El Ilusorio Muro De Las Lamentaciones.
Escribir sobre el teclado de mi pc es como dejar deslizar por los
distintos senderos de mi pensamiento, todo aquello que voy descubriendo
cada día, en mi constante deambular por las distintas formas de
convivencia que brotan espontáneamente ante mi simple presencia,
incitándome a compartir nuestras vivencias como quién recoge las hojas
de otoño que ya fueron y que se niegan a aceptar que digan que ya no
son, cuando pueden paladear el añejo
y
único sabor de todo lo que han sido.
Cuando tengo la oportunidad de encontrarle en las redes sociales
siento que lo que expresa le causa una profunda desazón, parece no darse
cuenta que lo que se manifiesta públicamente no necesariamente
compromete, que resulta mucho más común de lo que se debiera esperar que
se utilicen "nuestros contactos" para incursionar en un mundo
abstracto de falsas expectativas donde nada suele alcanzarse para
acumularse unos a otros en un desierto de dunas fantásticas cubiertos
por el arenal de las desilusiones.
Pareciera que se exhiben en los muros de la web tal como si fuesen
marionetas sin hilos en la búsqueda afanosa de manos que las digiten,
que las manipulen, que les susurren en sus respuestas todo lo que
anhelan percibir, alguien que les diga algo, que tan siquiera las
nombre, que les haga sentir que son requeridas, valoradas, deseadas, que
tal como aparecen sugerentes y un tanto lujuriosas, son capaces de
compartir con su "amigo, tan distante como desconocido" todos los
placeres de un mundo globalizado, sin detenerse a pensar que tal como
suele ocurrir con las arenas que dan forma a las dunas de nuestras
postergadas ilusiones se nos han de escurrir entre nuestras manos
mientras continuamos con la insistencia de deslizar con nuestros dedos
este imaginario teclado…
… Seguiremos en contacto.
Hugo W. Arostegui
domingo, 24 de agosto de 2014
sábado, 8 de octubre de 2011
La Pax De Los Escogidos
Una vez más, asistimos a la puesta en escena de un
espectáculo mediático, cuyos principales actores son los viejos conocidos de
siempre, los imperios defienden sus ancestrales raíces, raíces, que se han
enquistado en nuestro colectivo imaginario, succionando en su avidez todo
vestigio de censura, a los arrebatos de violencia y xenofobia de caprichosos dioses,
los cuales han determinado desde el principio de los tiempos, que la humanidad en
su colectivo, es decir, la que denominamos “plebe”, ha sido creada como mera “materia prima” para
ser puesta al servicio y disposición de aquellos que por “voluntad divina” han
sido designados con el pomposo título de “pueblo escogido” entre todas las demás naciones del mundo.
Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron:
—Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras. Tú, ¿qué dices?
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
—El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.” Evangelio de Juan Cap. 8
El Sanedrín, los celosos guardianes de la Ley de Moisés, exigieron a un representante del emperador extranjero e incircunciso, Poncio Pilatos, que ejecutara a Jesús por blasfemo.
Hugo W. Arostegui
La representación, como otras tantas veces, se está
realizando con la presencia de las máximas autoridades de las ciento noventa y
tres naciones, que constituyen el “foro autorizado” de todas las naciones del
mundo y con la consecuente atención de un público ávido de respuestas que, por mucho que se busquen y se exijan,
difícilmente puedan romper la barrera antepuesta por las naciones poderosas,
cuya aparente misión no es otra que ser los garantes del “orden universal”
impuesto, aceptado, e implícito, por los dictadores , primero, y redactores después, del Antiguo y EL Nuevo Testamento.
Hablando de testamento, sabido es que quienes recurren a
este argumento, vale decir, a la lectura de un legado escrito, lo hacen con el
pleno conocimiento , de que están expresando la voluntad manifiesta, de quienes han sido impedidos, ya
sea por muerte, impedimento físico o mental, o algún otro tipo de
confinamiento, para poder manifestarse
por sí mismos, lo que nos lleva a la terrible conclusión de que quienes dejan
por escrito su voluntad, ya nada más
pueden hacer por los que continuamos
vivos, sus mensajes llegan a nosotros como manifestaciones de ultratumba; nos
preguntamos : ¿quienes se han quedado con las llaves de sus majestuosos sepulcros?
El asunto en cuestión al que hacemos referencia, es la aspiración manifiesta por la Autoridad
Palestina, de ocupar el asiento 194 en la Asamblea General de la ONU, derecho que le ha sido denegado en innúmeras
oportunidades, alegando que aún no se ha podido avanzar en un acuerdo de paz
con sus vecinos israelitas, situación ésta que les condena a continuar como
ciudadanos de segunda clase, parias sin patria ni estado reconocido ,confinados
en un espacio cada vez más reducido por el empuje brutal y asfixiante de los
que pretenden “la reconquista” de la tierra prometida por Jehová a sus patriarcas y a la cual no
está en sus planos renunciar y mucho
menos compartir.
El reconocimiento de los derechos del pueblo palestino a
vivir en la tierra que le han legado legítimamente sus ancestros debería estar
fuera de toda discusión, pero sucede que quienes nos han transmitido la
historia oficial han incorporado a nuestros principios fundamentales sobre el
derecho universal entre los humanos, la mano firme de la Torah de Moisés, que
establece que “por intervención divina” a través de un pacto sagrado, la actual
palestina le ha sido adjudicada a la descendencia de Abraham, Isaac, y Jacob -Israel, por lo que las demás naciones no
tienen cabida y deberán ser expulsadas sin contemplación alguna.
Esta es una realidad
que nadie asume, el Estado de Israel, creado el 14 de mayo de 1948, poco
después de finalizada la segunda guerra mundial, lejos de ser un acto de
reparación a la nación judía por los terribles sucesos del nazismo y el
holocausto de seis millones de víctimas inocentes, traía además consigo la
carga histórica de despojos y persecuciones que han sido una constante a lo
largo de los siglos, el regreso , más que un retorno de los expulsados fue un
llamado al recogimiento, un intento de reconstrucción de los sucesos relatados
por Moisés desde su salida del cautiverio en Egipto.
No es posible que pretendamos incursionar por los caminos
del entendimiento entre todas las naciones del mundo cargando las pesadas
mochilas de la intolerancia a lo distinto, a la represión y destrucción de “los
dioses ajenos” a los que “han sido marcados” por el color de su piel a sufrir
los tormentos del infierno, a los que “no han sido escogidos” como lo hemos
sido nosotros, a los que no aceptan “lo verdadero”, “la única verdad revelada
que nos pertenece “solamente a nosotros”
a los que son maldecidos por “infieles” o haber pactado con el diablo.
En términos de derechos humanos, ya no es posible apelar a
los anacronismos, en pleno siglo veintiuno de la era cristiana, aún en los
estrados judiciales, de muchísimas naciones, se toma juramento poniendo la
palma de la mano del declarante sobre la biblia, sin importar el grado de
convicción y conocimiento que tal individuo pueda tener sobre su contenido y
significación.
Como ejemplo de esto que menciono, insertaré un pasaje de
los escritos de Moisés, cuya lectura refiere a los acontecimientos previos al
cruce del rio Jordán, y es un tema
obligado en el estudio de la torah, y poderoso medio de adoctrinamiento en las
sinagogas, en colegios, en seminarios religiosos, en las fuerzas armadas, etc.
etc.
Desde entonces, Israel ha
asociado su destino a los designios provenientes de la voluntad divina, sus escrituras exigen
obediencia y sacrificio absoluto con la convicción de que “el fin justifica los
medios” cuando lo que está en juego es
la conquista de una porción de tierra por la que han hecho juramento solemne de
preservar a toda costa, las eventuales acciones que permitan expulsar a los
intrusos de sus dominios será un deber
moral y patriótico que estará fuera del alcance y atribuciones de la justicia
ordinaria.
En este clima se vive en Palestina y hasta que no se aborde
esta cuestión en el marco del “derecho internacional” y el Estado de Israel,
reconozca que está dispuesta a prescindir de sus escritos bíblicos con sus
consecuentes exhortos a la violencia sectaria y excluyente , no habrá cabida
para una paz sustentable en medio oriente.
