lunes, 4 de noviembre de 2019

Mordidos Por La Lengua

Sabemos que la lengua no mastica, y sin embargo, es capaz de morder. A veces con palabras, otras con el tono, y a menudo, con esas frases cobardes que van de oído en oído y siempre de espaldas. Porque a quien le falta músculo en el corazón le sobra en la lengua, siempre tan ágil, siempre dispuesta a desplegar sus artes.


Resulta curioso cómo a pesar de que la palabra sea en realidad el lenguaje del cerebro y el resultado de nuestra evolución como especie, seamos capaces de utilizarla aún para hacer daño. Esa área tan afinada y sutil como es nuestro mundo emocional aún no ha cogido las riendas para aprender a ser más empáticos. Más cercanos.

Personas capaces de convivir y no de alzar cercos mediante los rumores, las agresiones verbales o los desprecios.

“La lengua es como un cuchillo afilado: mata sin sacar sangre”
-Buda

Algo que todos sabemos es que la lengua es capaz de herir con la misma intensidad que los palos y las piedras. Puede que el ser humano haya evolucionado de forma notable, no hay duda. Ahora somos entidades sofisticadas, más hábiles, más aptas y destinadas a sobrevivir en un contexto igual de cambiante y exigente que el de nuestros antepasados. Sin embargo, hay varios aspectos que nos obligan a reflexionar, a hacer un pequeño acto de conciencia.

Hace años que hemos dado ya un nuevo salto como especie. Hemos abierto el camino a la era digital. Ahora bien, más allá de potenciar aún más la conexión entre el propio ser humano y sus semejantes, las nuevas tecnologías lo que consiguen, en ocasiones, es todo lo contrario.

La lengua encuentra en este escenario un sutil anonimato para deleitarse, para 
ejercer y provocar a través de la palabra -le bastan 140 caracteres- daños auténticos. Heridas que a veces ocasionan serias consecuencias y en las que la responsabilidad queda difuminada.

¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué “mordemos con la lengua” hasta el punto  de destruir vidas ajenas?
La palabra que hiere: un dolor real

Hay momentos en que la ira nos consume. En que la tensión del momento nos hace decir en voz alta la palabra menos apropiada. La que rompe todas las piezas que conforman el corazón de la persona que tenemos en frente, y a la que por supuesto queremos. Porque tal y como suele decirse, siempre será mejor optar por el silencio en un momento de tensión, que lamentar 100 años de posterior arrepentimiento.


Con ello queremos decir que todos, absolutamente todos, disponemos de ese poder. El de hacer daño a través de la lengua. A través de la palabra. Ahora bien, cuando decimos “daño” no hablamos solo de una simple metáfora. Porque el dolor emocional causado a través del lenguaje es real.


Soberbios



La palabra soberbia proviene del latín superbĭa y es un sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás, sobrevaloración del yo respecto de otros, es un sentimiento de superioridad que lleva a presumir de las cualidades o de las ideas propias y menospreciar las ajenas.

La soberbia se diferencia del orgullo en que éste último es disimulable, apreciado cuando surge de virtudes o de causas nobles, y la soberbia manifiesta el deseo de ser preferido por otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, del yo, del ego. Se puede decir que el orgullo puede derivar para la soberbia. 

La soberbia es una actitud orgullosa consistente en la perspicacia de aquella persona que se envanece a sí misma.

Popularmente, se llama también soberbia a la rabia o al enfado que muestra una persona de manera exagerada ante una contrariedad. Y es considerado por la teología católica uno de los siete pecados capitales.

Manifestaciones del orgullo en grado de soberbia
Si una persona manifiesta algún tipo de rebeldía cuando no quiere obedecer, su orgullo se ha transformado en soberbia.
Si una persona es autoritaria al mandar, tiene envidia de los valores de los demás, critica a los envidiados, es una persona con soberbia.
La mayoría de los momentos con malhumor en la convivencia familiar y la mayoría de los enfados derivan de un orgullo individual que se ha transformado en soberbia.

Las personas con soberbia nunca tienen dignidad y mucho menos aceptan sus errores.

Frases sobre la soberbia
"El oro hace soberbios, y la soberbia, necios." Proverbio

"Un día será el mundo con su impersonalidad soberbia contra mi extrema individualidad de persona, pero seremos uno solo." Clarice Lispector

"La soberbia es el vicio de los ignorantes." Leonardo Murialdo

"Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; mas donde hay humildad, habrá sabiduría." Salomón

"La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder." José de San Martín


Seamos Amigos


“La amistad es lo más noble y hermoso. ¿Qué puede haber que brinde más fuerza a nuestra existencia? Constituye el tesoro más preciado que nos brinda la vida. Uno podrá tener mucha fama o riquezas, pero la vida que se transita sin amistades resulta árida y desconsolada. Acaba siendo una existencia egocéntrica, orientada a desviarnos del camino correcto.”

