verdadero sentimiento de inferioridad

Las personas que viven dominadas por el ego están engañadas, se creen superiores y no ven la realidad. Es un error de pensamiento que intenta hacer una presentación de cómo a usted le gustaría ser, en vez de como es en realidad.

El ego es además una máscara social, un papel que nos aleja cada vez más de lo que somos de verdad. Esta máscara necesita halagos, aprobación de los demás, necesita tener el control de las situaciones y personas, quiere tener el poder porque en lo más profundo de su ser hay temor.

Es como un personaje que se va creando. El ego se aleja de la sencillez y se caracteriza por la complicación, es como una actuación del ideal, una falsa autoestima que se necesita proyectar para que nadie vea la gran inseguridad que se esconde en el interior.

Efectos de vivir apegados al ego

Enfocar una existencia arraigada en el ego, hará que carezcamos de iniciativas por miedo a fracasar.Esta dimensión nos sitúa en una zona cómoda y rutinaria donde alimentar al falso “yo” con halagos y aceptación. El terreno conocido será tu hábito de vida, un sitio donde te aceptan.

No querrás arriesgar en lo desconocido por miedo de recibir rechazos o críticas. Una persona que tiene una autoestima verdadera no tiene miedo a explorar lo desconocido porque las desaprobaciones de los demás las acepta y no le molestan. Aprovecha para aprender de lo que sale mal, sin dañar su valía personal.

Cuando el ego no es alimentado por el exterior, la persona se siente mal, las emociones pueden experimentar todo tipo de sensaciones negativas, como la timidez, rabia, pena, miedo, etc…

Ahí veremos que se trata de una falsa seguridad disfrazada. Cuando la persona recibe críticas, no es aceptada y no se le reconoce es cuando la máscara se cae y nos podemos dar cuenta de que en realidad no somos quiénes nos pensamos.

Según el ego, tu identidad depende de lo que los demás piensen de ti, por eso es tan importante no dejar que domine tu vida, porque sino serás como una hoja que se mueve al son del viento en base a lo que recibas de la sociedad.


domingo, 24 de febrero de 2019

Decide Tus Caminos


Cuando estamos en el medio de la tempestad nos cuesta ver cuál es el camino que nos lleva fuera de ella, nos asustamos, nos sentimos perdidos, desamparados. Cuando estamos atravesando una crisis interior de cualquier tipo nos sentimos igual, nos cuesta encontrar la mejor salida que solucione nuestras dificultades, encontrar una solución constructiva. Entender cuál es el mejor camino para superar la tempestad interior que nos encontramos nos resulta difícil, porque nos sentimos sin salida, que no hay solución, esto nos paraliza, nos congela en ese lugar.

Si permanecemos algún tiempo en este estado de miedo, confusión interior y parálisis empezamos a alejarnos a cada día del camino de las soluciones, nos perdemos por los paisajes de la mente, llenos de preocupaciones, culpas, reproches, rencores, obsesiones, frustraciones, angustia y malestar.

Todo este proceso nos bloquea, nos debilita, nos desconecta de nuestro sentir, de nuestro ser, del pulsar de la vida dentro nuestro, nos desconecta del presente, trayendo consigo consecuencias en nuestra vida y bienestar general.

Los caminos que nos llevan a solucionar nuestras dificultades ya existen, nuestros caminos de superación, transformación y sanación están dentro nuestro, lo que buscamos fuera ya nos habita. Nuestra dificultad es que no sabemos, no comprendemos o perdimos la habilidad de conectarnos a nuestra fuente de sabiduría interior, a confiar en ella, a ver nuestras posibilidades, nuestras herramientas internas, nuestras fortalezas, pero también siendo conscientes de nuestras sombras, nuestras dificultades, heridas y carencias.

Cuando giras hacia tu interior y observas sin juzgarte, sin apegarte, dejas de alimentar con tu energía este bucle de pensamientos, emociones, actitudes y reacciones que te provocan sufrimiento, dificultades y te abres a una comprensión mayor de ti y de lo que te rodea.

