domingo, 3 de octubre de 2010
Evaluando Impactos
El contenido de las vivencias, y sobre
todo, la absoluta falta de apoyo logístico en la orfandad de nuestras posturas
individuales, consecuencia de lo
insólito de los tópicos abordados, nos dejaban expuestos a la mas que probable censura de
nuestros actos y apreciaciones por parte
de la llamada, conciencia colectiva, una vez que quisiéramos compartir nuestra experiencia con otras personas ajenas
al grupo.
Nos preguntamos: ¿cómo explicar a los demás?
que existen visiones diferentes, distintas formas de percibir los
acontecimientos, que los hechos han acontecido con absoluta independencia de lo
que puedan aceptar como válidos o convenientes, los autoproclamados formadores de opinión, que la realidad es
independiente de la interpretación parcial que se le haga.
Nuevamente, volvemos al principio del
Libre Albedrío, el acceso a la verdad es el fruto de la investigación
exhaustiva de los hechos, no obstante contar con un enorme bagaje de
información, de poder recurrir a la letra de la ley, expresión canonizada de la
palabra de Dios, el gran mandamiento que recibimos nos exhorta a escudriñar las
escrituras sagradas, escudriñar es investigar, comparar, consultar.
Esta exhortación va mucho más allá, no es
una mera recomendación a que hagamos una simple lectura de la literatura
oficialmente aceptada, es un imperativo de búsqueda universal a través de los
incontables canales por los que discurre
el conocimiento.
Y ya que hemos mencionado al Rey Salomón,
bueno es recordar lo que de él se menciona en las escrituras:
“Y Dios dio a Salomón sabiduría y
prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla
del mar.
Era mayor la sabiduría de Salomón que la
de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios.
Aun fue más sabio que todos los hombres,
más que Etán ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue
conocido entre todas las naciones de alrededor.
Y compuso tres mil proverbios, y sus
cantares fueron mil cinco. (es curioso que el Cantar de los Cantares, que
aparece entre los libros sagrados de la Biblia, difícilmente es utilizado como
referencia por las religiones cristianas conocidas )
También disertó sobre los árboles, desde
el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared.
Y para oír la sabiduría de Salomón venían
de todos los pueblos y de todos los reyes de
la tierra, adonde había llegado la fama
de su sabiduría. ”
1 Reyes 4: 29 – 34
Cuando hablamos de las enseñanzas de
Salomón practicadas por la Logia de Jerusalén, conviene recordar los cambios
que éste fue introduciendo en las ceremonias que se realizaban en el templo,
cambios que fueron consecuencia de la influencia que Lucifer había adquirido en
el entorno de los sacerdotes mas allegados al monarca.
El libro de los Reyes nos cuenta lo
siguiente:
“Pero el rey Salomón amó, además de la
hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a
las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas;
gentes de las cuales Jehová había dicho a
los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros;
porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses; A éstas,
pues, se juntó Salomón con amor.
Y tuvo setecientas mujeres reinas y
trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.
Y cuando Salomón era ya viejo, sus
mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto
con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.
Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de
los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.
E hizo Salomón lo malo ante los ojos de
Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.
Entonces edificó Salomón un lugar alto en
Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y
a Moloc ídolo abominable de los hijos de Amón.
1
Reyes 11: 1 - 7
Lo que nos ha mostrado Gabriel, nos ha
impactado, la conspiración de Lucifer contra el Mesías, hundía sus raíces
profundamente en el corazón de los conjurados.
El escenario estaba siendo puesto a punto
para ejecutar en él la obra del maligno, tal como lo expresa el evangelio de Mateo:
“Entonces Jesús fue llevado por el
Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
Y después de haber ayunado cuarenta días
y cuarenta noches, tuvo hambre.
Y vino a él el tentador, y le dijo: Si
eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
El respondió y dijo: Escrito está: No
sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el Diablo le llevó a la santa
ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,
y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate
abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos
te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra.
Jesús le dijo: Escrito está también: No
tentarás al Señor tu Dios.
Otra vez le llevó el diablo a un monte
muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le
dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás,
porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.
El diablo entonces le dejó: y he aquí
vinieron ángeles y le servían.
Mateo
4: 1 - 11
Este encuentro, muchas veces leído con
simpleza, muestra claramente la rivalidad latente, desde el principio de los
tiempos, entre dos colosos, que no están dispuestos a dar tregua, Satanás se
retira delante del poder del Hijo de Dios, pero lejos está de dar por
finalizada la batalla, la conspiración que él había tramado todavía continuaba.