“Nacimos en este diminuto planeta situado dentro de un vastísimo universo, para compartir este preciso momento de la vida cósmica. Entre los siete mil millones de personas que habitan esta Tierra, constituye un raro hallazgo encontrar a alguien con quien poder establecer un lazo humano transparente y libre de opacidad. Alguien con quien uno pueda expresarse tal como es, auténtico y sin temores, para gozar de una comunicación profunda, de corazón a corazón, sin tener que enredarse en explicaciones que todo lo complican.”

“En todos los casos, recuerden que la clase de relaciones humanas que se establezcan dependerá sólo de ustedes. No interesa ‘cómo son los demás con uno’, sino ‘cómo es uno con respecto a los demás’. Nunca sean esa clase de personas que sólo está en las buenas y desaparece en cuanto surge el menor contratiempo. Sean cuales fueren las circunstancias, por favor, permanezcan siempre junto a sus amigos, con lealtad invariable.”

“Las relaciones humanas muchas veces son como la imagen que nos devuelve el espejo. A veces, uno piensa: ‘Ah, si él fuese menos agresivo, yo podría abrirme más’, ‘si ella no fuese tan hostil conmigo…’. Pero, al mismo tiempo, esa otra persona también se está preguntando: ‘¿Por qué tendrá que ser tan cerrada? Si se abriera un poco más, yo podría hablarle de un modo más amable…’. De ahí la importancia de que sea uno mismo el que entable el diálogo. Si, a pesar de eso, los tratan con frialdad, consideren que la persona realmente digna de lástima es la que actúa de esa forma. Por supuesto, hay situaciones en que los sentimientos superan toda posibilidad de control. En el corazón se producen movimientos y cambios que, a veces, no conseguimos manejar. Entonces, ¿qué hacer? 

Mi consejo es que no cambien sus principios de rectitud, que mantengan firme su individualidad, con la postura de no transigir, aunque los demás cambien. Aunque los ofendan o los defrauden humanamente, tengan la fortaleza y la integridad de jurarse que jamás harán sentir a otros como les ha tocado sentirse a ustedes.”

“Si bien uno se siente muy herido en sus sentimientos cuando le sucede algo así, tiene la posibilidad de entablar nuevos lazos de amistad con otras personas. Lo que no quisiera es que su corazón se cerrara y dejaran de creer en los demás. 

Es verdad que si uno no confía en nadie, tampoco correrá el riesgo de ser traicionado ni tendrá motivos para temer a la traición. Pero terminarán encerrando su vida en los estrechos confines de su propio mundo. En realidad, sólo el que ha pasado por los dolores más amargos puede abrazar a la gente con auténtica generosidad. Por eso no me canso de decirles que tengan fortaleza de espíritu. 

Y, si no, fíjense en el Sol: no toda la luz que irradia se refleja en las estrellas que brillan gracias a su luminosidad. También hay muchos rayos que llegan a lugares donde la luminosidad no tiene utilidad alguna. ¡Cuánta luz desperdiciada!, uno podría pensar. Pero el Astro Rey sigue inmutable, irradiando todo ese caudal de brillo sin escatimar nada. 

Alguien rechazará la luz de amistad que le ofrecen, por qué no, pero es probable que esa persona se aleje del camino de ustedes. Sin embargo, lo que quiero que rescaten es otro aspecto: que cuantas más luces ofrezcan a los demás, más brillará la vida de ustedes mismos. 

Lo importante es que sigan avanzando por el camino que hayan elegido transitar, sin pensar en lo que puedan decir los demás. Mientras se mantengan imperturbables, fieles a ustedes mismos, llegará un momento en que los demás comprenderán el sincero esfuerzo que han estado realizando. 


Encuentros Causales


Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad” Jorge Luis Borges

Nuestra vida se encuentra repleta de encuentros con los demás, ya sea con un familiar, un amigo, nuestra pareja o incluso un desconocido. Andamos continuamente encontrándonos con los otros, 

interaccionando con ellos, sin embargo, pocas veces nos detenemos a reflexionar sobre la naturaleza y riqueza de estos contactos. Ya sea un pequeño instante, como largas horas conversando, cada uno de estos encuentros, lleva consigo mucha riqueza y crecimiento si nos detenemos a observarlos.

