sábado, 17 de diciembre de 2016

Humanidades



En nuestras expresiones personales resulta relativamente fácil extraer de las mismas algunas conclusiones que nos definen como poseedores de una clara tendencia a las denominadas “ciencias sociales” ,eso está claro y es bueno que a lo largo de todos nuestros dichos hayamos podido incorporar esta impronta que nos relaciona con “Las Humanidades”

“Entendemos por Humanidades todas aquellas disciplinas que estudian el comportamiento, la condición y el desempeño del ser humano, por oposición a las Ciencias Naturales que basan su estudio en el análisis de la naturaleza y de los fenómenos relacionados con ella. Las Humanidades, también conocidas como Ciencias Sociales, se interesan por el estudio de elementos vinculados a la cultura, a la religión, al arte, a la comunicación y a la historia.

En este sentido, una de las principales diferencias entre las Ciencias Naturales y aquellas designadas como Humanidades es que mientras las primeras cuentan con tipos de análisis, estudio, comprobación y reformulación claramente definidos y lógicos, los diferentes objetos de estudio de las Humanidades no pueden ser nunca limitados a análisis empíricos o de estímulo-efecto ya que las variaciones no suelen ser tan fácilmente delimitables y comprensibles. Es por esto que las Humanidades se caracterizan por contar con análisis de tipo especulativo, crítico y de debate ante los fenómenos que le interesan. Las Humanidades no establecen entonces leyes ni postulados irrevocables sino que plantean el análisis de sus objetos de estudio desde posturas variables y debatibles.

La palabra Humanidades proviene del latín, humanitas, que hace clara referencia al ser humano (y a todos sus logros) como eje de estudio. A lo largo de la historia, las Humanidades siempre han sido desarrolladas y profundizadas por diferentes eruditos y pensadores que buscaban comprender el comportamiento y la condición del hombre por fuera de los hechos empíricamente delimitables.

Entre las ciencias consideradas Humanidades debemos mencionar principalmente a la Literatura, a los lenguajes (tanto antiguos como modernos), a la Historia, la Economía, el Arte en sus diversas formas (Plástica, Música, Danza, etc.), la Lingüística, la Teología, la Filosofía, la Semiótica y la Semiología, la Filología, la Antropología, la Sociología, los estudios culturales en general, la Comunicación y la Psicología entre muchos otros. Cada una de estas ciencias cuenta con numerosas teorías y postulados que han variado a lo largo del tiempo y que son parte del conjunto de métodos desarrollados por el hombre para comprenderse a sí mismo, su comportamiento, sus logros y su condición”.
... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/social/humanidades.php

Hemos avanzado mucho en los últimos cincuenta años en el estudio de esta disciplina aunque claro está no hemos podido mantener un equilibro entre lo que ahora sabemos y lo que la humanidad en su conjunto ha podido desarrollar, es un hecho de que el mayor conocimiento de estas disciplinas no se armoniza con una mayor y mejor humanidad, lo que ocurre es que ahora han mejorado las condiciones de realizar un buen diagnóstico aunque desconozcamos los medios que nos permitan un mejor tratamiento de nuestras falencias sociales.

Hugo W Arostegui

viernes, 16 de diciembre de 2016

La Sobreprotección



No debemos confundir protección con sobreprotección. La protección hacia nuestros hijos es vital para ellos. Cuando son pequeños nos necesitan y dependen de nosotros para casi todo.
Todos los animales, por instinto, protegen y cuidan de sus crías durante un tiempo determinado, de manera que cuando la cría ya puede valerse por sí misma, comienza su andadura en el mundo en solitario, desprendiéndose de sus padres.
En el caso de los humanos, esta protección es más prolongada en el tiempo y no solo eso, en muchas ocasiones, esta protección, que en principio servía para cuidar de nuestros hijos y mantenerlos seguros, puede convertirse en algo realmente dañino para su salud mental. Hablamos entonces de la sobreprotección.
Podríamos decir que sobreproteger a un hijo es ir más allá de cubrir y satisfacer sus necesidades y cuidados básicos. Es pensar por el hijo, tomar decisiones por el hijo, solucionar todos los problemas del hijo. Es vivir por el hijo, cuando el hijo es, en esencia, una persona que debe desarrollar sus propias capacidades personales si quiere funcionar correctamente en el mundo.

Son los típicos padres que están todo el día repitiéndoles a sus hijos: “No hagas eso que puedes lastimarte”, “No vas a ir a dormir a casa de tu amigo porque yo no conozco esa casa”, “No irás a la excursión porque los animales pueden ser peligrosos” y no y no y no. Lógicamente, con esta actitud solo inculcamos miedo a nuestro hijo y la idea falsa de que el mundo es un lugar peligroso.

Por otro lado, estos padres son muy permisivos, en el sentido de que no suelen poner límites y normas claras que los niños entiendan e interioricen. Además de esto, si los hijos violan esas normas difusas, ellos no establecen consecuencias definidas por miedo a dañar a sus hijos, cuando realmente las consecuencias sirven para educar, no para dañar.

Tampoco les exigen obligaciones ni responsabilidades que por edad puedan realizar alegando a que “no quieren hacerlo”, “lo hacen mal” o “pobrecito que es muy pequeño”.
Éstas son las creencias disfuncionales de los padres que ejercen la sobreprotección. Ellos piensan que al sobreproteger a sus hijos, van a cuidar su autoestima, no van a dañar su salud mental porque no les van a crear disgustos ni frustraciones y además serán hijos felices porque “no les va a faltar de nada”.

Hugo W Arostegui


Lucidez: El Accionar Del Intelecto


“La lucidez suele asociarse a la capacidad intelectual, de análisis o de reflexión que tiene una persona.

Quienes están considerados como lúcidos suelen generar admiración por sus pensamientos sobre una determinada situación o por sus facultades para ver los problemas de una forma diferente al resto”.
El intelecto supone la capacidad de desarrollar representaciones mentales de la realidad y de relacionarlas entre sí. El concepto puede asociarse a la inteligencia, la reflexión y el raciocinio.

La capacidad de entender la unidad de lo semejante y de pasar de lo individual a lo universal (y viceversa), de elaborar y vincular conceptos y de comprender distintas problemáticas forma parte del intelecto.

No podemos pasar por alto tampoco el hecho de que además se considera que el intelecto humano tiene varias funciones importantes como son las que exponemos a continuación:

• Atención, que ayuda a estar alerta ante un hecho o situación concreta.
• Sensopercepción, que es la que permite captar los estímulos externos a través de los diversos sentidos.

• Imaginación, que se define como la capacidad que tiene el intelecto de pensar en imágenes.
• Memoria, que da la oportunidad al hombre y a la mujer de usar el pasado en el momento presente.
• Afectividad. Con este término nos referimos a las sensaciones y a los sentimientos que experimentamos y que hacen que cambie nuestro estado de ánimo.
• Pensamiento, que es el que permite diferenciar al ser humano del resto de seres vivos. Es más, es el que hace que se establezca como superior frente al resto de seres que moran en el planeta.

Ante lo expuesto podemos apreciar cuán importante resulta el hecho de que podamos mantenernos lúcidos en todas nuestras acciones diarias sobre todo cuando consideramos la estrecha relación y la afinidad resultante en este tan importante como vital vínculo en estas áreas tan sensibles  para una correcto y efectivo uso de todas nuestras capacidades intelectuales.

Hugo W Arostegui



jueves, 15 de diciembre de 2016

El Que Nace Barrigón…



“Frase tomada del Martín Fierro, de José Hernández, en la que se hace referencia a lo vano e inútil de los intentos por ocultar las verdaderas características de la personalidad humana.

La expresión al ñudo -que no debe ser pronunciada como si fuera añudo- que lo fajen es propia del Río de la Plata, quiere decir «inútilmente, en vano» y proviene de la costumbre de ceñir a los bebés con una faja.”

Es posible que lo podamos apreciar al “mirar nuestra imagen” que la misma no nos parezca coincidente con la que solemos “irradiar” a través de nuestras acciones diarias.

Quizás pueda ser esta circunstancia, (lo que pueda apreciarse tan diferente de lo que estimamos que realmente somos) lo que debamos intentar corregir para acercarnos mejor disminuyendo las diferencias en cuánto a lo que “pensamos que somos” y lo que es percibido por aquellas personas con las cuales diariamente nos relacionamos.

“El ser humano se caracteriza principalmente por su diversidad. En este sentido, las personas expresamos y aprehendemos las cosas de muy distinta manera. Por lo tanto, podemos decir que un individuo puede tener una experiencia muy distinta a la de otro aunque se trate del mismo tema. Así las cosas, la personalidad es un bien estrictamente humano que define a cada persona según una serie de características específicas. Por supuesto, una personalidad similar se puede repetir en distintas personas.”

“Cómo se comporta alguien nos permite saber de manera inequívoca cuál es su manera de ser. Porque el comportamiento remite a las acciones de un individuo y a los sucesos que va mostrando en su vida diaria.
Las personas no solamente pueden ser conocidas por lo que dicen sino también por lo que hacen o no.

Lo más importante y adecuado es que exista una coherencia entre lo que se hace y se dice, si hay desconexión entre ambas cuestiones no será una buena señal y ello nos anticipará que existe un conflicto con esa persona y que no habrá una armonía en su interior.

Porque básicamente el comportamiento de alguien es el fiel reflejo de su universo interno. Por supuesto que es muy difícil para cualquiera, aunque lo intentemos y queramos, meternos en la cabeza de alguien. Conocer sus pensamientos, etc., sin embargo, más allá de esa dificultad, la mejor manera que se tiene a la mano a la hora de conocer a alguien son sus actos, ellos nos demuestran quien es verdaderamente, porque al hablar podrá decir muchas cosas pero a las acciones nos remitimos y en ellas está la verdad.”

Aunque insistan con el argumento de que “somos irremediablemente lo que somos” no es aceptable de que nos “encapsulemos” dentro de ningún preconcepto, ni hemos nacido barrigudos para siempre, ni mucho menos alguien pueda decir que “sea al ñudo que nos fajen”

Nosotros, todos nosotros, podemos,  agregaría que debemos, irradiar nuestra mejor imagen aquella que nos proyecta cual si fuésemos un faro que indica a todos de que "aquí estamos nosotros" para ayudar y orientar a quienes se mueven aún en medio de las penumbras.

Hugo W Arostegui

Recomenzar


 Recomenzar es volver a subir al tren que nos conduce por la vida, abrir nuestras ventanas, observar con nueva mirada las múltiples oportunidades que quizás hemos dejado pasar sin advertirlas, renovar el compromiso asumido con nosotros mismos, reencontrarnos con la fraternidad de los buenos amigos, ampliar nuestra sonrisa y expresar a quien oírnos que sí se puede y que si queremos, ¡podremos!

“Perdí un juguete que me acompañó en mi infancia...Pero gané el recuerdo del amor de quien me hizo ese regalo.
Perdí mis privilegios y fantasías de niño...Pero gané la oportunidad de crecer y vivir libremente.
Perdí a mucha gente que quise y que amo todavía...Pero gané el cariño y el ejemplo de sus vidas.
Perdí momentos únicos de la vida porque lloraba en vez de sonreír...Pero descubrí que es sembrando amor, como se cosecha amor.
Yo perdí muchas veces y muchas cosas en mi vida. Pero junto a ese "perder" hoy intento el valor de "ganar". Porque siempre es posible luchar por lo que amamos, y porque siempre hay tiempo para empezar de nuevo.
No importa en qué momento de la vida te cansaste. Lo que importa es que siempre es posible y necesario recomenzar. Recomenzar es darse una nueva oportunidad, es renovar las esperanzas en la vida y lo más importante, creer en ti mismo.
¿Sufriste mucho en este periodo? ... Fue aprendizaje
¿Lloraste mucho? ... Fue limpieza en el alma.
¿Sentiste rencor? ..... Fue para poder perdonar.
¿Estuviste solitario en algunos momentos? ... Fue porque cerraste la puerta.
¿Creíste que todo se había perdido? ... Fue simplemente el inicio de tu mejora. ¿Te sientes solitario? Mira alrededor y encontrarás a mucha gente esperando tu sonrisa para acercarse más a ti.
Hoy es un excelente día para comenzar con un nuevo proyecto de vida. ¿Dónde quieres llegar? Mira alto, sueña alto, anhela lo mejor de lo mejor, anhela todo lo bueno, pues la vida nos trae lo que anhelamos.

Si pensamos pequeño; lo pequeño nos vendrá. Si pensamos firmemente en lo mejor, en lo positivo y luchamos por alcanzarlo; lo mejor va a venir a nuestra vida.
Hoy es el día de la gran limpieza mental. Tira todo lo que te encadena al pasado que te hace daño. Arroja todo a la basura, limpia tu corazón, haz que esté listo para una nueva vida, y para un nuevo amor si te encuentras solo; pues somos apasionados, somos capaces de amar muchas veces, porque somos la manifestación del amor”.
www.pensamientos.com.mx/recomenzar.htm

Al recomenzar préndete bien firme del pasamanos y extiende tu mano solidaria para darle un aventón a quién busque recomenzar a tu lado.


Hugo W Arostegui

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Cuando Caminamos


“Me gusta caminar
andar de a pie por mi ciudad.
Con pasos libres de elegir
con quien reír, con quien cantar.
Mirar las cosas al trasluz
del corazón y detener
con la mirada, la ansiedad
para gozar sabiendo ver.
No desdeñar ningún camino
donde se pueda presentir
que hay un paisaje por abrir,
algún milagro en qué creer,
una verdad por descubrir,
andando así: de a pie...

Trepar por las ventanas con la misma sensación
de ser la enredadera que se asoma en el balcón.
Llegar adonde el cielo mezcla un vuelo con el sol,
donde aletean sueños con relámpagos de alcohol.
Desnudar vidrieras
con la fiebre entera.
Tener facha de títere con alma de gorrión,
para volar junto al cordón,
pero de a pie”.

Música:   Carmen Guzmán
Letra:       Héctor Negro
Canción


Hugo W Arostegui

Un Modo De Vivir:La Sobriedad


Un Modo De Vivir: La Sobriedad
La vanidad, ese componente tan humano que suele aparecerse, hay veces en que hasta puede causar “cierta adicción” como suele ocurrir con el uso excesivo de alcohol u alguna otra de las tantas que son llamadas “drogas socialmente admitidas” puede, atención que decimos “puede” y nos referimos a la vanidad, esa lisonja que engalana, nuestros mayores solían decir: “que tanto dulce empalaga” el sentirnos admirados por lo que se piensa que podamos ser, hace que corramos el riesgo de que lleguemos, ante la reiteración de tales conceptos, de creer de que éstos no solamente son merecidos sino que además nos hacen diferentes, por no decir mejores, que el resto de los mortales.

Es por esta causa que mencionamos la importancia de la sobriedad en cuánto a la manera de evaluar no solamente nuestra propia conducta, sino además, tener en cuenta este inestimable valor, a la hora de considerar nuestro rol dentro de la perspectiva real de las acciones humanas.

“Tendríamos que decir que la sobriedad se considera como una de las virtudes más importantes del ser humano. Y es que se establece que aquella es la que permite que cualquier persona pueda vivir teniendo muy claro qué es necesario y qué es superfluo. Es más, se dice que gracias a esa cualidad y valor, un individuo que la posee no sólo no perderá tiempo en cosas superfluas sino que además utilizará el dinero de forma absolutamente correcta y sin despilfarrarlo en cosas que no son realmente importantes.

Además de todo ello, se establece que entre los principales enemigos que posee la citada sobriedad se encuentran el egoísmo, la búsqueda del placer propio o incluso la sociedad de consumo en la que se vive actualmente. Y es que en esta última, se tiende a querer acumular más bienes que nadie, a tener los últimos productos en materia de tecnología, a llevar las últimas prendas o incluso a darse todo tipo de caprichos.”

Como vemos la sobriedad es mucho más que “el estar lúcidos” al momento de conducir.

Hugo W Arostegui