miércoles, 11 de noviembre de 2015

Vivencias




El contenido de las vivencias, y sobre todo, la absoluta falta de apoyo logístico en la orfandad de nuestras posturas individuales, consecuencia de lo  insólito de los tópicos abordados, nos dejaban  expuestos a la más que probable censura de nuestros actos y apreciaciones  por parte de la llamada, conciencia colectiva, una vez que quisiéramos compartir  nuestra experiencia con otras personas ajenas al grupo.

Nos preguntamos: ¿cómo explicar a los demás? que existen visiones diferentes, distintas formas de percibir los acontecimientos, que los hechos han acontecido con absoluta independencia de lo que puedan aceptar como válidos o convenientes, los autoproclamados  formadores de opinión, que la realidad es independiente de la interpretación parcial que se le haga.

Nuevamente, volvemos al principio del Libre Albedrío, el acceso a la verdad es el fruto de la investigación exhaustiva de los hechos, no obstante contar con un enorme bagaje de información, de poder recurrir a la letra de la ley, expresión canonizada de la palabra de Dios, el gran mandamiento que recibimos nos exhorta a escudriñar las escrituras sagradas, escudriñar es investigar, comparar, consultar.

Esta exhortación va mucho más allá, no es una mera recomendación a que hagamos una simple lectura de la literatura oficialmente aceptada, es un imperativo de búsqueda universal a través de los incontables canales por los que discurre  el conocimiento.

Y ya que hemos mencionado al Rey Salomón, bueno es recordar lo que de él se menciona en las escrituras:

“Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar.

Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios.

Aun fue más sabio que todos los hombres, más que Etán ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue conocido entre todas las naciones de alrededor.

Y compuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco. (es curioso que el Cantar de los Cantares, que aparece entre los libros sagrados de la Biblia, difícilmente es utilizado como referencia por las religiones cristianas conocidas )

También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared.

Asimismo disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces.

Y para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de todos los reyes de
la tierra, adonde había llegado la fama de su sabiduría. ”
                                                                                   1 Reyes 4: 29 – 34

Cuando hablamos de las enseñanzas de Salomón practicadas por la Logia de Jerusalén, conviene recordar los cambios que éste fue introduciendo en las ceremonias que se realizaban en el templo, cambios que fueron consecuencia de la influencia que Lucifer había adquirido en el entorno de los sacerdotes más allegados al monarca.

El libro de los Reyes nos cuenta lo siguiente:

“Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas;

gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses; A éstas, pues, se juntó Salomón con amor.

Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.

Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.

Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.

E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.

Entonces edificó Salomón un lugar alto en Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc ídolo abominable de los hijos de Amón.
                                                                                              1 Reyes 11: 1 - 7

Lo que nos ha mostrado Gabriel, nos ha impactado, la conspiración de Lucifer contra el Mesías, hundía sus raíces profundamente en el corazón de los conjurados.

El escenario estaba siendo puesto a punto para ejecutar en él la obra del maligno, tal como lo expresa el evangelio de Mateo:

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Entonces el Diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,
y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra.

Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.

Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.

El diablo entonces le dejó: y he aquí vinieron ángeles y le servían.
                                                                                                          Mateo 4: 1 - 11

Este encuentro, muchas veces leído con simpleza, muestra claramente la rivalidad latente, desde el principio de los tiempos, entre dos colosos, que no están dispuestos a dar tregua, Satanás se retira delante del poder del Hijo de Dios, pero lejos está de dar por finalizada la batalla, la conspiración que él había tramado todavía continuaba.

Por alguna razón, que confieso que en principio no entendimos, Gabriel nos hace mención, a la singular tarea, no expresamente asignada sino literalmente asumida de hecho, por la deidad integrante de la familia celestial a la que conocemos como El Espíritu Santo.

Su reflexión nos conduce hasta la isla de Patmos, lugar dónde el Apóstol Juan escribe su libro El Apocalipsis (las revelaciones en idioma griego) y nos sugiere que prestemos atención a las siguientes palabras escritas por el autor:

La mujer y el dragón:

“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.

Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.

También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;
y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.

Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.

Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.

Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.

Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.

Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía; Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ! Ay de los moradores de la tierra y del mar ! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.

Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo.

Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río.

Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.

Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.
                                                                                              Apocalipsis   12: 1 - 17

Es claro que nadie puede obtener testimonio del Padre y del Hijo sin haber sido asistido y cubierto por el poder del Espíritu Santo.

El dragón lleno de ira, la serpiente antigua, el que tiene el poder de engañar al mundo entero, el que ha sido expulsado de los cielos, ha bajado a la tierra para apoderarse de sus moradores, su instinto posesivo, no reconoce derrotas, su ambición de poder no descansa, todavía lucha por sujetar a sus hermanos bajo su influencia, como lo hizo siempre, desde los tiempos en que les acusaba ante el Padre, de  no ser dignos de confianza, que debían ser controlados y dirigidos con total prescindencia de sus derechos individuales .

Este es el ángulo, desde el cual miran con desconfianza, aquellos que le temen a sus argucias, Satanás, el padre de las mentiras, tomará ejércitos y marinas, Papas y gobernantes, y reinará con sangre y terror sobre esta tierra, su influencia es capaz de traspasar lo intraspasable, su escuadra y su compás, todo lo mide, todo lo determina,  todo lo corrompe, y todo lo somete.

“Porque sucederá en aquel día que las iglesias que se hayan establecido, mas no para el Señor, dirán la una a la otra: ¡He aquí que yo, yo soy la del Señor!; y dirán las demás: ¡Yo, yo soy la del Señor! Y así hablarán todos los que hayan establecido iglesias, mas no para el Señor.

Sí, y habrá muchos que de esta manera enseñarán falsas, vanas e insensatas doctrinas; y se engreirán en sus corazones, y tratarán afanosamente de ocultar sus designios del Señor, y sus obras se harán en las tinieblas.

Porque el reino del diablo ha de estremecerse, y los que a él pertenezcan deben ser provocados a arrepentirse, o el diablo los prenderá con sus sempiternas cadenas, y serán movidos a cólera y perecerán.

Porque he aquí, en aquel día el enfurecerá los corazones de los hijos de los hombres, y los agitará a la ira contra lo que es bueno.

Y a otros los pacificará y los adormecerá con seguridad carnal, de modo que dirán: Todo va bien en Sión; sí, Sión prospera, todo va bien. Y así el diablo engaña sus almas, y los conduce astutamente al infierno.

Pues he aquí, así dice el Señor Dios: Daré a los hijos de los hombres línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí; y benditos son aquellos que escuchan mis preceptos y prestan atención a mis consejos, porque aprenderán sabiduría; pues a quién reciba, le daré más; y a los que digan: Tenemos bastante, les será quitado aun lo que tuvieren.”
                                                           2 Nefi    28: 3,9,19,20,21,22,30

Luego de citarnos estos pasajes de las escrituras, Gabriel nos ha pedido que pensemos en todo lo que constituye nuestro entorno religioso, en nuestra actitud personal, en la valoración retrospectiva, de lo que entendemos, deberíamos hacer diariamente, como una consecuencia natural del grado de relación y compromiso que hayamos asumido, con aquel ser superior, que reconocemos y aceptamos como el Padre nuestro y por ende de toda la humanidad.

Dónde y con quienes  nos relacionamos en los momentos de adoración, ante quién adoramos, quién o quienes le representan, que grado de influencia y ejemplo personal ejercen en nuestras vidas, y en las vidas de nuestros hermanos, aquellos que han tomado sobre sí la honra de obrar en el nombre de nuestro Señor y Dios.

Existen muchas personas, agrega Gabriel, que solo captan los aspectos externos, se conforman con la superficialidad, con la apariencia, aquellos que no han entendido y es muy difícil que algún día lo puedan entender, que vivir la religión es mucho más, que jugar a la religión, como no es lo mismo el recibir la inspiración divina que es fruto del esfuerzo y elevación personal, que el dejarse llevar por la improvisación que no requiere esfuerzo alguno y se nutre de nuestra propia mediocridad.