Dos personas se encuentran, dos mundos se encuentran
El encuentro entre dos personas, ya sea a través de la amistad, el amor o cualquier otro motivo, es algo complejo. Cada persona es un mundo, un misterio, con sus experiencias pasadas, sus características personales y sus miedos. Las relaciones con los demás por lo tanto son un misterio, un enigma.

Cuando dos personas se encuentran, es como si se creara un nuevo mundo a partir de ellas, con tan solo reunirse, una nueva existencia aparece, y es a través de este fenómeno cuando ambas personas comienzan a cambiar y transformarse, fruto de la relación que ha comenzado entre ellas. Así lo señalaba el famoso psiquiatra suizo Carl G. Jung, “El encuentro entre dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman”. 

Y aunque en el comienzo tan solo se reúnan las periferias o superficies de éstas, si se gana intimidad o se vuelve más cercana, poco a poco pueden llegar a unirse sus centros o profundidades. Es decir, ya no son una persona y otra, desde el momento en el que se relacionan se forma como un compedio de todas sus interacciones, la esencia de la relación en sí misma.

La importancia de las interacciones
Cada persona responsable de un encuentro colabora con una palabra, una frase, un gesto o su silencio. Lo importarte es que nunca dejamos de comunicarnos, porque aun cuando no lo pretendemos y callamos, ya estamos enviando un mensaje al otro con nuestro silencio. Y sin embargo, muchas veces pasa desapercibida la riqueza de todo esto. Ya sea un encuentro agradable como uno desagradable, todo lo que sucede nos influye, permitiéndonos crecer de una u otra manera. Lo importante es que nos demos cuenta, que vivamos la interacción, y saquemos el jugo que ésta nos ofrece para avanzar en nuestro aprendizaje.

No es solo preocuparnos qué hay de bueno o malo en el otro, sino de ver cómo nos afecta, y qué podemos extraer de todo ello hacia nosotros. Sumergirnos en ese encuentro, y aprovecharlo para ir creciendo, dándonos cuenta de dónde erramos, cómo acertamos, que enseñamos o nos enseñan, siendo capaces de apreciar la belleza de la interacción, la capacidad de compartir.

Lo importante no es trabajar solo con nuestra experiencia, sino enriquecernos con la que nos enseñan, y aprovechar el momento para disfrutar de esa vivencia, positiva o negativa, pero que si somos conscientes jamás nos dejará indiferente porque aprenderemos de ella.


domingo, 3 de noviembre de 2019

Uno Somos Todos

Somos seres sociales, vivimos en un mundo rodeado de personas y de otros seres vivos. Cada paso que demos, cada sonrisa, cada mal gesto o bonito detalle, repercutirá en los otros. Y así a la inversa. Por esto, es crucial desarrollarnos en sociedad, solidarizar y por sobre todo ser empáticos, en nuestro diario vivir, los detalles pueden ser tan simples, y la recompensa maravillosa.


Compartimos con ustedes 12 hermosas frases, de grandes personajes, quienes han proclamado con su voz un verdadero sentimiento de amor por la humanidad:

1. “Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.”
Martin Luther King, Jr.

2. “Solo puedes proteger las libertades de este mundo al proteger la libertad de otros hombres. Solo puedes ser libre si yo soy libre.” Clarence Darrow.

3. “Las grandes oportunidades para ayudar a otros rara vez llegan, pero las pequeñas, nos rodean todos los días.” Sally Koch.

4. “Ser libre no es sólo desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás.” Nelson Mandela.

5. “La solidaridad es la ternura de los pueblos.” Gioconda Belli.

6. “El lazo más fuerte de simpatía humana debería ser unir a las personas de todas las naciones y todas las lenguas.” Abraham Lincoln.

7. “El propósito de la vida humana es servir, mostrar compasión y tener voluntad de ayudar a         otros.” Albert Schweitzer.

8. “Hemos venido a este mundo como hermanos; caminemos, pues, dándonos la mano y no uno detrás del otro.” William Shakespeare.

9. “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.” Eduardo Galeano.

10. “He comprendido que mi bienestar sólo es posible cuando reconozco mi unidad con todas las personas del mundo, sin excepción.” León Tolstoi.

11. “Solidario por predestinación y por oficio. Solidario por atavismo, por convencionalismo. Solidario a perpetuidad. Solidario de los insolidarios y solidario de mi propia solidaridad.” Oliverio Girondo.

12. “Cada uno de nosotros es todos los hombres.” Sergio Pitol.


Únicos E Indivisos

No hay una prevención respecto de cómo encarar las relaciones amorosas y la convivencia, de manera sana. Las personas se enganchan en una pareja y se ilusionan con que todo va a estar bien.


