jueves, 19 de marzo de 2020

Inquietudes


La inquietud, esa especial motivación por descubrir, por conocer e indagar sobre algo o alguien, La inquietud es lo contrario de la quietud, la calma, lo estático lo inmóvil.

“Yo sé que la poesía es imprescindible, pero no sé para qué”
Jean Cocteau

“Se necesita una determinada forma de excavar, un cierto tipo de arqueología interna, para llegar a descubrir nuestra totalidad, aunque esté muy bien cubierta bajo capas de opiniones, de cosas que nos gustan y nos disgustan y por la densa niebla de los pensamientos y hábitos inconscientes y automáticos, por no mencionar el dolor”
Kabat-Zinn, Jon. (2010), "El Poder de la Atención", Barcelona: Editorial Kairós.

“La sabiduría suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen”
William Faulkner

“Cuando apuntas con un dedo, recuerda que los otros tres dedos te señalan a ti.
Proverbio inglés

El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual no defendemos espantados.

Milan Kundera


Los Confines


Una teoría nueva sobre la conciencia y el futuro de los estudios de nuestra mente.

Por primera vez en la historia, gracias a escáneres de alta tecnología diseñados por físicos, se han desvelado secretos del cerebro, y lo que un día fuera territorio de la ciencia ficción, se ha convertido en una asombrosa realidad. Grabación de recuerdos, telepatía, vídeos de nuestros sueños, control de la mente, avatares y telequinesia: todo esto no solo es posible, sino que ya existe. «El futuro de nuestra mente» es el relato riguroso y fascinante de las investigaciones que se llevan a cabo en los laboratorios más importantes del mundo, todas basadas en los últimos avances en neurociencia y física.

Algún día podríamos llegar a tener una «pastilla inteligente» que incrementara nuestro conocimiento; podríamos cargar nuestro cerebro en un ordenador, neurona a neurona; mandar nuestros pensamientos y nuestras emociones de un lugar a otro del mundo a través de una «internet de la mente»; controlar ordenadores y robots con el pensamiento; y tal vez rebasar los límites de la inmortalidad.

En esta extraordinaria exploración de las fronteras de la neurociencia, Michio Kaku plantea cuestiones que desafiarán a los científicos del futuro, ofrece una nueva perspectiva de las enfermedades mentales y la inteligencia artificial y presenta un nuevo modo de pensar en la mente.
Los dos mayores misterios de la naturaleza son la mente y el universo. Gracias a nuestra avanzada tecnología, hemos sido capaces de obtener imágenes de galaxias situadas a miles de millones de años luz, manipular los genes que controlan la vida e introducirnos en el sanctasanctórum del átomo; sin embargo la mente y el universo siguen siendo tan esquivos como seductores.

Son las fronteras más misteriosas y fascinantes de la ciencia. Si queremos apreciar la majestuosidad del universo, solo tenemos que alzar la vista hacia el firmamento nocturno, resplandeciente con sus miles de millones de estrellas.

Desde que nuestros antepasados se asombraron por primera vez ante el espectáculo del cielo estrellado, hemos tratado de dar respuesta a estas preguntas eternas: ¿de dónde surgió todo?; ¿qué significa todo esto? Para ser testigos del misterio de nuestra mente, no tenemos más que mirarnos al espejo y preguntarnos qué se oculta tras nuestros ojos, lo que nos lleva a plantearnos obsesivamente preguntas como: ¿tenemos alma?; ¿qué es de nosotros tras la muerte?; ¿quién soy «yo»? 

Y, lo que es más importante, nos conduce hasta la cuestión definitiva: ¿cuál es nuestro lugar en el gran proyecto cósmico? Como dijo el gran biólogo victoriano Thomas Huxley: «La más importante de todas las preguntas para la humanidad, el problema que subyace a todos los demás y es más interesante que cualquiera de ellos, es el de dilucidar el lugar que el hombre ocupa en la naturaleza y su relación con el cosmos».


Desprolijos


La desprolijidad de la vida

Intentamos, nos esforzamos, tratamos... pero a veces no es suficiente. Y entonces advienen distintos sentimientos: impotencia, mortificación, culpa... “Si yo hubiera hecho”, “Tendría que haber...”, “No fui lo suficientemente...” Alto ahí! Porque la negligencia es un rasgo a corregir, sí, pero también lo es la auto injusticia que deviene en esperar de sí la capacidad de preverlo todo, controlarlo todo, poder todo.

Consideremos esto: decimos “nene”, “mujer”, “hombre”, “animal” y, si hace falta, contamos con sus diminutivos, “nenito”, “mujercita”, “hombrecito”, “animalito”… Pero no está instituido en nuestro lenguaje usar esta palabra: humanito. Sin embargo, en lo personal yo a veces la necesito para recordarme que soy nada más (y nada menos) que una persona en vías de despliegue

Esto significa que yerro, que no todo me sale como quisiera, que, como dijo el personaje de una película, a veces “tengo que lograr una acuerdo entre mis aspiraciones y mis limitaciones”. Y así invito a verse a otros, -sobre todo a quienes experimentan demasiado a menudo que sus limitaciones “deberían” ser menores, sintiéndose culpables por “no poder lo suficiente”-.

Pero hay algo más: quien intenta ser el mejor humano posible con frecuencia se encuentra lidiando no sólo con sus limitaciones: a veces pierde noción de sus propias fronteras e imagina que debería haber controlado factores que de ninguna manera están a su alcance. Perdemos el criterio para discernir lo que sí depende de nosotros respecto de lo que, simplemente, se llama “la vida”: múltiples variables que escapan a nuestra potestad de cambio. Darse cuenta de que uno es “solamente un humanito” también abarca este punto: sin justificarse, sin excusas que escondan realidades… descansar de todo auto acoso al respecto.

Dingo, mi perro, cuando está nublado suele asomarse a mi ventana con increíble insistencia hasta que, si el clima así lo dispone, sale el sol. El punto es que Dingo está convencido de que, así como yo tengo “el poder” de que él tenga comida, abrigo, cariño… debo tener cierta influencia para que el sol salga!

Y me lo reclama sin cejar. El problema no es que él lo crea, sino que, confieso, a veces yo me hago cargo de su expresión angustiosa y experimento una especie de culpa absurda por no darle el sol que necesita. No deja de ser una interesante constatación: una parte de mí es ajena a toda razonabilidad, y allí se evidencia. 

Éste es un fenómeno muy humano, curiosamente, pues esa razonabilidad nace de un área diferente del cerebro respecto de aquella en donde nace la mortificación o la culpa. Lo importante es darse cuenta en vez de actuarla, dándola por válida porque somos meramente… humanitos!


miércoles, 18 de marzo de 2020

Julio Cortázar





Esta no es una cátedra sobre Julio Cortázar, ni una muestra de erudición sobre su obra. Entre otras cosas porque nuestra cultura es lacustre, está siempre llena de lagunas. Y este trabajo no aspira a llenar las de nadie. Cortázar mismo reconoce que tenía una especie de visión muy planetaria de las cosas (…), con grandes lagunas. Se trata entonces, simplemente, de un ensayo personal (con la libertad que ello entraña), un punto de vista que aspira a ser acogido con tolerancia, en torno al quehacer del que, para mí, es el cronopio mayor… y mayor en este caso no es título castrense o bélico pues no iría bien para uno de los hombres más pacifistas que hubo en este planeta. Se trata de una invitación a la lectura de sus libros (no de todos, claro) encaminada a escoger para que los lectores no corran el riesgo de volverse eruditos… Esta es mi experiencia con su obra, reflejada a través de un afecto no incondicional, pues es posible criticar lo que se quiere sin denostarlo.