La Declaración Internacional De Derechos Humanos, considera imprescriptibles
los crímenes de lesa humanidad, de
manera que los acontecimientos que narraremos bien que podrían ser presentados
ante la corte internacional, con el agravante de que los pasajes citados no son
los únicos descriptos por Moisés en situaciones similares y recurrentes donde
se exige a su pueblo la ejecución de acciones tan duras y terribles como la
propia ley del talión aún no revocada.
La humanidad en su conjunto se merece superar, de una vez y
para siempre, todo vestigio de intolerancia y barbarie y asumir que no todo lo
que está escrito en nuestros libros sagrados nos enaltece y edifica, las pasiones
humanas, cuando intentan poner en la boca de sus dioses sus particulares
estados de ánimo deberían considerar esta advertencia:
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír,
tardo para hablar, tardo para airarse; porque
la ira del hombre no obra la
justicia de Dios” Santiago 1: 19 -20
Es hora de reconocer que como humanos, somos falibles, tan
falibles, como la infalibilidad del Papa.
He aquí, el texto bíblico que ponemos en consideración, el
cual transcribimos en forma textual:
“Jehová habló a Moisés, diciendo:
Haz la venganza d los hijos de Israel contra los madianitas;
después serás recogido a tu pueblo.
Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de
vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Jehová en
Madián.
Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de
Israel, enviareis a la guerra.
Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada
tribu, doce mil en pie de guerra.
Y Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió; y
Finees hijo del sacerdote Eleazar fue a la guerra con los vasos del santuario,
y con las trompetas en su mano para tocar.
Y pelearon contra Madián, como Jehová lo mandó a Moisés, y
mataron a todo varón.
Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de
Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam hijo
de Beor mataron a espada.
Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los
madianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron
todos sus bienes, e incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones.
Y tomaron todo el despojo, y todo el botín, así de hombres
como de bestias.
Y trajeron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a la
congregación de los hijos de Israel, los cautivos y el botín y los despojos al
campamento, en los llanos de Moab, que están
junto al Jordán frente a Jericó.
Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los
príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento.
Y se enojó Moisés
contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas
que volvían de la guerra, y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a
todas las mujeres?
He aquí, por consejo
de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por
lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová.
Mat ad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños;
matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
Pero a todas las
niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida.
Y vosotros, cualquiera que haya dado muerte a persona, y
cualquiera que haya tocado muerto,
permaneced fuera del campamento siete días, y os purificaréis al tercer día y
al séptimo, vosotros y vuestros cautivos.
Asimismo purificaréis, todo vestido, y toda prenda de
pieles, y toda obra de pelo de cabra, y todo utensilio de madera.
Repartición del botín
Y el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que
venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha mandado a
Moisés: Ciertamente al oro y la plata, el bronce, hierro, estaño y plomo, todo
lo que resiste al fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en
las aguas de purificación habrán de purificarse; y haréis pasar por agua todo
lo que no resiste el fuego.
Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios: y después entraréis
en el campamento.
Y Jehová habló a Moisés diciendo:
Toma la cuenta del botín que se ha hecho, así de las
personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y los jefes de los
padres de la congregación; y partirás por mitades el botín entre los que
pelearon, los que salieron a la guerra y toda la congregación.
Y apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra
que salieron a la guerra; de quinientos, uno, así de las personas como de los
bueyes, de los asnos y de las ovejas.
De la mitad de ellos lo tomarás; y darás al sacerdote
Eleazar la ofrenda de Jehová.
Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás
uno de cada cincuenta de las personas, de los bueyes, de los asnos, de las
ovejas, y de todo animal, y los darás a los levitas, que tienen la guarda del
tabernáculo de Jehová.
E hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar como Jehová mando a
Moisés.
Y fue el botín, el resto del botín que tomaron los hombres
de guerra, seiscientas setenta y cinco
mil ovejas, setenta y dos mil bueyes y un mil asnos.
En cuanto a las personas, de mujeres que no habían conocido
varón, eran por todas treinta y dos mil.
Y la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra,
fue el número de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas; y el
tributo de las ovejas para Jehová fue seiscientas setenta y cinco.
De los bueyes, treinta y seis mil; y de ellos el tributo
para Jehová, setenta y uno.
Y de las personas, dieciséis mil; y de ellas el tributo para
Jehová, treinta y dos personas.
Y dio Moisés el tributo, para ofrenda elevada a Jehová, al
sacerdote Eleazar, como Jehová lo mandó a Moisés.
Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de
los hombres que habían ido a la guerra (la mitad para la congregación fue: de
las ovejas, trescientas treinta y siete
mil quinientas; de los bueyes treinta y seis mil, de los asnos, treinta
mil quinientos y de las personas, dieciséis mil) de la mitad, pues, para los hijos de Israel, tomó Moisés uno de
cada cincuenta, así de las personas como
de los animales, y los dio a los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo
de Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés.
Vinieron a Moisés los jefes de los millares de aquel ejército, los jefes de millares y de
centenas, y dijeron a Moisés: Tus siervos han tomado razón de los hombres de
guerra que están en nuestro poder, y ninguno a faltado de nosotros.
Por lo cual hemos ofrecido a Jehová ofrenda, cada uno de lo
que ha hallado, alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y
cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante de Jehová.
Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, alhajas, todas elaboradas.
Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron a Jehová los
jefes de millares y de centenas fue
dieciséis mil setecientos cincuenta ciclos.
Los hombres del ejército habían tomado para sí.
Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar el oro de
los jefes de millares y de centenas, y lo trajeron al tabernáculo de reunión,
por memoria de los hijos de Israel delante de Jehová.
Tomado textual de lo
expresado en Números a lo largo de todo el capítulo treinta y uno.
Se nos podrá decir que el castigo era merecido y
necesario, que eran idólatras y
pecadores, que no merecían ser dignos de consideración, en respuesta a esta
alternativa de justificación escuchemos la opinión del Divino Maestro:
“En
aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó
de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les
enseñaba.Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron:
—Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras. Tú, ¿qué dices?
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
—El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.” Evangelio de Juan Cap. 8
El Sanedrín, los celosos guardianes de la Ley de Moisés, exigieron a un representante del emperador extranjero e incircunciso, Poncio Pilatos, que ejecutara a Jesús por blasfemo.
Hugo W. Arostegui
lunes, 12 de septiembre de 2011
Conócete A Ti Mismo
Intentaremos, con la elaboración de este artículo, abordar
una temática de muy difícil acceso, cuyo planteamiento en profundidad, requerirá incursionar en los
dominios de las distintas dimensiones en
las cuales se desarrollan y manifiestan las acciones que hacen a nuestra
condición de seres poseedores de una inteligencia en vías de desarrollo, afirmación que
mencionamos,- vías de desarrollo-
partiendo de la base de que aún tenemos mucho que recorrer, ¡gracias a
Dios! en este aspecto.
Este agradecimiento, para ser honestos, sería muy mezquino si nos limitáramos solamente al desarrollo
intelectual alcanzado, ser o considerarse inteligente, no implica que esta
condición se manifieste espontáneamente en todas nuestras acciones, el comportamiento de nuestra especie es un
mosaico de contradicciones donde la báscula oscila de un extremo al otro, los
notorios avances en ciencia y tecnología se contraponen con otros en los cuales
todavía estamos a medio camino o en aquellos otros donde francamente nos hemos
estancado, o peor aún, nos introducimos, voluntariamente en una ciénaga rodeada de arena movediza.
Estas contradicciones a las que hacemos referencia se
manifiestan o adquieren cierta forma tangible, en los resultados obtenidos como
fruto de nuestras acciones, la vida es
en sí misma un acto creativo, de manera
que resulta utópico pensar que lo
que hagamos, o lo que dejemos de hacer, pueda pasar desapercibido en el
constante devenir de los acontecimientos.
Se pueden construir nuevos horizontes plenos de esperanza, pero recordemos y
tengamos muy en cuenta, que la
autodestrucción, también se construye, no es acto involuntario y casual del
cual estemos exentos de cierto grado de responsabilidad.