Pero al poco tiempo suelen surgir diferencias. Cuando la situación se ha vuelto insostenible y acuden a terapia, de a poco se empiezan a dar cuenta, a reconocer todas las cosas que han venido sufriendo quién sabe desde qué cantidad de tiempo y que no registraban. Este solo hecho de darse cuenta de qué es lo que pasa, ya produce un alivio.

Aquello de la "entrega total" en el amor no es sano. Cada uno debe mantener su individualidad. Que ame profundamente al otro no significa que le pueda permitir que avasalle su terreno. Respetar los espacios del otro también es respetar lo que el otro quiere y apoyarlo en eso. Porque en la medida en que el otro esté bien, pueda desarrollarse y seguir compartiendo con su pareja, ese vínculo va a estar bien. De lo contrario, será un vínculo que destruye, que enferma.

Hay que tratar de que la vinculación no sea a través de la carencia que tiene cada uno, sino a través del amor. Si tengo carencias, no debo buscar que el otro las supla sino trabajar yo en mi propia persona. Esto contradice el mensaje que expresan las canciones románticas: "tú eres el sentido de mi vida, lo que completa mi ser, sin ti no puedo vivir..." 

En realidad no debe haber un apego, una dependencia, sino dos individuos que juntos tienen un proyecto en común. Es un vínculo más sano. El otro no es su bastón, no es su apéndice. Si el vínculo se termina, no se va a terminar la vida ni la posibilidad de ser feliz. Habrá un duelo, pero eso se supera.
No hay una prevención respecto de cómo encarar las relaciones amorosas y la convivencia, de manera sana. Las personas se enganchan en una pareja y se ilusionan con que todo va a estar bien.

Pero al poco tiempo suelen surgir diferencias. Cuando la situación se ha vuelto insostenible y acuden a terapia, de a poco se empiezan a dar cuenta, a reconocer todas las cosas que han venido sufriendo quién sabe desde qué cantidad de tiempo y que no registraban. Este solo hecho de darse cuenta de qué es lo que pasa, ya produce un alivio.

Aquello de la "entrega total" en el amor no es sano. Cada uno debe mantener su individualidad. Que ame profundamente al otro no significa que le pueda permitir que avasalle su terreno. Respetar los espacios del otro también es respetar lo que el otro quiere y apoyarlo en eso. Porque en la medida en que el otro esté bien, pueda desarrollarse y seguir compartiendo con su pareja, ese vínculo va a estar bien. De lo contrario, será un vínculo que destruye, que enferma.

Hay que tratar de que la vinculación no sea a través de la carencia que tiene cada uno, sino a través del amor. Si tengo carencias, no debo buscar que el otro las supla sino trabajar yo en mi propia persona. Esto contradice el mensaje que expresan las canciones románticas: "tú eres el sentido de mi vida, lo que completa mi ser, sin ti no puedo vivir..." 

En realidad no debe haber un apego, una dependencia, sino dos individuos que juntos tienen un proyecto en común. Es un vínculo más sano. El otro no es su bastón, no es su apéndice. Si el vínculo se termina, no se va a terminar la vida ni la posibilidad de ser feliz. Habrá un duelo, pero eso se supera.


Nos Une La Diversidad

Con el resurgir, por un lado, de los prejuicios racistas, integristas y fundamentalistas y, por otro, con la acentuación de los procesos de deshumanización y de destrucción de las riquezas ecológicas y culturales del planeta, vuelve a resultar necesario reflexionar sobre la clásica cuestión de la unidad y diversidad del género humano (Daraki 1984). En este sentido, creo que el pensador francés Edgar Morin ha desarrollado, a lo largo de su extensa obra, interesantes reflexiones al respecto, algunas de las cuales expondré a continuación. 


Unidad biológica de la especie humana y crítica al humanismo idealista

La biología ha puesto de manifiesto cómo todas las poblaciones humanas descienden de un mismo grupo inicial (monofiletismo), poseen un origen común. A partir de esta unidad originaria, se produjo una diáspora y un proceso de diferenciación y de enfrentamiento entre culturas. La noción de hombre pasó de este modo (según Morin 1982: 188-189) a depender de un «doble conocimiento»: por un lado, existe un «saber natural», un «reconocimiento espontáneo», de la pertenencia del otro, del extranjero, a la misma especie que yo; por otro, se le niega al otro el calificativo de hombre, reservándolo sólo para los miembros del grupo y, en casos de conflicto y enemistad, el otro es calificado de «perro», «cerdo», etc., insultos que pretenden reducirlo al estado animal y excluirlo de la humanidad --reducido a animal, se justifica que sea tratado como tal--. La unidad de la especie humana ha sido continuamente cuestionada a lo largo de la historia por el etnocentrismo, el sociocentrismo y el racismo. 

Frente a estas tendencias, el humanismo ha afirmado la idea de la unidad del hombre y ha considerado al hombre como un ser superior, digno de honra y respeto y poseedor de un elenco de derechos (derechos humanos) inalienables. Las ideas humanistas de unidad del hombre y de derechos humanos, en tanto que suponen una defensa de la igualdad y de la libertad de todos los hombres y en tanto que han servido de fundamento para diversas reivindicaciones y luchas emancipatorias (abolición de la esclavitud, emancipación del proletariado, liberación de los pueblos colonizados, etc.), son elogiables y han resultado positivas.

Ahora bien, la idea humanista de la unidad del hombre es, según Morin, criticable, entre otras razones, porque no ofrece «un fundamento bioantropológico de la unidad humana» (Morin 1982: 191).

El humanismo considera que, por esencia, el hombre no pertenece a la naturaleza; lleva a cabo una «divinización del hombre», lo separa de la naturaleza y lo concibe como un sujeto absoluto en una naturaleza, mero universo de objetos, que ha de ser conquistada y dominada. Lleva a cabo esta escisión porque es deudor del paradigma disyuntor que separa y opone el anthropos biológico del anthroposcultural. 

El humanismo idealista funda al hombre aislándolo de la naturaleza; no funda la unidad del hombre en la idea de naturaleza humana, en la unidad biológica de la especie homo, sino que la postula por derecho y de modo ideal. La idea de la unidad del hombre postulada por el humanismo es una noción ideal, constituye «una tentativa abstracta y jurídico-moral para fundar la unidad del hombre al margen de toda consideración biológica, es decir, de la idea de naturaleza humana» (Morin 1982: 190).

Al prescindir de la idea de naturaleza humana, la idea humanista de unidad del hombre adolece de «una especie de vacuidad física y biológica» (Morin 1982: 190). Al ser biológicamente vacío, el humanismo rellena su concepto de hombre con la imagen y el prototipo de hombre preponderante en el Occidente moderno, produciéndose así «la identificación de la idea del hombre con el concepto supuestamente racional del hombre blanco, procedente del mundo occidental, técnico, adulto, masculino; de suerte que el «primitivo», el no industrial, el joven, la mujer, etc., figuraban como tipos inacabados, no consumados, imperfectos, pervertidos o decadentes de la humanidad» (Morin 1982: 190). De este modo, la supuesta unidad e igualdad de los hombres termina autodestruyéndose y la imagen de hombre concretizada sirve a la explotación y al dominio de unos pueblos sobre otros, de unos hombres sobre otros u otras (mujeres).

Según Morin, al humanismo idealista le subyace el temor a que la biología pudiese, como pretende el racismo biologicista, revelar diferencias jerarquizantes entre los hombres y las «razas». Este temor inconsciente --e infundado-- le conduciría a rechazar la dimensión biológica y a afirmar que el hombre es esencial y fundamentalmente cultura y que mediante ésta se superan las posibles diferencias biológicas y se establece la igualdad de todos los hombres sujetos de derechos humanos. 

Sin embargo, según Morin, contrariamente a lo que puedan creer el humanismo idealista y el racismo biologicista --inconscientemente el primero y con pretensiones científicas el segundo--, lo que la biología moderna pone de manifiesto y proclama es la unidad biológica (no sólo morfológica, anatómica y fisiológica, sino también genética, cerebral y psicoafectiva) de la especie humana.
Es, pues, posible dar «un fundamento bioantropológico de la unidad humana». 
No se puede prescindir de la idea de naturaleza humana, es decir, de la idea de «unidad biológica de la especie humana». 

Vivamos



Este es un magnífico poema de Charles Chaplin para reflexionar e inspirarse.
 ¡Vive!
Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas,
mas también yo decepcioné a alguien.
Ya abracé para proteger.
Ya me  reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y…
Tuve miedo de perder a alguien especial
y terminé perdiéndolo
¡pero sobreviví!
¡y todavía vivo!
No paso por la vida
y tú tampoco deberías sólo pasar… ¡Vive!

Bueno es ir a la lucha con determinación


A Todos Nos Incumbe



 La labor de la ONU en la esfera de los derechos humanos

La ONU se centra en asegurar el pleno respeto de la dignidad humana de los "pueblos" de las Naciones Unidas, por lo que trabaja en varios frentes:

Como conciencia mundial, estableciendo normas mínimas de comportamiento de las naciones
Como legislador, codificando los derechos humanos e integrándolos al derecho internacional
Como vigilante, para asegurarse que los Estados cumplan los tratados relativos a los derechos humanos

Como centro de control, recibiendo y canalizando un promedio de 100,000 denuncias anuales de violaciones a los derechos humanos y manteniendo abierta las 24 horas una línea urgente de fax (41-22-917-0092) para recibir denuncias sin demora

Como estudioso de la situación de los derechos humanos en los diversos países para establecer futuras políticas prácticas e instituciones que apoyen su fortalecimiento

Como foro de apelaciones, donde los particulares pueden presentar denuncias contra los Estados una vez que hayan agotado todos los recursos jurídicos internos

Como investigador, estableciendo mecanismos tales como los relatores o representantes especiales, y los grupos de trabajo, quienes se encargan de vigilar la frecuencia de determinados tipos de abusos o violaciones en países e informar sobre ellos

Como diplomático discreto, al pedir al Secretario General que intervenga usando sus "buenos oficios", a veces de manera confidencial, en determinadas situaciones, o que envíe a un experto para que las examine, con el fin de prevenir violaciones notorias de derechos humanos.



El Valor De La Sobriedad


Es el valor que nos enseña a administrar nuestro tiempo y recursos, moderando nuestros gustos y caprichos para construir una verdadera personalidad. 

Qué difícil es hablar de sobriedad en una época caracterizada por la búsqueda del placer y del afán desmedido por acumular bienes de todo género; parece ser que lo único necesario es cuidar las apariencias y satisfacer nuestros deseos. La sobriedad no solo tiene que ver con estar sobrio y el manejo del alcohol. Este valor afecta otras realidades más importantes de nuestra vida.

El valor de la sobriedad nos ayuda a darle a las cosas su justo valor y a manejar adecuadamente nuestros apetitos, estableciendo en todo momento un límite entre lo razonable y lo inmoderado.

¿Has pensado cómo influye el ambiente en tu persona? Aunque no podemos culpar del todo a la publicidad, es ella quien transmite una idea falsa de felicidad: en toda reunión de amigos debe haber determinada bebida para estar alegres; al comprar cierto tipo de auto adquieres presencia y personalidad; si vistes con determinada marca de ropa demuestras actualidad; ser conocedor de restaurantes y platillos exóticos, te hace hombre de mundo; al utilizar cremas, pastillas y tratamientos para cuidar tu figura, te dará belleza... y así, todo un conjunto de elementos que caracterizan a una sociedad consumista preocupada por la apariencia de la persona.

El problema no es la comercialización de los productos, sino la forma en que nos vemos afectados. Por tanto, damos por cierto que la felicidad está en todo aquello que cultiva nuestra vanidad y nos da satisfacciones, entonces, no es extraño que estemos bajo el influjo de agentes externos.

El "tener más", "lo más novedoso" o lo "mas caro" se convierte en la base de nuestra seguridad personal, caemos en el despilfarro con tal de alimentar nuestra soberbia y vanidad por el deseo de sobresalir, de estar a la moda y de aparentar una mejor posición económica; sin reflexionar compramos varios pares de zapatos (ropa, accesorios, etc.) por estar a un precio rebajado, cambiamos de auto con relativa frecuencia para competir con el vecino o los compañeros de trabajo, adquirimos cuanto adorno y aparato electrodoméstico aparece en el mercado para mostrar lujo en el hogar...

En este sentido, debemos reconocer que somos caprichosos y orientamos nuestros esfuerzos a conseguir las cosas sin importar el precio, y algunas veces postergando lo indispensable. Se ha visto a personas que prefieren comprarse un "buen reloj" y no pagar la colegiatura de sus hijos. Los padres viven la sobriedad cada vez que se privan de un gusto personal pensando en otras cosas necesarias para los hijos o la familia en conjunto.

La sobriedad nos ayuda a saber comprar sólo lo verdaderamente necesario, indispensable y de utilidad; por el contrario, aprendemos a obtener el máximo uso y provecho de todo lo que tenemos, sin dejar las cosas prácticamente nuevas y sin utilizar.

Para la sobriedad hace falta autodominio, es muy claro si se ilustra con el exceso en la comida y la bebida por la imagen y efectos que produce, sin embargo, esta falta de control se manifiesta en el excesivo descanso y la distribución de nuestro tiempo: no es correcto permanecer todo el domingo recostado viendo la TV; nuestro tiempo debe pasar en equilibrio, entre la diversión, la obligación y la actividad, con una buena administración podemos trabajar sin presiones, tener momentos de esparcimiento y desarrollar aficiones.