Cuando el malestar y el sufrimiento dejan de ser tu foco de atención, empiezas a cambiar tu vibración y tu estado conciencia. Este es el momento de dar el primer paso, reconectarte con tu poder interior, tu fuerza y comenzar tu camino de transformación, superación y sanación.

Tú tienes el poder y la responsabilidad de elegir que caminos quieres recorrer, dar el primer paso. Rodéate de lo que te hace bien, de quién te apoye, te ayude y sepa acompañarte en este viaje de transformación y sanación.


Siempre hay caminos que nos conducen a donde podemos encontrar soluciones a nuestras dificultades y dudas, elige caminos de transformación, superación, sanación, bienestar y armonía.

La Comunicación Digital.

La esencia de los seres humanos es la comunicación. Todos nos comunicamos de alguna forma u otra, sin embargo, el cómo lo hacemos ha evolucionado a lo largo del tiempo, y en recientes años esto se ha dado aún en mayor medida gracias a los avances tecnológicos. La tecnología ha transformado la vida de los seres humanos de un modo sorprendente, cambiando drásticamente la forma en que vivimos; y el epicentro de estas transformaciones es la red de comunicaciones.

“Sin importar dónde trabajen, el lugar en el que vivan o el rubro donde se desempeñen, en la actualidad las personas llevan un estilo de vida digital. Desde lugares remotos, hasta estadios deportivos, concurridos aeropuertos, e incluso centros de procesamientos de datos de alta tecnología, las redes permiten conectarse continuamente con todo lo que nos rodea, y con cualquier persona en prácticamente cualquier parte del mundo”.

La tecnología no solo está cambiando la forma en que el ser humano aprende y trabaja, sino que también está modificando la manera en la cual se relaciona, en que vive. Pero aunque estos cambios se han manifestado con mayor fuerza en los últimos años, desde hace décadas se han venido desarrollando diferentes soluciones que son los pilares para la evolución actual de la tecnología, sin los cuales muchos de estos avances no podrían ser posibles hoy en día.

Desde los primero sistemas de radiodifusión, los diferentes desarrollos para la telefonía fija y móvil, pasando por los sistemas de geo localización, hasta los nuevos Sistemas Automatizados para la Gestión de Infraestructura (AIM), las complejas redes de comunicación de los Edificios Inteligentes, hasta el desarrollo de la fibra óptica que permite velocidades de transmisión de datos antes inimaginable; la red de comunicaciones ha estado siempre presente para tratar de hacer más eficiente la interacción y comunicación entre las personas, con su entorno y la tecnología.

Aunque este pleno desarrollo tecnológico representa grandes ventajas para la comunicación, y avances en prácticamente cualquier aspecto de la vida de los seres humanos, esto también conlleva grandes retos que las empresas encargadas del desarrollo, innovación, implementación y gestión de la infraestructura de red deben afrontar permanentemente.

Rodeados de nuevas tecnologías, con la utilización de nuevas redes sociales globales, y miles de nuevas formas de comunicación como lo son los teléfonos móviles, los edificios inteligentes, los grandes centros de datos, etcétera, la demanda por un acceso instantáneo y confiable, en cualquier lugar, en cualquier momento, es uno de los más grandes desafíos para las redes de comunicación actuales.

La red, sin duda, ha revolucionado las comunicaciones modernas. Se ha convertido en la columna vertebral de Internet y del uso de los aparatos inalámbricos, es decir, se ha vuelto la materia esencial de la vida digital actual. Por esto, los ingenieros y grandes empresas de telecomunicaciones se están replanteando el propósito, la función y el uso de las redes para ayudar a sus clientes a tener un mayor ancho de banda, más rápidas conexiones y capacidad de almacenamiento de datos, así como acelerar la implementación de la infraestructura y simplificar la migración hacia nuevas tecnologías.


Las redes tienen un potencial enorme para conectar a la gente, para ayudarle a comunicarse en nuevas y más interesantes formas, y para fomentar el progreso humano en prácticamente todos los aspectos de la vida. 