Éstos, los resultados, son los indicadores del rumbo que
hemos tomado, de la órbita sobre la cual nos desplazamos y hacía donde nos
dirigimos, cuando analicemos en profundidad nuestra hoja de ruta y la
comparemos con las expectativas de desarrollo que nos hayamos formulado, el
trazado de las coordenadas nos indicarán el punto exacto del grado de
desarrollo humano que hemos alcanzado.
De todos los seres vivos que habitamos este planeta, el
hombre es el único que pareciera que necesita
orientación en cuanto a la razón, si es que la hubo, por la cual ha nacido, de
dónde se cree que ha venido y hacia
dónde se dirige, la búsqueda de respuestas a estas incógnitas, han sido desde
siempre el mayor acicate a su intelecto
y el punto de partida de todas sus especulaciones.
Lo cierto es que el hombre natural, el que se conduce por la
vida inmerso en la vorágine de sus múltiples actividades, se comporta en cuánto
a los valores éticos inherentes a su especie como si fuese un trashumante de rumbo incierto que busca a tientas una
senda, siguiendo un imperativo de
superación constante impulsado por aquellos que desde el fondo mismo de la
historia le han ido transmitiendo de generación en generación sus impresiones.
Conócete a ti mismo, esta frase atribuida a Sócrates, resume
en sí misma la síntesis de de todas las respuestas referentes a la analogía del
hombre con el universo, todo lo que existe´, la historia de la creación y
desarrollo de todas las inteligencias, puede concentrarse en el análisis de una
simple gota de sangre humana.
Intentaremos ampliar este concepto con el siguiente
agregado:
“La idea de naturaleza (physis), como aquello
que las cosas son, y que desde ellas mismas determina su modo de comportarse,
es la idea fundamental que preside en su mayor amplitud el pensamiento griego.
Tal y como hemos podido conocer en algunos artículos anteriores, aquellos
en donde hemos estado estudiando concienzudamente la propia historia de la
Filosofía en Grecia, hemos analizado el supuesto fundamental que esta idea
ocupa, tanto en el surgimiento mismo del pensamiento racional (logos) como en
el conjunto de diversos modelos de interpretación del universo que alumbró y
dio origen a la filosofía griega.
La idea de naturaleza, de physis, constituye a su vez el hilo conductor de
la reflexión de los griegos con respecto del hombre.
Esto no podía ser de otro modo por dos razones fundamentales: en primer
término, porque los griegos conciben al hombre como un ser natural, como un ser
cuyo sitio está en el universo, aunque ciertamente él es un viviente
“racional”, dotado de logos, y, por ello, es el único ser del universo capaz de
comprenderlo e interpretarlo.
En segundo
lugar, porque para decidir qué normas de conducta son las más adecuadas y
deseables, teniendo en cuenta tanto la comunitaria como la propiamente
individual, es necesario conocer previamente la naturaleza humana, pues, en
efecto, únicamente conociendo qué es el hombre y qué pautas de conducta son las
que su ser favorece, es posible decidir acerca de lo que más le conviene.
La pregunta por el hombres es, pues, para los
griegos la pregunta por la naturaleza humana.”
Sócrates centró su interés en la problemática del hombre, al
igual que los sofistas, pero a diferencia de ellos, supo llegar al fondo de la
cuestión, como para admitir que era un sabio en esta materia:
“Por la verdad, ¡oh! atenienses, y por ninguna otra razón me
he ganado este nombre, si no es a causa de una cierta sabiduría. ¿Y cuál es
esta sabiduría? Tal sabiduría es precisamente la sabiduría humana (es decir,
aquella que puede tener el hombre sobre el hombre): y con esta sabiduría es
verdaderamente posible que yo sea sabio”.
¿Cuál es la naturaleza y la realidad última del hombre?
¿Cuál es la esencia del hombre? Son las preguntas que trata de responder
Sócrates.
Finalmente se llega a una respuesta precisa e inequívoca: el
hombre es su alma, puesto que su alma es precisamente aquello que lo distingue
de manera específica de cualquier otra cosa.
Sócrates entiende por alma nuestra razón y la sede de
nuestra actividad pensante y ética.
En pocas palabras: el alma es para Sócrates el yo
consciente, es decir, la conciencia y la personalidad intelectual y moral.
En consecuencia, gracias a este descubrimiento “Sócrates
creó la tradición moral e intelectual de la que Europa ha vivido siempre, a
partir de entonces”
(A. E. Taylor). Uno de los mayores historiadores del
pensamiento griego ha precisado aún más:
“la palabra alma, para nosotros, debido a las corrientes espirituales
a través de las cuales ha pasado a lo largo de la historia, siempre suena con
un matiz ético y religioso”
Es evidente que si el alma es la esencia del hombre, cuidar
de sí mismo significa cuidar no el propio cuerpo sino la propia alma, y enseñar
a los hombres el cuidado de la propia alma es la tarea suprema del educador,
que fue precisamente la tarea que Sócrates consideró haberle sido encomendada
por el Dios, como se lee en la Apología:
“Que ésta… es la orden del Dios; y estoy persuadido de que
para vosotros no habrá mayor bien en la ciudad que esta obediencia mía al Dios.
En verdad, a lo largo de mi caminar no hago otra cosa que persuadiros, a
jóvenes y viejos, de que no es del cuerpo de lo que debéis preocuparos ni de
las riquezas ni de ninguna otra cosa, antes y más que del alma, para que ésta
se convierta en óptima y otra cosa, antes y más que del alma, para que ésta se
convierta en óptima y virtuosísima; y que la virtud no nace de la riqueza, sino
que la riqueza nace de la virtud, así como todas las demás cosas que
constituyen bienes para el hombre, tanto para los ciudadanos individuales como
para la polis”.
Uno de los razonamientos fundamentales realizado por
Sócrates para probar esta tesis es el siguiente.
Uno es el instrumento del cual nos valemos y otro es el
sujeto que se vale de dicho instrumento.
Ahora bien, el hombre se vale del propio cuerpo como de un
instrumento, lo cual significa que son cosas distintas el sujeto –que es el
hombre- y el instrumento, que es el cuerpo.
A la pregunta de ¿qué es el hombre?, no se podrá responder
que es el cuerpo, sino que es aquello que se sirve del cuerpo, la psyche, el
alma (la inteligencia) es la que se sirve del cuerpo, de modo que la conclusión
es inevitable:
“Nos ordena conocer el alma aquel que nos advierte “Conócete
a ti mismo”. Sócrates llevó esta doctrina suya hasta tal punto de conciencia y
de reflexión crítica, que logró deducir todas las consecuencias que lógicamente
surgen de ella, como veremos en seguida.
En griego lo que nosotros llamamos “virtud” se dice areté y
significa aquella actividad y modo de ser que perfecciona a cada cosa,
haciéndola hacer aquello que debe ser. (Los griegos hablaban, por lo tanto, de
una virtud de los distintos instrumentos, de una virtud de los animales, etc.;
por ejemplo, la virtud del perro consiste en ser un buen guardián, la del
caballo, en correr con rapidez, y así sucesivamente). En consecuencia la virtud
del hombre no podrá ser más que lo que hace que el alma sea como debe ser, de
acuerdo con su naturaleza, es decir, buena y perfecta.
En esto consiste, según Sócrates, la ciencia o conocimiento,
mientras que el vicio será la privación de ciencia y conocimiento, es decir, la
ignorancia.
De este modo Sócrates lleva a cabo una revolución en la
tabla tradicional de los valores.
Los verdaderos valores no son aquellos que están ligados a
las cosas exteriores, como la riqueza, el poder o la fama, y tampoco aquellos
que están ligados al cuerpo, como la vida, la fuerza física, la salud o la
belleza, sino exclusivamente los valores del alma que se hallan todos incluidos
en el conocimiento.
Por supuesto, esto no significa que todos los valores
tradicionales se conviertan en antivalores, sin más; 1
significa sencillamente
que por sí mismos carecen de valor.
Sólo se convertirán en valores si se utilizan como lo exige
el conocimiento, es decir, en función del alma y de su areté.
Fuente de información: Johannes Hirschberger Historia de la filosofía. Barcelona: Editorial Herder, 1981.
