“persona que no se altera, perturba
o muestra emoción alguna ante una impresión o estímulo externo que normalmente
producen turbación, desencadenan una emoción o inducen a determinada acción.”
“El concepto de sangre de pato se
asocia a la frialdad y a la distancia, al rictus impávido ante un mensaje.”
A lo largo de nuestra vida
sin duda alguna hemos tenido que tolerar, en la medida de lo posible. a este tan peculiar tipo de personas que
además de ser un tanto insípidas en su trato con los demás integrantes de
cualquier grupo pareciera que “no le entran ni las balas”, como se dice
vulgarmente “viven porque el aire es gratis” de tan inútiles que son en su
comportamiento no ameritan siquiera de que nos enfademos, simplemente
nos acostumbramos a convivir con ellos y hasta es posible que les integremos en
nuestras actividades deportivas aunque sepamos que con ellos en la cancha
comenzamos el partido “con un gol en contra”.
Son los tradicionales “sangre
de pato” aquellos, que cuando miramos nuestras fotos o filmaciones de otros tiempos,
siempre aparecen semiborrosos como que están y no están integrando nuestros
grupos.
Hace muy poco tuve la enorme
alegría de encontrarme después de mucho tiempo con uno de estos, ahora viejos
amigos y le encontré tal cual, casi sin cambios en su apariencia, recuerdo que
uno de nuestros amigos, compañero de estudios, solía comentar sobre él lo siguiente “este es más
aburrido que bailar con la hermana” en fin.
Hugo W Arostegui
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