Vasallos Del Ego

En la necesidad de entender al mundo que nos rodea, y de sentirnos “normales”, nos erigimos en el “modelo tipo”, el “ejemplo a seguir” o, incluso, “la excepción que confirma la regla”, sin comprender que no hay ninguna “regla”, ningún “patrón”… que todo se debe a la cultura, la religión, las costumbres, la educación y otros aspectos que moldean la personalidad de cada individuo, sin ser por ello “mejor” o “peor”.

Definir qué es “normal” es el esfuerzo más estéril y absurdo de todos los que realiza la mente, siempre perdiendo el tiempo en “clasificar”, olvidándose de “observar” -el verdadero camino hacia el verdadero saber-.

Creamos los tópicos más absurdos e injustos, mutilando cualquier oportunidad de descubrir la originalidad y autenticidad en cualquier individuo de cualquier región de este mundo. Metemos a todos los individuos “en el mismo saco”, olvidando adrede la máxima que todos conocemos pero nadie parece comprender en profundidad: “Cada persona es un mundo”.

También nos inventamos estereotipos para encasillar las diferentes opciones que cada individuo libremente elige en su caminar por la vida. Así, clasificamos a cada uno en uno u otro perfil psicológico -dependiendo, no tanto de su personalidad, como de la nuestra propia-, basándonos en sus elecciones vitales con respecto a su sexualidad, ideología, credo, espiritualidad, hábitos…

No hay estándares, no hay moldes donde podamos caber a la perfección. Con esa actitud envenenamos nuestro mundo. No comprendemos que la verdadera igualdad se basa en respetar las diferencias y convivir armónicamente con ellas. En la diferencia del otro encontramos las mayores riquezas: la apertura mental que nos lleva a ver en el otro a nosotros mismos, pero no desde nuestro punto de vista, sino desde la suya, desde ese contraste entre ambas.

Después de todo, el mundo es un reflejo de nuestro interior. Cuando aceptamos las diferencias en nuestro prójimo, aprendemos a vernos tal como somos y nos damos cuenta de lo diferentes que somos a como nos percibe nuestra mente, que nos idealiza a través del Ego.


Vivir En Un Mundo Integrado

De acuerdo a un reporte publicado hace un año, hay más de doscientos millones de desempleados en el mundo. En este próximo ano, este número crecerá astronómicamente, mientras que producción global disminuye y recursos naturales siguen siendo más escasos. Este desarrollo constituye un problema enorme para los desempleados, como también para la sociedad y gobiernos, que no tienen el poder de pararlo.

Mientras que los desempleados crecen globalmente, la necesidad de un curso de educación comprensiva, que explica el nuevo mundo integrado y sus leyes gobernantes, será indispensable en la prevención del tipo de derramamiento de sangre y malestar que vemos que ya se está empezando a materializar.

Entonces que es este “nuevo mundo” que la crisis global nos está trayendo? Bueno, si tomamos un paso atrás y analizamos la palabra “crisis,” no tiene una connotación negativa. Más bien, significa una nueva etapa similar al nacimiento.

Sabemos por experiencia que la transición de un estado al otro es difícil, porque conlleva salir de tu zona cómoda. No importa si es cambiar de trabajo o modificar cualquier otro aspecto de la vida, tenemos la tendencia de resistir el cambio y preferimos quedarnos dentro del sistema de operación familiar.

Tomando esto en consideración, hay dos aspectos a esta crisis global. De un lado, estamos sintiendo aflicciones genuinamente terribles y dramáticos; diluvios terribles, terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, disturbios y guerras, revoluciones, derramamiento de sangre en las calles, y perspectivas que disminuyen la posibilidad de un futuro brillante. Del otro lado, podemos ver el apuro corriente como los dolores normales del proceso que todavía no reconocemos, uno en la cual transitamos de un estado al otro.

Estos Dolores se pueden comparar como las de un bebe pasando por el proceso de parto. Imagina un bebe pacíficamente creciendo dentro de la vientre de su madre-un lugar seguro y protegido. El parto, sin embargo, se inicia por medio de un proceso “desagradable”: la madre siente una tensión inmensa y siente contracciones, mientras que él bebe también siente tremenda presión pero no tiene idea que esta pasando. Y así es como nuestro estado presente es similar a los dolores de parto.