El pensamiento Socrático a llegado a nosotros a través de
filósofos de la Grecia clásica, especialmente Platón, que han
inmortalizado sus enseñanzas, cabe
agregar, que tal como ha sucedido con grandes personajes de nuestra historia,
como lo pueden ser, entre tantos otros, figuras como: Melquisedec, Rey de Salem, El Patriarca Abraham, o el propio Jesucristo,
el hijo Unigénito de Dios, no nos han dejado ninguna enseñanza de su propio
puño y letra, sus acciones han sido recogidas por sus discípulos y dadas a
conocer al mundo con posterioridad mediante los escritos que hoy conocemos.
Estas enseñanzas que mencionamos, han marcado con su huella
indeleble, el acervo espiritual y cultural de toda la humanidad y no obstante
la indiscutible grandeza y profundidad de sus conceptos , bueno es considerar
que lo que nos han transmitido, lo han recibido de sus predecesores, que ellos
han profundizado un surco ya iniciado anteriormente y , sobre todo, que la
tarea encomendada se seguirá construyendo con el aporte de cada individuo con
su pensar y su sentir, en la ardua y asombrosa tarea del descubrimiento de uno
mismo.
Las grandes religiones, los predicadores que hoy se
atribuyen la posesión en exclusividad de
la verdad revelada, los que arguyen que todo lo que el hombre debe saber sobre
sus orígenes y su destino, ya les han sido revelados y que nada más hace falta
conocer, deberían sumergirse en lo profundo de la humildad, desterrar la
soberbia de sus corazones y retomar el
camino de aquellos que aún emprenden la senda buscando y practicando, tal cual
lo menciona el poeta:
Hugo W. Arostegui
.
viernes, 26 de agosto de 2011
Un Día En Nuestra Historia
Nuestro país, La República Oriental Del Uruguay, cumple en
el día de hoy, un nuevo aniversario.
Al irme enterando de los cálidos mensajes recibidos por parte
de mis nuevos amigos, me refiero a mis
colegas literatos, compatriotas en esta nueva nación virtual que todos
conformamos en el aporte de nuestra riqueza expresiva, un vínculo de unión y
solidaridad que se nutre y crece en la tierra fértil de nuestra diversidad de
pensamiento creativo.
Valiosos comentarios se han vertido con motivo de este
evento, nuestra fiesta patria, opiniones
diversas que me han incentivado a
reflexionar sobre su contenido.
Es posible, que este día, tal cual ha sido mencionado,
quizás no sea el más indicado para definirnos como nación libre e
independiente, que quizás, o tal vez,
sin quizás, nuestro advenimiento como nación al mundo, podría haber sido, sin
duda alguna, en otra fecha y en otras circunstancias.
Me pregunto: ¿todos los nacimientos de quienes venimos a
este mundo, lo hacemos en el momento ideal para acontecer? ¿Nacemos en las
condiciones programadas por los llamados “padres de la patria? ¿No será?, que
nuestra madre patria latinoamericana, en la mocedad de sus orígenes, como suele acontecer en la mocedad de nuestras propias vidas,
atraída por el encanto del conquistador y
seducida por los acontecimientos, hayan sido éstos, genuinamente elaborados, o el fruto de la pasión libertaria que cual
volcán en erupción no sabe de tiempos ni oportunidad para acontecer, nos ha ido gestando en su vientre generoso y
nos fue pariendo en las formas y circunstancias que hoy, pasado el tiempo
recordamos y festejamos.
Soy el mayor de diecinueve hermanos, cuando nos encontramos
en familia y observamos los cambios que el transcurso del tiempo ha ido provocando
en nuestros rostros, nos sorprendemos por el parecido asombroso, que hemos ido
adquiriendo, con quienes han sido nuestros ancestros, lo mismo acontece con
nuestros hijos, nietos y sobrinos, tengo una nieta cuyos ojos plenos de vivacidad, nos recuerdan
el origen de nuestras razas, el crisol de identidades que se han fusionado ,
para darnos lo que hoy somos, ella, mi nieta, tiene los rasgos inconfundibles
de su bisabuela, Cándida Acosta, una india guaraní de Misiones, Entre Ríos,
Argentina, el país Vasco de mis abuelos, Las Islas Canarias, origen del esposo
de Cándida, están en nosotros, como seguramente lo estarán en sus historias personales, los ancestros de
todos mis hermanos latinoamericanos.
De manera que decimos ¡feliz cumpleaños! Nuestros documentos de identidad, tienen
nombre y apellido, fecha de nacimiento, nacionalidad, etc. esto nos identifica
como individuos, es sin duda un dato valioso, un punto de referencia, nuestras patrias son jóvenes aún, muchas
cosas han ocurrido y otras tantas ocurrirán, festejemos en la confianza de
mejores tiempos, de consolidar el derecho de todos y cada uno, pero recordemos
que lo que vendrá, lo que anhelemos que acontezca, nos compromete a todos, en
el aquí y en el ahora, sin exclusiones.
Hugo W Arostegui
miércoles, 17 de agosto de 2011
Esta Mañana De Domingo
Esta mañana de domingo me he levantado observando mi
entorno, desde las cosas que conforman mi guarida humana, la cual está
impregnada de vivencias propias y extrañas, hasta las apenas perceptibles
señales de innúmeras presencias que desde el mundo exterior nos dejan sus
huellas como recordatorio de que no estamos solos en el despertar de cada día.
De pronto, una noticia irrumpe poniendo un paréntesis en
nuestra matinal abstracción, todos los noticieros nos centran la atención en
Noruega, un terrible atentado “terrorista” había causado la muerte de decenas
de personas, esta información nos llega acompañada de imágenes impactantes,
seguidas de comentarios, que vinculaban este hecho, al terrorismo islámico, por
supuestas represalias de éstos, por la permanencia de tropas noruegas en la
ocupación de Afganistán.
De manera que todos quedamos estimando a este anuncio, como uno más, de los tantos
que se atribuyen diariamente al “fanatismo de los extremistas islámicos”, como
vemos, los medios de prensa, antes de
presentar “sus noticias” en sociedad,
las pasan por la sala de “maquillaje informático” para que su aspecto cumpla con los requisitos
exigidos, por los “rectores” que definen, con absoluta precisión, todo lo que puede
decirse, y cómo debe decirse.
Con el pasar de las horas, comienzan a develarse diversos aspectos que cambian sustancialmente
la noticia original, ya no se trataba de un atentado, provocado por alguna célula perteneciente al denominado “eje del
mal” del terrorismo internacional, ahora, lo que se muestra al mundo, es la
imagen de un joven rubio, de origen noruego, una especie de Silas, (como aquel
del Código Da Vinci) un sicario, que alertaba mediante este terrible atentado,
los temibles peligros que significaban
para “el mundo occidental y cristiano”, ideologías diabólicas como: el
comunismo, los musulmanes, los inmigrantes, negros, gitanos, latinos, etc.
etc..
Estas señales del mundo exterior, que han irrumpido, bruscamente,
cual si fuesen un vendaval que abrió con su fuerza los ventanales de mi mente, esparciendo por doquier, una sucesión de acontecimientos pasados, que sin lugar a dudas, tenían una
estrecha interrelación, con este hecho abominable que los noticieros de todo el mundo anunciaban, como si formaran parte de un macabro puzle,
que, una vez armado, pondría al descubierto,
el trazado de un plan sutilmente
elaborado.
Ahora, en realidad, hay momentos en que me cuestiono, si
valdrá la pena continuar con el desarrollo de este artículo, tal como me ha pasado con tantos otros que he
escrito anteriormente, ¿saben el motivo?
La cuestión estriba en que para poder unir las diferentes partes de este
puzle que menciono, es absolutamente necesario conocer y sortear los mensajes
subliminares, que se han introducido en nuestra conciencia colectiva, a través de
innúmeras citas, que se introducen como
mojones, para marcan los límites establecidos entre “lo permitido” y “lo
prohibido”.
Como esto insume
tiempo y el crédito de atención, que tu
ficha de lector tiene incorporado, es
limitado, mucho me temo que no podamos continuar, tu, tu, tu, tu, tu…haló…¿estas
ahí? Tu, tu, tu, tu, tu….haló…haló….se
ha cortado.