También debemos ser sobrios en nuestra forma de hablar, de comportarnos y de vestir: existen personas que dicen todo cuanto les viene a la mente, muchas veces sin comunicar nada y sólo por el gusto de sentirse escuchados; otros exageran en las bromas, las palabras altisonantes y los aspavientos; también es chocante vestir estrafalariamente, lleno de accesorios y adornos que podrán ser de moda pero hacen perder elegancia.

Podemos pensar que al darnos nuestros pequeños lujos no hacemos mal a nadie; la verdad es que cada vez que cedemos a nuestros caprichos, nos hacemos dependientes de las cosas, de nuestros apetitos y de la comodidad. Caemos en un malestar por no haber conseguido aquella superficialidad que tanto deseábamos, y cada vez más somos incapaces de hacer grandes esfuerzos.

Cuando no ponemos límites, llegamos a una insatisfacción "por sistema" en la que siempre queremos más.

Para vivir este valor no hace falta pensar en grandes cosas y privaciones, una vez más la respuesta está en cuidar los pequeños detalles.

sábado, 2 de noviembre de 2019

El Pensar Universal


El término universal es un adjetivo calificativo que se utiliza para designar a todo aquello que sea considerado general, aplicable a todos. Universal proviene claramente de la idea de Universo y si bien no es posible utilizar el concepto siempre en relación al universo como entidad física y cosmológica, se usa entonces metafóricamente para significar que cuando algo es universal está interesando a todos aquellos que se relacionan con esa situación o evento. Por ejemplo, si decimos que un pensamiento es universal, queremos decir que es una forma de pensar que se puede encontrar en todas partes y que es muy común, no característico de pocas personas.

La palabra universal tiene en gran parte un sentido o significado metafísico y filosófico que lo vincula directamente con la pregunta de qué es la existencia, qué significa y qué es lo que forma parte de ella. Para facilitar la denominación de universo, y por tanto, de universal, los filósofos y el ser humano en general ha determinado que el universo es todo aquello que existe, lo cual hace que se enfrente entonces con el concepto de nada. La nada es donde no hay lugar, donde no hay existencia, donde no hay posibilidad de ser. El universo es todo lo que tiene lugar, que existe. Esto puede ser no sólo en términos materiales sino también en términos mentales, porque también forman parte del universo los pensamientos y las ideas, ya que existen en nuestra mente y en nuestra psíquis. Por otro lado, el Universo en términos más específicos es entendido como el espacio en donde se desarrollan fenómenos tales como las galaxias, los sistemas solares y los planetas.

Es por todo esto que la palabra universal sirve para designar a todo lo que sucede a nivel global o íntegro. Muchas veces la palabra universal sirve para decir que algo sucede o atañe a todo el universo, pero también, en el lenguaje cotidiano, es común utilizarla para señalar aquello que sucede a nivel del planeta Tierra, en definitiva porque es lo único que el ser humano conoce y el único lugar donde el ser humano conoce de vida.

Tener conciencia del universo, es decir entre otras cosas estar conciente de la dimensión en que vivimos, de saber que somos uno y que la fuerza de este mismo universo se encuentra dentro de nosotros, a esto se refería Albert Einsten en su teoría de la relatividad.


No más creer en los miedos infundados por el mundo que quiere tener el control del ser humano cuando este es en cada uno el centro del universo, pues el universo tiene infinitos centros ya que este no tiene medición alguna pues el tiempo y el espacio son relativos, si la distancia según alguna teoría es el tiempo que transcurre entre un punto en el espacio y otro, sabiendo y entendiendo que el tiempo es vertical y no horizontal como lo percibimos actualmente, luego la distancia no existe y todo lo que vemos es una creación u ilusión que se modifica a gusto del observador, en conclusión debemos crearnos un mundo lleno de ilusiones que nos satisfagan y tengan que ver con lo que queremos ser, para lograr nuestros objetivos de experiencia en el mundo.

Espero que estas palabras hagan meditar sus mentes para que su alma se regocije al entenderlas.


Estar En Sintonía

La vida es como la música y la poesía, debe componerse desde el propio corazón eligiendo esas parejas de baile con las cuales, pintar de alegría nuestros días, y dejando a un lado las que solo saben ser ruido.


