En estos días pasados tuvimos la oportunidad de asistir a un encuentro
entre compañeros de trabajo y nuestra instructora, Cintia Martinez, para desarrollar en conjunto un tema muy
interesante relacionado con las “técnicas de venta” y cómo el conocimiento y la
aplicación de ciertas habilidades nos pueden ayudar a mejorar nuestra gestión
individual en el lugar de trabajo en la cual desarrollemos nuestra tarea.
Ahora bien, resulta que un hecho que debería ser “algo natural” en la
capacidad expresiva de todo ser humano, lamentablemente se ha convertido en
algo “en miras de extinción” posiblemente por causa de los nuevos métodos de
comunicación masiva el uso de los cuales nos anula y absorbe a la vez a tal
punto de que ya no miramos a nuestro interlocutor, el encuentro “cara a cara”
prácticamente ha quedado en desuso incluyendo en esta práctica a todo nuestro
entorno, nuestro encuentro permanente es a través de una pantalla, ya no
miramos “ al otro o a los otros” y junto con nuestra nueva forma de mirar también
se extinguen la sonrisa franca y natural, el apretón de manos y el abrazo
solidario.
Si me preguntan ¿Qué hacer? Simplemente respondería que volvamos a
ocupar nuestros ojos en la observación de todo lo que nos rodea que descubramos
lo maravilloso que es nuestro “hábitat natural” la vida seguramente retomará el
sentido y el color que siempre ha tenido y permanece en nuestro entorno.
Sin duda debemos disfrutar de la lectura, dedicar un tiempo diario para
incursionar en nuestra propia ilustración, existen un sinnúmero de oportunidades
en las cuales podremos verdaderamente compartir con todos aquellos “que toman
de su propio tiempo” para dejarnos el fruto de su conocimiento y de sus
experiencias de vida.
En la práctica de la lectura he encontrado el valioso aporte que les
adjunto a este artículo lo cual agradezco por esta oportunidad que tengo de
poder compartir.
“Estamos más acostumbrados a mirar más a
lo que nos falta que a lo que ya tenemos, hemos crecido con la
contante sensación de insuficiencia, y de esta forma vamos buscando la
felicidad experiencia tras experiencia, sin encontrar más que pequeños momentos
de satisfacción demasiado efímeros para considerar que hemos alcanzado ese
horizonte llamado “Felicidad”. Hoy me gustaría hablarte de una de las cosas que
puedes hacer para empezar a vivir en el lado positivo de la vida…
El sentimiento de gratitud no es un sentimiento que sobre precisamente
en nuestros días. Damos por hecho que las cosas tienen que ser como son, que
nos “merecemos” que la vida nos trate bien, que nuestros familiares se sientan
bien, que todo a nuestro alrededor funcione. De esta forma en cuanto algo no
está como nosotros queremos montamos en cólera contra el mundo, nos ponemos en esa posición
de víctima que tanto daño nos hace.”www.cp67.com/libros/8/950637002.html
…
“Algo que debes tener en cuenta sobre esta
estrategia de ventas sin vender es que inicia desde el primer contacto y nunca
termina.
Muchos vendedores se dan por vencidos después de la primera visita a un cliente al que no le venden y nunca lo vuelven
a buscar o visitar. Por otro lado, muchos vendedores dejan de atender al
cliente una vez que se firma el contrato. Ambas fórmulas son erróneas, puesto
que comunican al cliente que lo único que te interesa es venderle y no,
realmente, ayudarle.
Termino esta columna la noche antes de irme de vacaciones con mi
familia a mi tiempo compartido, aquel que juré que jamás compraría. ¿Qué me hizo cambiar de
opinión y comprarlo? Me encontré con una compañía y un vendedor que siguieron
varios de estos pasos:
1) La compañía
que me lo vendió es una cadena de hoteles seria e internacional con una
excelente reputación, lo cual implica una relación de
honestidad y confianza.
2) Se dieron a la tarea
de entender mis necesidades y me ofrecieron exactamente lo que
necesitaba, ni más ni menos.
3) En ningún momento me
presionaron o exageraron los beneficios del producto. De hecho, me invitaron al
resort todo pagado sin obligarme a asistir a la presentación del tiempo
compartido.
4) Durante la
presentación, a la cual accedí a ir voluntariamente, estaban dispuestos a no cerrar la venta si yo no la deseaba.
5) Fueron totalmente
honestos conmigo y me dijeron exactamente qué esperar y no esperar del
producto, y después lo cumplieron al pie de la letra, y
6) Me brindaron un extraordinario servicio en todo momento: antes, durante y
después de la venta.
Te recomendamos leer también: Guía de imagen para lograr
ventas persuasivas
El autor es socio consultor y director de metodología en Mesa Consultores, una firma especializada en transformación organizacional, con más de 15 años de experiencia, asesorando en temas de liderazgo, clima laboral y renovación cultural. Puedes seguirlo en Twitter en las cuentas @MesaConsultores y @elanbenrey.
Sinceramente Hugo W
Arostegui
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