Hugo W. Arostegui
miércoles, 13 de julio de 2011
La Espiritualidad Del Ser
“El eterno Ensueño nació sobre las alas de la Luz sempiterna que rasga el velo de lo informe y atraviesa el Tiempo urdiendo incesantes modelos de Ser.
Mudo permanece el misterio, el
sentido de éste peregrinar, infinita aventura de la existencia, cuyo correr a
lo largo del cielo enciende innumerables círculos de senderos, hasta que al fin
de la tiniebla brota el conocimiento en lo infinito del humano espíritu; y en
ese alborear indeciso, sin romper su mudez, por entre el claro de la bruma
contempla la visión de la Vida y el Amor, surgiendo del tumulto de penas y
alegrías profundas. ”
Santiniketan,
16 de setiembre de 1929.
En esta mañana, leyendo el periódico,
me entero que en el día de mañana, en el marco del Día Internacional de Acción
por la Salud de las Mujeres, diputados y senadores oficialistas presentarán un
proyecto de ley de salud reproductiva que habilita el aborto legal hasta las
doce semanas de embarazo.
Sin duda este es un tema
trascendente, de impostergable debate y posterior resolución que nos permita
enfrentar este verdadero flagelo que golpea fuertemente en la vida de cada
habitante, no digo solamente de este país sino de todo el planeta.
En el caso de nuestro país, la
República Oriental del Uruguay, nación que cuenta con una bajísima tasa de
natalidad, las estadísticas oficiales nos indican que nacen en el país
aproximadamente unos cuarenta y siete mil niños por año y que la cantidad de
abortos por el mismo período asciende a unos treinta y tres mil.
Con estas cifras, que reflejan una
cruda realidad, los proponentes del mencionado proyecto de ley se animaron a
asegurar que la legislación actual es “absolutamente ineficaz para desestimular
la práctica del aborto.”
Diario
la república, edición del 29/05/2006
Cabe agregar que este es un tema
recurrente que prácticamente ha divido a la opinión pública en posturas
radicalmente opuestas en cuánto a considerandos de carácter: ético, religiosos,
científicos, económicos, etc. etc.
La postura del gobierno actual, coincidente
con la de gobiernos anteriores, es de que el presidente de la República, que
tiene el poder del veto, es la de oponerse a toda legislación que pretenda
legislar sobre el aborto en el país.
Hace apenas algunas horas el tema fue
abordado en una amena charla en familia, esta vez, el enfoque estaba dirigido a
un intento de establecer, “el preciso momento” en que el espíritu se aloja
dentro de un niño engendrado, aunque éramos apenas unas pocas personas las que
interveníamos en la discusión – en el sentido estricto del término – las
posturas asumidas por cada uno diferían sustancialmente unas con otras, no
obstante recurrir cada uno a las mismas fuentes informativas para fundamentar
su postura.
Confieso que el tema me atrapó en el
sentido de que salí presuroso a buscar elementos adicionales en respaldo de mi
teoría, y, al encontrarlos, intenté usarlos rápidamente, como si estuviese
jugando una partida de truco, para retrucarle a mi supuesto adversario, y de
esta manera, ganarle la partida.
Luego de reunirme con mis amigos y
plantearles el tema en cuestión, al escucharles desarrollar sus argumentos,
inmediatamente me vino a la mente las palabras proferidas por Sócrates “yo sólo
sé que no se nada” mi percepción y mi intelecto me pusieron en la perspectiva
de que yo no era más que un mísero gusano pretendiendo escalar una montaña.
Mi amigo Agabo nos dijo: Amigos míos,
este es un tema que está situado muy lejos del alcance de nuestro nivel de
desarrollo, intentar abordarlo con los elementos que están a nuestra
disposición es como pretender alcanzar la luna remontando una cometa.
Hay veces que me parece que estoy
observando las investigaciones científicas de tres científicos ciegos que han
logrado acceder a distintas partes de un elefante.
El primero de ellos, dedicó años de
estudio a la oreja de un elefante que era el único elemento que había
encontrado del mismo, y al concluir su teoría dijo solemnemente:
“el elefante es como una enorme
sábana corrugada”
El segundo discrepó vehementemente,
contra ésta, para él, insólita teoría,
había estado también mucho tiempo estudiando una pata de elefante que era lo
único que había podido encontrar de tal animal, su veredicto también fue
contundente, y dijo:
“el elefante es como el tronco de un
árbol”
El tercero, se reía de la ignorancia
de sus dos contrincantes, él había estudiado la trompa de un elefante, que era
lo único que había podido encontrar, y les dijo con gran autoridad: “el
elefante es como una serpiente muy grande”
Cuando le llegó el turno a Shulem él
nos dijo que no obstante ser un tema difícil de abordar, no necesariamente nos
condenaba a la ignorancia, ocurre con este tema lo mismo que con la lectura del
lenguaje de los símbolos, el enigma desaparece cuando aprendemos a observarlo
desde la óptica correcta, la principal característica de un símbolo, es de que
oculta a la vista del profano, la información que está implícita en su
contenido.
En el caso de todas las creaciones de
Dios, la información que pretendemos alcanzar está inserta en cada una de
ellas, como si fuese un sello indeleble e inmodificable, toda la información
requerida se encuentra en sí misma y es perfectamente reproducible si se cumple
con las condiciones previstas en su preconcepción.
Gabriel nos invita a escuchar lo siguiente;
“Y ahora bien, he aquí, te digo que
éstos son los orígenes del cielo y de la tierra, cuando fueron creados, el día
en que yo, Dios el Señor, hice el cielo y la tierra;
y toda planta del campo antes que
existiese en la tierra, y toda hierba del campo antes que creciese.
Porque yo, Dios el Señor creé
espiritualmente todas las cosas de que he hablado, antes de que existiesen
físicamente sobre la faz de la tierra.
Pues yo, Dios el Señor, no había
hecho llover sobre la faz de la tierra.
Y yo, Dios el Señor, había creado a
todos los hijos de los hombres; y no había hombre todavía para que labrase la
tierra; porque los había creado en el cielo; y aún no había carne sobre la
tierra, ni en el agua, ni en el aire;”
Moisés 3: 5
Continuamos:
“Y de la tierra, yo, Dios el Señor,
hice crecer físicamente todo árbol que es agradable a la vista del hombre; y el
hombre podía verlos.
Y también se tornaron almas
vivientes.
Porque eran espirituales el día que
los creé; pues permanecen en la esfera en que yo, Dios, los creé, sí todas las
cosas que preparé para el uso del hombre; y este vio que eran buenas como
alimento.”
Moisés 3: 9
Estas escrituras que les he citado
tienen como finalidad encontrar bases sustentables sobre las cuales podamos
avanzar en nuestro análisis.
La creación de todos los seres vivos
que conformarían el hábitat de los hijos de Dios
fueron creados primero
espiritualmente y luego físicamente, en la creación espiritual de las especies
se incluyo algo que es esencial en todo ser creado espiritualmente, y ese algo,
es la inteligencia.
Sin el componente esencial de la
inteligencia ningún ser puede ser creado espiritualmente ni estaría en
condiciones de obedecer un mandato claro y terminante:
“Y yo, Dios, dije: Produzcan abundantemente
las aguas seres vivientes que se muevan, y aves que vuelen sobre la tierra en
el amplio firmamento del cielo.
Y yo, Dios, hice las grandes ballenas
y todo ser viviente que se mueve, según su especie, los cuales las aguas
produjeron en abundancia, y toda ave alada, según su especie; y yo, Dios, vi
que todas las cosas que había creado eran buenas.
Y yo, Dios, los bendije, diciendo:
Fructificad y multiplicaos, henchid las aguas del mar; y multiplíquense las
aves en la tierra.
Y yo, Dios, dije: Produzca la tierra
seres vivientes según su especie: el ganado, y lo que se arrastra, y las
bestias de la tierra, según su género y fue hecho.
Y yo, Dios, hice las bestias de la
tierra según su género, y el ganado según su género, y todo lo que se arrastra
sobre la tierra, según su especie; y yo, Dios, vi que todas estas cosas eran
buenas.”
Moisés
2: 20 – 25
Hablemos algo sobre las
inteligencias, las inteligencias son gnolaum, es decir, eternas, Dios el Padre
las organizó según su esfera y a aquellas grandes que le eran semejantes en
potencia, les creó cuerpos espirituales mediante la fusión de los polos
masculinos y femeninos del Olimpo, a decir de los griegos, al referirse a
Kolob, la mansión de los Dioses.
Leamos:
“También el hombre fue en el
principio con Dios. La inteligencia, o sea, la luz de verdad, no fue creada ni
hecha, ni tampoco lo puede ser.
Toda verdad es independiente para
obrar por si misma en aquella esfera en que Dios la ha colocado, así como toda
inteligencia; de otra manera, no hay existencia.”
Doctrina
y Convenios 93: 29 – 30
Haciendo un breve resumen podemos
declarar;
El término inteligencia tiene varios
significados, tres de los cuales serían los siguientes:
1 – La luz de la verdad que da luz y
vida a todas las cosas del universo.
2 – El vocablo inteligencia también
puede referirse a los hijos espirituales de Dios.
3 – En las escrituras también se
menciona la inteligencia como el elemento espiritual que existía antes de que
fuéramos engendrados como hijos espirituales Guía de Estudio página 99
De manera que la información genética
de cada especie está implícito en cada una de las criaturas creadas por Dios, y
sin ese componente no puede haber existencia.
Esta conciencia de género existe en
las esferas inferiores, reinos: animal, vegetal, mineral, etc. en forma
colectiva, es decir cada especie tiene el componente de inteligencia que le
permite transmitir esta información a cada nuevo ser engendrado.
Pero si bien cada nuevo individuo de
la especie posee la información necesaria para desarrollarse en su esfera, no
tiene conciencia individual de ser, la información es de la especie y a ella
retorna una vez cumplido el ciclo vital, algo así como una gota de agua que
retorna nuevamente a la fuente que le dio vida.
Este principio, ha llevado a
confusión a muchos pensadores de la antigüedad los cuales han sido los
fundadores de las grandes religiones del Oriente.
Los budistas anhelan alcanzar
mediante la transmigración por varias vidas, el estado de santidad que les
permita ingresar al Nirvana, donde la conciencia deja de ser un pesado Karma
individual, para integrarse en el todo de la deidad.
De manera que cuando se dan las
condiciones programadas en la información genética, surge como consecuencia una
nueva vida, esta podrá alcanzar su plenitud, puede este proceso truncarse por
circunstancias adversas, puede incluso modificarse a través de la ingeniería
genética, pero nada de lo que suceda constituye una creación de vida, no
debemos confundir creación con modificación, el hombre como inteligencia
superior podrá lograr mutaciones de vida, pero la vida sólo la puede dar Dios.
A este principio que regula la
multiplicación de las especies, nosotros los humanos la conocemos y designamos,
casi sin darnos cuenta de su tremendo significado “Madre Naturaleza.”
“¿No se venden dos pajarillos por un cuarto?
Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Pues aún vuestros cabellos están
todos contados.”
Mateo 10: 29 – 30
Ahora hablemos de nosotros, las
inteligencias organizadas y engendradas en cuerpos espirituales, como hijos e
hijas de Dios.
¿Que es lo que sucede con nosotros?
“He aquí esto constituye el albedrío
del hombre y la condenación del hombre; porque claramente le es manifestado lo
que existió desde el principio, y no reciben la luz.
Y todo hombre que no recibe la luz
está bajo condenación.
Porque el hombre es espíritu. Los
elementos son eternos; y espíritu y elemento, inseparablemente unidos, reciben
una plenitud de gozo;
y cuando están separados, el hombre
no puede recibir una plenitud de gozo.
Los elementos son el tabernáculo de
Dios, a saber templos; y el templo que fuere profanado, Dios lo destruirá.
La gloria de Dios es la inteligencia,
o en otras palabras, luz y verdad.”
Doctrina
y Convenios 93: 31 - 36
Al desencadenarse el proceso de
gestación de una criatura humana, ya sea por la fecundación del óvulo materno
mediante la relación de los sexos, o por métodos de manipulación desarrollados
por la ciencia, una vez iniciado, para obtener un embrión en cualquier etapa de
su formación, se requiere de la inteligencia con la cual fue organizada su
especie, de otra manera no puede haber existencia.
Ahora, esta inteligencia no opera en
forma colectiva, como en los reinos inferiores, esa inteligencia es individual
e indivisible, pertenece a un hijo espiritual de Dios.
Este proceso de gestación, una vez
iniciado, puede ser interrumpido, en cualesquiera de sus etapas, mediante el
aborto espontáneo o inducido, por maniobras de ocultamiento tirándolo en el
inodoro, en la basura, quemándolo, etc. etc.
Puede mantenerse en Vitro, o en
cualquier otra forma de conservación, no voy a detenerme a enumerar las diversas formas de manipulación
genética que la ciencia de los humanos a alcanzado a desarrollar o la que pueda
desarrollar en el futuro, todo esto que mencionamos puede hacerse y negarlo
sería un burdo acto de ignorancia.
Pero lo que no puede hacerse es
destruir la vida contenida en el embrión
humano, el hombre puede interrumpir el proceso en cualquiera de sus etapas,
incluso, una vez nacido a la vida puede ser interrumpido su desarrollo, ya sea
por mala praxis, por algún tipo de accidente, por malformaciones genéticas, por
las hambrunas, la guerra, la contaminación ambiental, etc. etc.
Puede llegar a crecer aprender a
caminar, correr, alcanzar la vida adulta o bruscamente morir por causas no
esperadas, todo eso puede suceder, pero leamos nuevamente las escrituras:
“Así que, no los temáis; porque nada
hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de
saberse.
Lo que os digo en tinieblas, decidlo
en la luz; y lo que haz oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
Y no temáis a los que matan el
cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a aquel que puede destruir
el alma y el cuerpo en el infierno.
¿No se venden dos pajarillos por un
cuarto ? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Pues aun vuestros cabellos están
todos contados.
Así que, no temáis; más valéis
vosotros que muchos pajarillos.”
Mateo
10: 26 – 31
Una de nuestras mayores
preocupaciones son las referidas a las expectativas de vida de la humanidad, se
han logrado avances sustanciales en cuánto a la calidad de vida que puede
alcanzarse con el avance científico y tecnológico, pero en contrapartida,
millones de niños nacen para lamentablemente morir, víctimas de la hambruna,
las guerras, la radiación, los desastres naturales, enfermedades, plagas, etc.
etc.
Estas desigualdades, donde unos viven
en medio de la opulencia, y otros, los más, nacen y mueren en condiciones
infrahumanas, son el motor que enciende los reclamos, a los gobiernos, los
sistemas, las organizaciones, las corporaciones de diverso tipo, a las
religiones y por supuesto a Dios.
Hay quienes aducen de que la tierra
está superpoblada, que la marginación y la miseria ha de crecer en forma
proporcional a la escasez de recursos para abastecerlos a todos, se proponen
planificaciones que limiten el crecimiento, uso de anticonceptivos, ligaduras
de trompas, esterilizaciones, y toda una gama de recursos lícitos e ilícitos,
incluidas las masacres, los genocidios y la destrucción masiva.
Para no desviarme del tema de fondo,
pero también para no dejar “colgado” un pronunciamiento obligado sobre estas
profundas desigualdades que hoy nos agobian, es que voy a hacer una ligera
referencia al apóstol Santiago, sin duda este es un gran tema que debería ser
tratado en profundidad, pero no ahora, donde lo que estamos exponiendo, si bien
tiene mucho que ver, no hace a la cuestión de fondo que estamos intentando
desarrollar.
Leamos a Santiago:
¡Vamos ahora, ricos ! Llorad y aullad por las
miserias que os vendrán.
Vuestras riquezas están podridas, y
vuestras ropas están comidas de polilla.
Vuestro oro y plata están
enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo
vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.
He aquí clama el jornal de los
obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido
pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los
oídos del Señor de los ejércitos.
Habéis vivido en deleites sobre la
tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de
matanza.
Habéis condenado y dado muerte al
justo, y él no os hace resistencia.”