Son preguntas que no necesitan respuestas, no es preciso contestar nada, sólo se requiere que recurramos a la fuente y probemos el sabor del agua que brota de ella, se podrán decir muchas cosas referente a su virtud, pero nada puede ser comparable a aquello que podamos degustar  con nuestro propio paladar.

Hugo W Arostegui





sábado, 7 de noviembre de 2015

Aprendiendo A Mirar



En estos días pasados tuvimos la oportunidad de asistir a un encuentro entre compañeros de trabajo y nuestra instructora, Cintia Martinez, para desarrollar en conjunto un tema muy interesante relacionado con las “técnicas de venta” y cómo el conocimiento y la aplicación de ciertas habilidades nos pueden ayudar a mejorar nuestra gestión individual en el lugar de trabajo en la cual desarrollemos nuestra tarea.
Ahora bien, resulta que un hecho que debería ser “algo natural” en la capacidad expresiva de todo ser humano, lamentablemente se ha convertido en algo “en miras de extinción” posiblemente por causa de los nuevos métodos de comunicación masiva el uso de los cuales nos anula y absorbe a la vez a tal punto de que ya no miramos a nuestro interlocutor, el encuentro “cara a cara” prácticamente ha quedado en desuso incluyendo en esta práctica a todo nuestro entorno, nuestro encuentro permanente es a través de una pantalla, ya no miramos “ al otro o a los otros” y junto con nuestra nueva forma de mirar también se extinguen la sonrisa franca y natural, el apretón de manos y el abrazo solidario.
Si me preguntan ¿Qué hacer? Simplemente respondería que volvamos a ocupar nuestros ojos en la observación de todo lo que nos rodea que descubramos lo maravilloso que es nuestro “hábitat natural” la vida seguramente retomará el sentido y el color que siempre ha tenido y permanece en nuestro entorno.
Sin duda debemos disfrutar de la lectura, dedicar un tiempo diario para incursionar en nuestra propia ilustración, existen un sinnúmero de oportunidades en las cuales podremos verdaderamente compartir con todos aquellos “que toman de su propio tiempo” para dejarnos el fruto de su conocimiento y de sus experiencias de vida.
En la práctica de la lectura he encontrado el valioso aporte que les adjunto a este artículo lo cual agradezco por esta oportunidad que tengo de poder compartir.
“Estamos más acostumbrados a mirar más a lo que nos falta que a lo que ya tenemos, hemos crecido con la contante sensación de insuficiencia, y de esta forma vamos buscando la felicidad experiencia tras experiencia, sin encontrar más que pequeños momentos de satisfacción demasiado efímeros para considerar que hemos alcanzado ese horizonte llamado “Felicidad”. Hoy me gustaría hablarte de una de las cosas que puedes hacer para empezar a vivir en el lado positivo de la vida…
El sentimiento de gratitud no es un sentimiento que sobre precisamente en nuestros días. Damos por hecho que las cosas tienen que ser como son, que nos “merecemos” que la vida nos trate bien, que nuestros familiares se sientan bien, que todo a nuestro alrededor funcione. De esta forma en cuanto algo no está como nosotros queremos montamos en cólera contra el mundo, nos ponemos en esa posición de víctima que tanto daño nos hace.”www.cp67.com/libros/8/950637002.html
“Algo que debes tener en cuenta sobre esta estrategia de ventas sin vender es que inicia desde el primer contacto y nunca termina.
Muchos vendedores se dan por vencidos después de la primera visita a un cliente al que no le venden y nunca lo vuelven a buscar o visitar. Por otro lado, muchos vendedores dejan de atender al cliente una vez que se firma el contrato. Ambas fórmulas son erróneas, puesto que comunican al cliente que lo único que te interesa es venderle y no, realmente, ayudarle.
Termino esta columna la noche antes de irme de vacaciones con mi familia a mi tiempo compartido, aquel que juré que jamás compraría. ¿Qué me hizo cambiar de opinión y comprarlo? Me encontré con una compañía y un vendedor que siguieron varios de estos pasos:
1)  La compañía que me lo vendió es una cadena de hoteles seria e internacional con una excelente reputación, lo cual implica una relación de honestidad y confianza.
2) Se dieron a la tarea de entender mis necesidades y me ofrecieron exactamente lo que necesitaba, ni más ni menos.
3) En ningún momento me presionaron o exageraron los beneficios del producto. De hecho, me invitaron al resort todo pagado sin obligarme a asistir a la presentación del tiempo compartido.
4) Durante la presentación, a la cual accedí a ir voluntariamente, estaban dispuestos a no cerrar la venta si yo no la deseaba.
5) Fueron totalmente honestos conmigo y me dijeron exactamente qué esperar y no esperar del producto, y después lo cumplieron al pie de la letra, y
6) Me brindaron un extraordinario servicio en todo momento: antes, durante y después de la venta. 
Te recomendamos leer también: Guía de imagen para lograr ventas persuasivas
El autor es socio consultor y director de metodología en Mesa Consultores, una firma especializada en transformación organizacional, con más de 15 años de experiencia, asesorando en temas de liderazgo, clima laboral y renovación cultural. Puedes seguirlo en Twitter en las cuentas @MesaConsultores y @elanbenrey.