Julio Cortázar: cronopio mayor, o cómo no aceptar el mundo tal cual es

Fuiste capaz, nos diste la medida, que también necesitamos,
Del letrado deletreando los nombres de los mártires,
el libro de los héroes, la poesía pura de la patria;
Y ardiendo por los pobres, defendiendo con tu nombre la justicia,
Nos entregas ahora tu vida completa, enteramente útil.
Cintio Vitier (1921-2009)

Siempre supe que tu obra nos abriga, que tu mejor obra sos vos.
Juan Gelman (1930-2014)

Quizá debemos considerar la muerte de Cortázar
Como el final de una prodigiosa historia de amor.
Félix Grande (1937-2014)

Mi propósito es evidenciar de qué manera busqué el conocimiento
a través de una avalancha de tinieblas
Y mi propia potencia en la infinita debilidad que me acompañó hora tras hora.
Roberto Arlt (1900-1942)

Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha, al mismo tiempo, fue el no aceptar las cosas como me eran dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra madre era la palabra madre y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mí un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba. En suma, desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura, no se diferencia de mi relación con el mundo en general. Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas.
Julio Cortázar (1914-1984)


martes, 17 de marzo de 2020

Convivencia En Paz

Perfil
Su nombre saltó a la palestra al saberse que ella era la niña que escribió un blog en la web de la BBC, la televisión pública británica, bajo el seudónimo de Gul Makai durante la dominación talibán del valle del Swat, en el norte de Pakistán, entre los años 2008 y 2009.

Fue en esa época cuando muchos niños, y sobre todo muchas niñas, se quedaron sin escuelas primero por la prohibición de los talibanes y luego por los intensos combates que duraron casi medio año.

Eso catapultó su fama en Pakistán y le dio cierta notoriedad internacional, en parte por el impulso de su padre, propietario de una escuela en Mingora (principal ciudad del valle), aunque esa misma fama le acarreó cada vez más enemistades entre los radicales.

La niña hizo una encendida defensa del derecho de las niñas a ir a la escuela y explicó cómo, a pesar de las prohibiciones de los talibanes en su región, ella y otras niñas burlaban los obstáculos y seguían asistiendo a clase gracias al valor de algunas maestras.

Su discurso -y algún comentario considerado provocador en Pakistán, como decir que tenía como referente al presidente estadounidense, Barack Obama- acabó llenando el vaso de la ira de los extremistas, que enviaron a sus pistoleros a Mingora.

El 9 de octubre de 2012, la joven volvía a su casa tras realizar unos exámenes cuando el vehículo en el que viajaba con otras quince niñas fue abordado por dos hombres armados que preguntaron quién era Malala y, tras identificarla, le dispararon.

Las balas impactaron en la cabeza de la niña, los agresores la dieron por muerta aunque Malala pudo salir viva.

Tras ser trasladada de urgencia a un hospital de Rawalpindi, cerca de la capital del país, la pequeña fue llevada aún inconsciente al Reino Unido, en parte porque había serios temores de que los talibanes quisieran terminar el trabajo.

Los supuestos culpables, miembros de la facción talibán que había aterrorizado el Swat y que ahora se refugia en el vecino Afganistán, fueron arrestados hace un mes por el Ejército paquistaní.

A partir de ahí, vino la lenta recuperación, aunque aún son visibles la secuelas que le dejó el atentado, y el ascenso de Malala como icono internacional con una celebrada aparición en Naciones Unidas.
Antes del Nobel -concedido también a Kailash Satyarthi, activista contra el trabajo infantil en la India-, recibió numerosas condecoraciones como el premio Sajarov a la Libertad de Conciencia que otorga el Parlamento Europeo, el Simone de Beauvoir y el Premio Convivencia Manuel Broseta.

"Yo soy Malala", su autobiografía, se ha convertido en un super ventas internacional.
Durante la presentación del libro hace un año en Nueva York, la joven activista aseguró a Efe que le gustaría llegar a ser primera ministra de Pakistán, porque "la mejor forma de luchar contra el terrorismo y por la educación es a través de la política".

"Ahora siento que es mi responsabilidad seguir trabajando por la educación y hablar por los derechos de quienes sufren el terrorismo y quienes no tienen voz", sentenció Malala, que añadió que quiere seguir estudiando duro "para volver algún día a Pakistán".