Por alguna razón, que confieso que en
principio no entendimos, Gabriel nos hace mención, a la singular tarea, no
expresamente asignada sino literalmente asumida de hecho, por la deidad
integrante de la familia celestial a la que conocemos como El Espíritu Santo.
Su reflexión nos conduce hasta la isla de
Patmos, lugar dónde el Apóstol Juan escribe su libro El Apocalipsis (las revelaciones
en idioma griego) y nos sugiere que prestemos atención a las siguientes
palabras escritas por el autor:
La mujer y el dragón:
“Apareció en el cielo una gran señal: una
mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una
corona de doce estrellas.
Y estando encinta, clamaba con dolores de
parto, en la angustia del alumbramiento.
También apareció otra señal en el cielo:
he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en
sus cabezas siete diademas;
y su cola arrastraba la tercera parte de
las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.
Y el dragón se paró frente a la mujer que
estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
Y ella dio a luz un hijo varón, que
regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para
Dios y para su trono.
Y la mujer huyó al desierto, donde tiene
lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta
días.
Después hubo una gran batalla en el
cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y
sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el
cielo.
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la
serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo
entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Entonces oí una gran voz en el cielo, que
decía; Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la
autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros
hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Y ellos le han vencido por medio de la
sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus
vidas hasta la muerte.
Por lo cual alegraos, cielos, y los que
moráis en ellos. ! Ay de los moradores de la tierra y del mar ! porque el
diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
Y cuando vio el dragón que había sido
arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.
Y se le dieron a la mujer las dos alas de
la gran águila, para que volase delante de la serpiente al desierto, a su
lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo.
Y la serpiente arrojó de su boca, tras la
mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río.
Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la
tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.
Entonces el dragón se llenó de ira contra
la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella,
los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.
Apocalipsis 12: 1 - 17
Es claro que nadie puede obtener
testimonio del Padre y del Hijo sin haber sido asistido y cubierto por el poder
del Espíritu Santo.
El dragón lleno de ira, la serpiente
antigua, el que tiene el poder de engañar al mundo entero, el que ha sido
expulsado de los cielos, ha bajado a la tierra para apoderarse de sus
moradores, su instinto posesivo, no reconoce derrotas, su ambición de poder no
descansa, todavía lucha por sujetar a sus hermanos bajo su influencia, como lo
hizo siempre, desde los tiempos en que les acusaba ante el Padre, de no ser dignos de confianza, que debían ser
controlados y dirigidos con total prescindencia de sus derechos individuales .
Este es el ángulo, desde el cual miran
con desconfianza, aquellos que le temen a sus argucias, Satanás, el padre de
las mentiras, tomará ejércitos y marinas, Papas y gobernantes, y reinará con
sangre y terror sobre esta tierra, su influencia es capaz de traspasar lo
intraspasable, su escuadra y su compás, todo lo mide, todo lo determina, todo lo corrompe, y todo lo somete.
“Porque sucederá en aquel día que las
iglesias que se hayan establecido, mas no para el Señor, dirán la una a la
otra: ¡ He aquí que yo, yo soy la del Señor !; y dirán las demás : ¡ Yo, yo soy
la del Señor ! Y así hablarán todos los que hayan establecido iglesias, mas no
para el Señor.
Sí, y habrá muchos que de esta manera
enseñarán falsas, vanas e insensatas doctrinas; y se engreirán en sus
corazones, y tratarán afanosamente de ocultar sus designios del Señor, y sus
obras se harán en las tinieblas.
Porque el reino del diablo ha de estremecerse,
y los que a él pertenezcan deben ser provocados a arrepentirse, o el diablo los
prenderá con sus sempiternas cadenas, y serán movidos a cólera y perecerán.
Porque he aquí, en aquel día el
enfurecerá los corazones de los hijos de los hombres, y los agitará a la ira
contra lo que es bueno.
Y a otros los pacificará y los adormecerá
con seguridad carnal, de modo que dirán: Todo va bien en Sión; sí, Sión
prospera, todo va bien. Y así el diablo engaña sus almas, y los conduce
astutamente al infierno.
Pues he aquí, así dice el Señor Dios:
Daré a los hijos de los hombres línea por línea, precepto por precepto, un poco
aquí y un poco allí; y benditos son aquellos que escuchan mis preceptos y
prestan atención a mis consejos, porque aprenderán sabiduría; pues a quién
reciba, le daré más; y a los que digan: Tenemos bastante, les será quitado aun
lo que tuvieren.”
2
Nefi 28: 3,9,19,20,21,22,30
Luego de citarnos estos pasajes de las
escrituras, Gabriel nos ha pedido que pensemos en todo lo que constituye
nuestro entorno religioso, en nuestra actitud personal , en la valoración
retrospectiva, de lo que entendemos, deberíamos hacer diariamente, como una
consecuencia natural del grado de relación y compromiso que hayamos asumido,
con aquel ser superior, que reconocemos y aceptamos como el Padre nuestro y por
ende de toda la humanidad.