Sinceramente  Hugo W Arostegui

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Cuando La Vida Sucede Sólo Una Vez.



Como seguramente muchos saben suelo levantarme bien temprano por las mañanas y luego de atender a mis mascotas- cuatro gatos y un pastor alemán- que son quienes me hacen compañía, apronto un buen mate amargo y dejo que mi mente dialogue, entre la infusión de cada mate, con el único ser capaz de soportarme, mi inefable compañero de toda la vida, el cual responde por el alias de “mi otro yo”

Como a ambos nos gusta la lectura y como no molesto ni escandalizo a nadie cuando suelo olvidar que mi otro yo me puede escuchar sin que tenga que hablarle en alta voz, ni utilizando gestos que apenas pueden disimular mi innata vehemencia, en la soledad de nuestros coloquios, siento que él “mi otro yo” se toma la libertad de mencionarme, como al pasar: que a medida que transcurren los años del calendario “de poetas y de locos todos tenemos un poco.”

Lo cierto es que esta vez, posiblemente influenciados por el hecho de conmemorarse en nuestra frontera de la paz – Rivera Uruguay -“el día de los difuntos”, sin necesidad de pinturas extravagantes ni grotescas, como los cultores del muy sajón “día de Halloween” nos dedicamos a recordar a quienes siguiendo el derrotero de la ruta de un tiempo que ya fue, nos han dejado la estela luminosa de su pasaje por nuestras vidas, el cual perdura en nuestra memoria, y sobre todo, en nuestra capacidad de sentir su presencia, totalmente ajenos al devenir de un tiempo, que cual si fuese arena se escurre entre nuestros dedos y  se desvanece sin dejar rastros.

En este pasaje por el recuerdo, sin duda hemos acumulado “tiempo sobre tiempo” y al pasar por el derrotero de los hechos vivenciados apreciamos algo que muy pocos tienen la posibilidad de observar, que ni los tiempos ni mucho menos las personas, están sujetos a “porciones de vida” tiempos y personas son parte de la paleta cuyas pinceladas brindan el color y el esplendor que le dan forma y sentido a la vida misma, la cual permanece inalterable en cada instante en que la memoria les convoca.