"Es mi país y uno no olvida la tierra donde nació. Espero volver lo antes posible", concluyó Malala.
Pakistán ha recibido hasta ahora con frialdad e indiferencia la celebridad de la joven, algo que el Nobel podría cambiar.

La Interacción


Por interacción social se entiende el lazo o vínculo que existe entre las personas y que son esenciales para el grupo, de tal manera que sin ella la sociedad no funcionaría. Para la Sociología, las relaciones sociales, los modos de interacción no se limitan al ámbito familiar o de parentesco; abarca las relaciones laborales, políticas, en los clubes deportivos, en los centros educativos, etc.

ELEMENTOS QUE COMPONEN LA INTERACCIÓN SOCIAL

1- La relación en razón del status: Es el vínculo entre las posiciones sociales, la relación de la situación o el puesto que ocupa la persona dentro de la sociedad respecto unos de otros. También se aplica a las relaciones entre grupos, categorías, asociaciones, clases.

2- La relación en virtud del rol: Es la interacción funcional recíproca que ocurre cuando las personas desempeñan conjuntamente sus roles sociales complementarios. Los roles de diferentes personas se enfrentan y se relacionan, como las relaciones amigo-amigo, padre-hijo, vendedor-cliente.

3- La relación en virtud del proceso: Son unas pocas formas básicas de interacción social. El término proceso designa una serie repetida de operaciones. Los procesos básicos de interacción social son: la cooperación, la acomodación, la asimilación, el conflicto, la obstrucción y la competición.

CLASIFICACIÓN DE LOS PROCESOS DE INTERACCIÓN SOCIAL

Existen dos amplias categorías de procesos sociales: 

1- Los procesos conjuntivos: Son relaciones positivas, por las que las personas se atraen entre sí y se integran. Constituyen una expresión de las virtudes sociales de justicia, altruismo y amor, pues las personas que participan logran un objetivo considerado deseable para ellas. Sirven para perpetuar y mantener la sociedad como un organismo vivo. Los tres procesos sociales conjuntivos son:

1.1- La cooperación: Dos o más personas actúan conjuntamente en la prosecución de un bien común. Es la forma más habitual de interacción y es un requisito esencial para el mantenimiento y la continuidad de los grupos y la sociedad.

La cooperación es una relación recíproca, no puede ser unilateral, pero tampoco exige una cantidad exactamente igual de esfuerzo por cada una de las partes. Las personas aportan sus esfuerzos en forma conjunta y más o menos simultáneamente con el fin de lograr un objetivo. A veces, una de las partes logra más que la otra el bien deseado, pero en la cooperación interesa más el proceso que el producto.

1.2- La asimilación: Dos o más personas aceptan y realizan pautas de comportamiento de la otra parte. Una persona o una categoría minoritaria es asimilada por un grupo o una sociedad. Pero la asimilación no es un proceso unilateral, es interaccional, pues ambas partes participan recíprocamente, aun cuando una de ellas resulte más afectada que la otra. Las diferencias de idiomas, religión, riqueza y educación son obstáculos importantes para la asimilación. 

1.3- La acomodación: Es una forma de proceso social en la que dos o más personas actúan mutuamente con el fin de impedir, reducir o eliminar los conflictos. La acomodación ocurre cuando se ha superado un conflicto, y los sobrevivientes aprenden a adaptarse y ajustarse unos a otros. Es un medio de vivir en paz, de coexistir.

Existen diversos grados de acomodación: la mera tolerancia entre las personas; la componenda, proceso en el que una de las partes hace concesiones a la otra; el arbitraje y la conciliación. En una sociedad compleja, en la que la persona participa en varios grupos, puede cooperar en uno y acomodarse en otro.

Los procesos disyuntivos: Son relaciones negativas, por las que las personas se distancian entre sí y se tornan menos solidarias. Los procesos disyuntivos expresan los vicios sociales de la injusticia, la hostilidad y el odio. Las personas que participan tratan de impedir que los demás logren su objetivo. Los participantes están en pugna y no en armonía. Los tres procesos sociales disyuntivos son:

1.4- El conflicto: Es la forma de interacción en la que una o más personas tratan de excluirse mutuamente, ya sea aniquilando una parte de la otra o reduciéndola a la inacción. Su forma más elemental es el conflicto armado, en el que amplios grupos de personas se enfrentan en combate y tratan de destruirse unos a otros.