Hemos pasado por estados similares en otros tiempos de la historia, aunque no fueron tan trágicos o radicales como para justificar llamarlos un “parto.” Lo estimamos como faces transitivas o de desarrollo en la historia humana.

Y aun nuestro estado presente es diferente. En el pasado siempre hemos tratado de revelar u obtener nuevas alturas. Predijimos condiciones revolucionarias potenciales de naturaleza social o técnica, y el cambio fue afectado por resultado de nuevos objetivos, por medio del descubrimiento de nuevas tierras, invento de armas innovadoras, o la implementación de nuevas tecnologías como el internet, que han revelado un completamente nuevo nivel de conexión entre nosotros.

La diferencia es que estas innovaciones nunca han sido globales en la naturaleza. Nunca han influenciado todos los aspectos de la vida humana, ni han impactado a los seres humanos en una más grande escala, incluyendo cada país y continente, cada familia e individuo. Hoy-en-día, el nuevo toque revolucionario (evolucionario!) incluye todo lo previamente mencionado.

Desorientado y desconcertado, estamos creciendo de una manera más consciente del hecho que algo está ocurriendo, pero todavía no estamos seguros de que es ese “algo.” La crisis que estamos sintiendo es similar al estado que precede el parto. Nos presiona más y más con cada día que pasa, individualmente y colectivamente.

Tal como aparentemente no podemos resolver el descenso de la economía, no tenemos el poder de invertir las décadas en tendencias de separación de las familias o la elevación astronómica en depresión, suicidio y el abuso de drogas y alcohol. Más que nada, el denominador común aquí es que en todas las áreas de nuestras vidas sufrimos de una ausencia completa de entendimiento de la causa principal de estos problemas.

Además, por primera vez en la historia humana, esto está ocurriendo a una escala global e integral. Literalmente no hay “donde correr” a escapar de estos asuntos, aun si uno tuviera los medios. Y lo peor es que no sabemos lo que nos espera en el futuro.

En revoluciones del pasado, las estructuras económicas y sociales que nosotros aspirábamos eran más progresivas que los que remplazaron. La abolición de la esclavitud, por ejemplo, abrió el camino hacia una sociedad más civilizada. Aunque cambios drásticos iniciaron nuevos levantamientos, guerras civiles y religiosas, gente, por su parte, anticiparon un futuro más brillante al fin de todo.
Presentemente, sin embargo, todos estamos bajo un proceso global la cual nunca hemos visto. Este proceso encubre no solo la sociedad y el individuo, pero se extiende al clima y la ecología. (Mirando atrás a la evolución de nuestra especie, calentamiento global y temporadas de enfriamiento siempre han requerido grandes adaptaciones en la humanidad, como grandes comunidades siendo forzados a emigrar de Siberia y Asia a Europa.)

Mientras que en el pasado revoluciones ocurrieron por razones concretas (cambio de clima, nueva tecnología, régimen despótico, etc.), hoy todos los cambios están ocurriendo simultáneamente y en cada nivel. Simplemente hablando, personas ya no pueden reconciliarse con el mundo en la cual viven.

Aun en los sistemas, en las cuales hemos llegado a depender para nuestra supervivencia, están rotos, incluyendo la industria de alimentos, el Mercado de trabajo, la familia, los sistemas de educación y seguridad, y así.


Hemos llegado a un estado general en todas las áreas de nuestras vidas donde aparentemente nada funciona como debe. Y con las herramientas que actualmente tenemos a nuestra disposición, no podemos predecir con ningún grado de certeza como esta fase de nuestra senda evolucionaria se verá en el futuro.

sábado, 23 de febrero de 2019

Longevos

Hablamos de longevidad, lucidez y escritura.

De vez en cuando salen reportajes de personas longevas que acumulan gran experiencia y a la vez conservan las ganas, la ilusión y el deseo de saber. Suelen ser reputados científicos, artistas plásticos o del teatro, literatos, activistas sociales y muchos músicos que, con edades ciertamente avanzadas, proporcionan al mundo grandes obras artísticas y logros científicos o sociales.