Santiago 5: 1 – 6
Volvamos ahora a nuestro tema
central, todo esta exposición que estamos desarrollando, obedece a que alguien
nos ha hecho la siguiente pregunta ¿ en qué momento se produce el ingreso del
espíritu, al cuerpo que está siendo organizado, ya sea en el vientre materno,
en la probeta, o en algún otro método científico de manipulación genética ?
La respuesta que voy a formular, es
contundente, no se trata de una simple sugerencia o de un ejercicio de
especulación teológica o filosófica, es la respuesta que está implícita en el
código genético que cada uno de nosotros porta aun sin saberlo.
Sin el espíritu, no es posible la
existencia de ningún ser vivo cualquiera sea la etapa de su evolución, la vida
no le pertenece a la madre ni al científico, la vida sólo puede provenir de
Dios, el cual es el dador de la vida.
Esto es algo muy difícil de
comprender y mucho menos de aceptar pero no obstante confío en la capacidad de
reflexión de cada uno, veamos lo siguiente:
Podemos alegar, por ejemplo, que nos
parece inaceptable el considerar a un espíritu que mora en la presencia de
Dios, que acepte participar de una experiencia de gestación que puede ser
interrumpida en cualquier momento ya sea, a través de un acto involuntario o
por que se ha tomado la decisión de interrumpirlo por razones científicas,
económicas, presiones familiares, temores o simplemente por desinterés.
Ahora, sigamos adelante en el
razonamiento, ¿ que es lo que pueda ocurrir ? lo que puede ocurrir es que por
las razones expuestas o por cualquier otra que se nos venga en mente, se decida
interrumpir el proceso, eso es lo único que puede ocurrir.
Si se interrumpe el proceso, ¿ que es
lo que realmente sucede ? el proceso sin duda puede interrumpirse a voluntad
del hombre, pero no puede destruirlo, sólo puede interrumpirlo, como se puede
interrumpir una vida mediante una ejecución, por ejemplo.
La existencia humana es la existencia
de los hijos de Dios, el proceso interrumpido por la razón que sea, puede ser
retomado nuevamente una vez en que se cuenten con los medios que el Padre de
todas las ciencias ha previsto, y cuando eso suceda, esa existencia provista de
inteligencia y espíritu, continuará su evolución hasta alcanzar la medida de su
creación.
El hombre no tiene posibilidad alguna
de destruir la vida, puede alterar, interrumpir, detener, aun la puede
adulterar o manipular, pero no la puede destruir, las consecuencias de la
acción del hombre no logran destruir el plan de Dios, sólo puede
distorsionarlo, hasta que llegue el momento oportuno en el cual la ciencia del
Creador corregirá esas alteraciones y recuperará todas las cualidades de la
especie.
De manera que aunque nos encontremos
ante una célula, un embrión, un feto incompleto, una malformación genética, un
discapacitado física o mentalmente impedido, nada escapa a los ojos de Dios,
ese espíritu impedido de lograr su plenitud tiene la certeza, de que a su
debido momento, su Creador corregirá toda alteración, y restaurará su perfecta
forma.
Recordemos de que hablamos en
términos de eternidad, el tiempo carece en absoluto de importancia, nosotros
los que vivimos al ritmo que marcan las horas, no cuesta entender la eternidad,
como nos cuesta entender que nada se pierde, que se transforma por variadas
razones pero que conserva latente la información necesaria que hace posible su
restauración.
No creo necesario extenderme mas en
la consideración de este asunto, lo que correspondería agregar, son las
consecuencias en las que incurren todos aquellos que de una manera u otra han
tomado la decisión de interrumpir una vida.
No siempre la decisión de interrumpir
un proceso de gestación es un acto pecaminoso, una acción de carácter delictivo
o una desviación a las normas divinas, existen circunstancias muy particulares
que deben ser debidamente consideradas, cuando peligra la vida de una madre,
cuando se constatan malformaciones o daños a los cuales la ciencia no puede
resolver, entiendo de que es válida la interrupción.
Una interrupción que no significa
decidir sobre la vida o la muerte, eso claramente nos está impedido de
realizar, aunque quisiéramos hacerlo, lo que yo diría estando en un momento en
que debo tomar una decisión semejante, es lo siguiente:
Amado Padre que estás en los cielos,
permíteme dejar en tus manos esta interrupción que las circunstancias adversas
me obligan a realizar, encomendándote Señor que en su debido tiempo, cuando tú
lo estimes conveniente, permitas que puedan ser superadas las actuales
dificultades y retome su desarrollo hasta alcanzar su perfecto estado.
Hay incontables situaciones a las
cuales solo podemos dejar en las manos de Dios, y no se nos es permitido juzgar, cuando hay un
aborto, un suicidio, cuando nos enteramos de que la ciencia incursiona en el
campo de la ingeniería genética, cuando oímos hablar de clonar y reconstruir
vidas, recordemos de que la gloria de Dios es la inteligencia y que ningún
hombre podrá salvarse en la ignorancia.
Recuerdo una vez, que un hombre de
Dios, un profeta, condenó vehementemente los nuevos pantalones que usarían los
hombres en sus tareas; éstos pantalones venían provistos de una bragueta
abrochada al frente, un verdadero adelanto de la moda, pero que facilitaba
enormemente el cerrar y abrir los pantalones, un engendro “satánico” para
tentar a los hombres a recurrir a este procedimiento en sus relaciones con el
sexo opuesto.
La voz de alarma, alertó a las madres
para que cuidaran a sus hijas, a sus hijos y a sus propios maridos e impidiesen
la adopción de una prenda que atentaba contra la moral, la modestia, y las
buenas costumbres.
No existe ninguna duda de que el
mundo evoluciona y las costumbres y procedimientos cambian, no les parece?
Hugo W. Arostegui
viernes, 1 de julio de 2011
El Laberinto Del Minotauro
Leemos en las Sagradas Escrituras, que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, varón y hembra, los creo, esta aseveración ha sido desde entonces, el punto de partida, la piedra angular que sostiene todo el andamiaje, sobre el cual se ha construido, el pensamiento religioso judeo cristiano que basa su fundamento teológico en las escrituras mencionadas.
Partiendo entonces de este principio bíblico y a juzgar por los relatos subsiguientes que van desglosando, paso a paso, los distintos relatores que han asumido la representatividad autorizada del Dios del universo, todo parece indicar, que una vez que fuimos creados y puestos en el Paraíso, la desobediencia y el pecado subsecuente , han puesto en evidencia que tal como sucede en nuestros tiempos, con nuestros propios hijos, nos hemos envuelto en una conflictiva y un tanto escabrosa relación, que según nos lo cuentan, siempre ha existido, entre el Padre que mora en los cielos y sus pecaminosos y expulsados hijos, que deambulamos errantes, carentes de su lenguaje original, desde que en nuestra soberbia pretendimos construir una torre que nos condujese, sin aparente permiso previo, al hogar celestial desde el cual se nos había enseñado que habíamos venido.
Ahora, yo me pregunto, y me formulo a la vez, como quién piensa en voz alta, algunos inquietantes ¿por qué?
No será que nos están envolviendo en una telaraña que nos atrapa e inmoviliza con la saliva que sale de la boca de todos los llamados “intérpretes de la voluntad divina”
Porque: Los primeros libros que nos hablan de nuestros orígenes, provienen de un autor que no obstante ser hebreo de nacimiento tuvo la particularidad de ser criado como un miembro de la realeza , educado, desde su niñez hasta su vida adulta, por los grandes maestros de la cultura egipcia la cual mantenía lazos muy estrechos con los cretenses y los helenos, de manera que no resulta descabellado suponer que su formación intelectual – como la de sus contemporáneos israelitas que vivieron más de cuatrocientos años de sometimiento – estuviese altamente influenciado por la cosmogonía de los egipcios.
Seguramente, a esta altura, muchos me harán notar, que el panteón de los dioses egipcios como el de los helenos y cretenses que hemos citado, eran politeístas y que el Dios de Moisés, el que le visitó en la zarza ardiente y le instruyó con sus revelaciones, era El Gran Creador de todas las cosas, por lo que tendríamos que admitir que su concepción de la deidad difería sustancialmente de las culturas mencionadas, pues bien, en ese aspecto tienen razón, aunque no toda la razón.
