La mayoría contestara una o dos, quizá tres algunos se
atrevan con cinco o seis pero no siempre en todos los entornos. Es triste pero
todavía somos “analfabetos emocionales”, hay millón de emociones detrás
de nuestras acciones, millones de emociones que no reconocemos que no
identificamos y con las que no sabemos ni cómo actuar, pero que si estamos
atentos podemos aprender a reconocer en el lenguaje de nuestro cuerpo y en el
de los demás…Infinitas emociones almacenadas en nuestro banco de datos de
las experiencias vividas, transmitidas, heredadas o imaginadas que activamos,
exageramos o distorsionamos a través de nuestros pensamientos.
Algunas de estas emociones (tristeza, rabia, miedo) quedan
estranguladas o enmascaradas porque están mal vistas socialmente, no son
cómodas para nosotros porque no sabemos cómo actuar con ellas nos cuesta
reconocerlas y hasta nombrarlas porque no las podemos sostener en
nosotros ni en los demás…Además están penadas socialmente en muchos entornos
profesionales como una mancha negra en tu C.V. … Es mejor que cuando
alguien te pregunte como estás, darle una respuesta social y contestar ” bien”
aunque estés triste o con rabia, porque la sociedad podrá sostener tú “bien
gracias ” pero le costara sostener tu ” estoy triste o enfadado”…
La emoción es una respuesta adaptativa fisiológica ante la
percepción del estímulo externo, es una respuesta natural que el cuerpo te
ofrece con arreglo a tu propia percepción de la situación.
La emoción es la mejor respuesta que te da tu cuerpo con
arreglo a lo que lee de fuera, pero la emoción para que sea sana y eficaz tiene
que tener la duración e intensidad adecuada y para poder gestionarla y usarla a
nuestro favor tiene que ser identificada por nosotros, expresada y actuada, de
la forma correcta y en el modo oportuno.
Aristóteles decía que enfadarse con alguien es fácil, pero
enfadarse con alguien en el momento adecuado y de la manera y forma correcta ya
empieza a ser más complicado…
Y yo me pregunto, ¿es difícil porque no hemos sido
entrenados? Creo que lo vemos complicado porque no forma parte de nuestra
rutina… Pero negarse estas emociones cuando son sanas por no saber qué hacer
con ellas, por no saber cómo expresar nuestro enfado o por miedo a
gestionar mal la rabia o la tristeza trae unas horribles consecuencias…
Vivir plenamente es vivir todas las emociones de la forma
adecuada, aprender a gestionarlas, reconocerlas y darnos permiso para sentirlas
aprendiendo a hacerlo de la manera adecuada para ti y respetando a los demás.
Si, a veces complicado, ¡cargamos con muchos años de analfabetismo emocional!
¿Pero quién dijo que la vida fuera fácil? ¡ES SOLO APRENDIZAJE!
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