Reflexiones sobre Tiempo:
“Poder viajar en el tiempo debe ser una de los deseos más arraigados en la fantasía humana. Hay momentos en los que una acción, una palabra dicha a destiempo, una decisión parecieran ser bisagras que alteran por completo la dirección de nuestra vida y daríamos todo por poder tener dominio sobre ellos. ¿Pero qué implicaría? Cuestión de tiempo nos pone frente a la realidad de que cada una de nuestras acciones tiene una consecuencia, un impacto sobre nuestra vida y la de quienes nos rodean. Más allá del antes y el después, lo importante es la libertad que ponemos en juego frente a cada decisión, y la responsabilidad de pensar en lo que ella implica porque, al menos para la mayoría de nosotros, el pasado transcurre solamente una vez.”  valores.org.ar/videos/cuestion-de-tiempo
“La Paradoja de Nuestro Tiempo en la Historia es que tenemos Edificios más altos, y temperamentos más cortos; carreteras más amplias, pero puntos de vista más angostos.
Nosotros gastamos más, pero tenemos menos; compramos más, pero lo disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas; más conveniencias, y menos tiempo; tenemos más estudio, pero menos sensibilidad; más sabiduría y menos juicio; más expertos, pero más problemas; más medicina, pero menos salud.
Tomamos mucho, fumamos demasiado, gastamos sin necesidad, reímos muy poco, manejamos muy rápido, y nos enojamos muy rápido, nos desvelamos, nos levantamos cansados, raramente leemos, vemos mucha TV, y rezamos muy poco.
Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores humanos.
Hablamos mucho, pero amamos poco y odiamos muy seguido. Hemos aprendido como ganarnos la vida pero no sabemos vivir; le hemos agregado años a la vida, no vida a los años.
Hemos ido a la luna y regresado pero tenemos problemas para cruzar la calle para conocer al vecino.
Hemos conquistado el espacio sideral, pero no el espacio interno.
Hemos hecho cosas más grandes, pero no cosas mejores.
Hemos limpiado el aire, pero ensuciado el alma.
Hemos partido el Átomo, pero no nuestros prejuicios.
Escribimos más, pero aprendemos menos.
Hacemos más planes, pero los sacamos adelante menos.
Aprendimos a vivir aprisa, pero no a ser pacientes.
Creamos más computadoras para retener más información para producir más copias que antes, pero tenemos menos comunicación.
Este es el tiempo de comidas rápidas y digestiones lentas.”
Hugo W. Arostegui

