“La amistad es
una relación afectiva que se puede establecer entre dos o más individuos, a la
cual están asociados valores como la lealtad, la solidaridad, la
incondicionalidad, el amor, la sinceridad, el compromiso, entre otros, y que se
cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo Proviene del latín amicĭtas, amicitātis, que se deriva de amicitĭa, que significa ‘amistad’. Esta,
a su vez, viene de amīcus, que traduce ‘amigo’, mientras
que este último procede de amāre,
que significa ‘amar’.
La amistad puede
surgir entre hombres y mujeres, novios, esposos, familiares con cualquier clase
de vínculo, personas de distintas edades, religiones, ideologías, culturas,
extracción social, etc. Incluso, una amistad se
puede establecer entre un ser humano y un animal; no por nada el perro es el
mejor amigo del hombre.
Relaciones de amistad pueden
nacer en los más diversos contextos y situaciones: el lugar donde vivimos, el
sitio donde trabajamos, la escuela, la universidad, fiestas, reuniones, el café
que frecuentamos, a través de otros amigos, redes sociales, etc.
Las amistades, no obstante, tienen diferentes grados de
compenetración. Desde los amigos con quienes sentimos relaciones más lejanas,
hasta aquellos con quienes el trato es tan estrecho que los consideramos “mejores amigos”, otorgándole a la amistad un
grado de superioridad sobre las otras.
La amistad no
solamente surge con quienes tenemos más afinidades en cuanto a gustos e
intereses, o con quienes tenemos más parecido, sino que puede aparecer entre
personas muy dispares. De hecho, a veces ese es un factor que fortalece la
amistad, pues una buena amistad complementa y enriquece a la persona, no solo
en el intercambio de ideas, información y sentimientos, sino también en el
hecho de compartir los buenos y malos momentos de la vida.”
Hugo W Arostegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario