Esta
mañana no es una mañana como la de todos los días hemos amanecido con una
tormenta con mucha lluvia, truenos y con una hora de diferencia en el huso
horario entre el Brasil y nosotros, la república Oriental Del Uruguay, esto que
digo parece nada, pero en los hechos una hora es una hora, por ejemplo les
cuento una, en la frontera entre Uruguay y Brasil, compartimos una plaza, única
en el mundo, según dicen, la cual denominamos, Plaza Internacional, más
conocida internacionalmente como la frontera de la paz por el grado de
convivencia desarrollada por sus moradores,
esta plaza une los márgenes de la ciudad de Rivera, en Uruguay y de la ciudad
de Santana Do Livramento, en Brasil.
Pues
bien, para ser breve en mi relato les digo que a partir de este cambio de hora
los que vivimos en la ciudad de Rivera contamos con la plaza más larga del
mundo, muchos se dirán, ¿cómo puede ser esto? muy sencillo, si usted se para en
el extremo uruguayo de la plaza y se dispone a cruzarla, cuando llegue al otro
lado, el que está en el extremo brasileño tendrá una hora de diferencia, de
manera que si comienza su cruce, por ejemplo, a las siete de la mañana, hora
uruguaya, cuando llegue a destino serán las ocho en la hora brasileña.
Esta
es una minúscula muestra de lo que puede hacer una hora de diferencia y ni les
cuento lo que sucede a nivel de horarios de trabajo, centros de estudio,
locales comerciales, programas de televisión, centros gastronómicos, etc. etc.
incluso si usted se muere en el Brasil en una hora determinada, para los
uruguayos continúa vivo, que les parece.
Hugo
W Arostegui
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