Dónde y con quienes nos relacionamos en los momentos de
adoración, ante quién adoramos, quién o quienes le representan, que grado de
influencia y ejemplo personal ejercen en nuestras vidas, y en las vidas de
nuestros hermanos, aquellos que han tomado sobre sí la honra de obrar en el
nombre de nuestro Señor y Dios.
Existen muchas personas, agrega Gabriel,
que solo captan los aspectos externos, se conforman con la superficialidad, con
la apariencia, aquellos que no han entendido y es muy difícil que algún día lo
puedan entender, que vivir la religión es mucho más, que jugar a la religión,
como no es lo mismo el recibir la inspiración divina que es fruto del esfuerzo
y elevación personal, que el dejarse llevar por la improvisación que no
requiere esfuerzo alguno y se nutre de nuestra propia mediocridad.
Son preguntas que no necesitan
respuestas, no es preciso contestar nada, sólo se requiere que recurramos a la
fuente y probemos el sabor del agua que brota de ella, se podrán decir muchas
cosas referente a su virtud, pero nada puede ser comparable a aquello que
podamos degustar con nuestro propio
paladar.
Hugo W Arostegui
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Presentación
Una hoja en
blanco, una forma de vivir y sentir, y ese impulso que brota de lo profundo del
corazón, conmueven el alma humana y hacen surgir incontenibles las emociones,
como aflora la tierna sonrisa o se desliza furtiva una lágrima.
Es por esa sensación,
propia del artista que anida en el interior de cada uno, que no resisto el
impulso de contar, que más que un deseo de simplemente decir cosas, es como una
huella, que en medio de la nada indica que allí , si se sabe buscar, hay una
senda, y a través de ella, un escenario de hechos que se exponen para ser
observados y evaluados según el propio sentir de quien es invitado a
transitarlos
El Enigma de la Existencia
Resulta interesante, el poder observar las diferentes reacciones, que un mismo hecho puede generar, en la capacidad de respuesta de las personas involucradas.
La vida que construimos condiciona nuestra
relación con los demás, las experiencias vividas, es decir, el acumulado de
situaciones de las cuales hemos sido actores, ya sea en forma voluntaria –
cuando hemos sido autores o coautores de los mismos – o involuntariamente –
cuando los acontecimientos generados por terceras personas nos involucran ya
sea para nuestro bien o para soportar sus consecuencias.
Lo que llamamos nuestra vida, aún cuando la
vivamos en estrecha relación con las personas que comprenden nuestro entorno,
las cuales son parte del entramado social de nuestras relaciones cotidianas, no
puede ser vista como la consecuencia de un comportamiento padrón, modelado por
las circunstancias comunes que supuestamente nos hemos visto obligados a
aceptar, ya sea por sometimiento o sujeción voluntaria.
Cuando nos damos cuenta que nuestra
existencia se relaciona en el devenir de los acontecimientos con la existencia
de otros seres, otros “yo soy”, formando una constelación de entidades unipersonales
que no siempre lograr dominar el rumbo
de sus orbitas, colisionándose, las unas contra las otras, cuando el efecto de
este encuentro es armónico, solemos decir que se ha provocado el
desprendimiento de alguna misteriosa substancia, que hemos captado cierta
“química” que nos atrae al uno hacia el otro.
Estas atracciones, pueden llegar a
mantenerse por largos períodos, incluso
toda una vida.
Cuando este encuentro se produce en
circunstancias adversas, conflictivas, inmediatamente activamos nuestros
mecanismos de defensa, nos ponemos en guardia, desconfiados, agresivos y/o temerosos, intentando justificar tal
proceder, con el argumento de que tal persona tiene muy “mala onda”.
Tales momentos de percepción de nuestra
condición humana, la cual, como lo hemos
expresado tantas veces, es esencialmente social, y, por esta circunstancia,
extremadamente permeable a los acontecimientos que se desarrollan,
ininterrumpidamente, en este gran escenario donde se exhibe el drama del diario
vivir, en el cual, todos, interpretamos nuestro propio papel siguiendo un libreto improvisado
por las circunstancias compartidas.
Quizás, en situaciones como las descriptas,
nos preguntemos, por las razones, si es que hay alguna, de que pertenezcamos a
una especie, que según nos han dicho, es la única sobre la faz de este planeta
que tiene conciencia de ser, es decir, que estamos condenados a saber de
nuestra existencia, desde su principio al de su inevitable fin, la certeza del nacimiento
y la acechanza constante de la muerte, constituyen elementos centrales del
drama humano.