El conflicto es un medio para un fin. Cuando se habla de conflicto de ideas entre jóvenes y personas mayores, entre dirección y trabajo, no coinciden con el concepto sociológico. El conflicto brota de una competencia y oposición. 

1.5- La obstrucción: Cada una de las personas o grupos contrarios tratan de impedir que otros logren sus objetivos, tanto si la persona o el grupo desea obtenerlo o no. Es una forma cortés y elegante de conflicto, pues implica hostilidad y antagonismo, pero sin actuar directamente ni de frente al contrario.

A veces la obstrucción se da dentro del proceso de cooperación. Por ejemplo, dos sectores de un parlamento o congreso nacional deben encontrar alguna forma de cooperación para el bien público del país, aunque se empeñen en obstruirse.

1.6- La competición: Dos o más personas se esfuerzan por lograr un mismo objetivo. En la competición, los individuos enfocan su atención en el objetivo que quieren lograr y solo secundariamente en la parte contraria como tal. Todas las personas compiten por un objeto y la competencia es más fuerte si el objeto escasea o es de gran valor.

La competición se lleva a cabo en forma pacífica y tiene una reglas formales, como las reglas de juego de las cartas. La extensión y el grado de competición es mayor en una sociedad dinámica, de clases abiertas, en la que son numerosas las oportunidades, mesurados los valores y acogido con aplausos el éxito. 

El Sentido De Los Sueños


¿Qué seríamos sin sueños? Todos tenemos diferentes sueños que nos ayudan a que nuestra vida tenga un sentido… llegar a tener y ejercer la profesión que siempre hemos soñado, formar nuestra propia familia, ver crecer a nuestros hijos… ¿Qué seríamos sin sueños? Pues posiblemente barcos a a la deriva sin un rumbo fijo ni definido.

¿Qué seríamos sin sueños? Pues posiblemente no seríamos los mismos. No tendríamos ilusiones por las que vivir, todo nos daría igual. Nuestra vida sería gris y triste porque no tendríamos nada por lo que luchar. Sin sueños no tendríamos ganas de levantarnos por la mañana y empezar un nuevo día porque diríamos… ¿Y para qué? ¿Y por qué?

“La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.”
-Paulo Coelho-

Siempre tuve sueños en mi vida…
“Siempre tuve sueños… en cierto modo se podría decir que era y sigo siendo todo un soñador. Eran mi motor y mis ganas de vivir. Hoy que han pasado muchos años y muchas cosas en mi vida, sigo protegiendo mis sueños con sumo esmero. Si no fuera por ellos, muchas veces cuando las cosas pintan feas hubiera tirado la toalla.

Porque los sueños son la luz que ilumina mi vida, el motor que me hace seguir adelante, el ingrediente principal que hace que consiga o intente conseguir mis objetivos. ¿Qué sería yo sin sueños?… Un árbol mustio, un día sin sol, un caminante solitario que camina sin rumbo…

“Si no puedes volar entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar, entonces arrástrate, pero sea lo que hagas, sigue moviéndote hacia adelante.”
-Martin Luther King-

No dejarnos rendir
De acuerdo… vale un ratito de caras tristes, unas lágrimas… pero pasado el momento, agarra tu sueño con más fuerza y sigue insistiendo… ¡el que la sigue, la consigue! No dejes las cosas pasar y luego te digas ¡podría haber sido, pero no lo intenté!

“No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
Correr los escombros y destapar el cielo.”
-Mario Benedetti-


lunes, 16 de marzo de 2020

Convivir En Justicia


Inicialmente hay que destacar que no es función del Poder Judicial construir ciudadanía. 

Sin embargo, las dinámicas institucionales van trasladándole otras responsabilidades, y para ser ejercidas debidamente, ello -no siempre- importa tener que asumir experiencias de formación ciudadana. 

La formación en ciudadanía es correspondencia -como todo lo vinculado con la materia educativa- de la cartera de Educación del Ejecutivo. Y para ello se ponen en marcha en los ámbitos escolares de primer nivel y sucesivos, programas de instrucción cívica o formación ciudadana. El Poder Judicial no debe asumir responsabilidades que no le son propias, puesto que gran parte de los achaques negativos que se hacen a la institución judicial apunta a una confusión de competencias que alguna parte de la sociedad como tal puede tener.

En muchas ocasiones, una porción de la sociedad le achaca defectos a la institución judicial que no es su de responsabilidad remediar o modificar, y con ello se fortalece una imagen negativa de ella.

De la misma manera, los integrantes de otro colectivo -no numeroso pero influyente por la entidad y comunicabilidad que tiene su opinión en el resto de la sociedad civil- que conoce perfectamente cuáles son las responsabilidades de compromiso de los poderes judiciales (PPJJ), son los que denuncian que también el Poder Judicial -no se puede dejar de admitirlo- prefiere a veces no encontrar razones suficientes para involucrase en los problemas que los ciudadanos formulan,
particularmente cuando tienen relevancia política. Este grupo suele resultar influyente sea porque administra grandes capitales o porque es la clase académicamente más formada, o porque es quien forma opinión en otros grupos societarios.

De esta manera, para unos -los primeros- el Poder Judicial debería infiltrase en la totalidad de intersticios de la vida civil, y para otros -los segundos- el Poder Judicial encuentra en modo recurrente las razones que justifican su apartamiento del problema en cuestión. Y bien sabemos que el teorema de Thomas se cumple inexorablemente en ciencias sociales, y cuando los PPJJ han dejado por inadvertencia o desidia que eso así ocurra, difícilmente tengan una modificación espontánea.

Transitar el riesgo
Frente a ello, sin duda que algunas transformaciones deben intentarse ejecutar, para con ello no sólo coadyuvar a una imagen menos distorsionada del Poder Judicial, sino también para que con dicha sinergia con lo social se evidencien los naturales defectos que el Poder Judicial puede tener y no modifica, precisamente por la falta de involucramiento societario.

No se nos escapa el riesgo de transitar estos desfiladeros en altura. El solo hecho de hacerlo puede importar poner en juego el poco prestigio que la institución judicial tenga, puesto que si no resulta bien administrado el proceso de ser copartícipe el Poder Judicial de dichas instancias de formación ciudadana, la imagen un tanto devaluada que de él pueda existir será atravesada por la decepción cívica.

Mas lo que toda conducción de Poder Judicial debe tener como ponderación es saber encontrar el momento oportuno –Kairós, en griego- en el cual por condiciones ajenas a él es propicio que éste cobre notoriedad en el entramado social. Sea ello porque: (i) los otros poderes han caído en una pendiente resbaladiza irrecuperable, (ii) porque la sociedad civil requiere en una forma inusitada el involucramiento activo del Poder Judicial; o (iii) porque este propio ha alcanzado un grado de madurez institucional en el cual naturalmente es ésa la respuesta que fluye desde él.

A ello hay que sumar que para alcanzar una mejor República se hacen necesarios mejores ciudadanos y ellos sólo podrán ser en cuanto los protagonistas judiciales puedan ofrecer mayores márgenes de confianza pública. Alcanzar ésta es como argumentar sobre una institución invisible, porque nunca se conoce cuántos ladrillos se colocan mediante los comportamientos institucionales que se cumplen.

Sin embargo, se advierte sin dificultad el momento en el cual los que estuvieran amurados se derrumban porque ha devenido la pérdida de la confianza que socialmente se había depositado en dicho Poder Judicial.

Ser juez en un contexto especial
Ser juez no resulta una cuestión que se pueda hacer sin auténtica vocación, una nación socialmente conflictiva por los niveles de incumplimiento generalizado de las normas, con altos niveles de pobreza, marginalidad económica y delincuencia violenta y, por ello, con mayores porcentajes de judicialización social. A ello se suma un descreimiento en las instituciones por índices cada vez mayores de falta de transparencia institucional.

