Un Modo De Vivir: La Sobriedad
La vanidad, ese componente tan humano que suele aparecerse,
hay veces en que hasta puede causar “cierta adicción” como suele ocurrir con el
uso excesivo de alcohol u alguna otra de las tantas que son llamadas “drogas
socialmente admitidas” puede, atención que decimos “puede” y nos referimos a la
vanidad, esa lisonja que engalana, nuestros mayores solían decir: “que tanto
dulce empalaga” el sentirnos admirados por lo que se piensa que podamos ser,
hace que corramos el riesgo de que lleguemos, ante la reiteración de tales
conceptos, de creer de que éstos no solamente son merecidos sino que además nos
hacen diferentes, por no decir mejores, que el resto de los mortales.
Es por esta causa que mencionamos la importancia de la
sobriedad en cuánto a la manera de evaluar no solamente nuestra propia conducta,
sino además, tener en cuenta este inestimable valor, a la hora de considerar
nuestro rol dentro de la perspectiva real de las acciones humanas.
“Tendríamos que decir que la sobriedad se considera como una
de las virtudes más importantes del ser humano. Y es que se establece que
aquella es la que permite que cualquier persona pueda vivir teniendo muy claro
qué es necesario y qué es superfluo. Es más, se dice que gracias a esa cualidad
y valor, un individuo que la posee no sólo no perderá tiempo en cosas
superfluas sino que además utilizará el dinero de forma absolutamente correcta
y sin despilfarrarlo en cosas que no son realmente importantes.
Además de todo ello, se establece que entre los principales
enemigos que posee la citada sobriedad se encuentran el egoísmo, la búsqueda
del placer propio o incluso la sociedad de consumo en la que se vive
actualmente. Y es que en esta última, se tiende a querer acumular más bienes
que nadie, a tener los últimos productos en materia de tecnología, a llevar las
últimas prendas o incluso a darse todo tipo de caprichos.”
Como vemos la sobriedad es mucho más que “el estar lúcidos”
al momento de conducir.
Hugo W Arostegui
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