Muchas personas nacen libres y se vuelven esclavas. Son
esclavas de sus apegos y sus odios, de su ofuscación y sus estrechos puntos de
vista, de la burda máscara de su personalidad y del ego desmesurado, de viejos
patrones y clichés socio-culturales, de creencias y esquemas fosilizados.
De ese modo, el instinto más genuino, el de libertad, puede
quedar sofocado y no es posible alcanzar la independencia de la mente ni des
identificarse del que uno no es para poder así ser uno mismo.
Tanto se identifica uno con los
“ropajes”, que se va apartando del propio centro y se pierde en imitar a los
otros o en descripciones ajenas sobre uno mismo o en la necesidad de estar a la
altura de lo que los otros quieren o del propio yo idealizado. Al final uno
deja de ser uno mismo y vive en base a las intenciones, creencias, deseos y
sueños de los demás. Igual que está el instinto de la libertad, también está el
del borreguismo y uno corre el riesgo de convertirse en una mala copia o
comparsa de esta sociedad en cuyos “valores” ninguna persona medio lúcida puede
creer.
.
Hay que
detenerse y escucharse a sí mismo, no a través de la mente vieja, saturada de
acumulaciones y enrigidecida como un poste, sino a través de la mente nueva,
que a cada instante florece, que está limpia de adoctrinamientos, ideas
impuestas, códigos e influencias externas. Por eso la meditación invita a
replegarnos sobre nosotros mismos para sentirnos más allá de las apariencias y
de la mente cristalizada, en busca de esa mente nueva y sin heridas, que
desprende el aroma de la libertad.
Durante la práctica de la meditación se
trata de desconectar de todo para conectar con uno mismo.
No con el que creemos que somos, no con el que nos han dicho
que somos o tenemos que ser, sino con él que realmente somos
.
Un pájaro es el
símbolo de la libertad. Él no tiene que meditar, porque siempre está en
meditación, viviendo cada instante y fundiéndose plena y silenciosamente con la
brisa, sin dejarse arrebatar ni por el pasado ni por el futuro. Su vida no es
fácil, claro que no, pero es vida, porque es LIBERTAD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario