Cuando se incursiona en un
tema en el cual se menciona la dimensión desconocida es muy posible que se
llegue a pensar en el desarrollo de una temática de índole esotérica, que
podría ser abordada por personas debidamente autorizadas, (aclaro por las dudas
que quien suscribe sí lo está,) que posean cierto grado de “iniciación” en el
tratamiento y análisis de algo que implica
tanta trascendencia.
Pero en realidad cuando nos
referimos “a la dimensión desconocida” a
lo que apuntamos es a nuestra propia dimensión, a la dimensión humana de cada uno,
el término de “desconocida” se debe a que a la mayoría de los mortales, me
refiero a mis congéneres humanos, camina por esta vida sin hacerse un cuestionamiento
de que pudiese siquiera existir tal
dimensión.
Todo indica que es
preferible “quedarse en la cortita” que es mucho mejor dejar este asunto “en
manos de profesionales” preferentemente psiquiatras, que nos estudien y diagnostiquen
el grado de “desviación” en el que podamos haber incurrido si es que alguien
pudiese pensar que alguna vez hayamos incursionado aunque fuese siquiera cerca de “esa
tal dimensión” que se menciona.
Lo que nos queda en
evidencia es que no obstante ser testigos presenciales de los avances de
nuestra civilización y contar con los medios informáticos como nunca antes
imaginamos, incluyendo nuestras computadoras y la telefonía digital, continuemos
considerando nuestra dimensión humana como algo, que si no lo vemos figurando
en nuestros muros “en las redes sociales” simplemente esa dimensión, no existe.
Hugo W Arostegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario