viernes, 12 de agosto de 2016

Superación Personal



Uno de los factores que marcan la diferencia entre las personas sin duda alguna es el deseo de la búsqueda constante de la superación, la no aceptación de las limitaciones que pudiesen impedir el logro de ciertas metas y la certeza de que por más difíciles que se perciban los obstáculos erigidos a su frente nada podrá detenerlo hasta alcanzar el éxito en todas sus aspiraciones.

“La superación personal muestra la capacidad que tiene una persona a través de su inteligencia y de su dedicación para alcanzar sus objetivos y crecer como persona. Cómo bien explicó el científico Albert Einstein, explica que el deseo mueve el mundo con su impulso tan potente.

Es decir, dentro de ti tienes todos los recursos necesarios para lograr tus metas. Por ejemplo, la constancia, la tenacidad, la paciencia, la capacidad de sacrificio, la pasión… cualidades que acompañan de forma directa a la voluntad en un proceso de superación personal.
La superación personal no tiene límite, es decir, un ser humano puede seguir progresando a nivel de conocimiento y de toma de conciencia a lo largo de su vida. Voluntad y conocimiento que son la base de la superación personal, son dos cualidades que diferencian al ser humano del resto de seres del universo. La superación personal muestra la capacidad que tiene un ser humano para reflexionar sobre sí mismo, pero lo que es más importante, para actuar de acuerdo a sus valores y creencias. La superación personal tiene una base teórica a nivel de reflexión pero es fundamentalmente práctica.

La superación personal es ese motor intrínseco que a nivel de motivación mueve el corazón humano cuando una persona aspira a ser más sabia, más competente y más capaz. La superación personal remite a ese proceso temporal de cambio en el que una persona sale de su zona de confort para establecer nuevos hábitos y cualidades para mejorar su calidad de vida.

Pasado, presente y futuro definen la vida humana. Pues bien, la superación personal también se entrena en presente analizando los errores del ayer para obtener una experiencia práctica y evitar tropezar dos veces en la misma piedra.

El proceso de superación personal supone dejar atrás ciertos hábitos y creencias irracionales para dar paso a una nueva realidad que refuerce el bienestar personal. Existen recursos especialmente recomendados como el coaching y los libros de autoayuda para reforzar la superación personal.

La superación personal muestra el proceso de crecimiento interior ilimitado que marca la vida de un ser humano desde que nace hasta que muere. Mientras que el paso de los años deja una huella física en forma de arrugas, por el contrario, a nivel interior, los años son sinónimo de experiencia, madurez, riqueza de vivencias y sabiduría.

La superación personal conduce a una persona a ser más feliz. En última instancia, asumir un proceso de este tipo es una decisión personal que nunca puede ser impuesto de forma externa. Es decir, nadie puede ser ayudado si no se deja ayudar, y nadie puede cambiar si no quiere hacerlo.

La superación personal muestra, a nivel humano, que querer es poder y que los límites no están en la realidad sino en la mente.”

... de Importancia: http://www.importancia.org/superacion-personal.php

Esta aspiración de lograr ciertos grados de superación personal ha sido el gran incentivo a lo largo de todo el trayecto de nuestra vida y no obstante el largo tiempo transcurrido permanece inalterable en todas mis actividades.

Hugo W Arostegui



jueves, 11 de agosto de 2016

Generosidad



Se dice que los valores humanos crecen en el medio adverso donde solamente prevalecen los factores que denotan la ausencia absoluta de un clima adecuado para su desarrollo.

Cuando todo conspira en contra de una buena acción y tenemos el buen tino de realizarla es entonces donde cultivamos los valores humanos de la generosidad.

“¿Y qué mérito tienen ustedes al hacer bien a quienes les hacen bien? Aun los pecadores actúan así.”
Lucas 6:33 

A lo largo de la Historia muchas han sido las obras literarias que han abordado el tema de la generosidad y de la tacañería. Entre todas ellas podríamos destacar, por ejemplo, “El avaro” (1668) escrita por Moliére.

En ella se nos cuenta la vida de Harpagón, un hombre que lo único que tiene en mente es sumar y sumar dinero. Eso provoca que no sólo no tenga en cuenta a los demás sino tampoco a sí mismo. De ahí que deje de lado sus sueños o sus deseos con el único objetivo de recaudar una importante cantidad de dinero de cara al futuro.

Una crítica ésta muy dura que realiza contra la sociedad en la que los elementos que priman notablemente son el afán de poder y de riqueza material, frente a valores realmente importantes como la generosidad. No obstante, también ella se hace presente en la realidad a través de trabajos de ONG´s o de voluntarios que, sin recibir nada cambio, ayudan al prójimo.
Además de la mencionada obra también es muy significativa otra que también se ha convertido en uno de los clásicos de la literatura de todos los tiempos. Nos estamos refiriendo a “Un cuento de Navidad”, que el escritor Charles Dickens publicó en el año 1843.

En ella se narra la historia del señor Ebenezer Scrooge, un hombre muy tacaño que trata muy mal a la gente y que tiene como única obsesión el dinero. Sin embargo, todo eso cambiará cuando en las fechas navideñas unos fantasmas le hagan recordar su pasado, ver su presente y descubrir su futuro.

La generosidad no sólo está asociada al dinero o a lo material. Un individuo puede ser generoso con su tiempo y dedicarse a labores solidarias, sin pedir nada a cambio. Cuidar a un enfermo, limpiar una playa, acompañar a un anciano o dar refugio a un perro callejero son acciones que también forman parte de la generosidad.”

Como vemos la solidaridad es uno de esos valores que se cultivan en el servicio y ese servicio como tal, se materializa en el otro, en nuestro prójimo, a quien le extendemos nuestra ayuda dando de “nosotros mismos” sin esperar ninguna recompensa a cambio, salvo esa sensación de “deber cumplido” que por su excelencia, no tiene precio comparable.


Hugo W Arostegui

miércoles, 10 de agosto de 2016

Diversidad


El término diversidad es aquel que nos permite indicar, marcar o hablar de la variedad y diferencia que pueden presentar algunas cosas entre sí, aunque también nos es útil a la hora de querer señalar la abundancia de cosas distintas que conviven en un contexto en particular.

En el contexto de una comunidad, por ejemplo, nos encontramos con que existen diferentes tipos de diversidades: cultural, sexual o biológica, entre las más recurrentes.

La cultural se refiere a la multiplicidad e interacción de diversas culturas que se pueden dar en una región en particular y que coexisten en el mundo.
En este sentido y para preservarla es de vital importancia que los países que la ostentan cuenten con un adecuado y efectivo plan de preservación y promoción de las mismas que haga que estas busquen la integración porque sienten esta apertura que el lugar les ofrece para desarrollarse y evolucionar, respetando los códigos ajenos a su cultura y por supuesto también logrando el pertinente respeto hacia los suyos, aun cuando disten mucho de la generalidad.

Obviamente esta situación en muchos lugares de este hermoso planeta es casi una utopía todavía ya que suele ser recurrente que culturas consideradas minoritarias siempre sufran la desidia y la ignorancia del resto como consecuencia de la falta de políticas de estado tendientes a respetarlas y valorarlas como tales. En tanto, el organismo UNESCO a partir de noviembre de 2001 se ha erigido como una especie de organismo veedor y contralor de este tipo de cuestión abriendo un espacio público en el cual se ofrece cooperación al respecto.

Por otro lado, nos encontramos con la diversidad sexual que refiere a las diversas orientaciones sexuales que adoptan los seres humanos. La clasificación habitual habla de tres orientaciones: homosexual, heterosexual y bisexual. La diversidad sexual, en el último tiempo, se ha convertido en una de las demandas que más gente congrega en el mundo. Numerosas organizaciones que defienden los derechos de los gays y lesbianas suelen manifestarse a favor de esta a través de jornadas denominadas de orgullo gay y que se suceden todos los años en buena parte del globo terráqueo.

Y finalmente nos encontramos con la diversidad biológica o biodiversidad que es aquella que hace referencia a la amplia gama de especies que pueblan el planeta tierra, asimismo como los patrones naturales que los vienen conformando desde hace miles de años de continua evolución. Pero además de las diferentes especies, la biodiversidad comprende la gran variedad de ecosistemas que nos rodean y las diferencias genéticas de cada especie que dan lugar a la múltiple combinación de formas de vida.

La preservación de la biodiversidad es una de las grandes preocupaciones mundiales y por eso forma parte de uno de los convenios más defendidos desde el organismo de las Naciones Unidas, conocido como Convenio internacional sobre la Diversidad Biológica y que fuera celebrado allá por comienzos de la década del setenta.


... vía Definicion ABC http://www.definicionabc.com/general/diversidad.php


La Responsabilidad Social


A medida en que nos vamos insertando a la vida en sociedad vamos comprendiendo cuáles son  “las reglas de Juego” que predominan y nos marcan el derrotero que ésta inserción social implica tanto en la esfera individual como en el quehacer colectivo de la misma.
Este efecto de la inserción social nos incluye en todo lo referente a la sujeción libre y voluntaria a las normas que implica nuestra “vida en sociedad” aceptando un fiel cumplimiento tanto de nuestras obligaciones para con la misma como asimismo la exigencia de ser tratado en igualdad de condiciones con el resto de los asociados en este emprendimiento el cual es implícitamente incluyente para todos y cada uno de sus integrantes.
“El ser humano por necesidad, se debe relacionar con otros y para ello debe cumplir una serie de reglas de comportamiento, dependiendo del lugar y el tiempo en el que se encuentre; estas obligaciones que cada individuo debe cumplir con los demás se les denomina responsabilidades sociales.
La idea de que los individuos tengan una responsabilidad para su sociedad se remonta a los filósofos griegos y el sistema romano de legalidad.
"En la antigua Grecia el pueblo libre tenía por costumbre, en ambiente de franco debate, participar y cuestionar los argumentos de diálogo abierto en el ágora o plaza mayor; sin embargo, la esclavitud era parte fundamental de su estructura social y económica" la vida de las personas era pública, no existía la intimidad y por tanto era normal ver personas desnudas de todas las edades compartiendo todo; por tanto la responsabilidad de cada persona que hacia parte de esta sociedad libre era la participación de todos en cualquier asunto público.
En la Edad Media Occidental las creencias eran las que mostraban las reglas de convivencia y el diario vivir de cada persona, por tanto si alguna persona no aceptaba la religión era castigada, perseguida y excluida de la sociedad; "todo se hacía con el único objeto de obtener la salvación que se acreditaba en el credo de la única y verdadera Iglesia", con esto apareció la vida privada, el pudor, la intimidad y las propiedades; la responsabilidad era exigir el respeto a los espacios privados y a su vez vigilar que se cumplan las leyes establecidas por la iglesia.
La Edad Moderna se caracterizó por un gran movimiento intelectual; la razón se convirtió en el centro de todo, los derechos del hombre aparecieron y con estos la esclavitud dejó de existir; por tanto "una de las principales obligaciones de los actores sociales consistió en defender la libertad y promover los derechos humanos" además se le dio responsabilidad al Estado con los individuos y con exigir el cumplimiento de las reglas sociales de la época.
Así, por ejemplo, el estoicismo pone énfasis en los deberes cívicos, la responsabilidad social, la importancia de una buena ley y la igualdad de los derechos ciudadanos. Uno de sus grandes representantes, Cicerón, en libro primero de “Los Deberes”, habla sobre los deberes que tiene el hombre hacia la sociedad y hacia él mismo y propone que existe sólo una ley verdadera. Esta ley es la recta razón, la cual de acuerdo con la naturaleza, gobierna sobre todos los hombres, es eterna y no cambia. La misma impulsa a los hombres al cumplir con sus deberes, prohibiéndoles hacer el mal.
Luego de esto llegó la Edad Contemporánea, donde la tecnología y el avance científico predomina, cada día es más fácil acceder a la información, se necesita acumular bienes para tener una mejor calidad de vida; "valores como la eficiencia y la eficacia, actitudes positivas frente al compromiso el cumplimiento, una buena educación, además de habilidades comunicativas de negociación facultan a las personas para hacer parte productiva de la sociedad". 
Estos comportamientos se convierten en una responsabilidad para la sociedad; el Estado ya no es lo más importante, ahora las empresas tienen un poder, ya que el mercado es lo que predomina.
Es notorio que a medida que pasa el tiempo la responsabilidad social cambia; lo que era bueno para algunos tiempos después se convirtió en un delito y viceversa, las personas tienen la obligación de ser responsables con la sociedad moral y legalmente, independientemente de si no están de acuerdo; cabe resaltar que las normas de conducta las determina la entidad que tenga más poder en el momento, como la iglesia, el Estado, las empresas, entre otros; ellos determinan las reglas aceptadas de acuerdo con la situación en que se viva.”
La integración de todos y cada uno responde como vemos a una necesidad básica del ser humano, el cual es, a medida que desarrolla su conciencia, un ser esencialmente social.

Hugo W Arostegui


martes, 9 de agosto de 2016

Desafíos


Los inciertos tiempos de durabilidad del transcurso de nuestra vida hacen que todas nuestras proyecciones se realicen en el marco un tanto difuso de su imprevisibilidad en cuánto a su duración, lo concreto, lo que sí sabemos todos los mortales, es que para poder morirse primero hay que estar vivo.

 Cuentan los más antiguos moradores de la frontera norte, que un conocido nuestro, gran nadador,  reconocido por su tendencia a la exageración y la no aceptación de los acontecimientos adversos, que una vez, (seguramente la última) nadando en el río Yaguarón y encontrándose muy extenuado por el esfuerzo, viendo de que le era imposible salir de la situación en la que se encontraba, antes de sucumbir en medio de las aguas del río, expresó muy fuertemente “¡Yaguarón! Te estoy tragando”.

Lo cierto es que el simple hecho de estar vivo es un acontecimiento maravilloso que nos permite experimentar “en carne propia” toda una gama de posibilidades indescriptibles que no admiten, por su dimensión y trascendencia cualquier tipo de mensura tanto cronológica como de tiempo y espacio.

“Todas las personas nos marcamos objetivos en la vida. Son proyectos a corto, medio y a largo plazo. Hay objetivos difíciles y conseguirlos requiere un gran esfuerzo por nuestra parte. Decimos que tenemos un desafío ante nosotros cuando pretendemos lograr el éxito en un tema determinado.

Un desafío personal es un reto que nos imponemos a nosotros mismos. Es una manera de autoestimularnos. El desafío no se aplica a la obtención de un logro sin importancia. Se refiere a un objetivo que conlleva esfuerzo, lucha y tenacidad. Consideramos que vale la pena renunciar a muchas cosas y trabajar duramente porque el premio que vamos a obtener es elevado, algo muy gratificante. En este sentido el desafío es un anhelo intenso de victoria. En el momento del triunfo, se tiene la sensación de que el desafío inicial ha sido conquistado.

Un desafío es un mensaje dirigido al interior. Significa que nos ponemos a prueba, aceptamos el sacrificio y que estamos convencidos de nuestra capacidad para lograr un resultado satisfactorio. También es posible aceptar un desafío de otra persona. Nos proponen algo realmente difícil y valoramos la dificultad, nuestra fuerza de voluntad y las ventajas e inconvenientes. Finalmente, tomamos una decisión; aceptamos o no el desafío.”
Todos quienes hoy estamos en contacto indudablemente enfrentamos los desafíos propios de cada uno y de una forma u otra demostramos que somos capaces de “sobrevivir” a todas las circunstancias, ¡enhorabuena!

Hugo W Arostegui


La Libre Competencia


En momentos en que internacionalmente se celebran los Juegos Olímpicos, esta vez en el Estado de Rio de Janeiro, Brasil, las primeras que se realizan en  Sudamérica, nos parece adecuado abordar un tema tan importante en el desarrollo humano como lo es sin duda la competencia.
El sentido de toda competencia es la búsqueda de la supremacía personal superando todas las posibles limitaciones mediante el esfuerzo constante en el logro de nuestras aspiraciones.
La competencia en su libre expresión implica el reconocimiento explícito de las virtudes de los posibles competidores, el sacrificio que realizamos se consagra en la exigencia que nos impongamos a nosotros mismos, sino que además, motiva en los posibles contrincantes, el incentivo de una preparación acorde con la finalidad del esfuerzo requerido.
“Las competencias son las capacidades con diferentes conocimientos, habilidades, pensamientos, carácter y valores de manera integral en las diferentes interacciones que tienen los seres humanos para la vida en el ámbito personal, social y laboral. Las competencias son los conocimientos, habilidades, y destrezas que desarrolla una persona para comprender, transformar y practicar en el mundo en el que se desenvuelve,
La noción de competencia, referida inicialmente al contexto laboral, ha enriquecido su significado en el campo educativo en donde es entendida como un saber hacer en situaciones concretas que requieren la aplicación creativa, flexible y responsable de conocimientos, habilidades y actitudes.
Aprender a conocer, Aprender a hacer, Aprender a convivir se convierten en tres pilares de la educación para hacer frente a los retos del siglo XXI y llevar a cada persona a descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades creativas, permitiéndole que aprenda a ser.1
Para Perrenoud, P. (2008: 3) "El concepto de competencia se refiere a la manera que permite hacer frente regular y adecuadamente, a un conjunto o familia de tareas y de situaciones, haciendo apelación a las nociones, a los conocimientos, a las informaciones, a los procedimientos, los métodos, las técnicas y también a las otras competencias más específicas".
La libre competencia es entonces un sano incentivo a la superación individual y constituye en sí misma una clara demostración del desarrollo humano.
Hugo W Arostegui



lunes, 8 de agosto de 2016

Predisposición


Todas las personas tenemos en común la inexistencia de ciertos límites que condicionen nuestro potencial intelectual habida cuenta de las que puedan derivar de anomalías de tipo genéticas o afecciones severas que conspiren en contra de una sobrevida considerada normal.

Hecha esta esta ineludible salvedad, los seres humanos venimos a este mundo en igualdad de condiciones y dotados de condiciones implícitas y particulares que nos definen como individuos únicos e irrepetibles.

Ahora, lo que no puede negarse es nuestra “predisposición natural” para el desarrollo de lo que luego será considerado como “la veta creativa” que nos individualizará como poseedores de un talento personal a través del cual trasmitiremos esa genialidad en las diversas áreas desde donde se manifiesten sea en la música, la pintura, literatura, deportes o en cualesquiera de las expresiones mediante las cuales actúen.

 “Pero, realmente, ¿qué quiere decir eso de la predisposición?, ¿es que tiene algo que ver con el destino de cada uno? No, cuando hablamos de predisposición no nos referimos a la predicción del futuro o a la adivinación. Predisposición es la disposición anticipada del ánimo del individuo para un fin concreto.

Cuando una persona se propone realizar una tarea presenta un determinado estado afectivo, una disposición anímica, frente al objeto de la acción. Indudablemente, ello condiciona al sujeto en su empeño, e influirá, por tanto, en el logro de sus fines. 

Un ejemplo de este hecho lo observamos en el deporte; ante una competición, el deportista se concentra, aúna sus potenciales físicos y mentales para que, en los instantes siguientes su rendimiento corporal sea máximo. Está predisponiendo su persona para una acción que requiere plena capacidad. Un competidor que se sienta derrotado antes de la contienda difícilmente podrá ganar: está predispuesto al fracaso.”

Bueno es tener en cuenta que estas “inclinaciones naturales” suelen insinuarse cuando la persona en cuestión se encuentra cursando las primeras etapas, vale decir, cuando se es muy joven, cuánto más precoz sea nuestra atención sobre esta “predisposición” mayores serán nuestras posibilidades de dar el aliento y confianza en sí mismo que pueda estar necesitando.


Hugo W Arostegui