martes, 27 de octubre de 2015

Aprendiendo A Filosofar


No discutiré que dentro de poco tendrás que apañártelas para ganarte la vida. Ni que, aun estando muy mal las cosas, obtendrás considerables ventajas de estar bien preparado, de ser competitivo, oportunista… o, incluso, de tener buenos padrinos. De acuerdo. Pero yo no me he cruzado en tu camino para eso, sino para impedir que te conformes con una existencia meramente animalizada o que pases por esta vida como un bulto o un idiota. Te lo diré claro, recordando con Deleuze a Nietzsche: la tarea de la filosofía no es otra que combatir la estupidez. Por eso intentaré enseñarte:
a) Que las cosas no son lo que parecen, porque a la verdadera realidad le gusta ocultarse bajo el llamativo ropaje de su apariencia sensible. Traspasar esa barrera con las luces de la razón (relacionando unas cosas con otras, estableciendo comparaciones, descubriendo similitudes y diferencias) es el propósito original y todavía hoy el sentido fundante de la filosofía.
b) Que, en base a lo que humanamente conocemos, son muy pocas las verdades de las que podemos estar por completo seguros. Y de las que menos, de aquellas que por más seguras se nos presentan: los dogmas de fe.
c) Que, siendo muy respetable el sentimiento religioso es, no obstante, ridículo apelar a libros sagrados o a realidades sobrenaturales para explicar fenómenos cuya razón de ser encontramos en las leyes naturales. Uno no puede coherentemente salir de la clase de biología convencido de las leyes darwinistas y acto seguido, en clase de religión, abrazar el creacionismo. Y a esa insensatez da pie la nueva ley de educación en la ESO y el Bachillerato.
d) Que cada uno es muy libre, sin embargo, de creer en dioses y diosas, o en teteras voladoras orbitando sobre Marte, o en unicornios rosas invisibles o en el irresistible monstruo del spaguetti volador, pero admitiendo siempre que ninguna de estas creencias garantiza por sí misma la existencia real de tales entidades (por muchas manifestaciones o procesiones que organicemos en su honor).
e) Que, por otro lado, creer en Dios o visitar el templo no es condición necesaria ni suficiente para ser buena persona, simplemente es irrelevante. La hipótesis de Dios es innecesaria para fundamentar una moral compatible con la dignidad y racionalidad humana.
f) Que, sin embargo, pretender infundir creencias religiosas en los niños desde el bautizo mismo, cuando su mente aún dista de estar preparada para discernir sobre ellas y formarse una opinión propia, debe considerarse un abuso intelectual en toda regla, máxime si, para fijarlas de manera indeleble, se recurre a la perversa amenaza del infierno.
g) Que prioritariamente debería otorgarse a los adolescentes el derecho a recibir sin excepción una formación moral basada en la ética racional universal, sin enfrentarla de modo excluyente a cualquier moralidad religiosa particular. La disyuntiva entre Religión y Valores Éticos que la LOMCE contempla es, simplemente, aberrante.
h) Que, asumiendo que los errores forman parte consustancial de nuestra experiencia y que no todo lo podemos conocer, a la hora de decidir lo que hacemos en y con nuestra vida, no es lo mismo recurrir a conocimientos probados que a supersticiones o creencias infundadas. Lo sabemos muy bien cuando caemos enfermos, pero tendemos a olvidarlo cuando recuperamos la normalidad y volvemos a la existencia ordinaria.
i) Que si buceamos en la intimidad de nuestra conciencia conoceremos mejor que mirándonos sólo por fuera lo que somos, lo que pensamos, lo que sentimos, lo que hacemos y el porqué de todo ello. En lugar de, como acostumbramos, perder el tiempo con tanta exteriorización superficial y vacua.
j) Que el amor por la verdad, principal desvelo del filósofo, es, no obstante, asunto que apenas importa a la gente; que por lo general no detesta ser engañada, sino tan sólo perjudicada en su interés pecuniario.
k) Que, convertida la verdad en asunto de negocio, han aflorado impúdicos mercaderes que trafican con ella ocultándola, mutilándola o adulterándola, transformando en muchos casos el ejercicio del periodismo y la obligación de informar en una manipulación vergonzosa al servicio de intereses inconfesables.
l) Que es inevitable a cada momento tener que elegir, y que, a diferencia de lo que ocurre con el resto de animales, lo específicamente humano consiste en hacerlo superando tanto el inicial arrebato impulsivo como la abominable inercia de una masa urgida por las modas o las costumbres, procurando en su lugar tomar decisiones personales y razonadas.
m) Que para evitar una existencia ramplona y superficial resulta imprescindible distinguir lo que de veras importa de lo superfluo; las verdaderas necesidades de aquellas otras falsas e impuestas, cuando a tantos interesa promover (para luego vender) lo inesencial desde la publicidad y el engaño.
n) Que para vivir bien no se necesitan tantas cosas como te han hecho creer, porque una vez se tienen las necesidades básicas cubiertas, cualquier apetencia material que no constituya una excepción o merecido capricho te distraerá y envolverá, y no servirá para aumentar tu felicidad, sino para irte apartando de ella. Así que cada vez somos más incapaces de liberarnos de toda una recua de usos sociales que constituyen horteradas mayúsculas y zarandajas esclavizantes.
ñ) Que la organización política de la sociedad es, hoy más que nunca, rehén del poder económico (curiosamente sustraído al control democrático) y, bajo la forma institucionalizada de los bancos y corporaciones internacionales, responsable máximo de la quiebra económica, ecológica y moral.
o) Que defender la necesidad de un mundo más justo al calor del hogar, en la beatitud de la catequesis o en la amenidad del café, a la par que apoyar luego opciones políticas que gobiernan en complicidad con el más crudo y salvaje capitalismo es, como poco, expresión de una contradicción ingenua, si no de una insultante hipocresía.
p) Que una educación pública y de calidad para todos los niños y niñas es imprescindible si se trata de garantizar el principio de igualdad de oportunidades, primer fundamento de una sociedad justa. A no ser que lo justo sea que las ya de por sí inevitables diferencias de cuna deban perpetuarse con la connivencia de un sistema educativo que, en lugar de nivelar, otorgue todavía más ventajas a los que, sin mérito alguno, ya tuvieron la suerte de nacer en casa rica.
q) Que, por tanto, detrás de la tan reclamada libertad de educación, en el fondo no se esconde sino la intención típicamente clasista de preservar ventajosas desigualdades sociales.
r) Que, de cara al futuro, no conviene olvidar que lo que prehistórica e históricamente ha hecho posible la supervivencia de la especie ha sido la actitud de cooperación, antes que la de competitividad, explotación o dominio. Hay problemas importantes que no se pueden resolver individualmente, por muy buen expediente que se tenga, sino mediante la acción colectiva meditada y planificada.
s) Que, finalmente, con proporciones tan elevadas de gente ignorante, alejadas del pensar y el conocer por decisión propia, o inducidas o abducidas por otros, que desde su responsabilidad política deberían promover justamente lo contrario, la democracia agoniza peligrosamente, y con ella las libertades y derechos sociales y económicos fundamentales cuya conquista tantos esfuerzos costara y que con tanta ligereza estamos consintiendo perder.
Así pues, el sentido de la filosofía en las aulas no puede ser otro, dicho brevemente, que propugnar el amor al conocimiento y pretender la justicia y felicidad de todos los seres humanos. En cambio, ¿qué pretenden y propugnan quienes, con leyes como la LOMCE, arrinconan a la Filosofía y la convierten en una asignatura cada vez más insustancial? @Luiscaleromor