Veamos:
El propio Moisés al relatar las distintas etapas de la creación, cuando hace referencia a la creación del hombre, nos dice:
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” Génesis 1: 26
“Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre” Génesis 3: 22
Se puede apreciar en la lectura, que el Jehová de Moisés no estaba solo, los términos: Hagamos – nuestra imagen – nuestra semejanza - uno de nosotros – refiere a la participación de una pluralidad de dioses, en la gran tarea de la creación del hombre y su hábitat.
La influencia de otras culturas en los escritos de Moisés puede apreciarse claramente en la torah, la ley que rigió férreamente entre los israelitas, se puede apreciar, en su concepción, cierta similitud con el códice de Hammurabi, Rey de Sumer y Akkad, quien unos mil ochocientos antes del nacimiento de Cristo, declaró a sus súbitos que había recibido del dios Morduk, un conjunto de leyes que tenían el propósito de fomentar “el bienestar entre las gentes”, he aquí la transcripción de algunas de las primera treinta.
- Si un señor acusa a (otro) señor y presenta contra él denuncia de homicidio, pero no la puede probar, su acusador será castigado con la muerte.
- Si un señor imputa a (otro) señor prácticas de brujería, pero no las puede probar, el acusado de brujería irá al río (y) deberá arrojarse al río. Si el río (logra) arrastrarlo, su acusador le arrebatará su hacienda. (Pero) si este señor ha sido purificado por el río saliendo (de él) sano y salvo, el que le imputó de maniobras de brujería será castigado con la muerte (y) el que se arrojó al río arrebatará la hacienda de su acusador.
- Si un señor roba la propiedad religiosa o estatal, ese señor será castigado con la muerte. Además el que recibió de sus manos los bienes robados será (también) castigado con la muerte.
- Si un señor roba un buey, un cordero, un asno, un cerdo o una barca, si (lo robado pertenece) a la religión (o) si (pertenece) al estado, restituirá hasta treinta voces (su valor); si (pertenece) a un subalterno lo restituirá hasta diez veces. Si el ladrón no tiene con qué restituir, será castigado con la muerte.
La Torah de Moisés, llamada Ley del Talión, expresa lo siguiente:
“ Más si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.”
Éxodo 21: 23 – 25
“El que hiere a algún animal ha de restituirlo, animal por animal.
Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho; rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente, según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él.”
Levítico 24: 18 – 20
“El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá”
Deuteronomio 18: 20
Esto que exponemos, no tiene como finalidad cuestionar o poner en tela de juicio, la autoridad de Moisés, ni siquiera manifestamos dudas sobre su condición de relator de la voluntad de su Dios, simplemente nos resistimos a aceptar a un Moisés erudito, sin que en su erudición, no haya influenciado el enorme caudal de conocimiento, adquirido en las aulas donde estudiaban los miembros de la casa real de faraón, rey de Egipto.
Su comprensión lectora y su capacidad narrativa son por demás elocuentes.
Tampoco debemos ignorar la intervención de su suegro, Jetro, sumo sacerdote de Madián, quién poseía el Sacerdocio de Melquisedec, autoridad incuestionable por provenir del autor de las grandes enseñanzas esotéricas transmitidas de “mano en mano” por los grandes maestros de la Kabbalah, nos referimos a Melquisedec, el Rey de Salem, poseedor de las “llaves” del Santo Sacerdocio Según el Orden del Hijo de Dios.
Para no desviarnos de la línea argumental de este artículo, invitamos a nuestros lectores que sientan interés en incursionar sobre el tema Melquisedec, que lean la epístola del apóstol Pablo a los Hebreos.
Nuestra intención, es la de intentar incursionar en un fenómeno de apropiación de los atributos de Dios, por quienes se han autoproclamado como sus representantes, y digo autoproclamados, porque en ninguna instancia, Dios, nuestro padre, los ha presentado en sociedad al resto de los mortales en forma personal y específica.
En este punto , vale la pena recordar las enseñanzas del Salvador, el se atribuyó, la legitimidad de su relación con su Padre y asumió sobre sí su representatividad, como tal , como el unigénito del padre, no tomó para sí el poder y la gloria, sino que declaró al mundo cual era su cometido, cuando nos manifestó “ Yo soy el camino, la resurrección, y la vida, nadie viene al padre si no es por mi” agregando: Vosotros orareis así, Padre nuestro Que estáis en los Cielos…
También Santiago, el apóstol en su epístola nos manifiesta “Si alguno tiene falta de sabiduría demándesela a Dios quien da abundantemente y no zahiere” Santiago 1:5
De manera de que la criatura humana no necesita de intermediación alguna para comunicarse con su creador, lo que sucede, es que de aquellos primeros tiempos, a que refieren los relatos, se ha producido una tremenda metamorfosis, de los escritos hemos pasado al dogma, del dogma a la liturgia, de la liturgia a la organización, de las organizaciones a las corporaciones, de las corporaciones a redes multinacionales de cultos, de los simples pastores de ovejas descarriadas, a los profesionales de la comunicación religiosa.
Se han apoderado de la imagen de Dios, han registrado su marca, su grifa tiene derechos reservados, entre el pecador arrepentido y su redentor existe una telaraña de redes que cotiza en los mercados de la religión el valor del perdón y los costes inherentes, hoy en día “limpiar nuestro nombre” sacarlo del “clearing de pecadores “nos obliga a recurrir a los financistas, al pago de cuotas que nunca terminan de saldar la deuda contraída, sin duda las “indulgencias” vendidas en la edad media, se han transformado en lucrativas fuentes de riqueza y poder.
Es por esto que describimos que hemos titulado este artículo, como vemos los llamados “mitos” de la antigüedad son una fuente inagotable de inspiración, cuenta la mitología de los cretenses, Que Minos, hijo de Zeus y de Europa, pidió a Poseidón ayuda para suceder al rey Asterión de Creta, en su disputa por el trono con sus hermanos Radamantis y Sarpedón.
Accediendo a su pedido, Poseidón hizo surgir de los mares un hermoso toro blanco con el propósito de que Minos, en señal de agradecimiento, lo sacrificara en su nombre.
La belleza del toro blanco, era tal, que Minos lo ocultó y sacrificó en su lugar, un toro de sus rebaños, como la mentira y el engaño tienen patas corta s, Poseidón en venganza, hizo despertar en Pasífae, la esposa de Minos, una incontrolable atracción sexual por el toro blanco, como consecuencia, Pasífae engendró un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro.
Debido a su ferocidad y a que sus hábitos alimenticios eran de comer carne humana, recurrieron a un artesano llamado Dédalo, para que buscara la forma de encerrarlo, este artesano ingenió un laberinto donde enceraron al llamado “Toro de Minos”, lo intrincado del laberinto hacia que aquellos condenados a servir de alimento al toro, una vez entrados en el, deambulaban perdidos por sus senderos sin poder encontrar la salida, de más está decir, el triste final de estos infelices.
La historia es interesante y lo que expongo es una síntesis muy escueta, confieso que al leerla, no pude evitar asociar al laberinto construido por Dédalo, con los intrincados caminos creados por la ingeniería humana, para encerrar la imagen de Dios y volverla inescrutable, lo mismo ha sucedido con nuestro Salvador y Redentor, los que le buscan deben internarse en el mismo laberinto, en el cual han pretendido esconder vanamente a su Padre; sobre los constructores de tamaña confusión pesan las siguientes palabras:
“Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa.
El fariseo, cuando lo vio, se extraño de que no se hubiese lavado antes de comer.
Pero el Señor le dijo;: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.
Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?
Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.
Mas ¡ay de vosotros fariseos! Que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.
¡Ay de vosotros fariseos! Que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.
Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.
Y él les dijo: ¡Ay de vosotros también intérpretes de la ley! Porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis.
¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! Porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.
Diciéndoles él estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a estrecharle en gran manera, y a provocarle a que hablase muchas cosas; acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle.”
Lucas 11: 37 al 46, 52, 53
El camino al calvario en la cruz, ya empezaba a recorrerse.
Hugo W Arostegui
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