Lo cierto es que la esperanza de vida es cada vez más alta, y ya no es noticia llegar a centenario, la noticia ahora es que cada vez, de forma lenta pero imparable, hay más personas centenarias, tanto es sus casas como en residencias geriátricas.

Sabemos que influyen factores genéticos y ambientales, pero hay otros que contribuyen a que la tercera edad sea una época de creación, con el atrevimiento que da la experiencia y sin las ataduras sociales u obligaciones familiares que marcan determinadas etapas vitales. Uno fundamental es mantener el cerebro activo realizando cosas creativas y satisfactorias.

En otras ocasiones hablaremos de luchadores sociales, científicos, músicos, pintores o actores. Hoy nos centraremos en los escritores.

La creación literaria es una de las artes en la que, por fortuna para lectores, podemos disfrutar de grandes obras de veteranos que no dejan de publicar y de asombrarnos con su talento y creatividad. 

También nos ayudan y dan claves sobre maneras de enfocar la vida con proyectos, cierta distancia y bastante sentido del humor y saber estar.

El ejercicio intelectual es una clave para el envejecimiento sano y activo. Si factores genéticos, ambientales y de salud no son un impedimento insalvable, podemos hacer mucho para tener una tercera edad productiva y creativa.

No tendremos el talento de estos ilustres longevos, pero sí una vida larga llena de acontecimientos dignos de recordar. No es casualidad que a los talleres de creación literaria y las escuelas de escritores se apunten personas jubiladas que ejercitan el pensamiento y encuentran un gran placer en la escritura. 

También es notable el aumento de tertulias y clubes de lectura tanto en centros culturales como en residencias de mayores, con gran participación de mujeres, que alimentan el espíritu y fomentan relaciones sociales enriquecedoras.

Nunca es tarde para contar historias. Talleres y escuelas ayudan y desde el lápiz a la tableta, todo vale y son facilidades. No desechemos nuestras experiencias, toda historia es interesante, la clave está en cómo se cuenta y eso, lo podemos aprender a cualquier edad.

Hacer De Tripas Corazón

Hacer un gran esfuerzo para enfrentar un obstáculo. Cuando alguien hace un gran esfuerzo para disimular el miedo y se sobrepone a la inseguridad a pesar del temor interior, está poniendo en práctica esta frase. Aunque la expresión se asocia principalmente a cómo enfrentar situaciones que provocan temor, también se usa para referirse a situaciones de incomodidad.

Por ejemplo, verse obligado contra toda voluntad o deseo a cumplir con un compromiso social, como asistir a una cena donde se sirva un tipo de comida que se detesta, o en compañía de gente a la que no se soporta.

En este caso, hacer de tripas corazón es la única alternativa. Desde antiguo se ha considerado al corazón como órgano depositario de las emociones.

El hecho de que su ritmo se viese acelerado por situaciones como el miedo, el amor o el peligro y que se mantuviese calmo en situaciones de tristeza o languidez, llevó a tal creencia. 

Aún hoy, que se sabe que el corazón no es recipiente de ningún sentimiento, se le sigue considerando -en un sentido figurado- como depositario del amor, el valor y los buenos sentimientos, por poner algunos ejemplos.

Pues bien, cuando se pasa por una situación de fuerte carga sentimental y no se debe hacer caso a los sentimientos para poder seguir adelante, se dice que se hace de tripas corazón, queriendo expresar que otras vísceras (o tripas) han de ocupar su lugar y seguir cumpliendo con su función, pero sin la carga añadida del sentimiento.

Las Piezas Del Puzle

¿Te has planteado alguna vez qué distancia hay entre tú y tu pie?
Si lo has hecho, te habrás dado cuenta de que no es una pregunta absurda porque, efectivamente, hay una distancia. Y si no lo has hecho, te propongo que lo hagas ahora. ¿Verdad que no es cero? De hecho, es muy posible que ahora mismo tengas la pantalla del ordenador más cerca de ti que tu pie.
Una vez hecha esta primera reflexión, de ella se deriva otra que también es muy interesante: ¿desde dónde mides la distancia entre una cosa cualquiera, ya sea una pantalla o un pie, y tú? Es decir, ¿dónde está el punto de referencia cuando hablas de ti? En definitiva: ¿dónde estás tú?

