lunes, 11 de febrero de 2019

Dichos Inoportunos


Pensar Antes De Hablar
Dichos Inoportunos
Con independencia del problema o conflicto en que te encuentres, hay que tener siempre presente una regla de oro básica: “Pensar antes de hablar”. Si no respetamos esta premisa, corremos el riesgo de incrementar la confrontación con nuestro interlocutor.

Esta regla consiste en no “reaccionar” sino “actuar”. Cuando reaccionamos, nuestras palabras son impulsivas, irreflexivas, y pueden molestar u ofender a nuestro interlocutor. En cambio, cuando actuamos, nos hemos tomado varios segundos para pensar lo que vamos a decir.

Esos seis, 8 o 10 segundos que nos demoramos en dar la respuesta nos permiten reflexionar sobre nuestra actitud: “Lo que voy a decir ahora va a mejorar o empeorar esta relación personal” y actuar en consecuencia.

Gran parte de los errores que cometemos en la vida son el resultado de “reaccionar sin pensar”. Aunque los segundos que invirtamos en buscar en nuestro cerebro la frase adecuada nos parezcan eternos, es esencial tomarse esta pausa.

No importa que ésta resulte extraña a los demás. Lo único que importa es no perder el control de las emociones negativas que nos embargan en esos momentos para no avivar la confrontación y evitar, si es posible, convertir a esos incómodos interlocutores en nuestros enemigos. 

Porque las situaciones difíciles, inesperadas -- o socialmente delicadas, como visitar a un amigo enfermo grave, asistir a un funeral, o hablar con un desconocido-- pueden surgir en cualquier ámbito… ¡Incluso provocadas por nosotros mismos!

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