“Esta
aseveración condena a los que, a pesar de estudiar, no presentan una gran
capacidad intelectual o no ostentan una cultura general muy frondosa.
Aquello que la
genética ha negado no podrá ser reemplazado por la mejor educación.
Se puede
exhibir un importante curriculum vitae, pero ello no
garantiza ser un erudito ni, mucho menos, una persona inteligente.
Con Salamanca se apunta a la célebre Universidad
ubicada en esa ciudad española, creada en 1218. La expresión se atribuye al
filósofo y escritor hispano Miguel de Unamuno (1864-1936), quien ocupara el
cargo de rector en dicha casa de altos estudio”
Siempre, desde
muy niños, hemos oído de este refrán en el cual se hace mención a todos
aquellos que amparados en sus títulos académicos o en la supuesta sólida
capacitación adquirida en los diversos centros de estudio dónde han estado,
pretenden llevar por delante a quienes que por distintas razones no han tenido
la misma oportunidad, este dicho responde a la constatación de que cuando
alguien, usufructuando ciertos privilegios provenientes de su entorno, ha
tenido la posibilidad de transitar por los diversos centros de estudio puestos
a su alcance, por mayor prestigio que puedan otorgarle, si esta supuesta
formación intelectual no es acompasada por determinados valores que ninguna
casa de estudios le puede proporcionar, demostrará en sus acciones la vulgaridad que no ha
sabido superar.
Esto que
menciono viene al caso, en parte, por cierta broma que uno de estos
“iluminados” por cierta “chispa de ingenio” ha pretendido compartir con sus
“amigos de face book” .
La pretendida
broma, “la viveza criolla” que este sujeto nos ha proporcionado ha sido la de
compartir con “sus amigos” una supuesta situación en la cual una determinada
persona le habría estafado en una cifra relativamente importante, alegando
alertar a sus amigos del face les suministraba al final de su relato el enlace
por el cual podrían identificarlo.
Sus amigos al
recepcionar en sus muros tal información la han compartido con otros usuarios
de la red lo que ha motivado que tal información se diseminara rápidamente, en
los hechos la mencionada broma no era otra cosa que “una inocentada” pues el
enlace compartido en el cual se podría identificar al supuesto transgresor no
era otro que el que correspondía al lector de la información vale decir que al
cliquear este enlace la persona se encontraba directamente con su propio muro.
Mirado
superficialmente, todo no pasa de una broma inocente, pero lo que esta persona,
el de la brillante idea de diseminar esta broma entre sus amigos no ha tenido
en cuenta, seguramente porque tiene “menos luces que un fósforo apagado” es que
con su proceder no hace otra cosa que vulgarizar el alto contenido de las redes
sociales, generando confusión y pretendiendo tildar de ignorantes a quienes no
comprendan su “supuesta broma”
Como suelen
decir los paisanos en mi pueblo “los bobos y los palos torcidos no se
terminarán nunca”
Hugo W
Arostegui
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