Resolver esta cuestión es muy importante de cara a tu felicidad, porque una de las claves del crecimiento personal y espiritual es conocerte a ti mismo. Pero, antes de poder conocerte, tienes que encontrarte. Debes saber DONDE estás. No puedes conocer algo que no sabes dónde está, ¿verdad?
Para poder encontrar tu lugar en el mundo, y ser feliz, es imprescindible que escuches con atención a tus sentimientos. Ellos son los únicos que saben quién eres realmente; son los únicos que tienen la información necesaria para poderte guiar.

A la práctica, pero, no siempre es fácil saber qué sentimos exactamente; básicamente, porque nos cuesta diferenciar claramente lo que queremos realmente, de lo que creemos que queremos. La sociedad que tenemos nos bombardea tan a menudo con opiniones e ideas sobre lo que tendríamos que desear, que ya no sabemos qué sentimos de verdad.

El universo tiene una característica muy importante, que además es muy útil a la hora de comprender mejor nuestra vida: nada es como es por casualidad, todo lo que existe tiene una forma asociada a su función.

Las sillas, por ejemplo, no tienen patas y un asiento por azar, sino para que nos podamos sentar; nuestro corazón tiene cuatro cavidades con paredes musculares para poder bombear la sangre; las raíces de los árboles son como son para captar los nutrientes de la tierra, etc. La forma de cualquier cosa está asociada a su función; este hecho se cumple siempre. Y tú no eres ninguna excepción. 

Muchos de nosotros tenemos la sensación de vivir en un mundo hostil. En consecuencia, nos pasamos la vida en alerta por si tenemos que defender nuestros intereses. Quizás esta actitud está justificada, porque nunca sabemos si alguien nos intentará hacer daño, pero es agotador, ¿verdad?

Afortunadamente, podemos cambiar esta situación. El origen de la hostilidad que nos rodea es simplemente que estamos perdidos, y no sabemos cuál es nuestro lugar en el mundo. Somos como piezas de un puzle que chocan entre ellas intentando encontrar algún agujero desesperadamente. Si viéramos una imagen más global, veríamos que tenemos un lugar reservado que encaja perfectamente con nosotros. Y que no te tiene ningún sentido que compitamos, porque cada uno tiene el suyo.

Todo el universo es energía, y esto nos incluye a ti y a mí. Esto significa que podrías ser cualquier otra cosa, porque estás hecho del mismo “material” que las galaxias, las estrellas y los planetas. Podrías ser el Sol, la Luna, una planta o cualquier otra persona.


Pero, curiosamente, de todas las cosas que se podrían hacer con la energía que ahora mismo forma parte de ti, el universo ha decidido hacerte tal y cómo eres ahora.

El Drama De La Huida

Usted joven, que huye de la vida, que tiene miedo de luchar, sepa que es su sensación de inferioridad no compensada, que lo hace renunciar, que lo impulsa a la fuga. ¿Por qué es tan injusto consigo mismo? La formación equivocada de su pasado anímico; lo induce a utilizar la comparación como arma de defensa, de justificación, aferrándose a ella para permanecer alejado de la sociedad, para negarse a la lucha; mientras tanto, inconcientemente, va fabricando su enfermedad nerviosa, que no es más que un pretexto para encastillarse en su torre de marfil, con el único fin de acariciar su egoísmo.

Egoísmo, pesimismo, vanidad, comparación, miedo, sensación de inferioridad, todo está saturado de su esencia generadora: la carencia de sentimiento de comunidad. ¡Eso lo hace huir de los otros seres y de la lucha franca, viril!. Usted no estudia porque teme el fracaso, porque es haragán y su subconsciente, que quiere conservar la línea de su alma, le brinda todos estos pretextos y hasta síntomas de su aparente enfermedad, para justificar su huida. Usted carece de sentimiento de comunidad, ley fundamental de la existencia que debe considerarse como una aspiración o tendencia suprema, al equilibrio de las mentes humanas; como un simple ideal de comprensión y comunidad consecutiva, de la humanidad entera; como “lógica inmanente de la colectividad humana” como bien dice el autor de esta doctrina, Alfredo Adler.