Las preguntas que nos formulamos, requieren
alguna respuesta, y esta, la respuesta que afanosamente buscamos, en muy
contadas ocasiones surge de nuestro fuero interior, lo más probable es que en
el afán de satisfacer la ansiedad que nos embarga en cuánto a los motivos de
nuestra condición actual en esta vida, de donde surgen los atributos de nuestra
especie, y, sobre todo, hacia dónde nos dirigimos, recurramos a la búsqueda de
las distintas posturas que sobre este trascendental tema se nos exhiben por
parte de aquellos que se autoproclaman como guías, orientadores autorizados,
poseedores de la mística y única llave capaz de abrirnos las puertas del
infinito.
El mercado del conocimiento ilustrado que
pretende darnos una respuesta a nuestras interrogantes, está atiborrado de
ofertas, si pudiésemos recorrerlo, como quién recorre una feria, oiríamos a sus
mercaderes corear a viva voz las ventajas de sus enunciados, llamando nuestra
atención a través de la piadosa
agresividad de sus argumentos.
En cada rincón de esta imaginaria feria se
nos dirá que ese lugar específico, y ninguno de los otros lugares que les
circunda, es el que tiene el único conocimiento verdadero, que es a ellos, y
solamente a ellos, que se les ha conferido el poder de llevarnos a la salvación
, al encuentro del paraíso perdido.
Al transitar por ese mundo, el llamado mundo
de los “ismos” veremos que el simple
hecho de estar vivos, nos convierte en una valiosa mercancía, una presa
apetecible para ofrendar a sus dioses, ya sean éstos dioses, canonizados,
idealizados, o deambulen perdidos por las sendas del nihilismo.
Encontraremos allí, capitalismo, fascismo, comunismo, cristianismo, islamismo, judaísmo, existencialismo,
materialismo, ateísmo, etc. etc. todos con su dogma debidamente estructurado,
férreo, inconmovible, plantado con todas sus huestes en el campo de batalla,
con la finalidad de luchar hasta el fin contra todos los demás, porque, para el ismo, los demás están en el error, sumidos
en la ignorancia y deben ser destruidos , humillados ,para que de esta forma
acepten “nuestra verdad” la única, la
verdadera.
Es que parece que para asegurarnos el
porvenir, debemos estar protegidos por la coraza de nuestro credo, el dogma nos
exige no salir de sus bien delimitados confines, fuera de sus fronteras está la
perdición, lo expresamente prohibido.
Para los ismos, la tierra aún es como un
plato, afuera seremos atrapados por las tinieblas y caeremos inexorablemente al
abismo.
En una oportunidad los discípulos le
preguntaron a Jesús, que se debería hacer para lograr la salvación, El,
sabiamente, les respondió: “Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará Libres”.
Los grandes pensadores de la humanidad, no
han sido los creadores de los ismos, ellos , los ismos, han surgido como hongos,
mucho después, cuando sus ideas fueron patentadas, cuando los unos buscaron
prevalecer sobre los otros, cuando la intolerancia nos privó de la libertad y
por ende nos limitó el acceso a la verdad.
La chispa divina está latente en cada
criatura humana, sin importar en que rincón del planeta haya nacido, la idea,
la imaginación, la capacidad creativa,
no tienen un molde previo, pretender hacernos creer que estamos sujetos a un
dios que todo lo determina, es pretender negarle a ese mismo Dios la capacidad
de dotar a sus hijos de libertad irrestricta, el libre albedrio, la condición
esencial de nuestra existencia.
Hugo
W. Arostegui
sábado, 24 de julio de 2010
El Vuelo de la Mariposa
Para ayudarnos a comprender mejor como es el estado de los hijos de Dios antes de la creación de la tierra, es necesario de que nos despojemos de toda tendencia que nos lleve, siquiera a intentar, al uso de una imaginación, condicionada o manipulada por divagues especulativos, que nos quieran convencer, de que la vida en los cielos puede ser una réplica mejorada de nuestra vida terrenal.
Para los que nos encontramos en este estado, es decir, viviendo esta etapa terrenal de nuestra existencia, lo primero que debemos saber, es que el viaje que hemos emprendido, no tiene retorno, jamás podremos volver a experimentar las mismas sensaciones, aquello ya fue, por más trascendente que haya sido, nos es vedado el regreso, la ley de progreso eterno nos ha cerrado esa puerta definitivamente.