De allí que sabemos que la magistratura no es una institución republicana para ser ejercida con temores -ni a lo propio ni a lo ajeno-, con genuflexión -a cualquier poder-, con torpeza -propia de quien no es prudente-, ni con intolerancia -a todo aquello que resulta diferente-.

Por ello es que si el Poder Judicial no se encuentra como actor político en la institucionalidad de un Estado de derecho, es probable que resulte succionado, deglutido o triturado por alguno de los otros poderes. Los ciudadanos aspiran a poder contar con una Justicia que no sólo se diga independiente sino que finalmente lo sea.

Y para que esto último sea posible, es importante que la sociedad sepa que ello no se trata de una labor excluyente de los PPJJ sino que es una construcción conjunta con la ciudadanía y, por lo tanto, no es esperable dicha conquista sin que antes se actualice el compromiso cívico del que venimos hablado.

Habrá de funcionar mejor la Justicia y su administración, con ciudadanos que ejerzan políticas activas de responsabilidad cívica. Ello fortalecerá ad intra una visión más crítica del Poder Judicial, que orientará también a que se deje de pensar como un ‘poder nulo o ausente’.



Nuestra Vida


Nada debe valorarse más que la vida humana, de la misma manera que no hay justificación para que un ser humano se considere superior a otro. Sin embargo, nos encontramos inmersos en un sistema deshumanizante que otorga valor a las personas por el dinero, posesiones o logros. 

Esto nos crea la necesidad de redescubrir el valor del ser humano.

Tenemos un valor incalculable; no somos el resultado de la evolución, de un accidente cósmico o una forma de vida biológica elevada que por casualidad adquirió conciencia. Fuimos creados como seres racionales, con moralidad, voluntad y discernimiento, únicos sobre la tierra con cuerpo, alma y espíritu, capaces de obrar para bien. Somos obra de un creador que con sabiduría e inteligencia nos hizo con un propósito, que no consiste en acumular posesiones o riqueza, sino en que tengamos como prioridad el cuidado y desarrollo integral de todo ser humano desde el momento de su concepción, utilizando para ello todos los recursos disponibles.
La racionalidad y moralidad nos da la capacidad de obrar para el bien, no solo para sí mismo, sino también para los demás. ¿Qué ha ocurrido entonces que hemos desvalorizado la vida, perdiendo la sensibilidad ante la necesidad y el dolor ajeno? Los grandes desafíos que tenemos en nuestro país, como la desnutrición infantil, carencia de atención en salud primaria y preventiva, el hambre y la miseria, el analfabetismo, la violencia que produce muerte y dolor a millares de familias o la desintegración familiar, exigen de cada uno de nosotros una respuesta concreta, comenzando con los gobernantes, puesto que han sido puestos en autoridad para servir, para buscar el bien común, no el beneficio propio.
Con frecuencia argumentamos que somos un país pobre, dependiente y limitado para enfrentar estos desafíos. Sin embargo, somos un país rico en recursos y potencial humano, con capacidad de generar oportunidades para el desarrollo integral de todos sus habitantes. El verdadero problema radica en que no estamos valorando la vida en la dimensión correcta, nos hemos vuelto indiferentes ante el drama de nuestros semejantes. Esto se evidencia, por un lado, en la forma como se administran y distribuyen los recursos públicos (actos de corrupción o en la priorización de cosas que no buscan satisfacer las necesidades primarias de la población) y por el otro, en la negativa o evasiva de cumplir a cabalidad la responsabilidad de pagar impuestos. Tanto lo uno como lo otro es inmoral y condenable.
La valoración del ser humano es un desafío ético para todos los que formamos parte de la sociedad. La riqueza y las posesiones son instrumentos que deben servir para el beneficio de los demás, no para fines egoístas.
Evaluemos nuestro actuar, cumpliendo de manera justa y honesta con el rol que nos corresponda y en cuanto tengamos la oportunidad y la posibilidad ayudemos al necesitado, recordando que aquel que sabe hacer el bien y no lo hace, le cuenta como pecado, porque pudiendo hacer algo por sus semejantes y no lo hizo, se hace parte del problema, no de la solución

domingo, 15 de marzo de 2020

Nuestra Herencia


Durante años, los psicólogos han discutido sobre los rasgos que un bebé hereda de sus padres. Entre estos rasgos se incluyen características físicas, problemas de salud, problemas genéticos, problemas mentales y algunos afirman que el coeficiente de inteligencia también se hereda. No obstante, todavía se debate si también se heredan los talentos e intereses.