La mira hacia la superación debe involucrar la mira hacia una humanidad ideal, pues todo lo que encontramos de valor en la vida, todo lo que al venir al mundo hallemos bueno y noble, legado por nuestros antecesores, todo aquello que perdura y quedará definitivamente, es producto del sentimiento de comunidad..

Por último la peor de todas las resoluciones es no resolverse. No resolverse implica ya un camino tomado. La irresolución es generalmente miedo de empezar; miedo que a menudo hace imposible la elección, no atinando a aceptar o a rechazar, sino a buscar el momento de actuar, persiguiendo imposibles.

Bajo el manto de todas las condiciones negativas que lo cubren, existe un espíritu que sólo necesita un estímulo para iniciar la marcha y un lazarillo que lo conduzca a lo largo del camino. 

 “¿Quieren tener noción de la barbarie pura? Es el estado del hombre sin ideal”.
 (Juan Manuel Estrada)


“Escucha mis consejos, dice Cagliostro, aprovecha tu juventud, aprende pronto a ser juicioso; en la gran balanza de la suerte, la aguja difícilmente queda estable; es necesario reinar y agrandarse o servir y decaer; sufrir o triunfar; ser yunque o ser martillo; “ser o no ser” como dijo el genio inmortal de Shakespeare”.

viernes, 22 de febrero de 2019

La Disposición Al Diálogo

Se ha escrito y dicho tanto en torno al tema del “diálogo” venezolano que siento que no quedan cosas por decir.

Sin embargo, me siento en la obligación de recalcar que, para que entre dos partes enfrenadas se produzca un intercambio de cualquier género, es necesario que exista voluntad legítima de dialogar de parte de los dos lados de la ecuación.

Lo que suena como una perogrullada no lo es tanto. En la esencia misma de dialogar está no en que exista coincidencia en ninguno de los elementos que conforman la agenda misma de las tratativas, sino que ambas partes acudan a tratar de analizar las diferencias con voluntad sincera de resolver los entuertos y no para cumplir con un ritual, para dar satisfacción a terceros, o para salirse de la suerte a través de un ejercicio engañoso de dilación.

Ello envuelve una disposición a escuchar los argumentos de quien se sienta del otro lado de la mesa y una inclinación legítima a efectuar concesiones para que se produzca algún género de acercamiento. De resto, la tarea de dialogar, de entrada, es estéril.

Del lado de la oposición venezolana, después de haber tenido que soportar de parte de quienes tienen el garrote gubernamental los excesos e ilegalidades y las francas humillaciones que se han dado en las últimas semanas y meses en torno al manejo del hecho electoral y refrendario es claro que tal voluntad existe.

Por el lado del gobierno, lo único que parecería estar claro es que su única motivación para sentarse con la oposición a conversar sobre el estado de cosas en el país proviene de que la degradación nacional ha estado produciendo una acelerada toma de conciencia colectiva dentro y fuera de nuestras fronteras.

Esta degradación es tan grande que cada vez se ven más señalados como los artífices de un desastre que tiene componentes de ineficacia, de ineficiencia, de irrespeto de las normas legales y de las convenciones y, además, de corrupción. Todo lo anterior se paga, más tarde o más temprano, y es esa realidad la que los está obligando a mirar de frente al adversario y a dialogar.

A quienes les toca servir de promotores, de facilitadores o de garantes de un proceso de la naturaleza del venezolano estos conceptos anteriores deben estar muy claros para que el ejercicio no se transforme en una comedia que no es útil sino a los fines de ganar tiempo al gobierno y de, una vez más engañar a quienes nuestros temas no son tan familiares ni tan comprensibles por muy grande que sea su disposición a ayudar.


ONGS La Quimera De Pobreza Cero

Mucha gente se pregunta constantemente si el tema de la pobreza en el mundo realmente tiene una solución real y que la pobreza se pueda erradicar. Son muchas décadas donde diferentes generaciones han podido ver que en muchos lugares del mundo sufren enfermedades, guerras y hambre. Estas condiciones siempre las sufren los más débiles que son es la población local.