Todos conocemos lo que la madre naturaleza nos enseña al respecto, el estado previo de la hermosa mariposa pasa por el gusano que se arrastra , alimenta, y a su debido tiempo, construye la crisálida, donde pacientemente, prepara la transformación que le permita, en el instante preciso, lucir las galas de su incomparable belleza y volar libremente por la floresta. El gusano no es un estado inferior de la bella mariposa, el gusano es la mariposa, tal como los hijos espirituales de Dios, lo son, con relación a quien les ha creado. No podremos volver jamás como gusanos, sólo podremos volver a encontrarnos en el vuelo victorioso de las hermosas mariposas, que simbolizan, este caso, la Gloría de Dios. “Esta es mi Obra y mi Gloria, llevar a cabo la inmortalidad y vida eterna del hombre” Moisés 1: 39
De la misma manera, que la etapa del gusano, no es comparable a la majestuosidad del estado de la mariposa, ocurre lo mismo con las condiciones en que se desarrollaba nuestra vida pre mortal. Esa etapa no es, en absoluto comparable, con la que vivimos ahora, o la que podamos alcanzar, de acuerdo al grado de gloria que nos pueda corresponder.
Tenemos la tendencia a comparar nuestro estado actual con el anterior y es por eso que pensamos en términos de hogar celestial, imaginando: tiempos, contactos, y tipos de relaciones, con un grado de intimidad y cercanía que nos lleva a pensar en un Dios, esencialmente padre, rodeado de sus hijos y hasta es posible que nos veamos sentados en sus rodillas.
Sin duda, es un sentimiento noble y dotado de una carga emotiva sencillamente conmovedora, pero es bueno que entendamos, que el lirismo de nuestras emociones humanas, no necesariamente concuerda, con los dictados de la realidad expresada en las escrituras.
Nuestros cuerpos espirituales fueron creados en la plenitud de nuestra vida adulta, como inteligencias, fuimos organizados en esas condiciones, la gran obra de Dios ya estaba en proceso, y una vez iniciada, nada la detiene, el gusano y la mariposa (en sentido figurado) están comprendidos en forma simultánea, no existe el tiempo, por la sencilla razón, de que estamos hablando, en términos de Eternidad. Ahora bien, hablando precisamente del concepto tiempo, ¿que es el tiempo? una respuesta válida y lógica, es de que es una unidad de medida, pero, para que nos pueda resultar de utilidad, es imprescindible contar con la referencia correcta.
Los astrónomos del antiguo Egipto, - Shulem, era uno de ellos ,- le enseñaron al patriarca Abraham, que el tiempo era regido por una estrella llamada, Kolob, la cual es la estrella mas cercana al Trono de Dios.
Para que Abraham pudiese tener una noción más o menos aproximada de esta unidad de medida llamada, Kolob, le explicaron, que un día, en la órbita de Kolob, equivalía a mil años para un planeta como la tierra, que pertenece al sistema Solar.
Contando con este conocimiento, es posible entonces, comprender mejor, el sentido de la emergencia, con referencia al devenir de los hechos relacionados con la creación y sus consecuencias, la vida en sí misma no se detiene, cuando un óvulo es inseminado, la cuenta regresiva ya está en andamiento. Los aproximadamente, seis mil años, en la historia de los hijos de Adán, registrados hasta el presente, no son más que un lunes a sábado en la órbita de Kolob.
Siguiendo esta línea de razonamiento, las matemáticas nos estarían indicando, que un año en la órbita de Kolob, correspondería a 365.000,00 años de tiempo terrestre. Si la vida promedio de un ser humano en la tierra, la situáramos en 75 años, que en la época actual parece bastante razonable, todo este tiempo significaría apenas 1 hora y 48 minutos en la órbita de Kolob.
Conste, que este no es un simple juego de principios matemáticos, es solamente una proyección a escala de lo que significa en términos de tiempo, el pasaje terrenal de un hijo de Dios por el planeta tierra.
Este capítulo, intenta ofrecer una perspectiva adecuada, para quién pretenda internarse, en los instantes previos a la realización del Gran Concilio de los Cielos.
Hoy en día, todos podemos tener acceso al conocimiento, de cómo han sido nuestros días, en la etapa de gestación dentro del vientre materno, a pesar de que cada uno de nosotros ha estado allí, seguramente no lo recuerda, la información científica que nos la cuenta, nadie la pone en duda y la acepta como correcta, es por eso que alardeamos de que hemos vencido a la ignorancia que teníamos al respecto, ¿no es así?
Nosotros también hemos sido partícipes de los hechos que Shulem nos está relatando, Hemos estado allí, aunque no lo recordemos.
La ciencia conocida, lamentablemente, esta vez, no nos puede ayudar como tan convincentemente lo ha hecho, en nuestra etapa en el vientre materno. ¿Estamos dispuestos a recurrir a otras fuentes? ¿Estamos dispuestos a pagar este precio, y alardear después que hemos vencido a la ignorancia?
Recuerda, que las escrituras nos advierten, con palabras sencillas pero contundentes: “Es imposible que el hombre se salve en la ignorancia” D y C 131: 6
Hugo W Arostegui
Para los que nos encontramos en este estado, es decir, viviendo esta etapa terrenal de nuestra existencia, lo primero que debemos saber, es que el viaje que hemos emprendido, no tiene retorno, jamás podremos volver a experimentar las mismas sensaciones, aquello ya fue, por más trascendente que haya sido, nos es vedado el regreso, la ley de progreso eterno nos ha cerrado esa puerta definitivamente.
Todos conocemos lo que la madre naturaleza nos enseña al respecto, el estado previo de la hermosa mariposa pasa por el gusano que se arrastra , alimenta, y a su debido tiempo, construye la crisálida, donde pacientemente, prepara la transformación que le permita, en el instante preciso, lucir las galas de su incomparable belleza y volar libremente por la floresta. El gusano no es un estado inferior de la bella mariposa, el gusano es la mariposa, tal como los hijos espirituales de Dios, lo son, con relación a quien les ha creado. No podremos volver jamás como gusanos, sólo podremos volver a encontrarnos en el vuelo victorioso de las hermosas mariposas, que simbolizan, este caso, la Gloría de Dios. “Esta es mi Obra y mi Gloria, llevar a cabo la inmortalidad y vida eterna del hombre” Moisés 1: 39
De la misma manera, que la etapa del gusano, no es comparable a la majestuosidad del estado de la mariposa, ocurre lo mismo con las condiciones en que se desarrollaba nuestra vida pre mortal. Esa etapa no es, en absoluto comparable, con la que vivimos ahora, o la que podamos alcanzar, de acuerdo al grado de gloria que nos pueda corresponder.
Tenemos la tendencia a comparar nuestro estado actual con el anterior y es por eso que pensamos en términos de hogar celestial, imaginando: tiempos, contactos, y tipos de relaciones, con un grado de intimidad y cercanía que nos lleva a pensar en un Dios, esencialmente padre, rodeado de sus hijos y hasta es posible que nos veamos sentados en sus rodillas.
Sin duda, es un sentimiento noble y dotado de una carga emotiva sencillamente conmovedora, pero es bueno que entendamos, que el lirismo de nuestras emociones humanas, no necesariamente concuerda, con los dictados de la realidad expresada en las escrituras.
Nuestros cuerpos espirituales fueron creados en la plenitud de nuestra vida adulta, como inteligencias, fuimos organizados en esas condiciones, la gran obra de Dios ya estaba en proceso, y una vez iniciada, nada la detiene, el gusano y la mariposa (en sentido figurado) están comprendidos en forma simultánea, no existe el tiempo, por la sencilla razón, de que estamos hablando, en términos de Eternidad. Ahora bien, hablando precisamente del concepto tiempo, ¿que es el tiempo? una respuesta válida y lógica, es de que es una unidad de medida, pero, para que nos pueda resultar de utilidad, es imprescindible contar con la referencia correcta.
Los astrónomos del antiguo Egipto, - Shulem, era uno de ellos ,- le enseñaron al patriarca Abraham, que el tiempo era regido por una estrella llamada, Kolob, la cual es la estrella mas cercana al Trono de Dios.
Para que Abraham pudiese tener una noción más o menos aproximada de esta unidad de medida llamada, Kolob, le explicaron, que un día, en la órbita de Kolob, equivalía a mil años para un planeta como la tierra, que pertenece al sistema Solar.
Contando con este conocimiento, es posible entonces, comprender mejor, el sentido de la emergencia, con referencia al devenir de los hechos relacionados con la creación y sus consecuencias, la vida en sí misma no se detiene, cuando un óvulo es inseminado, la cuenta regresiva ya está en andamiento. Los aproximadamente, seis mil años, en la historia de los hijos de Adán, registrados hasta el presente, no son más que un lunes a sábado en la órbita de Kolob.
Siguiendo esta línea de razonamiento, las matemáticas nos estarían indicando, que un año en la órbita de Kolob, correspondería a 365.000,00 años de tiempo terrestre. Si la vida promedio de un ser humano en la tierra, la situáramos en 75 años, que en la época actual parece bastante razonable, todo este tiempo significaría apenas 1 hora y 48 minutos en la órbita de Kolob.
Conste, que este no es un simple juego de principios matemáticos, es solamente una proyección a escala de lo que significa en términos de tiempo, el pasaje terrenal de un hijo de Dios por el planeta tierra.