La biología de la genética y de la herencia es bastante simple. Cada célula de nuestro cuerpo está compuesta por 23 pares de cromosomas, cada uno con tal vez miles de cadenas de información, o ADN. Estás cadenas de ADN son las proyecciones de quienes somos. Por cada rasgo físico, genético, mental o de salud que heredamos, recibimos un alelo dominante y un alelo recesivo. 

La mayoría de las personas han observado el cuadro de Punnett, similar a un diseño de cuatro cuadrados, en donde se listan los alelos dominantes y recesivos. Por ejemplo, la mano que utilizas está relacionada a la genética. Mamá acarreará dos piezas de información sobre qué mano usas. Papá también acarreará dos piezas de información. Para poder heredar un alelo recesivo, ambos padres deben tener un rasgo recesivo.

Cada característica física que tienes es heredada, desde tu altura hasta el hoyuelo en el mentón puede atribuirse a los genes. También puedes atribuir el color de ojos y de cabello a la herencia. A manera de comentario personal, mi hija tiene los pies hacia adentro los cuales heredó de su padre. En el caso de nuestro hijo, la parte de atrás de su cabeza es plana, rasgo que heredó de dos de mis tíos. Por lo tanto agradece a tus padres, abuelos, tías y tíos por tu apariencia.

No todas los problemas de salud son heredados, pero una gran parte de estos pueden heredarse. Seas o no propenso a problemas cardíacos, si tienes asma o que tan fuerte es tu sistema inmune son todos rasgos heredados. También puedes heredar las alergias o la tendencia a subir de peso. Sin embargo, los factores ambientales, accidentes, una dieta deficiente y otros factores externos pueden causar estragos con tus propensiones heredadas.

Algunos agruparían los problemas genéticos junto con los problemas de salud, pero estos son problemas físicos y del desarrollo que se llevan en los genes y usualmente están presentes en el nacimiento. Por ejemplo, la anemia falciforme, distrofia muscular y fibrosis quística se llevan en los genes. No obstante, para que un niño tenga un problema genético presente desde el nacimiento ambos padres deben ser portadores del gen. Por otro lado, existen otros problemas de salud presentes desde el nacimiento que no son heredados. Un niño con síndrome de Down nace con un copia extra en el cromosoma 21. La mayoría de los casos de parálisis cerebral se deben a la falta de oxígeno en el nacimiento.

La inteligencia es una característica difícil de considerar ya que muchísimos factores se deben considerar al hablar de la inteligencia del niño. No obstante, investigaciones demostraron que los puntos de inteligencia de las personas de una misma familia usualmente se encuentran a 15 puntos entre sí. 

Todos conocemos familias en donde todos los integrantes son inteligentes o no tan inteligentes. La inteligencia puede estar bastante influenciada por la nutrición y el entorno. Si un niño está destinado a heredar la gran inteligencia de sus padres, pero su nutrición es deficiente o no juegan con él ni le leen libros, probablemente no alcance su máximo potencial. Se han realizado muchas investigaciones sobre la inteligencia y la herencia.

Lo que hay que recordar es que prácticamente todos los rasgos están influenciados por el entorno. Tal vez estamos programados para ser altos, pero si no recibimos la nutrición adecuada, no alcanzaremos nuestra altura máxima determinada por la genética. Tal vez heredaste la posibilidad de sufrir problemas cardíacos, pero si ya sabes esto y consumes alimentos súper nutritivos, controlas el nivel de colesterol toda tu vida y nunca fumas o bebes, tal vez nunca se manifiesten los problemas cardíacos que puedes haber heredado