El claro ejemplo es el continente africano donde hace décadas (podríamos hablar tranquilamente de 50 años) llevan pasando hambre y pobreza extrema durante largos períodos de tiempo. Esto hace que mucha gente de Occidente ya lo vea como una cosa normal y ya no presten atención ni se dediquen apoyar a las diferentes ONGs que están en estos sitios ayudando realmente a la gente en sus casas o poblaciones.

La ayuda internacional principalmente viene de países occidentales de Europa y Estados Unidos principalmente. Durante todos estos años la ayuda internacional a sido mucha, aunque muchas personas opinan lo contrario y debaten si realmente tendrían que aportar mucho más de lo que hacen o incluso cuestionan realmente si los gobiernos que tienen intereses en esas zonas quieren que se solucione el problema a corto medio plazo. 

Como todos sabemos muchas empresas occidentales tienen grandes intereses en el continente africano por las reservas naturales increíbles que tienen.


Todos estos recursos tienen un impacto mínimo en sus gentes, y todo la producción se va fuera de sus países dirección a Europa y Estados Unidos principalmente. Este es un punto muy delicado porque hay muchas opiniones al respecto y pocas conclusiones claras se pueden sacar. 

Lo que está claro y todos coinciden es que el problema de la pobreza mundial aún está por resolver y parece que la cosa cada año empeora o al menos eso dicen todas las estadísticas e informes que aportan las diferentes ONGs que están allí.

El Ser Objetivo

Es difícil encontrar gente objetiva, gente que sepa ser crítica. Es difícil encontrar gente que forme su opinión evaluando por sí misma cada situación. En asuntos como la política es difícil formarse una opinión completa porque para ello se necesitaría evaluar toda la información. Y evaluar toda la información es imposible, no se pueden conocer todos los hechos, y por tanto es imposible tener una visión absolutamente objetiva. ¿Cómo puedes crearte una opinión sólida sobre un asunto si sólo conoces el 1% de toda la información sobre dicho asunto? Quizá hayas leído unos titulares, un par de noticias,… Sólo con eso es imposible tener certeza sobre algo.

Sin embargo existen otros aspectos de la vida en los que sí puedes tener acceso a casi toda la información y por tanto puedes crearte una opinión sólida. Pero aún así la gente no es objetiva, no es crítica, se deja llevar por prejuicios y favoritismos. Por ejemplo en el mundo de las aplicaciones informáticas. ¡Cuántas veces habré oído algo como… “X programa es mejor que Y” sin dar ni si quiera argumentos a favor o en contra! A este tipo de discusiones las suelo llamar “guerras santas” porque en la mayor parte de los casos son discusiones en las que ninguna de las partes aporta argumentos de peso.

Quizá es porque la naturaleza humana se comporta de tal forma que se refugia en lo conocido. Es inercia. Si, por ejemplo, un partido político hace algo con lo que estás de acuerdo, la próxima acción de ese partido tenderás a evaluarla dando un voto de favor a ese partido político. Se tiende a refugiarse en lo conocido. Llevado al extremo esto se convierte en fe ciega. 

Hay quién tiene fe ciega hacia un partido político, y en cuanto ese partido político es criticado negativamente esa persona sale a defenderlo quizá sin conocer la situación ni el contexto, porque para esa persona es como si la estuvieran criticando a ella misma. Y es que sentimos que nuestras opiniones las hacemos nuestras hasta el punto de que son parte de nosotros, y si alguien ataca o critica alguna de nuestras opiniones es como si nos atacara a nosotros mismos.

Pero no, hay que ser más objetivos. Debemos tener una mentalidad abierta. Deberíamos reflexionar sobre lo que pensamos y volver a evaluar nuestras posturas cada vez que recibiésemos nueva información. Hay que evaluar toda la información que nos llega y plantear todas las posibilidades.

Pero la gente se resiste. Parece que cambiar de opinión sobre algo sea traicionarse a sí mismo, traicionar a ese “yo” que en algún momento pensó de esa forma. Por eso la gente es cabezota y se resiste a cambiar sus opiniones.


Si todo el mundo fuera algo más objetivo y crítico, el mundo sería un lugar más agradable.