domingo, 25 de octubre de 2015

Recordando A Krishnamurti

Conocerse a sí mismo en la relación de persona a persona

El conocimiento propio no depende de ninguna fórmula. Uno puede ir al psicólogo o al psicoanalista para descubrir lo que uno es, pero eso no es conocimiento propio.
El conocimiento propio surge cuando nos damos cuenta de nosotros mismos en la relación, la cual nos muestra lo que somos de momento en momento.
La relación es un espejo en el cual nos vemos tal como realmente somos.
Sin embargo, la mayoría somos incapaces de mirar lo que somos en la relación, porque de inmediato empezamos a condenar o justificar lo que vemos. Juzgamos, valoramos, comparamos, negamos o aceptamos, nunca observamos realmente ‘lo que es’, y para casi todos parece que esto es algo muy difícil de hacer.
Sin embargo, observar “lo que es” es en sí mismo conocimiento propio.
“Si hemos de crear un mundo nuevo, una nueva civilización, un arte nuevo, no contaminado por la tradición, el miedo, las ambiciones, si hemos de originar juntos una nueva sociedad en la que no existan el «tú» y el «yo», sino lo nuestro, ¿no tiene que haber una mente que sea por completo anónima y que, por lo tanto, esté creativamente sola? Esto implica, ¿no es así?, que tiene que haber una rebelión contra el conformismo, contra la respetabilidad, porque el hombre respetable es el hombre mediocre, debido a que siempre desea algo; porque su felicidad depende de la influencia, o de lo que piensa su prójimo, su gurú, de lo que dice el Bhagavad Gita o los Upanishads o la Biblia o Cristo. Su mente jamás está sola. Ese hombre nunca camina solo, sino que siempre lo hace con un acompañante, el acompañante de sus ideas. ¿No es, acaso, importante descubrir, ver todo el significado de la interferencia, de la influencia, ver la afirmación del «yo», que es lo opuesto de lo anónimo? Viendo todo eso, surge inevitablemente la pregunta: ¿Es posible originar de inmediato ese estado de la mente libre de influencias, el cual no puede ser afectado por su propia experiencia ni por la experiencia de otros, ese estado de la mente incorruptible, sola? Únicamente entonces es posible dar origen a un mundo diferente, a una cultura y una sociedad diferentes donde puede existir la felicidad.” El libro de la vida de Khrishnamurti

Hace unos cuántos días que vienen a mi mente las palabras de Krishnamurti las cuales había oído por primera vez en Montevideo, en la época de mis años jóvenes, recuerdo que participé invitado por amigos a una conferencia que se realizaba en la Sociedad Teosófica y como incursionábamos en el estudio de La Filosofía, en la Facultad de Humanidades y Ciencias, en el viejo local de la calle Juan Lindolfo Cuestas, encontramos muy interesante la concurrencia.