Este capítulo, intenta ofrecer una perspectiva adecuada, para quién pretenda internarse, en los instantes previos a la realización del Gran Concilio de los Cielos.
Hoy en día, todos podemos tener acceso al conocimiento, de cómo han sido nuestros días, en la etapa de gestación dentro del vientre materno, a pesar de que cada uno de nosotros ha estado allí, seguramente no lo recuerda, la información científica que nos la cuenta, nadie la pone en duda y la acepta como correcta, es por eso que alardeamos de que hemos vencido a la ignorancia que teníamos al respecto, ¿no es así?
Nosotros también hemos sido partícipes de los hechos que Shulem nos está relatando, Hemos estado allí, aunque no lo recordemos.
La ciencia conocida, lamentablemente, esta vez, no nos puede ayudar como tan convincentemente lo ha hecho, en nuestra etapa en el vientre materno. ¿Estamos dispuestos a recurrir a otras fuentes? ¿Estamos dispuestos a pagar este precio, y alardear después que hemos vencido a la ignorancia?
Recuerda, que las escrituras nos advierten, con palabras sencillas pero contundentes: “Es imposible que el hombre se salve en la ignorancia” D y C 131: 6
Hugo W Arostegui
jueves, 22 de julio de 2010
Hablemos de: El Valor Agregado
Hablemos de: El Valor Agregado
Cuando dedicamos algunas líneas para hablar sobre El Valor Agregado, el pensamiento y la intención nos lleva a relacionar este término, con factores relacionados con la incorporación de valor a los productos primarios a través de la transformación de los mismos en producción final de bienes y o servicios que generen una mayor participación de recursos humanos y horas hombre calificada.
También se menciona este término cuando hablamos de política fiscal, de la necesidad de las economías nacionales de una mayor y mejor redistribución de la riqueza, mediante la aplicación de tributos que graven la cadena productiva con un impuesto al consumo, el cual es conocido internacionalmente como: Impuesto al Valor Agregado.
Un tema importante y recurrente que no se agota, que seguramente su vigencia se mantendrá latente, a medida en que las economías crecen en complejidad y los efectos de la llamada globalización, la cual nos amplia mercados pero también nos torna cada vez más vulnerables a lo que pueda suceder en cada rincón remoto del planeta.
Pero esta vez quiero poner un dique en la corriente del pensamiento tratando de evitar que el mismo se precipite en los profundos surcos ya mencionados e intentar un ligero desvío que nos permita incursionar por algunas sendas menos transitadas pero igualmente interesantes de incursionar.
De manera que, en lugar de recurrir a alguno de los tantos tomos sobre economía que felizmente dispongo, decidí sentarme en el ambiente acogedor de mi hogar, cercano a los leños encendidos, y tomar entre mis manos un libro de consultas excepcional, donde son vertidas opiniones provenientes de lo más profundo del alma humana, pronunciadas por seres que han sabido cultivar, aún en medio de la mayor adversidad, los valores agregados que dan sentido a nuestra esencia humana.
Este libro al que he recurrido es conocido de sabios y humildes, aunque no todo aquel que posa sus ojos sobre las letras, que van formando palabras y frases, una tras otra, puedan decir que han comprendido a cabalidad la cuota parte requerida, de cada lector, a fin de poder recoger las respuestas que están allí, esperando a quién esté dispuesto al esfuerzo de extraer de sus entrañas, tal como un labrador en medio de su huerto, el fruto tan anhelado como requerido.
Este libro, tiene un nombre, y su nombre es: La Santa Biblia.
El Valor Agregado de los Talentos individuales:
En el Libro de Mateo, en el capítulo 25, hay un valioso recurso que puede ayudarnos a comprender lo que se espera de nosotros, porque me imagino que alguna vez nos habremos formulado alguna de estas interrogantes, ¿Qué hago aquí? ¿A qué he venido? ¿Cuál es mi posición actual y hasta dónde me es posible llegar?
Todo parece indicar que nuestro trabajo primordial es el trabajo de vivir nuestra propia vida, somos operarios en esta empresa y en ella ocupamos todos los puestos de trabajo, nadie puede sustituirnos, a lo sumo, alguien podrá darnos algunas sugerencias, pero quién marca su tarjeta día a día, las 24 horas, sin días de asueto, ni feriados especiales, somos cada uno de nosotros, desde nuestro primer llanto hasta el último suspiro.
De este capítulo de Mateo del cual hago referencia he sentido la necesidad de citar el siguiente pasaje:
“Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.
Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.
Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.
Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste, aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.
Su Señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor.
Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo que tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; y aquí tienes lo que es tuyo.
Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.
Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.
Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.
Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”
Mateo: 25: 14 – 30
No voy a cometer la torpeza de pretender manipular la intencionalidad que motivaba al disertante de estos pasajes citados, pero quienes hemos siquiera oído de la magnitud de su obra, no podemos quedar indiferentes ante tan magistral demostración de lo que nos va en cada ocasión perdida, en la importancia de cultivar y multiplicar los talentos con los cuales hemos sido beneficiados, valores que han sido depositados en nuestra cuenta corriente y de los cuales deberemos rendir cuenta cuando se nos sea requerido.
Una lectura superficial, a la cita bíblica que hemos expuesto, nos podría dar diferentes conclusiones, hubo alguien que mencionó la dureza y crueldad del señor, para con el atemorizado siervo, que ante el miedo al riesgo de perderlo todo enterró el talento recibido con la esperanza de mostrarlo y devolverlo tal cual lo recibió de manos de su señor.
Ahora bien, reflexionemos, ¿qué significa para nosotros nuestra propia vida? Hemos dicho que la existencia es un desafío individual indelegable, sin duda no existe un desafío más importante, una empresa de mayor trascendencia, que la de construir con los elementos que estén a nuestro alcance, una vida digna que nos identifique con los valores inherentes a nuestra condición de pertenencia a la raza humana.
Sin duda alguna, la vida es un desafío, y un desafío significa enfrentar la adversidad, correr riesgos, esforzarse por vencer y luchar hasta alcanzar la victoria, esto es la vida.
Si alguien puede creer que esto que digo es fácil de realizar, entonces nunca se ha tenido que enfrentar seriamente con la adversidad, y si nunca se ha tenido que enfrentar seriamente con la adversidad, no conoce nada de los valores humanos, porque los valores humanos sólo crecen en medio de la adversidad.
A lo que hayamos recibido, además de ser gratos por quién nos lo haya proporcionado, debemos agregarle más valor, multiplicar lo que se nos ha dado y que aún no estamos en condiciones de devolver, para que podamos ser merecedores de ser llamados dignos de recibir la gloria del triunfo, esto es El Valor Agregado al que hago referencia en este artículo.
Podría hablar horas y horas sobre este tema, pero dejémoslo aquí, les he sembrado unas cuantas semillas de inquietud, el resto es tarea individual de cada uno.
Hugo W. Arostegui
domingo, 4 de julio de 2010
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Hugo W Arostegui Nacido el 20 de abril de 1943, en Cerro Largo - Uruguay formado en Administración de Empresas, Dirección de Hospitales, Consultor en Recursos de Empleo, Economía, Autoridad Religiosa, Teólogo. Autor de artículos sobre Economía, Religión, Literatura, Empleos, humanidades. Sexo: Masculino Signo: astrológico: Áries Actividad: Analista en Gestión Empresarial Profesión: Asesor de Empresas Local: Ciudad: Rivera: Uruguay Una hoja en blanco, una forma de vivir y sentir, y ese impulso que brota de lo profundo del corazón, conmueven el alma humana y hacen surgir incontenibles las emociones, como aflora la tierna sonrisa o se desliza furtiva una lágrima. Es por esa sensación, propia del artista que anida en el interior de cada uno, que no resisto el impulso de contar, que más que un deseo de simplemente decir cosas, es como una huella, que en medio de la nada indica que allí , si se sabe buscar, hay una senda, y a través de ella, un escenario de hechos que se exponen para ser observados y evaluados según el propio sentir de quien es invitado a transitarlos Cuando escribo, generalmente relato situaciones vividas muy intensamente, los elementos que aparecen en mi escenario descriptivo, no siempre tienen la calidad expresiva que el asunto a narrar merece, es ahí entonces que aparecen a los ojos del lector, mis garabatos, con los cuales pretendo trazar las líneas que den forma y figura a la experiencia que pretendo plasmar en relato. Un escritor es un profeta en el mundo que describe, sin duda el contenido de su relato es fruto de la inspiración, y ese estado especial de percepción sólo puede ser alcanzado por medio de la intervención divina, existe una zarza ardiente en lo alto de nuestro camino, allí nos conducimos despojados de nuestros zapatos terrenales, para asistir a la presencia de lo excelso, rodeado de las musas que nos susurran al oído. Jamás recurriría en mi relato a la improvisación, porque ese es el atajo engañoso por el que transitan los vanidosos, los que recogen las semillas que han caído en los bordes del camino, las que germinan en la superficie su fruto efímero y mezquino. La semilla cuyo fruto permanece, germina en lo profundo de la tierra fértil, cuyas entrañas hay que escarbar con amor y tesón, esa es la semilla que produce la inspiración, el alimento que nutre el alma de todo creador, sea éste un artista, un músico, un pintor, un poeta, o un simple garabateador de papeles como yo.
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