Podríamos decir que las relaciones personales son en algunos momentos como complejos universos donde acabamos colisionando los unos con otros. No obstante, siempre llega un momento en el que acabamos percibiendo esa música interior que nos caracteriza a cada uno de nosotros. Esa sintonía única y excepcional que armoniza con determinadas personas, para que juntos, creemos la mejor partitura de nuestras vidas…

Las personas que ponen música a nuestros días
A la hora de trazar las líneas que definen a esas personas que dan luz a nuestros días, solemos recurrir casi de inmediato a la psicología positiva. Martin Seligman es el mejor representante de esta tendencia donde se nos explica, por ejemplo, qué características suelen tener esas personalidades capaces de transformar la adversidad en oportunidad, y de hacer de la felicidad una constante en cada una de sus etapas vitales.

Ahora bien, es importante matizar algunas cosas. Las personas que de verdad llegan a ser auténticos faros de luz en nuestra existencia, no tienen por qué ser necesariamente “personas felices”. En realidad, son hábiles arquitectos de las emociones positivas. Otro aspecto a tener en cuenta es que estas relaciones tan enriquecedoras, en ocasiones, pueden ser breves, pero no por ello menos significativas.

A veces, vivimos determinadas relaciones afectivas o de amistad que acaban terminándose, pero aun así, al evocar aquel recuerdo siguen regalándonos una bellísima banda sonora de gratas sensaciones. Porque hay personas, lo creamos o no, que son como “hogueras”, figuras que a pesar de la distancia, siguen dándonos luz, calor y paz.

Recordarlas es un placer y si las tenemos aún a nuestro lado, son tesoros preciados a los que cuidar.
“Estamos en este mundo para convivir en armonía, por ello quienes lo saben, dan el paso a la inteligencia para dejar de luchar los unos contra los otros.”
-Buda-

Con las personas llevamos a cabo casi la misma práctica sin darnos cuenta. Convivimos con caracteres con los que no encajamos, compañeros que van y vienen, vecinos a los que saludar pero a quienes evitar, familiares a los que apreciamos pero a quienes no visitamos a menudo. Hay respeto, pero no sintonía y, a pesar de todo ello, convivimos con normalidad en nuestros mapas particulares.

Ahora bien, sabemos que no siempre es fácil conseguir este  sutil equilibrio entre la “música y el ruido”
Si en tu día a día conoces a alguien que enriquece la vida de la forma que sea: mediante el conocimiento, el apoyo diario, o esa complicidad que no se puede explicar con palabras, no la dejes ir.


No es fácil encontrar personas que de verdad conecten con nuestra esencia, y a su vez, nos hagan la vida más fácil sin pedir nada a cambio. Es preciso cuidarlos como el mejor de los tesoros, como el bien más preciado, porque quien vive una vida desde el corazón, solo puede ofrecer honestidad y reciprocidad.


Compartiendo


“Vivir es descubrir por uno mismo aquello que es verdadero, y uno puede hacer eso únicamente cuando hay libertad, cuando existe una constante revolución interna”

“El mundo está tan lleno de opiniones como lo está de personas. Y usted sabe qué es una opinión. Uno dice esto, y algún otro dice aquello. Cada cual tiene una opinión, pero la opinión no es la verdad; por lo tanto, no escuche una mera opinión, no importa de quién sea, sino descubra por sí mismo qué es lo verdadero. La opinión puede cambiar de la noche a la mañana, pero no podemos cambiar la verdad.
” 
“No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma.” 

“Conoceremos el estado del amor solo cuando los celos,la envidia, la posesión y el dominio terminen. Mientras haya posesividad, no hay amor.” 

“Por la esperanza del mañana sacrificamos el hoy, sin embargo la felicidad siempre está en el ahora.

“Es porque somos tan secos nosotros mismos, tan vacíos y sin amor, que hemos permitido que los gobiernos se apoderaran de la educación de nuestros hijos y de la dirección de nuestras vidas”

“Los gobiernos quieren técnicos eficientes, y no seres humanos, porque los seres humanos son peligrosos para los gobiernos, así como también para las religiones organizadas. Por esto los gobiernos y las organizaciones religiosas buscan el dominio sobre la educación.” 

“No vemos las cosas como son, sino como somos” 

“Comprenderse uno mismo requiere paciencia, tolerancia en el darse cuenta; el yo es un libro de muchos capítulos que no puede leerse en un sólo día, pero cuando empiece a leerlo debe leer cada palabra, cada frase, cada párrafo, porque en ellos hay indicios de la totalidad. El principio es en sí mismo el final. Si sabe leer, podrá encontrar la suprema sabiduría.” 

“La educación no es la simple adquisición de conocimientos, ni coleccionar y correlacionar datos, sino ver el significado de la vida como un todo. Pero el todo no se puede entender desde un solo punto de vista, que es lo que intentan hacer los gobiernos, las religiones organizadas y los partidos autoritarios.”