Recuerdo que la primera impresión que tuve ante este hombre de edad madura y mirada penetrante es que sus palabras estaban dirigidas a personas ausentes, que las cosas que manifestaba me llegaban como provenientes de un lugar que me resultaba vagamente conocido, algo que desde muy adentro pugnaba por el intento de identificarse, de liberarse, como si estuviese maniatado por una telaraña de preconceptos e ideas, implantadas desde vaya uno a saber cuántas generaciones anteriores, generándonos tanto a mí como a quienes me acompañaban, esa extraña sensación de estar encapsulados dentro de una mente cautiva y dependiente de su entorno “socialmente correcto”

Lo cierto es que ante mí, se abrían de par en par las puertas de mi intelecto, todo cuánto pretendía conocer, todo cuánto constituía “mi bagaje” de conocimiento académicamente adquirido, se precipitó encima, como una estantería plagada de libros de texto, escritos religiosos, etc., todo el entramado del pensamiento “occidental y cristiano” se mezclaron unos a otros, perdiendo su exclusividad en cuánto su “verdad verdadera” para mostrar impúdicamente su extrema desnudez, su absoluta interdependencia con el “pensar de los otros” y que cuánto intelectualmente nos cubría, no eran más que unas inútiles “hojas de parra” con las cuales pretendíamos, como hasta ahora, cubrir nuestra desnudez ante los ojos del “Gran Creador” de nuestros días.

Los años han pasado desde aquellos días de nuestra juventud, pero esa primera impresión ante la inmensidad y grandeza del intelecto humano permanece indeleble en cada una de nuestras manifestaciones.
Hugo W. Arostegui


miércoles, 21 de octubre de 2015

Los Muertos Que Vos Matáis...

En el Website del Centro Virtual Cervantes (CVC), se puede leer el origen de esta frase, que radica en una traducción al español de la comedia francesa Le Menteur (El Mentiroso), escrita por Pierre Corneille en 1643, considerada como la mejor comedia francesa anterior a las de Molière.
En la escena donde el mentiroso habla con su criado y afirma haber matado a su rival Alcippe, aparece este último en escena anunciando su futura boda con Clarice. Es entonces cuando el criado comenta irónicamente: "los muertos que vos matáis gozan de buena salud", que en original francés dice: "les gens que vous touez se portent assez bien" (“aquellos que usted mata andan bastante bien”).

En estos días en que se viene cerrando la campaña electoral en Argentina vemos como han recrudecido los embates de los candidatos por intentar imponer sus propuestas sobre las que formulan sus rivales en una clara intención de “vender” al electorado argentino una “imagen” de “vencedores” en la cruda realidad que se avecina, que apenas se puede “disimular” o menos aún “postergar” el inevitable enfrentamiento, digamos, una franca colisión, un abrupto “despertar” que les haga “ver la cruda realidad” de una crisis que habrá que campear conjuntamente con el resto de los países que componen la región.

La postura oficialista ha intentado cubrir con un manto de desinformación sesgada y mantener a toda costa “la ilusión” de bienestar público, ocultando solapadamente datos que ya no admiten su ocultamiento, tales como: inflación, pobreza, inseguridad, desempleo y la franca recesión que se arrastra desde varios meses.

La profusa difusión de la propaganda de los candidatos así como las entrevistas que conceden a los medios lejos de orientar a sus conciudadanos en cuánto a cuáles son sus perspectivas de gobierno y cuales las medidas –que inevitablemente se tendrán que tomar si se pretende revertir la actual situación- se han empeñado en dejar en evidencia las supuestas inhabilitaciones de sus adversarios utilizando una tan inútil como estéril campaña tendiente a descalificar los modos y los motivos que a su entender son los elementos motivadores de sus intentos de “apoderarse del poder”

El escenario montado por los políticos en estas horas decisivas para el futuro de la nación es el “llamado mesiánico” se autoproclaman como los únicos capaces “de enfrentar a los demonios”
y claman a viva voz por la obtención de la mayoría absoluta que les asegure el triunfo definitivo.

La premisa es: Ahora el poder, después: después vamos a  gobernar con la mayoría y obsecuencia de ambas cámaras.

Creemos que urge un llamado imperioso a la unidad de todos los ciudadanos, principalmente de aquellos con posibilidades de ejercer posiciones de liderazgo, si se pretende derrotar a los verdaderos adversarios que atentan contra el futuro de la nación “los muertos que matemos en esta contienda – en el sentido figurado- no pueden gozar de buena salud.


Hugo  W Arostegui